💙03🍼
—¡Mochi!—gritaron todos, recibiendo con alegría al pequeño joven de cabello rubio, portador de una vestimenta azulada en tonos muy suaves, piel acanelada y tersa, mejillas abultadas y labios de color salmón levemente brillosos—.
—¡No sabes lo feliz que estamos de que estes aquí!—hablo Hoseok con una de aquellas sonrisas que solo ponía cuando realmente algo lo alegraba—.
—Hobi tiene razón, te extrañamos mucho...—hablo esta vez Baek, poniendo un ridiculo puchero en sus labios, haciéndome querer vomitar de lo dulce y aniñado que se veía—.
—¿Como te encuentras? ¿Ya comiste? ¿Quieres un dulce o prefieres tomar tu leche de fresa?—bombardeo con preguntas Jennie, quien casi grita cuando el raro rubio le sonrió de manera muy...bonita—.
—Quiero leche de fresas, Noona—contesto una de las preguntas el rubio, haciendo callar a todos cuando luego del honorífico soltó una pequeña y muy para mi gusto una empalagosa risa—.
Taehyung se apresuro a tomar la mano del rubio antes de que Jennie lo hiciera, ganándose una mirada de muerte de parte de la castaña.
—Mira, puse tus dibujos favoritos—dijo con una sonrisa cuadrada, apuntando a la tele para luego levantar el pequeño cuerpo y ayudarlo a acomodarse en el impecable sofá, el cual estaba lleno de peluches de animales y mantas de colores—.
—¿Quieres galletas de chocolate para acompañar tu leche de fresas?—pregunto con cariño Jennie, agachándose en el suelo para alcanzar la altura del menor, dándole en mano la pequeña caja de asquerosa leche de fresa—.
—Claro que no, Jiminnie probablemente quiera galletas de vainilla ¿verdad? Pequeño—hablo esta vez Chanyeol, trayendo un pequeño plato lleno de galletas de vainillas decoradas con glaseado blanco—.
—Como se nota que no conocen a bebé Mochi, sus galletas favoritas son las que tienen trocitos de arándanos—dijo con un tono obvio en su voz Hoseok, trayendo rápidamente y acercando una plato al menor, lleno de galletas con trocitos de fruta—.
El pequeño se encogió un poco en su lugar por toda la atención recibida y yo puse una expresión de indignación en mis rostro.
Jamas me trataron así, ni siquiera cuando salí del hospital luego de mi operación de apendicitis.
—TaeTae...—dijo con un puchero el pequeño, haciendo casi querer gritar al nombrado cuando vio que la atención del pequeño estaba puesta en el—quiero pastel...—dijo suavemente con los ojos vidriosos, como si estuviera a punto de llorar—.
Jackson trago duramente, parándose del suelo para agarrar su abrigo rápidamente.
—¡Ya mismo! Hyung ira comprarte tu pastel favorito—hablo el castaño, refieriendose a su mismo en tercera persona, viéndose extremadamente raro—.
—¡Oye! ¡Jiminnie me lo pidió a mi!—reclamo Taehyung agarrando su abrigo del perchero—.
—No no ¡yo ire a la pastelería!—protesto esta vez Chanyeol, agarro de igual manera su abrigo del perchero, ganándose una mirada confundida del castaño y el peliazul—.
—¿Y tu por que iras?—pregunto Hoseok, agarrando su abrigo y el de BaekHyun—.
—Porque ellos vinieron caminando y el auto es mío—contesto con simpleza, agarrando el picaporte y saliendo detrás de los otros cuatro—.
—Esto es ridiculo...—dijo la castaña, haciéndome pensar que después de todo no era tan tonta y se había percatado de lo estupida que era la situación—¡no pienso tener que ir a buscarlos a la cárcel por manejar con exceso de alcohol en la sangre!—gritó mientras agarraba su abrigo y le daba un pequeño y casto beso en la frente al rubio, quien parecía muy entretenido con la situación—ya regresamos con tu pastel, Mochi—dijo, regalándole una dulce mirada al menor, para luego dirigir su mirada a mi, complemente cambiada—.
Trague fuertemente cuando vi como Jennie me daba una mirada hostil, acercándose rápidamente hacia mi.
—Yoonie, tu te encargas de cuidar unos minutos a nuestro Jiminnie—dijo con una sonrisa y un tono mas falso que el que usaba yo con mis padres cuando me preguntaban como iba en la universidad—.
—¿Estas loca o ver tanto my little pony te afecto el cerebro?—dije con burla, llevando mi dedo indice hasta su frente, picando dos veces con fuerza—.
—Si, Yoonie...—respondió nuevamente con ese falso tono, volteando sutilmente, comprobando que el pequeño rubio se encontraba concentrado en la infantil caricatura que estaba en la televisión—y si no lo cuidas y permites que le pase algo, metere toda mi amistad y magia en tu rect-...—la pause, poniendo mi mano en su boca, haciendo una seña para que recordara que el tonto niño estaba detrás y que podía oírla—.
