20

Jungkook baja del taxi luego de pagarle y de tomar las bolsas con las compras.

Entra al edificio y luego va directo hacia las escaleras, mira el barandal mohoso y decide no sujetarse de este. Sube los escalones de dos en dos y camina por el pasillo hasta detenerse frente a la puerta del apartamento de Jimin.

Sostiene las tres bolsas con su mano izquierda mientras alza su brazo izquierdo y con sus nudillos golpea la madera un par de veces.
Pasan unos largos segundos y cuando está por golpear la puerta una vez más está se abre, haciendo que deje su mano hecha puño a escasos centímetros del rostro rojo y sudado de Park.

—Te dije que nos vemos mañana —dice el rubio con voz agitada.

—¿Por qué huele extraño? —inquiere Jeon, olfateando con desden.

—Es cloro, estaba lavando el baño —responde el chico. —Mantiene mi mente ocupada —añade mientras falla en su intento de entrar a su apartamento y encerrarse.

—Espera —susurra el alfa, deteniendo con su mano izquierda la puerta.

—¿Qué quieres? No quiero ser grosero contigo, por favor hablemos mañana —expone el menor.

—No, lo haremos ahora. Mi alfa está volviéndome loco —confiesa el pelinegro. —¿Quieres ir a Headwaters y conocer la manada y luego mi casa? ¿Es lo que quieres? —lo interroga.

—Sí, pero...

—Te llevaré, iremos juntos si es lo que quieres.

—Dijiste que es peligroso —le recuerda Jimin.

—Mas peligroso seré yo si alguien intenta ponerte un solo dedo encima —suelta el cambia formas, consiguiendo que una sonrisa surque los labios del rubio. —No debí reaccionar de esa manera, sé que te lo he dicho muchas veces, pero lo seguiré diciendo hasta que estés seguro de que no hay otra persona en la ciudad y en la selva que desee más que a ti. Solo me gustas tú, solo te quiero a ti —se sincera Jungkook.

—Eres una bestia demasiado adorable —dice entre murmuros, Park. —Entra —le pide, luego que se ha dado la vuelta y se adentra en el apartamento.

—Traje presentes —le hace saber el alfa.

—Obsequios —enfatiza el chico.

El pelinegro asiente.

Lo primero que le muestra es la comida y luego el helado. Jimin solo prueba un par de bocados que el cambia formas le da luego de intentar muchas veces no dejar caer la comida del tenedor.

El rubio come helado de fresa mientras el pelinegro se alimenta.

—¿Qué hay dentro de la última bolsa? —curiosea Jimin.

—Pase por una tienda y te compré un par de prendas que me gustaría que vistieras —contesta Jungkook, limpiando sus manos en la tela del pantalón.

—¿Es ropa? —duda, mientras toma la bolsa y luego se pone en pie.

—Jimin —lo llama el más alto al ver que se aleja de la sala—. Deberías...

—¡Jeon Jungkook! —exclama, al ver la primera tanga de color rosa con un cierre en el trasero.

—No debes usarlas sino te gustan —dice de manera rápida, mientras su lobo se decepciona debido a ese comentario.

—Entonces... ¿Está bien si no las uso? —indaga en tono divertido.

El pelinegro se queda silencio, desea decir que quiere que las use, al menos que se las muestre, pero no quiere parecer un pervertido.

—No escuché tu respuesta —dice Jimin, quien viste solo una camisa hasta sus muslos.

—Yo...

—¿Quieres ver? —lo cuestiona de manera coqueta, mientras con sus dedos alza el lado derecho de su camisa. —No te escucho —articula armoniosamente.

—Sí —gruñe Jeon.

—Eh, eh, eh —lo señala el rubio. —Sin gruñidos y sentado —le ordena.

—No soy un perro, Jimin —reprocha el cambia formas.

—Lo sé, tiendo confundirme —chista de manera divertida.

