09

Jimin se mira en el espejo mientras acomoda los mechones de su cabello para que no caigan en su frente, se da la vuelta y ve el cuerpo corpulento del cambia formas al lado izquierdo de su cama.

Coje su mochila con sus cosas y se acerca de forma cautelosa hacia el pelinegro, pasando por alto los excelentes y extraños poderes que Jungkook tiene.

El chico se acerca un poco, hace la intención de tocarlo, pero no lo hace. Se gira de manera asustadiza y camina hacia la puerta.

—¿Piensas irte sin mí? —lo cuestiona con voz ronca el alfa.

—No quería despertarte —dice nervioso, Jimin.

—Desperté desde que te levantaste de la cama —le hace saber Jeon, poniéndose en pie.

—¿Eso quiere decir que has estado fingiendo? —inquiere el rubio, ocultando sus mejillas con las palmas de sus manos.

—No quería que te sintieras incomodo —menciona el pelinegro, acercándose a él—. Te vi muy tranquilo, muy limpio, muy lindo y muy...

—Cállate —articula, alterado para luego salir de la habitación a toda prisa.

—No tienes por qué avergonzarte. No solo hiciste que mi lobo se emocionará —bromea el más alto.

—Basta, Jungkook —le pide con tono serio. —Por favor —agrega, tomando las llaves de su auto.

El cambia formas asiente, ve a Jimin acercarse a la puerta y de inmediato él se coloca detrás del chico sobresaltándolo un poco.

—¿A dónde vamos? —pregunta, curioso.

—¿Vamos? —repite Park, alzando sus cejas al mismo tiempo que se da media vuelta para ver a Jeon.

—Yo voy contigo —le informa el pelinegro.

—¿Qué no debes presentarte con tu manada? —lo cuestiona el rubio. —Dijiste que eres el sub-alfa o algo así —le recuerda.

—Sí, pero prefiero estar a tu lado.

—Ok, eso es extraño y me asusta —confiesa Jimin.

—Es cosa de lobos y cambia formas —comenta Jungkook, haciendo una mueca de desilusión al recordar que el chico no comprende lo que es estar imprimado de alguien.

—Sobre la imprimación —duda el rubio, causando que el semblante en el rostro del pelinegro cambie a uno más alegre.

—Sí —responde. —No quiero asustarte, pero es algo que no puedo controlar todo el tiempo —se sincera el mayor.

—Lo sé, es solo que es un poco difícil para mí comprender eso —murmura Jimin mientras abre la puerta de su departamento.

—¿Eso quiere decir que intentas comprender mi mundo? —lo interroga Jeon, cerrando la puerta tras de él.

—Eso no fue lo que dije —habla entre dientes el menor.

—Jimin —lo llama el pelinegro, tomando con sumo cuidado el antebrazo izquierdo del rubio.

—Esto está yendo muy rápido —parlotea con voz nerviosa mientras señala al cambia formas y luego a él mimo.

—¿Rápido? —gesticula entre risas, Jungkook. —Creo que vamos lento. En mi mundo ya habríamos cogido y estoy seguro que tendrías mi marca en tu cuello y estuvieras en cinta —farfulla el cambia formas, acariciando el estómago del humano.

Jimin carraspea su garganta, siente sus mejillas calientes y esa es la señal que le indica que sus mofletes están ruborizados.
Pasa saliva con dificultad y una vez más aclara su garganta, separa sus labios con la intención de decir algo, pero solo se limita a ver el atractivo rostro del cambia formas frente a él.

El pelinegro desciende su rostro a la altura del rubio. Sus ojos bicolores lo ven con ese brillo que hipnotiza a Jimin, los belfos de Jeon se posan sobre los de Park. Un roce de sus labios basta para que el lobo de Jungkook se remueva de felicidad.

—Lindo humano —musita mientras una sonrisa coqueta surca sus belfos.

—B-bestia —titubea Jimin, haciendo que la sonrisa en el rostro de Jungkook se haga más grande.

El cambia formas coge la mano izquierda del rubio, descienden los escalones, salen del edificio y se detienen frente al vehículo del humano.

—¿A dónde vamos? —pregunta una vez más, Jungkook.

—¿En serio no te meterás en problemas? —indaga Jimin, preocupado.

—Iré a ducharme a la selva y a cambiarme de ropa, luego regresaré y te ayudaré en tu trabajo, dijiste que soy tu ayudante o algo así —le recalca.

—Puedo llevarte a la selva si

—No, eso no. Te acompañaré a donde te diriges y luego iré por mi cuenta a Headwaters —lo interrumpe el mayor.

—Voy a la despensa de mi tía, le ayudo por las mañanas —le informa el rubio.

—Adentro, yo conduzco —le pide, cogiendo las llaves del vehículo.

Mientras viajan en auto hasta la despensa tienen una pequeña, pero divertida discusión debido a un hot-dog como desayuno. El cambia formas deseaba uno, pero el lindo humano que lo acompaña no se lo permitió.
Dejo de insistir cuando vio los brazos cruzados de Jimin sobre su pecho, su entrecejo fruncido y sus labios desaparecer en una fina y delgada línea, causando incomodidad y pánico a su lobo.

—Puedes escoger algo en la despensa de mi tía, yo invito.

