Capitulo 2
Caminaba por los barrios rojos de Zaun escuchando piropos y silbidos, le daba asco. Cuando llego donde Babette, puedo oír pasos apresurados ir hacía ella.
Una bofetada fue lo único que recibió de ella.
- Yo también te extrañe Babette -. Dijo intentando reír.
- ¿Cómo pudiste? -. Babette quería detener sus lágrimas -. Sé que te fuiste pata que la pequeña Isha no sea criada en estos burdeles, pero si al final te iba a vender entonces para que te fuiste -. Jinx sentía las pequeñas manitas de Babette golpearla en su pecho -. Yo jamas quise está vida para ti.
- Estaba enferma, no tenía dinero para su medicina... me dijo que solo así podría tenerlo -. Babette la miraba con pánico.
- ¿Por qué no viniste aquí?, yo te hubiera ayudado.
- No sabía que más hacer -. Lloraba desconsolada -. Solo pensé que necesitaba encontrar a un médico pronto y él era el más cercano a mi casa -. Se secó las lagrimas -. Pero eso no es lo importante, necesito irme de esa casa lo más pronto posible... al parecer todos me quieren probar -. Dijo con una mueca.
- Quédate aquí - Ella negó con la cabeza -. ¿Por qué?
- Isha no sabe nada, no es consciente de lo que paso y prefiero que siga siendo mi dulce niña inocente -. Miro todas las habitaciones, ninguna tenía puerta se podía ver todo -. Aquí no será feliz, aquí no mantendrá esa inocencia.
- Entonces que buscas de mi.
- Necesito dinero, y creo que Silco no confía en mi lo suficiente como para darme más trabajos... le entiendo, yo tampoco confió en él.
- ¿Trabajas para él?
- Al principio solo era asesina a sueldo, pero creo que soy muy buena porque Silco me monopolizó para sus misiones, así que ya nadie me contrata. Solo él.
Miró a Babette seria.
- Necesito dinero, la medicina de Isha solo me sirve para un día -. Quería gritar -. Ese desgraciado me dio muy poco, supongo que creía que volvería por él. No lo haré... Necesito dinero para una nueva casa y medicinas, y si ellos me quieren volver una puto lo seré -. Limpio su rostro de las lagrimas secas -. Pero con mis reglas.
Babette quizo detenerla pero Jinx no le hizo caso, ella era una madre y debía hacer hasta lo impensable por su hija.
Ekko caminaba por los burdeles, escucho los rumores de que había un nuevo producto. Normalmente no hace caso a esas cosas, pero cuando escucho la descripción de aquella chica se puso pálido, se negaba a creer que fuera su Powder.
Entro en cada burdel y siempre le decían lo mismo.
Que aquella nueva chica no era de ahí, que pertenecía a otro burdel, que seguro trabaja sola, etc.
Llegó a él último burdel que le pertenecía a Babette, ahí dentro se encontraba una cola larga. Todos gritaban cifras elevadas, para ganar esa pequeña rifa macabra.
Se acercó cada vez más y más hacía donde todos miraban, y ahí la encontró.
Powder.
Le perdió la vista hace cuatro años, soñó todos los días con su reencuentro. Pensaba que iba hacer un encuentro lleno de sonrisas y lágrimas pero ni en sus pesadillas se imagino esto, jamas pensó verla así.
Llevaba un camisón largo y azul, su pelo estaba suelto y tenía puesto un labial rojo.
Se quedo quieto durante segundos que para él fueron horas, intentando asimilar lo que pasaba, lo que veían sus ojos. Le costo bastante aceptar su realidad, cerro los ojos con fuerza y cuando los abrió y se dio cuenta de la realidad, decidió actuar.
Sin dudar aparto a todos los hombres mayores que había delante de él, hasta llegar a Powder. La agarro de la muñeca y la sacó de ahí arrastras, ella intentaba resistirse pidiendo ayuda, pero nadie se movía todos conocían a Ekko y nadie se metía con él, por sus buenas acciones se había ganado el respeto de todos.
Babette solo suspiro de alivio, al ver como Jinx era alejada de todas esas personas.
Llegaron a un callejón, Ekko le puso su chaqueta.
