El pelinegro gruñó, abrazándose con fuerza los brazos al sentir la baja temperatura helar su piel. Pateo una pequeña piedra que se encontraba en el suelo, suspirando cansinamente en alto por sexta vez en la noche.

—Malditos amigos inútiles...—dijo con resentimiento al haber sido echado tan cruelmente de la casa de la castaña—ya verán como me conseguiré nuevos mejores amigos y ya no les haré caso.

Gruño nuevamente al recordar la cara de satisfacción del mocoso y como ninguno de sus mejores amigos si quiera le dio la oportunidad de tratar de explicar aunque sea un poco la situación.

Dirigió su mirada a una pequeña lata de refresco que se encontraba posicionada perfectamente arriba de un hidrante, haciendo fruncir el ceño al pelinegro por lo perfecta que se veía la pequeña lata, dandole ganas de patearla y hacerla trizas.

Paro en seco, cerrando sus ojos y tratando de concentrar todo su odio y resentimiento  en una sola patada.

Pero nuevamente como si el universo lo odiase y no quisiese que nada le salga bien, cálculo mal la altura de su pie, dándose de lleno y muy duramente contra el duro metal del hidrante, provocando que este abriera los ojos y soltara un alarido muy agudo.

Se tiro al suelo sosteniendo su pie, el cual dolía como el infierno, sobo el golpe, rezando a todos los dioses existente que no se haya quebrado el pie por una estupidez tan grande como esa.

Si ese era el caso ¿como le explicaría al doctor la fractura?

Agradeció internamente el hecho de que sea muy tarde y que no se encontrara ni un alma en las calles, pudiéndose tirar al suelo libremente si que nadie pensara que era un drogadicto o un lunático.

Exhaló con fuerza, viendo como de su boca escapaba un humo espeso por el choque de temperatura del ambiente con su cálido aliento.

Cerró los ojos uno segundos, prefiriendo mil veces quedarse en aquel frío y duro suelo y morir congelado o por una hipotermia que tener que regresar a su casa y volver a ver la cara de sus padres.

Aquella expresión en el rostro de su madre de que había hecho algo muy incorrecto o la expresión de su padre, la cual solo demostraba desilusión y decepción.

Odiaba tanto tener que verlos, y eso le dolía mucho...

Porque a pesar de las palabras desalentadoras, de los insultos o las bajadas de autoestima ellos eran sus padres, y no podía odiarlos por mas que así lo deseaba.

Apretó los ojos, sintiendo un nudo calar desde lo mas profundo de su estómago, sintiendo su nariz arder por las lagrimas que trataba con tantas fuerza de contener.

—Madre, padre...perdónenme, pero no seguiré con la carrera, no quiero ser un economista, no quiero estudiar y seguir sus pasos, padre, quiero ser un productor musical—dijo con dolor, recreando las palabras que con tanto valor y miedo les dijo a sus padres el día que decidió renunciar a su carrera y de igual manera renunciar al orgullo sus padres—.

¿Había algo peor que el hecho de que te retengan en un lugar hostil y enciman  te ignoren?

—Oye ese fue un gran golpe...—escucho de la nada, haciéndolo asustar, provocando que abrirá sus ojos de golpe y viera desde abajo como un alto y moreno chico lo miraba desde arriba con una mueca divertida—¿eres jugador de fútbol o algo así?—preguntó con una sonrisa socarrona—porque si es así, amigo te recomiendo que cambies de profesión.

El pelinegro se paro rápidamente del suelo, no sacándole la vista de encima al alto moreno, el cual vestía una ropa muy parecida a la de el.

—Me gusta tu chaqueta, piernitas de pollo—dijo en un cumplido sincero, acercándose y tocando con toda la confianza del mundo la prenda de cuero—.

—¿Quien eres?—preguntó hostilmente el pelinegro, apartándose del toque del mas alto—.

—¿Mi nombre?—dijo en un mueca pensativa mirando el cielo—mi nombre no lo recuerdo, sin embargo para los colegas soy "Black Demon"—se presento con una falsa y exagerada reverencia, no quitando su expresión divertida en ninguna momento—.

—¿Black Demon?—repitió con dificultad, pensado en quien en su sano juicio se pondría un nombre como ese—.

—¿A ti como te dicen?—pregunto con un sonrisa con una pizca de picardía, mostrando y exhibiendo sus hoyuelos perfectos—espero que no sea Cristiano Ronaldo, porque si es así me reiré mucho—dijo, soltando una pequeña risa juguetona, haciendo fruncir el ceño del pelinegro, quien ya comenzaba a hastiarse de la actitud y personalidad confiada del mas alto—.

—Podré ser un asco en el futbol, pero soy una estrella y el mejor en básquetbol—se defendió con una sonrisa triunfante en sus finos labios, desapareciendo a los segundos cuando el mas alto se le quedo mirando unos segundos para luego tirarse al suelo y comenzar a reírse mientras se sostenía de la barriga—.

