Capitulo 22.
El mini grupo conformado por "Yahir, Hinata, Noelle y Zero Two" se encontraban caminando de regreso a su gremio para poder tomar la recompensa, donde por el camino estos hablaban tranquilamente, aunque Noelle no decía muchas cosas. Así después de un buen rato estos llegarían a su gremio y irían a cobrar su recompensa, al llegar al lugar tomaron el dinero y se irían de allí con un semblante de sueño y agotamiento, donde se verían que sus ropas también estaban sucias y sus cuerpos estaban con algunas heridas leves.
- ¡Ahhh! Ya quiero llegar a casa...este día fue demasiado sucio -comento el castaño con cansancio en su voz.
- En efecto, cuando lleguemos iré a bañarme de inmediato...-contesto Noelle mientras suspiraba.
- ¡Yo me bañare contigo! Así avanzamos más de una buena vez -contesto Zero Two con una sonrisa.
- A-Ahm...yo igual me bañare con ustedes -diría Hinata de forma tímida.
Yahir solo suspiraría al ver que tendría que esperar...pero que más daba. Ya después de unos minutos, llegarían a la gran casa, donde serian recibidos y al mismo tiempo mandados al baño por el mal olor del pantano, así las tres chicas entrarían primero, mientras que el castaño se quedaba a esperar a que las chicas salieran. Luego de un buen rato, el trio de chicas saldrían del baño y cada una se iría a sus habitaciones, así Yahir metiéndose rápidamente a la habitación de baño y se metería en la tina...para luego este comenzar a relajarse.
Los segundos comenzarían a pasar y Yahir estaba algo pensativo, ya que recordó la cantidad de "Ki" que uso para matar al Ogro. Este abriría sus ojos y vería sus manos por un momento para así comenzar a concentrarse de nuevo. Pasarían unos segundos y la esfera de color azul volvería a formarse en su mano y el castaño solo podría sonreír levemente.
- ¡Genial! Voy avanzando poco a poco con esto -diría mientras hacia desaparecer la esfera- Hmm...tal vez mañana deba intentar volar, Uraraka-San podría acompañarme para eso -se dijo el chico algo pensativo.
Después de unos minutos de relajación en el baño, este se levantaría y se iría a cambiar de ropa. Luego todo seria normal, donde todos comerían y charlarían en la gran mesa, pasando así un buen rato de equipo. Al final les tocaría a Yahir y Akame a limpiar los platos, donde ambos charlaban y el castaño hacia reír un poco a la chica con chistes un poco improvisados, ya luego después de estar unos minutos de limpieza, ambos decidirían irse a sus cuartos, donde Akame con algo de nervios le daría un beso en la mejilla al castaño, así deseándole las buenas noches con un notable sonrojo. Yahir solo sonreiría sonrojado y le devolvería el gesto, algo que pondría muy feliz a la peli-negra, para después cada uno se irse a sus habitaciones, donde al Yahir entrar...se encontraría con algo que no esperaba.
- ¡Hola Yahir-kun! -dirían Hestia y Uraraka con una tierna sonrisa y leve sonrojo.
- E-Eh...¿Uraraka-San? ¿Hestia-San? ¿Y esas vestimentas? -pregunto el chico muy sonrojado.
Ambas chicas poseían unas pijamas nuevas que cubrían sus cuerpos, por parte de Hestia, ella llevaba puesto un pantalón corto de color blanco, la prenda era un tanto apretada, ya que los glúteos y muslos de la peli-negra se marcaban en el pantalón. También llevaba puesta una camisa de color celeste, esta camisa no poseía mangas y en la parte del pecho era un poco corto, haciendo que un mini escote se le viera. Mientras que con Uraraka, esta poseía una especie de bata de color rosado que cubría todo su cuerpo, aunque era algo trasparente, haciendo que su cuerpo se viera a través de la tela, aunque poseía ropa interior de color rosado y unas pantuflas de color rosa. El chico al ver a ambas chicas así, se sonrojaría de gran manera, a tal punto que tuvo que taparse la nariz por si acaso...pues el se repetía en la cabeza "mejor prevenir que lamentar".
- Oh...Bueno, hoy Hestia-Chan y Yo fuimos de compras -mencionaría Uraraka algo nerviosa y roja- Y...ahm, decidimos comprar estas pijamas -comento mientras jugaba con un mechón de pelo.
- Además, queríamos saber que te parecían...-diría Hestia con sus dos manos detrás de su espalda- ¿Y bien? ¿Te gustan...? -pregunto con un sonrojo notable.