Deja de sonreír al ver el entrecejo fruncido del pelinegro, se da media vuelta y luego poco a poco asciende la camisa hasta su cintura, dejando al descubierto su pierna y glúteo derecho.
El alfa se acomoda en el sillón mientras relame sus labios, y ve como su lindo humano le modela la lencería que ha comprado y escogido para él.

Jimin sale y entra del cuarto de baño aproximadamente unas cinco veces seguidas.

—Es el último, mi favorito —recita el rubio.

El humano comienza a caminar hacia el frente con sus manos en la cintura, se detiene en algunas ocasiones y posa de manera provocativa mientras alza un poco su camisa dejando que el cambia forma ve la tanga descubierta de la parte trasera con algunos encajes y sujetadores en sus muslos.

—¿Cómo me queda? —cuestiona al pelinegro, deteniéndose frente a él.

—Como me lo imaginé —responde el alfa, posando sus grandes manos sobre la parte trasera de los muslos de Park.

—Entonces piensas cosas pervertidas de mí —comenta el chico, mientras coloca sus manos sobre el cabello del más alto. —Dime bestia, ¿Piensas cosas pervertidas de mí? —inquiere en tono picaresco. —Y no mientas —lo sentencia.

El cambia formas eleva sus manos sintiendo lo suave y tersa que es la piel de Jimin, suelta un pequeño ronroneo al sentir las caricias en su cabello y cuello. Carraspea su garganta y contesta. —Por supuesto que sí.

Una sonrisa divertida se plasma en el rostro del rubio, siente como las manos del alfa manosean y estrujan sus glúteos. El chico toma la iniciativa y se sienta sobre las piernas de Jeon, enrollando sus brazos sobre el cuello del contrario y sus piernas alrededor de la cintura.

—Jimin —pronuncia con voz ronca, Jungkook.

—¿Qué? —gesticula el menor, mirando los extraños y lindos ojos bicolores del alfa.

El chico alza sus cejas mientras espera respuesta, pero al no escuchar nada acerca sus labios a los del más alto y lo besa.
Escucha un gruñido y por unos segundos cree que no continuaran besándose, pero el cambia formas sujeta la cintura del humano y lo apega a él para luego usurpar su boca y no parar hasta que necesiten un poco de aire.

—Jimin —lo llama por segunda vez el pelinegro, irrumpiendo su ronda de besos.

—Sino dices más que mi nombre no tendré idea de lo que quieres, Jungkook —menciona con voz agitada el chico.

—Sino paramos...

—¿Quieres que paremos? —pregunta Park.

Jeon niega.

—Ok —susurra el rubio, sobre los labios del cambia formas.

—Voy a tu ritmo, Jimin. Si quieres ir lento, iré lento, si quieres ir rápido, iré rápido. Iremos como tú quieras.

—Eres demasiado tierno para ser un cambia formas —balbucea el chico, acomodándose en los grandes muslos y pene del cambia formas—. Quiero lo que tú quieres. También te deseo, Jungkook.

El cambia formas no se resiste más, junta sus labios con los de Jimin iniciando una ronda de besos y manoseo feroz. El pelinegro se pone de pie mientras carga al humano. Entre besos, caricias y tropezones llegan a la habitación del chico.

Jeon lanza a Park a la cama, se quita la camisa en un solo movimiento y la lanza a algún lugar de la habitación. Desabotona el broche y luego baja el cierre, junta la ropa interior con el pantalón y se los quita al igual que sus zapatos.

Jimin, el cual, se encuentra de rodillas sobre el colchón, extiende sus brazos y acerca a Jungkook, se besan desesperadamente y luego las manos del pelinegro se encargan de quitar de dos tirones la camisa del humano. Nuevamente lo lanza a la cama y comienza a besar y succionar la tersa piel del rubio, hasta detenerte en el inicio de la braga.

—Dime que esto es lo que quieres —le pide el alfa, con voz agitada mientras su miembro palpita y comienza a doler.

—Es lo que quiero, Jungkook. Quiero que...

El más alto besa una vez más los labios del menor, jalonea una parte de la tanga con fuerza y consigue romperla.

