⚠️Capitulo 39⚠️.
Los besos del castaño y la peli-negra iban subiendo cada vez más de tono, a cada segundo se hacían más calientes que el anterior. Akeno introduciría su lengua en la cavidad bucal del chico y este un tanto sorprendido haría lo mismo, para luego sentir como la peli-negra subía de forma suave y coqueta uno de sus muslos lentamente hasta la altura de su cintura. Yahir con la palma de su mano agarraría el muslo de la demonio/ángel caído y comenzaría a besarla más, hasta que el castaño sin percatarse, se tropezaría con la cama de Akeno y caería en el suave colchón, ocasionando que la fémina callera sobre este.
Los ojos violetas de la chica se encontrarían fijamente con los ojos color chocolate del chico, así que esta con una de sus manos empezaría a pasar uno de sus dedos por el pecho del castaño, que aun era cubierto por la camisa que este traía puesta. Akeno notaria que las manos de Yahir seguían en sus caderas, así que lo miraría de forma seductora con una sonrisa coqueta, para luego bajar sus manos lentamente para acariciarse ella misma, cosa que sonrojaba bastante al chico. Y luego esta tomaría las manos de el y empezaría a subirlas sensualmente por su cuerpo, hasta llegar a sus enormes y redondos pechos. Donde inconscientemente serian levemente apretados por el castaño, causando así un leve gemido en la fémina.
- A-Akeno-San...¿e-estas segura de esto? -pregunto el chico con un tono nervioso.
- Si, estoy completamente segura -contesto la peli-negra mientras colocaba su trasero en la entrepierna del chico- Quiero hacerlo contigo y solo contigo, ¿hay algún problema? O ¿alguna objeción querido? -pregunto mientras alzaba una ceja.
- Es solo...que me parece un poco confuso y repentino que quieras hacer esto -dijo Yahir mientras miraba a otro lado.
- Yahir-kun...estamos día a día en campos de batalla, en la pelea contra Kokabiel fuiste herido de gravedad...-diría Akeno con la mirada sombría- Y-Yo...no quiero perderte, qu-quiero entregarme a ti...-mientras lo tomaba de la camisa- ¡Y-Yo quiero entregarme al chico que robo mi corazón! -menciono con un tono un poco alzado, pero no tanto, mientras sus ojos tomaban un leve brillo y sus mejillas eran adornadas por un color carmesi.
Yahir al escuchar esto se le quedaría mirando con brillos en los ojos a la líder del grupo. Un impulso fue lo que sintió, un impulso que lo hizo abrazar a Akeno con fuerza, así sorprendiendo a esta por el repentino acto, Yahir sentía dolor y miedo en sus palabras al decir que no quería perderlo, así que con una voz tranquila le susurro "sácalo, no te guardes el dolor para ti”. Esas palabras serian suficientes para ver como los ojos violetas de Akeno se llenaban de lagrimas, esta sin dudarlo abrazaría fuertemente al castaño mientras lloraba en el pecho de este.
Yahir acariciaba suavemente su pelo mientras sentía como su camisa era empapada por las lagrimas de la fémina. Ya luego de unos pocos segundos, el castaño tomaría a Akeno del mentón y la haría mirarlo, para luego este plantarle un suave y delicado beso en los labios a la chica. Akeno sin dudarlo correspondería ese beso, mientras sus lagrimas poco a poco comenzaban a desaparecer de sus ojos, así siendo cambiados por un mayor sonrojo, seguido de fuertes latidos de su corazón.
Ambos empezarían otra ronda de besos en la que ambos se excitaban cada vez más, así logrando hacer que el castaño se quitara la camisa poco a poco. La chica comenzaría a disfrutar la vista hacia el cuerpo bien formado y trabajado del chico, así que sin aguantarse más, se lanzaría sobre el y comenzaría a besar el formado pecho del castaño, para luego comenzar a lamerlo lentamente como si estuviera degustando y bajaría hasta el abdomen del castaño. Yahir solo suspiraría y su corazón latía cada vez más fuerte, pero un ligero gemido saldría de su boca, al ver y sentir como Akeno colocaba sus glúteos sobre su entrepierna y comenzaba a mover sus caderas hacia al frente y hacia atrás.
