Capitulo 26.

Pasarían unos minutos donde el chico castaño se mantendría  inconsciente, pero después de unos cinco minutos este comenzó a abrir sus ojos lentamente. El  Werehog castaño comenzarían a despertar de manera lenta y al abrir los ojos por completo, miraría a su lado derecho y ahí se encontraba Nezuko. La chica estaba totalmente tranquila y miraba el pedazo de bambú que ahora se encontraba en sus manos, Yahir con algo de dolor se levantaría de la fría tierra y vería todo el destrozo que había hecho en una sola noche, así que solo tragaría saliva y comenzaría a acercarse a la demonio. Nezuko al escuchar los pasos del chico, rápidamente se voltearía y lo vería sonriendo algo adolorido, así que con mucha felicidad se levantaría y se lanzaría a abrazarlo con algo de fuerzas, algo que Yahir correspondería al instante, pero con un ligero toque de dolor.

- Uf...ganamos -diría Yahir mientras suspiraba- ¿Te encuentras bien? ¿No estas herida? -pregunto preocupado.

- Nop, no estoy herida -contesto Nezuko con una sonrisa tranquila.

- Ay, no sabes cuanto me ale...-pero el castaño no terminaría al darse cuenta de ese pequeño detalle- ¿¡Me estas hablando!? ¡Enserio me estas hablando! -comento sorprendido.

- Desde hace rato quería hacerlo...pero no encontraba forma de decirte o articular alguna palabra -dijo Nezuko mientras lo miraba a los ojos.

- ¡Pues estoy sorprendido, nunca creí que me hablarías! -contesto Yahir emocionado- Pero bueno, acabemos este trabajo y vayámonos a casa, ¿si? -le diría con una sonrisa.

Nezuko asentiría con la cabeza, mientras se colocaba el pedazo de bambú de nuevo en la boca. Yahir solo se acercaría al cuerpo de la demonio y antes de "rematarla" se arrodillaría y cerraría los ojos por unos segundos, para después levantarse y con la palma de su mano derecha abierta lanzaría una esfera de ki, así causando que el cuerpo de la demonio estuviera en un peor estado. Después de eso, Yahir y Nezuko estarían caminando juntos hacia la gran casa, pero por el camino el castaño vio que Nezuko se encontraba cansada, así que este con una sonrisa en su boca la tomaría y la acomodaría en su espalda, para luego comenzar a correr de regreso en cuatro patas...como si de un animal se tratase. Nezuko por el camino sentiria la suavidad del pelaje del castaño, sintiendose abrigada y protegida por alguna razón. Un ligero sonrojo se marcaria en sus mejillas y recostaria su cabeza en la espalda de este, para asi poder disfrutar ese mini viaje en la espalda del Werehog castaño.

Después de unos minutos de estar corriendo con Nezuko en su espalda, Yahir llegaría a la gran casa y cargaría a Nezuko en modo nupcial, así entrando a la vivienda y llamando la atención de todas, donde al mirar que el chico estaba convertido en Werehog y de que también tenia heridas en el cuerpo, se preocuparían mucho. Pero el castaño solo pediría que llevasen a la chica a dormir, así Diane se ofrecería para llevarla, mientras que Akeno diría que se encargaría de las heridas del chico.

- Tranquila Akeno-San, no es necesario, enserio -diría Yahir mientras trataba de ocultar el dolor que sentía.

- Yahir, a mi no me puedes engañar, se que te duelen las heridas y moretones, así que al menos déjame ayudarte -dijo Akeno mientras se cruzaba de brazos.

- Eh...bueno, esta bien -comento el castaño con la cabeza agachada.

Akeno solo sonrió para luego comenzar a desnudarse poco a poco, Yahir se pondría un poco rojo al verla desnuda y esta notaria esto, a lo cual el castaño muy avergonzado giraria su cabeza rápidamente, para luego el comenzar a quitarse su ropa, así mostrando que parte de su cuerpo poseía pelaje castaño y unos golpes un tanto feos. Akeno sin esperar mucho, se recostaría y abrazaría al chico, así comenzando a utilizar su poder curativo en el cuerpo del castaño...pero esta notaria que Yahir estaba algo desanimado e incluso triste.