—Ya estas advertido, lindo Yoonie...—dijo nuevamente con ese tono, pero esta vez brindándome una mirada llena de advertencia, la cual no me dejo mas remedio que tirarme al sofá individual con exaspero, suspirando en alto—.
La castaña sonrió en victoria, dirigiéndose a la puerta y haciendo una pequeña seña de corazón para el menor, quien se quedó mirando la puerta, incluso cuando Jennie ya se había marchado.
Genial...
Ahora no solo estaba encerrado, sino también era niñero de un mocoso infantil.
Exhale con fuerza y cerré los ojos un momento, dispuesto a dormirme y correr con el riesgo de que al mocoso le pasara algo.
Pero en cuanto cerré los ojos la sala fue inundada por sonidos que reconocía claramente como gemidos y demás ruidos obscenos.
Abrí los ojos rápidamente, viendo con mis propios ojos como en la televisión había sido cambiada por una programación para mayores de veinte años.
Me levante rápidamente del sofá, viendo también como el "inocente" rubio se acomodaba en el sofá, viendo gustosamente la televisión, llevándose de vez en cuando el sorbete de la leche de fresas a su boca—.
—¿Que diablos?—dije al aire, no comprendiendo nada de lo que estaba viendo, tratando de relacionar al chico que ahora se encontraba viendo una película porno con el que había entrado hace menos de una hora y se veía como el ser mas puro y inocente—.
—Hey tu...—llamó, haciendo que posara mi confundida mirada en el—no te quedes mirando como un tonto y tráeme mas leche de fresa—ordenó con burla, tirando el cartón de leche a mis pies—.
—¿Que?—pregunte, sintiéndome completamente perplejo con la situación—.
—Además de tonto ¿sordo?—se burlo nuevamente, apuntando con su dedo la caja de leche tirada—que me traigas mas leche de fresa.
Fruncí mi ceño con enojo ¿como se atrevía a hablarme de aquella manera el siendo el menor y yo mayor que el?
—Escúchame bien mocoso—llame su atención, poniéndome en frente de el, impeliéndole la vista al televisor—¿que te ocurre? Debes hablarme con respeto—pregunte y dije de manera amenazadora—.
—¿Sabes? La carne de burro no es trasparente—dijo con un mueca desinteresada, ignorando mi pregunta, tratando de mirar nuevamente al televisor—no me dejas ver la televisión.
—No te pierdes de mucho, de igual manera tu corto pene no lograra pararse—dije con burla, cediendo al juego infantil del mocoso y violando la primera regla que Jennie me había advertido—.
—Pff...que te jodan rubiecito de cuarta—contesto con la sonrisa que hace unos minutos atrás tal vez me había llegado a parecer tierna, pero que ahora solo me hacia hervir la sangre en enojo—.
Tome el control del televisor, apagando el sonido de la molesta película y callando de una vez por todas los incesantes gemidos.
Agarre el antebrazo del estupido rubio y lo jale con fuerza, haciendo que cayera al suelo y se golpeara con la madera del la pequeña mesa de estar.
—Puedo ver que tienes la ropa limpia pero la boca sucia...—dije con una sonrisa sin pizca de gracia, viendo desde mi poción al suelo, en donde se encontraba el rubio con la mirada llena de odio—.
—Oh, tu madre no piensa lo mismo...—dijo con jocosidad, derramando la ultima gota en mi paciencia—.
Me abalancé rápidamente al suelo, poniéndome a ahorcajadas en el cuerpo contrario y agarrando el cuello del abrigo felpudo de este.
—Hasta aquí llego mi paciencia mocoso insolente...—dije, listo para propinarle un buen golpe en la cara—.
Pero como si el destino me odiara y me estuviese cobrando las malas decisiones del pasado. La puerta fue abierta rápidamente, por la cual entraron en risas los seis, pero que se callaron inmediatamente cuando vieron como estaba arriba del mocoso, con la televisión en una película porno y toda la sala hecha un fiasco de peluches y sabanas...
—¡Noona!—gritó el mocoso con desespero, provocando que lo viera, dándome cuenta que su rostro era bañado en falsas lagrimas—¡Hyung malvado quiere golpearme y obligarme a ver una película fea!
Dijo, haciendo que todos me miraran perplejos para luego brindarme miradas llenas de desaprobación y odio.
Estaba jodido, muy jodido...
Oh, al parecer el niño sabe mentir muy bien...🤫
Pero...¿porque lo hará?
.
.
.
.
Espero que les esté gustando~ 💜
Ya pueden darse un idea por donde irá la historia UwU ♥️
Bye bye~
Recuerden cuidarse mucho y abrigarse bien 💎💕
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top