Capitulo 30.
Al siguiente día Yahir estaría abriendo sus ojos con algo de sueño todavía, pero este volvería a ver como era rodeado por las tres chicas que casi pelean por el en la noche pasada. El castaño no podría evitar sentir los atributos de Akeno, Hestia y Uraraka abrazando o pegados a su cuerpo, causándole así un sonrojo muy fuerte en las mejillas. Pero el chico comenzaría a salirse poco a poco sin despertar a ninguna de las chicas y finalmente este lograría salir. El castaño solo daría un suspiro profundo, para luego salir de su habitación con total tranquilidad. Yahir estaría en la cocina y se estiraría un poco para estrilar su recién levantado cuerpo, así levantando sus brazos y dando un gran bostezo. Pero esto causaría que los músculos del pecho y abdomen se marcaran más por el estiramiento, para luego este sonreír con tranquilidad al sentir su cuerpo ya bien estirado. El castaño miraría hacia la cocina y allí estaría Rem con un sonrojo muy marcado en sus mejillas por haber visto al chico haciendo tal movimientos y a la vez no podía dejar de mirarlo.
El castaño entendería casi de inmediato y se pondría nervioso con sus mejillas teñidas de un color carmesí, mientras que Rem rápidamente desviaría la mirada y continuaría haciendo sus labores en la cocina. Yahir solo se le quedaría mirando por unos segundos para luego sonreír levemente y empezar a caminar hacia la peli-celeste.
- E-Ehm, buenos días Rem -dijo Yahir mientras se rascaba la nuca.
- A-Ah...bu-buenos días, Yahir-kun -comento Rem nerviosa.
- ¿Te encuentras bien? Si es por lo de hace segundos...no te preocupes, ¿si? -dijo el chico con intenciones de calmarla.
- A-Ahm...esta bien, si usted lo dice -diría la peli-celeste mientras se relajaba.
- ¿Estas lavando los platos? Deja que te ayude -comento el castaño con una dulce sonrisa.
Yahir sin darse cuenta, se pondría detrás de la espalda de Rem y comenzaría a lavar los platos junto a esta. Rem comenzaría a sentir como sus mejillas eran rodeadas por un ligero calor con un toque carmesí, pero a la vez se sintió cálida y protegida por los bien trabajados brazos y por el bien marcado pecho del castaño. La peli-celeste solo sonreiría de forma tímida y lavaría los platos junto al chico, para luego en un descuido de ambos agarrar las manos de cada uno. Ambos se sonrojarían de gran manera por esto, pero sentirían una especie de calidez que provocaría que ambos comenzaran a lavar los platos más unidos. El corazón de la chica comenzó a palpitar un poco rápido y esta sentiría como el corazón del chico se aceleraba de igual forma. Rem solo sonreiría para luego seguir lavando junto a Yahir, para que al final ambos terminarían de lavar los platos y así poder volver a utilizarlos para el desayuno.
- Listo, muchas gracias por tu ayuda, Yai-kun -comento Rem con una sonrisa.
- No fue nada y ¿ese apodo es nuevo? Normalmente solo me quitan la "R" y la "H" tampoco tiene tanta importancia -dijo con una sonrisa cálida el castaño.
- Hmm, tal vez si...¿te gusta el apodo? -pregunto la peli-celeste algo nerviosa.
- Claro, puedes llamarme por mi nombre o ese apodo, cualquiera esta bien -dijo Yahir mientras acariciaba la cabeza de la chica.
Rem sonreiría y en sus mejillas aparecería de nuevo su sonrojo, para luego esta tomarlo de una mejilla y de forma rápida le daría un pequeño y delicado beso en la mejilla derecha, cosa que sorprendería un poco a Yahir y lo pondría un poco nervioso. Rem solo sonreiría mientras le decía "Gracias" y volvía para preparar el desayuno. El castaño solo sonreiría de lado para luego comenzar a dirigirse al baño, para luego de una hora y unos minutos, el grupo de chicas estarían despiertas y desayunando tranquilamente junto a Yahir y acompañados del pequeño dragón. Luego de todo eso, el castaño se encontraba caminando en el jardín de la gran casa, ya que sentir el aire fresco y el olor de las flores le gustaba. El castaño solo se recostaría sobre el césped y respiro profundamente, esto lo tranquilizaba y lo hacia relajarse cada vez más. mientras que en su abdomen el pequeño dragón se encontraba recostado.
Yahir estaría por quedarse dormido al aire libre, pero una sombra cubriría el sol, así interrumpiendo su sueño, a lo cual este algo curioso abriría su ojo izquierdo y vería como unos ojos azules, una caballera rubia y un vestido que parecía ser de monja se cruzaba entre el sol y el. Siendo nada más y nadie menos que Iris, la cual le sonreía de forma amigable al castaño, cosa que Yahir correspondería tranquilamente, para luego sentarse y mirar a la chica a los ojos.