—No, no —se queja Jimin, mientras el alfa jalonea el otro extremo de la ropa interior. —Jungkook, la rompiste —chilla el rubio, brindándole una palmada a uno de los pectorales del pelinegro.

—Estorbaban —verbaliza Jeon en tono ronco. —Te compraré otras —añade, mientras masturba su miembro de rodillas frente a Jimin.

El chico observa al corpulento hombre que está desnudo frente a él, ve sus músculos trabajando en cada movimiento y como poco a poco sus tatuajes se vuelven brillosos debido al sudor que emana.

Jungkook toma un poco de líquido-preseminal con sus dedos, ve a Jimin que no deja de mirarlo mientras se masturba. Besa, succiona y mordisquea los pezones del rubio y cuando escucha que suelta el primer jadeo introduce uno de sus dedos. Continúa jugueteando con los pezones rosados y ahora irritados del menor mientras introduce un segundo y tercer dedo.

—Jung... —gimotea Jimin.

—Está bien —murmura en voz cansina el cambia formas, sacando sus tres dedos del interior del chico. —Si te duele y quieres que pare dímelo, me haré cargo de ello —le indica. —Dime que me pedirás que pare —demanda.

—Lo haré, te lo diré —gesticula en voz cansina y ansiosa, Park.

—Abre —le ordena, palmeando sus muslos.

Jimin separa sus piernas y las mantiene abiertas lo más que puede, dándole una buena vista al cambia formas.

—¿Estás listo para mí? —lo interroga Jungkook, colocándose en el espacio que las piernas de Park dejan.

—Uhum —emite el rubio, sobre los delgados y hambrientos belfos del hombre lobo.

Con cuidado el pene de Jeon se abre paso entre las paredes de Park, los besos y caricias son la clave para desviar la atención del dolor debido al grueso y firme miembro del cambia formas que se adentra cada vez más.

—A-aah —jadea el rubio sobre los labios de Jungkook.

—Estoy dentro —masculla el más alto. —Mira mis ojos, no dejes de ver mis ojos —le ordena Jeon.

Permanecen un par de minutos en los cuales se besan, se acarician y se ríen disfrutando de la cercanía de ambos.

—Jungkook —lo llama en voz baja.

—¿Estás listo? —indaga el mayor.
—Sí.

—¿Seguro?

El rubio asiente y enrolla sus piernas alrededor de la cintura del pelinegro, dándole seguridad a su respuesta.
El cambia formas saca su pene y lo mete nuevamente hasta el fondo de manera lenta, hace los mismos movimientos un par de veces mientras deja que su lindo humano lo bese y se sujete de la piel de su espalda y brazos.

—Aaah —gime Jimin, cuando las embestidas comienzan a cambiar de ritmo.

—Uum —gruñe Jungkook, mientras mueve su pelvis cada vez con más intensidad.

El pelinegro coge las muñecas del rubio, las coloca al lado de su cabeza y las sujeta con fuerza mientras continúa embistiendo acerca su boca a la oreja del contrario, gruñe y gime cubriendo con su corpulento y sudoroso cuerpo al humano como si lo hubiese deseado por mucho tiempo.

—Mi lobo —gimotea Jeon, corriéndose la primera vez.

Jimin emite un par de gemidos y palabras incoherentes, mientras que con su visión desenfocada intenta mantenerse concentrado en los ojos bicolores que parecen hipnotizarlo y concentrarse solo en el placer.

—Aaah —jadea, cansado Park. —¡Alfa! —exclama, consiguiendo que el lobo del cambia formas dance de felicidad y se embriague de deseo por el lindo humano del que esta imprimado.

Una picaresca sonrisa surca los labios de Jimin al ver a Jungkook complaciéndose y complaciéndolo.

—¡AAAH! —desgañita el rubio, seguro en su interior de que sus vecinos escucharon.