- Pu-Pues...claro que me gustan, les quedan muy bonitos a las dos -diría Yahir mientras jugaba con sus dedos.
Ambas chicas al ver esta reacción del chico, les parecería adorable...así que sin esperar mucho, cada una lo tomaría de la mano y lo recostarían en el medio de ellas, así estas lo abrazarían cariñosamente. Los brazos del chico se hundirían en los pechos de ambas, así que este con una ligera sonrisa y sonrojo, las acomodaría sobre el, este acto haría que ambas chicas se sobresaltaran y se pusieran rojas...pero Yahir solo les dedico una sonrisa, así estas le devolverían el gesto, para luego darle un beso cada una en la mejilla del castaño, seguido de recostar sus rostros en el pecho de este. Yahir al verlas tranquilas en su pecho, solo suspiraría para luego cerrar sus ojos poco a poco...hasta quedar en los brazos de Morfeo.
A la mañana siguiente, el sol comenzaría a salir poco a poco, así dando su luz y calor al mundo. En la gran casa, el chico castaño se encontraba dormido y extrañamente se sentía más cómodo de lo normal. Yahir comenzaría a levantarse poco a poco y al principio no vería nada, pero después de aclarar mejor su vista, este lograría ver como había cambiado de posición. En esos momentos, su cabeza se encontraba recostada en los enormes pechos de Hestia, que solo lo abrazaba del cuello y dormía tranquilamente, mientras que Uraraka, esta tenia sus pechos casi por completo en la cara del castaño. Un fuerte sonrojo invadiría sus mejillas y trataría de no hacer algún ruido, así que este comenzó a salirse como pudo y con esfuerzo, asi logrando salirse de ese gran y cómodo abrazo tan acogedor.
Luego de irse a hacer sus cosas matutinas, este se vestiría con su clásico traje de aventurero, solo que esta vez dejaría su espada y guante de caballero a un lado. El pequeño dragón se subiría al hombro del castaño y Yahir solo se acercaba hacia Uraraka.
- Uraraka-San...despierta -susurro el castaño con tono tranquilo.
- Hmm...5 minutos más, por favor -rogo la castaña mientras seguía durmiendo.
- Uraraka-San, necesito que vengas conmigo -diría Yahir mientras reía levemente- Por favor, levántate -repitió nuevamente.
- Hmm...¿Para donde vamos Yahir-kun? -pregunto adormilada la kirby kawai.
- Vamos a una montaña, quiero practicar mis habilidades de vuelo con el Ki -menciono el chico mientras se salía de la habitación poco a poco.
- Oh...en ese caso, me preparo ahora -dijo la castaña mientras se estiraba.
Yahir se le quedaría mirando a la chica desde la entrada de su habitación y al ver que esta seguía media "dormida", el chico solo negaría con la cabeza y se armaría de valor, así este se acerco para robarle un beso en los labios. Uraraka al sentir los labios del chico, fue despertando poco a poco y se sonrojaría de gran manera, pero correspondería al cálido beso. Así estuvieron por unos minutos hasta que el chico se separo de los labios de ella.
- ¿Ya estas más despierta? -pregunto Yahir con una sonrisa y sonrojo.
- E-Eh...s-si, ya me levante, me alistare ahora mismo -comento Uraraka nerviosa y sonrojada.
Después de ese momento vergonzoso, Uraraka se iría a alistar para irse con el chico. Yahir en la cocina dejaría una nota en la mesa y tomaría una canasta que había visto, para luego comenzar a meter algunas cosas como manzanas, sándwiches, bebidas y ect. Después la castaña saldría lista y preparada, a lo cual ambos con una sonrisa emprenderían su viaje mientras comían una manzana y iban tomados de la mano, aunque el ligero sonrojo en las mejillas de cada uno no se hizo esperar.
Luego de una gran y larga caminata, estos estarían subiendo una montaña. El cansancio era notado en sus rostros ya que llevaban casi una hora caminando y lo único que habían comido era una manzana. Pero ya después de unos 10 minutos más o menos, estos llegarían a la sima de esa montaña y sentirían la brisa chocar con sus ropas y caras, haciendo que estos se aliviaran.
- Oye Yahir-kun, ¿porque no vinimos hasta aquí con tu velocidad? -pregunto Uraraka confundida mientras se estiraba.
- Eso es muy simple, no puedo depender de mis habilidades, quiero hacer las cosas por mi mismo...sin depender de ellas a veces -contesto el castaño con una ligera sonrisa.