- Hola Iris, ¿ocurre algo? -pregunto Yahir con una sonrisa.
- Oh, n-no es nada importante, solo me preguntaba si podrías acompañarme a hacer unas cosas -diría Iris mientras se rascaba un poco la cabeza.
- ¡Claro! Por mi esta bien -comento el castaño mientras se levantaba- Y bien, ¿a donde debemos ir? -pregunto nuevamente.
- Oh, pues quería ir a buscar unas flores y unas cositas en el pueblo, no es la gran cosa -menciono la rubia con una sonrisa.
- En ese caso, vamos para haya -diría el chico mientras que en su hombro se colocaba el pequeño dragón.
Iris sonreiría y asentiría con la frente, para luego irse junto al castaño hacia el pueblo. Por el camino, Yahir y Iris iban hablando tranquilamente de cosas triviales, siendo así un ambiente cómodo y tranquilo para los dos. Después de unos minutos de caminata, ambos llegarían finalmente al pueblo y comenzarían a buscar las cosas que Iris necesitaba, así ambos pasando un tiempo lleno de risas, sonrisas y charlas. Ya después de unos minutos, ambos estarían caminando entre la multitud de personas y el chico vería como la rubia sonreía tranquilamente, esto lo hizo sonreír...pero una duda llegaría a su mente, así este pondría una mirada media seria y tocaría el hombro de Iris.
- ¿Ahm? ¿Ocurre algo Yahir-San? -pregunto Iris confundida.
- No, nada de eso, es solo que tenia una duda -comento el castaño mientras la miraba a los ojos.
- ¿Una duda? ¿Cual duda tienes? -pregunto la rubia mientras miraba atentamente al chico.
- ¿Como llegaste al grupo? ¿Como es que tu te llegaste a unir a Akeno-san? -preguntaría Yahir mientras miraba hacia al frente.
Al preguntar eso, Iris se quedaría callada y bajaría su mirada por unos segundos. Yahir al ver esto supuso que algo malo había pasado, ya que el silencio de la chica decía más que mil palabras. En la mente de Iris no había nada más que fuego...un fuego que parecía no apagarse nunca, junto a unos gritos, sollozos, llantos y ect de cosas. La chica solo suspiraría para luego mirar al castaño atentamente.
- Eso paso hace mucho...pero te lo contare -comento Iris un tanto seria.
Yahir solo asentiría a las palabras de Iris, mientras ambos continuaban caminando.
Flashback :
En un día soleado, más específicos en una iglesia. Se encontraban varias monjas jóvenes charlando, jugando y pasando bien el día entre ellas. Entre esas monjas, estaba Iris con sus compañeras monjas, donde se le podía ver feliz y sonriente. Así eran los días en esa iglesia...pero un día cambiaria toda esa felicidad, todo el ambiente colorido, solo seria un recuerdo hecho cenizas. Un día donde Iris caminaba tranquilamente con sus amigas las hermanas por la iglesia y en un momento de esa caminata, se irían por diferentes lados. En eso, la rubia comenso a olfatear humo y también comenso a escuchar gritos, esta rápidamente irían hacia el origen de los gritos, para cuando esta llegaran allí solo podría ver fuego y destrucción en la iglesia.
Junto a ese fuego, habían cadáveres quemados de sus compañeras y otras cosas que eran abrazadas por las llamas, otras seguían vivas pero gritaban del dolor al estar quemándose vivas. En eso Iris pudo ver con mucha claridad a un sujeto de cuerpo humanoide, con dientes un poco largos, ojos que brillaban como el mismo fuego, expulsaba aire caliente de sus dientes y era todo de color rojo. La rubia solo estaba aterrada por lo que veía y una de sus compañeras semi viva solo pudo gritarle que corriera lo más rápido que pudiera del lugar, que saliera de allí. Iris solo pudo correr de desespero por toda la iglesia, mientras que la criatura la seguía corriendo como si fuera su presa, pero al mismo tiempo incendiaba toda la iglesia y daba unos gritos escalofriantes que sonaban como ecos en los pasillos. La monja rubia lloraba cada vez más por imaginar el dolor de sus compañeras y por todo lo que pasaban, pero antes de que pudiese salir, una fuerte explosión la mandaría a salir bruscamente de la iglesia.
