Capitulo 29.
Después de unos minutos de estar besándose apasionadamente, Yahir y Akeno separarían sus labios lentamente, para así mirarse directamente a los ojos aun estando con sus respiraciones algo cálidas y con sus rostros muy cerca. El castaño dibujaría una sonrisa en sus labios y tomaría a la peli-negra en forma nupcial, así comenzando a elevarse poco a poco hacia el cielo para poder irse a la casa con las demás chicas. No sin antes mirar el cuerpo inconsciente de Raynare y decir mentalmente “Lo siento..”, ya que al despertar no tendría la mejor visión de todas con los cuerpos de sus compañeros muertos. Ya después por el camino, el castaño notaria que Akeno estaba algo pensativa y juraría que incluso preocupada, Yahir solo suspiraría un poco por esto, pues era entendible...si lo que esa ángel caído había dicho era cierto, entonces estaban en grabes aprietos. Pero el chico solo sonrió para después mirar hacia al frente.
- No estés así, Akeno-San -dijo Yahir, así llamando su atención- Se que nos enfrentaremos a un Ángel caído muy poderoso...pero nosotros estaremos listos para todo lo que venga y eso incluye a ese tipo -comento mientras miraba hacia al frente.
- Lo se, pero me preocupa mucho, pues Kokabiel puede venir con un ejercito de ángeles caídos y me preocupa mi equipo...las chicas, son como mi familia -diría Akeno mientras abrazaba un poco fuerte el cuello del chico.
- Lo se perfectamente...y por eso se los diremos, que sepan la verdad y a quien nos podemos enfrentar -contesto el castaño seriamente- Que estén listas para lo que venga, además...no permitiré que ninguna muera, yo no dejare que eso pase -dijo muy decidido.
Akeno al escuchar esto lo miraría con un poco de impresión en sus ojos, los cuales se iluminarían por un breve momento. Para luego dar una pequeña sonrisa y subiría su mano hasta poder tocar delicadamente su mejilla, para así plantarle un calido beso en la mejilla. Seguido de un "Gracias" de parte de la peli-negra, la cual lo susurraría con un ligero tono bastante agradable. Yahir solo sonreiría para después aumentar la velocidad de su vuelo. Ya después de unos minutos en el aire, Yahir y Akeno llegarían a la gran casa y aterrizarían poco a poco en la entrada principal. Ambos solo se mirarían a los ojos y asentirían con la cabeza, para luego entrar al mismo tiempo, cosa que llamaría la atención del equipo y así todas saldrían a recibirlos. El castaño y la peli-negra sonreirían por esto, así hablando con todas del como les había ido en la misión, pero Akeno daría un suspiro y programo una reunión de ultimo minuto, así todas yendo a los sillones de la sala, siendo el castaño y la líder los únicos levantados en frente de todas.
- Bueno chicas, hay un mensaje que de ser cierto...estaríamos cerca de otra pelea grande -menciono Akeno mientras se cruzaba de brazos.
- ¿Que ocurrió? Akeno-San -pregunto Lucoa de forma calmada.
- Hmm...Aquí todas saben quien es el ángel caído llamado "Kokabiel", ¿no? -pregunto la peli-negra con un tono serio.
- ¿Estas hablando de uno de los ángeles caídos más fuertes que hay? ¿El ángel de las estrellas? -pregunto Zero Two mientras cruzaba las piernas.
- Nosotras si sabemos de el, leímos algo sobre el en una biblioteca -menciono Noelle mientras miraba atentamente a su líder.
- Si, ese Kokabiel...-diría la peli-negra para luego suspirar- Hoy Yahir-kun y yo matamos cuatro ángeles caídos…o bueno, uno quedo vivo por petición de Yahir, pero el cuarto nos advirtió de algo, dijo que si la matábamos...Kokabiel vendría por nosotros -finalizo mientras cerraba los ojos.
Todas al escuchar esto se notarian muy sorprendidas, algunas poseían una expresión de sorpresa y otras de miedo. En eso, Yunyun pregunto si ellos habían matado al ultimo ángel caído y un gran silencio se hizo presente en la habitación, más la mirada seria de Akeno seria suficiente como respuesta, así algunas se pondrían más nerviosas. Yahir al notar esto, rápidamente se acercaría al centro de todas y llamaría su atención, así cada una pondría su mirada fija en el, al igual que Akeno.
- Se que algunas deben sentirse nerviosas, pero no deben tener miedo -dijo Yahir con una mirada seria- Si eso que nos dijo el ángel caído es cierto, entonces estaremos listos para esta pelea -mientras miraba el rostro de cada una.
- ¿Como sabremos que estaremos listas para algo así? -pregunto Iris un tanto nerviosa.
- Chicas...ustedes pelearon contra un ejercito de caballeros no muertos, lucharon contra beldia y sobrevivieron -diría el chico mientras las miraba a todas- Cada una demostró tener la fuerza y valentía para enfrentarse a ese ex caballero del rey demonio, cada una demostró tener agallas y coraje -dijo mientras hacia que el ambiente se sintiera inspirado- ¿Que me dices tu Akame? O ¿Tu Medaka? O incluso Akeno, ustedes lucharon juntas contra beldia y lograron mucho, su trabajo en equipo las llevo a darle una buena golpiza a el -comento mientras miraba a las chicas mencionadas.
- El tiene razón, juntas hicimos esto y podemos volver a hacerlo -comento Medaka mientras se levantaba.
- Ese día Beldia golpeo a muchos de nuestro grupo...ya no quiero que eso se repita más -diría Akame mientras se levantaba.