- ¿ESTAS LOCA? -. Grito.
Jinx intento volver al burdel pero Ekko la agarro de los hombros y la puso contra la pared.
- Por favor, no haga esto más difícil -. No podía mirarla, así que se resigno a mirar el suelo -. Solo... necesito saber que paso, Powder si necesitas un lugar yo puedo darte uno.
- No me llamo Powder -. Al fin hablo -. Esa niña murió aquel día junto con su padre -. Ekko levanto su mirada, no entendía bien que decía -. Yo me llamo Jinx, y si hago esto no te incumbe... tengo mis razones.
- Pues explicamé -. Se acercó más al rostro de Jinx.
- No estoy obligada hacerlo.
Ekko sentía que le hablaba a una pared, uno muy rota.
Se arrimo más al cuerpo de Jinx, poniendo su cabeza en el hombro de ella. Suspiro con mucha desesperó, pensaba una y otra vez alguna solución para que no volviera a ese burdel.
- Yo te comprare, esta noche.
Jinx le miro con desconfianza, no pensaba que Ekko la viera de manera tan sexual. Él noto su mirada y se puso rojo.
- No para eso -. Recalco -. Te quedaras en mi guarida, aunque sea solo está noche... aunque sea solo hoy quiero saber que estarás bien, no te haré nada, dormirás en tu propia cama.
- Soy cara -. La verdad no tenía ni un precio, pero le dio risa verlo así de desesperado -. ¿Podrás pagarme?
Ekko rápidamente saco dinero de su bolsillo y se puso a contar, solo tenía monedas. Jinx intentaba no reír, después de haber tenido una semana de mierda sentía cierto alivio con esta situación.
- veinte -. Termino de contar -. Tengo veinte -. Lo decía rogando para que sea suficiente aunque sabe que no.
- Tienes suerte pequeño hombre salvador -. Dijo agarrando las monedas, puede que hoy no consiga dinero suficiente para mudarse, pero si para el medicamento-. Por ser la primera compra tienes descuento.
Ekko la agarro de nuevo de su muñeca y la guió a la guarida, la llevo a su casa donde le preparo la cama y se despidió de ella, él dormirá en el salón.
A la mañana siguiente Jinx despertó primero, agarró la ropa más pequeña que tuviera Ekko y se marcho sin hacer ruido, claro antes dejo una nota.
'Adios, pequeño salvador'
Cuando llegó a la guarida de Silco, ya casi todos en Zaun habían despertado. La guiaron hacia el despacho de él, y ahí dentro pudo ver las miradas serías de Silco y Sevika, miradas que le importo una mierda.
Sus ojos solo buscaba a su hija, y cuando la encontró en el suelo dibujando sintió mucho alivio, camino hacía ella y empezó hablar en señas.
¿Te trataron bien? -. Primero hizo gestos Jinx
Sí, aunque son muy aburridos -. Dijo dejando a un lado sus dibujos -. Te echaba de menos mamá.
Jinx la acarició la cabeza y sonrió, moriría por ella.
- Jinx -. Era la primera vez que Silco pronunciaba su nombre -. Tengo algo para ti, aunque no es asesinar a nadie.
- Te escuchó.
- He sido informado que estuviste ayer rondando por los burdeles -. Silco la miraba con pena, sabía que todo lo que hacía era por el bien de Zaun, pero eso no quita el peso de saber que arruino su vida -. Y me gustaría ofrecerte un trabajo similar.
Jinx arrugo la nariz de solo imaginar estar con él.
- Queremos que seas nuestra espía -. Dejo de arrugar la nariz -. Es bien sabido que los altos cargos de Piltover, contratan a trabajadoras de burdeles para que les administren Shimmer.
Oh, la droga que ha hecho que Zaun sea peor de lo que es.
Pensó.
- Te pagaríamos bien, y vivirías aquí... tu hija estará vigilada y bien cuidada, no le faltara nada.
No le gustaba la idea de vivir al lado del asesino de su padre, no le gustaba la idea de ayudar a que Zaun sea peor de lo que es, pero aun así acepto.
- Espero que a Isha no le falte nada -. Dijo fríamente.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top