Iris comenzaría a moverse con dolor en su cuerpo y al voltearse solo vería como el lugar en donde se crio, donde fue educada y tuvo a sus primeras amigas… era encendido como si de una antorcha se tratase. La chica rubia estaría temblando y al borde del llanto, pero su expresión cambiaria a una de miedo y horror al ver como la criatura humanoide de fuego salía por la puerta en medio del incendio. Iris solo miraba como esta cosa se acercaba a ella a paso lento, su ritmo cardiaco comenzó a aumentar por el miedo, sus lagrimas comenzaron a salir y sentía como estaba por morir, sentía que la muerte estaba cerca...pero un fuerte estruendo se escucharía. Un estruendo junto a un grito de la criatura de fuego, a lo que Iris lentamente abriría sus ojos y vería como al frente suyo estaba una chica de pelo negro, amarrado en una cola de caballo, con una vestimenta blanca y que brotaba rayos de sus manos. Esta vería como la criatura había desaparecido y al mismo tiempo vería como la chica se volteaba y la mirada con una ligera sonrisa.
- Pobrecita...¿estas bien? Puedo ayudarte si lo deseas -comento la chica mientras extendía su mano con amabilidad.
- H-Hmm...gra...¡gracias po-por salvarme! -grito Iris mientras comenzaba a llorar a mares y abrazaba a la chica extraña.
- Ya, ya...tranquila, ya todo estará bien...-susurro la chica mientras aceptaba el abrazo de la monja rubia.
Ese día Iris había soltado sus lagrimas como nunca antes, también había conocido a su salvadora...que muy pronto después seria su líder y una gran amiga...siendo "Akeno Himejima" quien había salvado a la chica de una muerte segura.
(Fin del flashback.)
Ahora Yahir y Iris estaban frente a una tienda de flores, mientras que el castaño miraba a Iris un tanto sorprendido. El chico vería como la mirada de la rubia se encontraba agachada y del como sus labios temblaban por intentar aguantar las ganas de llorar. Yahir solo se toco el pecho imaginar su dolor, pero este giraría su cabeza y miraría un girasol. Una sonrisa calida se formaría en sus labios, mientras que Iris seguía con la mirada baja por recordar todo eso...pero al ver un girasol frente a ella, la haría reaccionar y confundirse un poco. Esta alzaría la mirada y vería como Yahir le extendía la flor con una mirada dulce. Iris solo vería la sonrisa iluminada por el sol del castaño y un ligero rubor se haría presente en sus mejillas mientras sus ojos seguían aguados.
- Lamento todo lo que viviste Iris...pero quiero que sepas una cosa -comento Yahir mientras posaba su mirada en los ojos de Iris.
- ¿Qu-Que cosa? -pregunto ella mientras tomaba la flor de forma delicada.
- Que siempre estarás a salvo con las chicas...siempre estarás a salvo conmigo, no dejare que ninguna cosa de fuego u otra cosa te haga daño a ti o a alguna de las chicas -dijo el castaño mientras le guiñaba un ojo.
Iris se abriría un poco los ojos por las palabras del chico, ella miraría los ojos castaños del chico y notaria sinceridad en sus palabras. Un ligero sonrojo se haría más notable en sus mejillas y cuando estaba por decir algo...una fuerte explosión alteraría al pueblo. Yahir y Iris voltearían rápidamente a mirar que había ocurrido y grande fue su sorpresa al escuchar a personas gritar "¡Fuego! ¡Una casa se esta incendiando!". Esto pondría en alerta tanto a Yahir como a Iris, donde ambos se mirarían y asentirían con la cabeza, así estos comenzaron a correr hacia el lugar del incendio. De igual forma habrían otros aventureros que sacaban a las personas que estaban cerca del incendio y que poseían heridas pequeñas o quemaduras pequeñas. Cuando Yahir y Iris llegaron al lugar, solo escucharían gritos desgarradores de una mujer que era aguantada por otras personas y a un hombre que era aguantado por otros hombres del lugar, mientras que los del alrededor trataban de ayudar en el incendio.
- ¡Por favor, déjenme ir! -grito el hombre mientras forcejaba con otros.
- ¡No podemos dejarlo ir! -grito un aventurero.
- ¡Mi bebé! ¡Mis hijos están allí! -grito la mujer muy desesperada- ¡Po-Por favor, de-déjenme ir por mis bebés! -grito más desesperada.
- ¡Señora, es muy peligroso! -grito un hombre mientras la aguantaba.
Yahir al escuchar que habían niños adentro, solo podría mirar la casa y el fuego, mientras que sus pupilas parecían volverse pequeñas. Y en eso, sus piernas actuaron por puro impulso y saldría corriendo hacia la casa, muchos aventureros al ver esto gritarían que no entrara...pero era demasiado tarde, ya que el castaño habría entrado al lugar, mientras que fuertes llamas abrazaban más la casa. Iris al ver esta acción, abriría sus ojos de gran manera y sus labios comenzarían a temblar por ver como el chico había salido corriendo hacia el incendio.
- Yahir-kun...-susurro Iris mientras sus ojos se comenzaban a cristalizar- ¡¡YAHIR!! -grito con desespero en su voz.
.
.
.
Fin del Capitulo 30.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top