- Yahir, ¿que te ocurre? -pregunto Akeno con preocupación.

- Bueno...es solo...-Yahir se quedaría callado por unos momentos- Hmm...solo me siento débil en este estado..-contesto desanimado.

- ¿Eh? ¿Débil? ¿Porque te sientes así? -pregunto la chica con curiosidad.

- Es que no pude derrotar a esos demonios con facilidad...-dijo Yahir mientras miraba su mano derecha- Yo...dependo mucho de la Excalibur y de mis poderes en mi estado “normal”, pero no quiero eso...no quiero depender siempre de mi espada y poder...quiero ser fuerte, más rápido...-mientras sus ojos comenzaron a cristalizarse- Qu-Quiero ser capas de protegerlos a todos...a ustedes y a mi, no quiero perder a ninguna de ustedes -finalizo mientras comenzaba a sollozar un poco.

Akeno se quedaría un poco sorprendida por las palabras del chico, por sus intenciones, la razón del porque quería ser más fuerte...o bueno, parte de la razón. Akeno solo daría una cálida sonrisa, para después hacer que el castaño se volteara y esta lo abrazaría de su cabeza, así hundiéndolo en sus enormes pechos, a lo cual el castaño se sonrojo mucho y al mismo tiempo mojaba las montañas de carne de la peli-negra con sus lagrimas. Akeno de forma gentil comenzaría a acariciar la cabeza del Werehog castaño, para después tomarlo del mentón y hacer que este la mirase a los ojos.

- Tontito, sabes muy bien que aquí todas sabemos defendernos, todas somos fuertes y ¿sabes porque? -pregunto Akeno, así recibiendo una negación del castaño- Porque antes ya de por si entrenábamos...pero llegaste tu y nos inspiraste a todas a romper nuestros limites, nos enseñaste que la única persona que puede darte un limite...eres tu o en general nosotros mismos -finalizo mientras acariciaba las mejillas del chico.

- A-Akeno-San...-susurro Yahir mientras más lagrimas seguían salían.

- Así que quita esa carita de lobo triste, me gusta más verte sonreír -dijo Akeno mientras le sonreía.

Yahir estaba por decir algo, pero la peli-negra pondría un dedo en los labios del chico y con una sonrisa un tanto tranquila y coqueta lo miro a los ojos, asi esta de forma tranquila y pasible le plantaría un beso en los labios. Yahir muy sorprendido abriría un poco los ojos de la impresión y un sonrojo aparecería en sus mejillas, Akeno algo sonrojada se separaría del beso y lo miraría a los ojos. Yahir ocultaría su sonrojo entre los pechos desnudos de la chica y esta solo reiría levemente, para después abrazarlo un poco más fuerte y así estar más pegados.

- Jeje...Te quiero, Yahir-kun -susurro Akeno en el oído del chico.

- E-Eh...-mientras un sonrojo se notaba en las mejillas del Werehog castaño- Y y-yo igual la quiero a usted, Akeno-san -contesto nervioso pero tratando de sonreír.

Akeno sonreiría por la respuesta del chico, así esta tomaría una sabana y los arroparía a ambos, donde Yahir se empezaría a quedar dormido por la suavidad de los pechos de la peli-negra y por lo cálido que se sentía, Akeno de igual forma se empezaría a dormir poco a poco. Mientras en la casa, las demás se irían a dormir tranquilamente, aunque Hestia y Uraraka tenían un puchero por no poder dormir con el chico y también se sentían algo celosas, pero dejarían eso de lado y se irían a sus habitaciones a dormir...así acabando esa noche "peligrosa".

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                 Fin del Capitulo 26.

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