Al llegar a Miami la nueva pareja se encontro con todos los de la oficina, Mavis y Jude en el restaurante chino de Macao.

Lucy: ¿Preparaste una fiesta y todo?

Natsu: ¿No te gusta?

Lucy: No es eso pero es que es un poco extraño para mí, no estoy acostumbrada a ser el centro de atención.

Natsu: No te preocupes, ellos estan aquí por que están felices por nosotros.

Él tomó tiernamente su mano, entrarón al restaurante entre saludes y felicitaciones. Jude estaba muy feliz por que Natsu fuera su yerno, en realidad le había caído bien el jóven.

Pero Natsu tuvo sentimientos encontrados, le hubiera gustado que su padre estubiera feliz por tener a su lado una mujer tan maravillosa como Lucy. Desgraciadamente, las cosas no son siempre perfectas pero al menos su hermano estaba junto a él.

Zeref: De nada, hermanito.

Natsu: Imaginé que fue un plan de tu parte pero gracias, quizas no hubiese sido capaz de declararme, tenía mucho miedo.

Zeref: ¿Porqué?

Natsu: Solo miralá, ¿no la merezco?

Ambos mirarón en dirección de la rubia, que hablaba animada con sus amigas de la empresa.

Zeref: No se trata de merecer a las personas, se trata de hacerlas sentir especial en todo momento para que siempre permanezcan a nuestro lado.

Natsu: Ya veo como es que tu relación con Mavis ha funcionado a pesar de la distancia.

Zeref: Como ella te lo dijo en la fiesta de navidad de la empresa, si alguien es tan importante para tí, harás el tiempo para esa persona sin importar nada.

Natsu: Tienes razón...

El pelinegro se acercó hacia los hermanos Dragneel.

Gajeel: Hey tengo lo que me pediste.

Le entregó una pequeña caja de terciopelo.

Zeref: ¿En serio?

Natsu: Por supuesto, sé que es ella la indicada.

Zeref: Pero cálmate, lleva las cosas tranquilas, a penas iniciarón una relación y estamos con esta transición en la empresa.

Gajeel: Es que la cosa es de seguro que Natsu ya quiere conejitos.

Natsu: No estaría para nada mal pero Lucy quiere aún seguir su jornada y yo quiero acompañarla.

Zeref: ¿¡Te irás de la empresa!?

Natsu: Baja la voz... Y si, pienso relizar la jornada juntó a Lucy antes irnós a Nebraska a manejar el restaurante Heartfilia.

Gajeel/Zeref: ¿¡Nebraska!?

Natsu: Que bajen la voz, por Dios.

Zeref: ¡Wow, estoy sorprendido!

Gajeel: Igual yo, ¿tanto así la quieres?

El pelirosa solo asintió con la cabeza para responder a lo que Gajeel pregunto.

Zeref: Eso significa que seguiré siendo el presidente, ni modo. Bueno, espero lo disfruten y cualquier cosa sabes que puedes contar conmigo.

Gajeel: Igual puedes contar conmigo, de todos modos no me molestaría estar viajando a Nebraska para visitarlos.

Natsu: Muchas gracias... Y ¿qué has sabido de nuestro padre?

Zeref: Su asistente me llamó, que envió sus terminos por correo, los documentos me llegarán mañana y debemos firmarlos si estamos de acuerdo.

Natsu: Esta bien, veremos con que sorpresa nos sale papá.

Zeref: Solo nos queda esperar...

Natsu: Bueno, entonces no me queda más que hacer el anuncio de mi compromiso.

Zeref: ¡Espera hermanito! Creo que si lo quieres hacer, debes encontrar un momento único.

Gajeel: En eso estoy de acuerdo con Zeref, sé que estas impaciente por pedirle matrimonio pero creo que si dices amarla tanto, debes hacer algo inolvidable.

El pelirosa hizo un puchero.

Natsu: Pero yo ya quiero decirselo...

Gajeel: Mira niño malcriado, tranquilizate. Prepararemos algo antes de que se vayan para el siguiente interinato.

Natsu: Pero el papá de Lucy ya esta aquí.

Zeref: Y habla con él, eso no hay problema pero piensalo, ¿no crees que a Lucy le gustaría recordar para siempre la propuesta de matrimonio?

Gajeel: Además, ¿qué diferencia hace esperar un poco más?

Natsu: Que cuando nos fueramos de la empresa, ella ya fuera mi esposa.

Zeref: Ok, hagamos un trato, prepararemos algo super especial entre Gajeel, Mavis, tú y yo y en un mes se lo propones. De todos modos se irían en Septiembre, les da tiempo para la boda.

Gajeel: Hay por favor Natsu, solo un mes.

Natsu: Esta bien, un mes.

El pelirosa se malhumoró por que le frustrarón su plan pero pensandolo bien, Lucy merecía algo muy especial y no una sencilla propuesta de matrimonio.

La cena duró un par de horas más, luego en el apartamento de Lucy; el pelirosa y Jude hablarón de la propuesta de matrimonio, mientrás la rubia tomaba un baño.

Natsu: Entonces, ¿cuento con su bendición?

Jude: Nada me haría más feliz. Bienvenido a la familia, mi hijo.

Esas palabras le dierón alegría y un poco de dolor al pelirosa. Su padre jamás lo había alentado en algo personal.

Jude: ¿Se lo dirás en un mes?

Natsu: Si.

Jude: Entonces en ese caso soy una tumba.

Natsu: Muchas gracias.

En ese momento Jude abrazó a su yerno y Lucy se incorporó a ellos.
Lucy: ¿Me perdí de algo?

Jude: Nada solo que estaba impaciente por hablar con mi yerno a solas y darle las reglas.

Lucy: ¡Papá, que pena! Siento mucho eso Natsu.

Natsu: No te preocupes, no fue tan malo.

Jude: Iré a descansar hija, fue un largo viaje.

Lucy: Descansa, papá.

Natsu: Pasa buenas noches, Jude.

El progenitor de la rubia los dejo a solas.

Natsu: Ya no aguantaba por que tu padre nos dejara solos, me moría por besarte bien.

Él la besó con desesperación.

Lucy: Igual yo pero no podemos dar un espectáculo frente a él.

Natsu: ¿Qué tal si vivimos juntos?

Ya que no pudo hacer la propuesta, al menos intentaría estar lo más cerca posible de ella.
Lucy: ¿Quieres que vivamos juntos? Si solo tenemos un día de ser novios.

Natsu: Mmmm pero ya tenemos casi 5 meses de conocernos; además, cuando nos vayamos al interinato viviremos juntos ¿no?

Lucy: En eso tienes razón. Esta bien, Sr. Impaciencia viviremos juntos pero ¿no te importa que sea aquí? Lo digo por lo que paso con tu padre y sé que estas acostumbrado a cosas más sofistica...

El pelirosa la besó de nuevo tiernamente. La rodeo con sus brazos y por último besó su frente.

Natsu: No me importa donde sea con tal que estes conmigo pero con lo de mi padre, mañana veremos que pasa.

Lucy: No creo que tu padre les venda la empresa.

Natsu: De mi padre puedo esperar lo que sea.

Lucy: Sé que tu papá no ha sido el mejor del mundo pero hay que tener fe. Quizas cambie.

"¿Mi padre cambiar?, no lo creo" pensó el pelirosa, abrazando a su rubia hasta que se quedarón dormidos en el sofa.