Jungkook apoya sus manos a la altura de los hombros de Jimin, mueve su pelvis aumentando y disminuyendo la velocidad, mientras una de las manos se sujeta a los antebrazos del pelinegro y la otra le da atención a su miembro.

Park se corre, manchando su abdomen y parte del de Jeon. Segundos más tarde el cambia formas se corre por segunda vez haciendo que sus embestidas cesen.

El pelinegro se deja caer con cuidados sobre el humano, siente como un par de espasmos recorren su cuerpo y luego su pene se inflama, causando que un gemido y una mueca de dolor se plasme y se escuche por parte de Jimin.

—¿Quién quiere a su lindo humano? —pregunta el cambia formas entre besos, distrayendo al chico.

—Su bestia —responde Jimin, mientras sus dedos acarician y pellizcan la piel del alfa.

Mientras permanecen juntos, Jeon le explica que lo que está sucediendo es el nudo, por su parte, Park, se ríe y hace un par de chistes debido al abundante fluido que el pene del cambia formas emana.

Cuando el nudo a desinflamado se dan un par de besos y luego se separan, el primero que se pone en pie es Jungkook y luego carga a Jimin hasta el cuarto de baño en donde se encuentran esparcidas las tangas que le obsequio y su pantalón.

—¿Estás bien? —inquiere el pelinegro, mientras se encuentran bajo la ducha.

—Sí —responde. —Me tiemblan un poco las piernas, pero estoy seguro que se pasará. No me duele el trasero, pero lo hará más tarde —comenta el rubio.

—Podemos descansar y luego ir por algo que alivie el dolor —sugiere Jungkook.

El chico asiente mientras sonríe debido a que el cambia formas lava su cabello de forma torpe.

—¿Cómo te sientes tú? —lo cuestiona Park, lavando con una esponja el abdomen y pecho del más alto.

—Completo, feliz. Mi lobo está orgulloso y muy contento —acota el pelinegro—. Deberías sentirte honrado de tener a un cambia formas completamente rendido a ti.

—¿Debería? —bromea Jimin, haciendo reír a Jungkook. —Mas vale que tu lobo se comporte, eh —dice en tono divertido, mientras lo señala con la esponja.

—Intentaré hacer que se comporte —articula entre risas el más alto.

—¿Intentarás? —duda el rubio, alzando sus cejas.

—Lo haré, lo haré —repite en tono divertido, Jeon, abrazando al humano.

Salen de la ducha y cubren sus cuerpos con toallas.

—Me debes una camisa y una tanga —le recuerda el chico, mientras es abrazado por la espalda por el pelinegro. —Quiero una igual o parecidas —le indica, haciendo reír al mayor. —No te rías, no es una broma —lo reprende. —Debes comprármelos, no puedes romper mi ropa y no reponerla. Me quedaré sin ropa —agrega, rompiendo el abrazo para poder cambiarse de ropa.

El cambia formas se carcajea con más fuerza mientras se coloca su ropa interior y luego su pantalón.

—¿Te parece divertido? —lo cuestiona Jimin, terminando de colocarse su camisa. —Espero también sea divertido no dejar que tú, tu lobo y yo tengamos sexo —suelta de sopetón, haciendo que las carcajadas se acallen y la sonrisa en el rostro de Jeon desaparezca. —Debes reponerme la ropa que me rompas —le ordena, cogiendo la toalla para secar la humedad de su cabello.

—Lo haré, repondré la ropa que te rompa —balbucea el cambia formas, mientras ve salir de la habitación al humano.

—Es lo que creí —gesticula el rubio, con una divertida sonrisa en su rostro.

Toman asiento en el sillón, se dan cuenta que la mitad del helado de fresa está derretido, lo guardan en el congelador y luego comen un par de papas fritas heladas con kétchup mientras ven Rápidos y Furiosos 5.
Se acomodan en el sillón más grande, Jungkook se acuesta en el cómodo sofá y Jimin se acomoda en el corpulento, cálido y acogedor cuerpo del cambia formas mientras se abrazan y disfrutan de la cercanía del uno del otro.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top