- ¡Exacto! Motívense con algo, mi motivación para ganas esa lucha...son el protegerlas a todas ustedes y a cada persona de aquí, ustedes están listas desde hace mucho y lo seguirán estando, solo necesitan entrenar y derrotaremos a Kokabiel...juntos -finalizo Yahir mientras estiraba su puño.
Todas al escuchar las palabras del castaño, no podrían evitar sentirse motivadas al igual que cada una poseía un rubor en sus mejillas por las palabras del castaño sobre protegerlas. En eso, todas comenzarían a levantarse con una sonrisa en sus caras o una que otra expresión seria y chocarían los puños con el del castaño, para luego todas voltear a mirar a su líder Akeno. Ella lo unico que hizo fue sonreír para luego de igual forma chocar su puño con todos, así cada una teniendo en mente la misión de pelear contra el ángel caído y ser útiles en la batalla. Luego de ese momento grupal, todos comenzarían a platicar para olvidar el mal rato del momento, mientras que Rem y Akame se encargaban de hacer la cena para todos allí. Al final todos comerían felices en grupo, donde Akeno miraría por un momento a su equipo y recordaría como había empezado...para luego ver el resultado actual y quien sabe que pasara en el futuro, por esa razón Akeno no pudo evitar tener una sonrisa en su rostro.
Ya después de la cena, cada una de las chicas estarían en sus respectivas habitaciones, menos Yahir. El castaño se encontraba con un pantalón de pijama de color naranja y caminaba por los pasillos para ir a su cuarto, donde al llegar y entrar vería Hestia con su pijama puesta y a su lado se encontraba Uraraka con su pijama rosada puesta. Cada una le sonreía al castaño y cuando este iba a entrar a su habitación, sentiría como alguien lo abrazaba por la espalda con delicadeza. Esto lo tomaría por sorpresa y las dos chicas que estaban en su cama, miraban esto con un poco de impresión y celos, ya que la que abrazaba la espalda del castaño era Akeno Himejima, su líder. La cual pegaba sus enormes pechos en la bien formada espalda del castaño, mientras comenzaba a pasar una de sus manos por los cabellos alborotados de este y con la otra acariciaba el fornido pecho de este.
- A-Akeno-san, ¿qu-que hace aquí? -pregunto Yahir nervioso.
- Ara, Ara, ¿Acaso no puedo estar aquí o al menos dormir contigo? -pregunto Akeno con una voz un tanto coqueta.
- ¡Akeno! ¿Que se supone que hace con Yahir? ¡suéltelo -dijo Hestia con un puchero mientras se paraba y agarraba uno de los brazos del chico.
- Lo siento Akeno-san, pero no puedo dejar que trates de quitarme a Yahi-kun -diría Uraraka mientras hacia lo mismo que hestia, solo que en el otro brazo.
- Chi-Chicas, por favor no se peleen -susurro el castaño algo nervioso.
- Ara, Ara, ¿hay algún problema? Después de todo tengo derecho a estar con el -comento la peli-negra mientras de aferraba más a el.
- ¡Ya suéltalo! De todos modos, no cabremos los cuatro en la cama -respondio Hestia mientras introducía el brazo del chico entre sus pechos.
- Así que vuelve a tu habitación, el es nuestro -comento la castaña mientras copiaba la acción de su amiga.
Las tres chicas comenzarían una pequeña discusión en medio de la habitación del castaño, el pequeño dragón miraba esto desde su camita y giraba la cabeza al no entender que pasaba, mientras que la cara de Yahir era de puro sueño y nervios al mismo tiempo. El castaño al final detendría a las tres chicas y hablaría de forma "pacifica” con ellas.
- No me molesta compartirte, ¿sabes? -dijo Akeno mientras se sentaba en la cama.
- ¿Eh? A-Akeno-san...-diria Yahir nervioso.
- ¿A que se refiere Akeno-San? -pregunto Uraraka confundida.
- Me refiero a que no me molesta compartir a Yahir-kun, pero de todos modos...sigue siendo mío -dijo la líder mientras guiñaba un ojo.
- Mooo~ eres muy cruel, Akeno-san -dijo Hestia cruzada de brazos.
- Ahm...mejor vayamos a dormir, yo...solo quiero descansar -comento Yahir mientras se tallaba los ojos un poco.
Las tres chicas mirarían al castaño y asentirían con la cabeza, para después verse como el castaño se recostaba sobre su cama. Seguido por Hestia que abrazaría el brazo izquierdo del chico, luego Uraraka abrazaría el brazo derecho del castaño y por ultimo, Akeno se metería por debajo de las sabanas y se recostaría en el pecho de el. Yahir al estar muy cansado, no le pondría mucha atención a esto, así quedando dormido en cuestión de segundos. Mientras que las tres chicas se lanzarían una mirada fulminante, pero al final cada una se dormirían acurrucadas en el cuerpo del chico de cabellos castaños.
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Mientras tanto, en otro lugar, donde el cielo era de un color rojizo y habían muchas personas con alas emplumadas de color negro. Se encontraban volando el lugar y muchos estaban reunidos, mientras que en un trono, se encontraba un sujeto con 10 alas oscuras, poseía ojos rojos y pupilas de color amarillo, su piel era pálida y poseía una sonrisa un tanto escalofriante. Vestía unas ropas de color negro y algunos toques amarillos, este ser se levantaría de su trono y muchos de los ángeles caídos presentes comenzaron a gritar en modo de "guerra". Mientras que el hombre al que todos miraban...era Kokabiel, el cual solo dio una sonrisa más grande y a la vez formaba una espada de luz en sus manos y miraba a todos sus súbditos.
- Es hora de ir a por ellos...-susurro Kokabiel con una sonrisa- Y más por ti...Yahir -finalizo mientras sus ojos brillaban con intensidad.
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Fin del Capitulo 29.
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