—¡El Michael Jordan de medio metro!—se burlo con una sonrisa exagerada, haciendo fruncir el ceño al mas bajo, quien a los segundos pinto una pequeña sonrisa en sus labios, siendo contagiado por la risa exagerada de este—que gracioso eres, te llevare a casa con mamá.

El pelinegro frunció el ceño en confusión, no entendiendo las palabras del mas alto, pensado a que se refería con que se lo iba a llevar, sintiendo un extraño miedo al pesar que este lo podía secuestrar y el no podría hacer nada por la diferencia de altura y musculatura.

Estaba por decir algo, extrañándose que la presencia del mas alto no era tan mala o atemorizante como su aspecto lo hacia ver, olvidando por un momento el problema con sus amigos y los pensamientos tormentosos que tenia de sus padres.

—Oye amigo, te ves como alguien quien tiene un problema y esta solo...—dijo el moreno, parando su estruendosa risa y mirando atentamente al pelinegro—¿quieres venir conmigo?—ofreció calmadamente, nuevamente con una sonrisa perfecta en sus labios, haciendo sentir una extraña sensación cálida en su pecho—puedo presentarte a mi pandilla.

El mas bajo abrió los ojos, percatándose de que estaba hablando con el jefe de una pandilla, posiblemente de una pandilla de crimínales o matones...

Pero mas se sorprendió a si mismo al darse cuenta que realmente algo dentro suyo no parecía asustarle o molestarle lo que era el moreno.

Abrió la boca, no viendo el porque no aceptar la invitación del mas alto, lo peor que podría pasar es que le quiten un órgano o lo secuestren para el mercado negro.

A este punto sentía que a nadie le iba a importar realmente si el desaparecía. 

—Claro, me gustarí- —calló rápidamente, volteando hacia atrás al escuchar unos pasos muy rápidos aproximándose, distinguiendo también su nombre en gritos cansados—.

Achicó su mirada, viendo como en la lejanía se aproximaba corriendo Hoseok...

Volteo rápidamente, queriendo decirle al moreno que necesitaba irse rápidamente antes de que este lo encontrara.

Pero cuanto volteó se percato que no había absolutamente detrás suyo, vio a su alrededor, no viendo ni rastro del mas alto.

—Yoongi...—se termino de acercar el menor, agachándose y apoyando sus manos en sus rodillas, tratando de recobrar el aliento—si que caminas rápido.

—¿Como sabias que aun estaba en la calle?—pregunto sin rodeos y con voz firme y fría, aun enojado y muy molesto por su comportamiento ante un malentendido que el ni siquiera había comenzado—.

—Oh vamos yoongi, somos mejores amigos desde antes de que nuestros padres nos hayan creado—dijo con una sonrisa muy grande en sus labios, produciendo que el pelinegro afilara su mirada en desaprobación—tengo un rastreador de tu teléfono en el mío—confeso con una sonrisa avergonzada que a los pocos segundos se trasformó en un puchero por la expresión de incredulidad y rencor del mas bajo—.

—No necesito que sepas en todo momento a donde estoy—dijo secamente, volteándose y dandole la espalda al menor—especialmente si prefieres creerle a un mocoso mentiroso que conoces hace unos putos meses.

—¿Sigues enojado con eso? Nosotros deberíamos estar enojados, trataste muy mal a Mochi—dijo con un tono de regaño en su voz—¿hacerle ver una película porno a la fuerza y golpearlo porque no quería? ¿Enserio Yoon? El es mucho mas menor que tu.

—¡Ya les dije que yo no hice eso!—gritó, volteándose, encarando de frente al mas alto—¡sé que parezco una mierda de persona, sé que soy el idiota del grupo, la decepción de la familia y la burla del círculo, pero jamás obligaría a una persona a a hacer algo que no quiere!

Gritó con dolor, sintiendo como la barrera que había construido con esmero para que sus verdaderos sentimientos no salgan se estaba desmoronando lenta y cruelmente.

—No necesito de "mejores amigos" como tu si lo único que harás es recalcarme lo que hago mal...—dijo lentamente, volteándose nuevamente y abandonando la helada calle, dejando atrás al menor con la palabra en la boca y con un amargo sentimiento de culpa en su corazón—.

No necesitaba de esto, no necesitaba de falsas palabras o falso apoyo...

"Mejor solo que mal acompañado"

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¿Apareció el lider...?🤫

¿Se romperá la amistad del Yoongi y Hoseok? 😔

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¡Llegamos a los 800 seguidores!🌟💕💕💕💕💕💕👀🍷

¡De verdad muchas gracias!🥺💕

Esto es gracias a todos ustedes 💕💋

Las amo~ 💋💎