- Ara, Ara...¿te gusta como me muevo? -pregunto Akeno con voz coqueta, mientras comenzaba a moverse un poco lento.
- A-Ah...s-si, mueves mu-muy bien las caderas -contesto Yahir en un suave gemido.
- Si que te gusta, ¿eh? -dijo la peli-negra mientras comenzaba a desabrocharse su bata- Vamos al siguiente nivel...¿si? -diría, para luego dejar caer la parte de arriba de su bata blanca.
Los enormes pechos de la líder del grupo quedarían totalmente desnudos y expuestos a la vista del chico, ocasionando así un gran sonrojo en el castaño. Akeno sonreiría levemente para luego tomar las manos del chico y las llevaría hasta sus pechos, Yahir sin contenerse los comenzaría a apretar levemente, esto haría que Akeno suspirara del placer, ya que el contacto le estaba gustando bastante.
El castaño se sentó y comenzó a masajear y apretar un poco más fuerte los pechos de Akeno. Esta solo tenia una mano en el hombro del chico y otra en sus cabellos castaños, pero un gemido ahogado saldría de sus cuerdas bocales ya que sentiría como el castaño empezaba a chupar y lamer los pechos de esta. Mientras más pasaba el rato, más subía el tono del momento, Yahir se encontraba exprimiendo, chupando y lamiendo las montañas de carne de la fémina, mientras que esta solo gemía de placer y pegaba más la cabeza del chico en sus senos.
Pero en eso, Akeno pondría sus manos en el formado pecho del chico y lo empujaría hacia la cama, así este quedando recostado. La fémina de cabellos oscuros comenzaría a bajar lentamente su mano por el torso del castaño, hasta que llegaría al bulto inflado en los pantalones de este. Yahir comenzaría a suspirar levemente, mientras sentía como la mano de la demonio/ángel caído rosaba su miembro semi erecto por encima de la tela, pero en eso la peli-negra metería su mano dentro del pantalón y del bóxer, así sacando lentamente la vara de carne del chico con ojos de color chocolates, para cuando estuviera afuera, esta comenzaría a masturbarlo lentamente.
- Ara, Ara, si que reaccionas poco a poco -diría Akeno mientras seguía masturbando al chico.
- E-Esto...s-se siente demasiado bi-bien -susurro en un ligero gemido el castaño.
- Jsjs, entonces...-comento Akeno mientras se quitaba por completo la bata, quedando así desnuda- Vayamos al siguiente nivel -finalizo para colocarse en frente del miembro y así acercarlo a su boca la cual ya estaba bastante empapada de saliva.
Como si de una experta se tratase, esta comenzaría a chupar el miembro de una forma que haría gemir del placer a Yahir. Pero el castaño vería como la intimidad y trasero de la chica estaban en su misma cara, así que este aprovecharía para agarrar los glúteos de ella y así comenzaría a chupar la intimidad de Akeno.
La peli-negra al sentir la lengua del castaño en su área vaginal, no podría evitar sacar unos gemidos de sus cuerdas vocales. Akeno suspiraría de placer y felicidad, para luego dar una sonrisa coqueta ante la acción del chico, así que esta presionaría más su intimidad con la cara del chico, mientras que al mismo tiempo movía lentamente sus caderas. Akeno de igual forma estaría chupando y lamiendo todo el miembro viril del castaño, ocasionando algunos gemidos y ruidos de placer por parte del chico. En eso, la demonio/ángel caído pondría el pene del chico entre sus pechos, así comenzando a masturbarlo y al mismo tiempo lo chupaba o succionaba, como si tratara de sacarle algo.
Pero luego de unos minutos de estar haciendo eso, los dos cambiarían de posición y ahora Akeno se encontraba sobre el castaño en una nueva ronda de besos. Yahir se encontraba manoseando los pechos de la peli-negra, mientras que esta apretaba su miembro y lo masturbaba con la intención de excitarlo más.