—Prefiero un beso tuyo, pero me conformo con algo de comer por ahora —dice Jungkook, caminando al lado de Jimin hacia la tienda.

—Oye, no quiero que gruñas, ni que te comportes como una bestia cuando estemos dentro —le indica el rubio—. ¿Ok?

Jungkook sonríe al observar el rostro preocupado de Jimin, deposita un beso sobre los labios rosas del menor y luego murmura.
—Ok.

—Llegué tía —anuncia el rubio—. Busca algo de comer y búscame en la caja registradora.

El pelinegro asiente, se da la vuelta y toma un paquete de tocino, le gusta mucho, Jimin le dio a probar y le gusta mucho. Ve un cartón pequeño con seis huevos y recuerda que en la discusión que tuvieron en el auto el humano mencionó que son una buena opción de desayuno.
Camina hacia la caja registradora, pero se detiene al ver ese frasco transparente con liquido de color café dentro de un frigorífico junto a otro par de bebidas.

Abre el frigorífico y coge un frasco de los que bebió el primer día que salió de la selva en busca del rubio. Con el tocino y la botella de vidrio en su mano derecha y la caja de huevos en su mano izquierda camina hacia la caja, detiene sus pasos al ver a una señora conversando con Jimin mientras le da las cosas que ha tomado de la tienda.

—Gracias, que tenga un buen día —la despide Park.

—Tocino y huevos son una buena opción de desayuno —verbaliza en tono contento, el cambia formas haciendo reír al humano.

—Aprendes rápido, me gusta —dice mientras sonríe el rubio.

—Sabe bien, tiene un buen sabor —menciona Jungkook, señalando la botella con liquido café.

—¿Te gusta el café? —lo cuestiona Jimin.

—Me gusta el café —contesta Jeon.

—Jiminie, cariño. No piensas presentarme a tu novio —habla su tía, saliendo de la parte trasera de la despensa.

—No, digo sí —trastabilla el chico. —Él es Jungkook y no es mi novio —lo presenta.

—SunHee Park, soy la tía de Jiminie —se presenta la señora, extendiendo su mano hacia el cambia formas.

Jeon mira al rubio el cual, asiente y extiende un poco su mano dándole a entender a Jungkook que debe hacer lo mismo mientras mueve sus labios grandemente para el que pelinegro entienda que no debe ejercer mucha presión.

—Un gusto, Jungkook —dice cordialmente la señora.

—Un gusto SunHee —la imita el cambia formas mientras estrecha la mano de la tía de Jimin.

—Jiminie, no debes mentirme —señala a su sobrino.

—No mentí —articula indignado el rubio.

—Si lo hiciste, me dijiste que no es tu novio y yo vi que te besó antes de que entrarán a la tienda —comenta SunHee. —Quiero que almorcemos juntos, ¿Qué te parece, Jungkook? —le propone la señora.

—Está bien, volveré a la hora del almuerzo —acepta el pelinegro.

—Tía…

—A trabajar, Jiminie, hablamos en el almuerzo —lo interrumpe.

—Despídete —le ordena Park.

—La veo en el almuerzo que tenga buen día, SunHee —se despide Jungkook, recordando las palabras antes dichas por Jimin hacia la señora que estaba en la caja registradora antes que él.

—Toma, ten cuidado con los huevos —le indica mientras le entrega una bolsa con los tres alimentos dentro.

—Vendré a la hora del almuerzo, esperaré afuera para que no te sientas incomodo —le hace saber el pelinegro.

—No me incomodas, Jungkook —asegura el rubio—. Solo me da miedo que actúes como una bestia y el resto de personas te descubra y...

—No me descubrirán, estoy aprendiendo de ti —interviene Jeon.

—Y lo haces demasiado bien —lo elogia Jimin. —Ve, no quiero escuchar que estás en problemas por mi culpa —murmura.

—Solo tengo una pregunta —habla el cambia formas.

Jimin eleva sus cejas y hace un breve asentimiento con su cabeza.

—¿Qué es novio? —inquiere, curioso.

—Novio es como se le llama a tu pareja sentimental, lo que en tu mundo sería pareja sexual, destinada o como le llamen —intenta explicar el rubio.

—Quiero que seas mi novio —balbucea, emocionado el cambia formas, acercando su rostro al de Jimin para robarle un beso. —Entonces eres mi novio —asevera con una enorme sonrisa en su rostro.

—Es muy temprano para…

Las palabras del chico pasan a segundo plano cuando los labios de Jungkook se posan sobre los suyos, haciéndolo sentir ese cosquilleo que recorre su cuerpo cada vez que el cambia formar lo besa y lo ve fijamente con sus ojos bicolores.

—Regresaré para el almuerzo —susurra el alfa sobre los belfos del humano.

—Claro —dice en un hilo de voz, Jimin, soltando una bocanada de aire por su boca.

Jungkook camina hacia la parte trasera de la despensa y Jimin recuerda la primera vez que lo vio y le confeso que es un cambia formas. Se pone de puntillas intentando ver tras los arbustos y árboles, pero le es imposible. Se gira sobre sus talones y ve a su tía bajo el umbral de la puerta luciendo una sonrisa de oreja a oreja. Inspira profundo y espera a que todo salga bien a la hora del almuerzo.

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