- Oh...entiendo, tienes razón, creo que eso es algo genial -contesto la brujita mientras levantaba su puño- Creo que el único que no se canso fue este pequeñín -diría mientras acariciaba al dragón que estaba en el hombro del chico.
- Pues estuvo viajando en mi hombro por casi una hora, así que lo dudo mucho -dijo Yahir mientras reía un poco.
- Jeje, sip -diría Uraraka con una sonrisa- Por cierto, ¿como empezamos tu entrenamiento de vuelo? -pregunto con duda.
- Oh...eso, bueno, primero toma esto y toma al pequeño dragón -comento Yahir mientras le daba la canasta y el dragón se posicionaba en su hombro.
Uraraka miraría como Yahir se acercaba al precipicio de la montaña y esta solo miraría algo confundida la situación. Mientras que con el chico, este comenzó a sudar algo frio, ya que no sabia si funcionaria o no...pero el se dijo en la cabeza "solo da un salto de fe". Uraraka no se esperaría que el castaño se lanzara desde el precipicio, esto haría que la piel de la castaña se pusiera pálida y rápidamente correría a ver como el chico caía.
- ¡¡YAHIR!! -grito desesperada la chica mientras veía como el castaño caía.
El castaño estaría cayendo en picada, el viento envolvía su cuerpo y movía bruscamente su cabello y ropa, sus ojos comenzaron a aguarse por tanto aire que le daba en los ojos, sabia que hizo algo muy arriesgado...pero se lleno de determinación y comenzó a concentrarse más y más. En eso, un aura azul rodearía el cuerpo del chico y los rayos azules comenzarían a salir de su cuerpo y antes de que su cuerpo se hiciera pedazos por el impacto en contra del suelo...este se alzaría en vuelo a gran velocidad, así causando que las plantas del suelo se bajaran con mucha presión, Uraraka miraba esto sorprendida y tocaría su pecho en señal de alivio.
- ¡¡Sii! ¡Lo logre Uraraka-San! ¡Lo logre! -grito el chico mientras volaba sobre los cielos.
- ¡Si que lo hiciste! -grito la chica mientras veía como este aterrizaba con dificultad al frente de ella- Idiota, me asustaste...-diría con un puchero y con pequeñas lagrimas.
- Jeje, lo siento...no quise asustarte, solo quise que vieras que ya lo logre...aunque aun me hace falta entrenarlo, digo, aun estoy agotado por eso -diría Yahir mientras respiraba un poco agitado.
- Una pregunta, ¿como sabias que lo lograrías? -pregunto Uraraka con duda.
- Ah...eso, en realidad no sabia que lo haría, enserio, creí que iba a morir -contesto el chico con algo de nervios.
Un pequeño silencio se haría presente en la zona, Uraraka sonreía de una manera que asustaría al chico...pero en eso, la castaña comenzaría a correr hacia el castaño y Yahir del miedo comenzó a correr en círculos, mientras que el pequeño dragón observaba desde el suelo.
- ¡Eres un idiota! ¡No hagas eso! ¡Ven aquí! -grito Uraraka molesta.
- ¡Pe-Perdóname U-Uraraka! -dijo Yahir mientras lloraba cómicamente.
Uraraka seguiría corriendo detrás del chico, pero una idea llegaría a la cabeza del castaño y este rápidamente actuaria. Con gran rapidez, Yahir se voltearía y Uraraka chocaría con el, así haciendo que esta estuviese en el pecho del castaño. La castaña iba a pelearle por lo que había hecho...pero una sensación cálida chocaría con sus labios, así sorprendiéndose al ver como el castaño besaba sus labios. Uraraka sin reprochar correspondería el beso y se dejarían llevar tanto, que inclusive ambos caerían al suelo de espaldas. Yahir y Uraraka se comenzarían a separar poco a poco y se mirarían a la cara con un ligero sonrojo.
- Idiota...-susurro la castaña con un sonrojo y un puchero.
- Js...vamos a comer lo que traje en la canasta, creo que ya es momento de tener un pequeño día de campo en un lugar tan bonito -diría el chico mientras pasaba una de sus manos en el cabello castaño de la chica.
- Esta bien Yahir-Kun...pero aun sigo molesta -diría Uraraka fingiendo estar molesta.
- Eso lo veremos después de que comas -contesto Yahir con una ligera risa.
Ambos solo reirían un poco, para después levantarse y colocar una manta en el suelo, ambos de igual forma alimentaban al pequeño dragón con algunas cosas que el se comía, así ambos reirían y disfrutarían de su primer día de campo...juntos.
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Fin del capitulo 22.
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