- ¿Estas listo? -pregunto Akeno mientras empezaba a colocar sus manos en el colchón de la cama y levantaba sus nalgas lo suficiente como para que el castaño tuviera una gran vista.
- Estoy listo...Akeno -susurro el castaño con una voz ronca.
Yahir tomaría a la peli-negra de las caderas y comenzaría a acomodar su miembro en la entrada de esta. El castaño comenzó a empujar y poco a poco se iba metiendo el miembro en la parte vaginal de la chica y Akeno solo daba grandes gemidos de placer y de dolor, pero más de placer. Para cuando el chico la metiese toda de una, la fémina solo respiraría y sonreiría con lujuria, así empezando a mover sus caderas de al frente hacia atrás.
Yahir cegado por la excitación y el placer, agarraría las caderas de la fémina y comenzaría a penetrarla algo rápido, así esta estaría gimiendo bastante por el puro placer que sentía. El castaño agarraría los glúteos de la chica y los apretaría levemente, ocasionando que Akeno gimiera un poco más fuerte. Luego estos cambiarían de postura, siendo Akeno la que le estaría dando sentones al castaño, Yahir solo agarraba los pechos de la peli-negra y los apretaba bastante, aparte de pellizcar levemente los pezones de esta.
- ~Ara, Ara~ S-Si que te gustan m-mis pechos, ¿e-eh? -dijo Akeno mientras sus sentones aumentaban de velocidad.
- N-No puedo evitarlo -contesto el castaño en un gemido.
Luego de unos minutos, Akeno estaría recostada y con las manos levantadas, el castaño apretaba los enormes senos de la chica con algo de fuerza, mientras que seguía penetrándola más rápido. Hasta que después de otros minutos, en los que Yahir ahora estaría abrazando a Akeno de la cintura y esta lo abrazaba del cuello. Los gemidos y suspiros de placer no se hicieron esperar, cada uno se miraba a los ojos con deseo y amor, el sudor en sus cuerpos comenzaba a juntarse y sus alientos cálidos parecían hacerse uno al mismo tiempo.
Luego se vería como la peli-negra era jalada del pelo y penetrada desde atrás, ocasionando un ruido de choques de cuerpos desnudos en la habitación, pues los líquidos de ambos, sumándole sus cuerpos sudorosos ocasionaban ese chapoteo. Pero cada uno sentía que estaba llegando a su limite, así que comenzaron a darlo todo en esos últimos momentos de placer que tendrían por esa noche.
- A-Akeno-San, m-me voy a correr -advirtió el castaño mientras tomaba de la cintura a la chica.
- ~E-Esta bi-bien ~Ah~ Y-Yo igual estoy a mi li-limite~ -gemiría Akeno mientras levantaba un poco más sus glúteos.
Yahir aprovecharía esto para comenzar a penetrar un poco más rápido, ocasionando más gemidos de placer por parte de la pervertida demonio/ángel caído. Hasta que después de unos segundos, se vería como el castaño sacaba de sus cuerdas vocales un orgasmo y a su vez el liquido salía de sus partes intimas. Akeno daría su ultimo gemido, para luego caer derrotada en la cama, al igual que el castaño, quedando así muy cansados los dos. Ambos se mirarían y Akeno solo le regalaría una sonrisa que reflejaba amor y cariño, esta pasaría su mano por la mejilla de este y le plantaría un beso en la frente, seguido de abrazarlo con delicadeza, pegándolo así con su húmedo, suave y desnudo cuerpo.
Yahir correspondería el abrazo mientras colocaba su cara entre los grandes pechos de la fémina, este sentía una calidez tan pacifica, que inclusive empezaría a quedarse dormido en las montañas de carne poco a poco. Akeno notaria esto y solo sonreiría con ternura, así tomando una sabana y los arroparía a ambos.
- Js...gracias por ser mi primera vez -susurro Akeno a un castaño semi dormido- T E A M O...-volvió a susurrar mientras lo abrazaba y se dormía poco a poco.
- Yo...yo también, Akeno-san...-contesto el chico medio dormido...para luego cerrar sus ojos por completo.
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Fin del Capitulo 39.
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