La profesora me mandó al tercer nivel del edificio para ir por los registros sellados de los chicos mientras ellos iban por las cosas del equipo y a llamar al transporte. Fui sola ya que perdí a los chicos en medio de la emoción. Así que tomé el ascensor y subí hacia el tercer nivel. Me dirigí a la ventanilla donde debía recoger aquellos papeles. Había alumnos de otros institutos ahí por lo que tuve que hacer un poco de cola.

Unos diez minutos después me encontraba a solo dos personas distancia de mi turno. Fue ahí cuando las chicas presentes comenzaron a murmurar algo mientras veían hacia atrás. Al darme la vuelta me di cuenta que Jack venía hacía dónde yo estaba. 

—¿Qué haces? Los profesores te esperan.

—Pues hago cola por sus registros. —Miró la ventanilla y ya había pasado otro chico. 

—Pido perdón. —Bufé divertida ante su comentario. Me di la vuelta de nuevo viendo a la ventanilla solo que ahora tenía a Jack a mi lado. Ahora que lo pensaba yo era un hobbit a su lado. 

—¿Gaby?— Una voz conocida hizo que me diera la vuelta nuevamente. El chico de Yellow Bird. 

—Oh sí, tu...

—Bruno. —Asentí. —Creí que ya te habías ido.

—Si bueno... espero los expedientes. ¿Y tú? —Pregunté con tal de no ser maleducada.

—Lo mismo. —Entonces Jack interrumpió mientras carraspeaba. Bruno se fijó en él sin dejar de sonreír.

—Felicidades amigo. Fuiste muy genial en la competencia. —Le extendió la mano.

—Gracias y sobre lo de ser genial, eso no falta decirlo. —Y se me miró sin tomar la mano de Bruno. Me quedé anonadada. —Vamos profe, que es tu turno. —Su mano se ubicó en mi espalda baja y me dio un ligero empujón. Sentí que mi corazón latía con fuerza y que mi rostro se ponía rojo.

Recibí las hojas y luego comenzamos a caminar hacia el ascensor, sin embargo, por alguna extraña razón, mis piernas parecía rígidas porque no avanzaba mucho. Finalmente, al llegar, Jack presionó el botón y tuvimos que esperar algunos minutos. Cuando se abrió entramos. Marqué el piso número uno y antes de que el ascensor se cerrara Bruno entró. Yo  me pegué a la pared y Bruno estaba igual ahí justo al otro lado con Jack en medio, un paso adelante de nosotros. Bruno me sonrió y yo medio lo hice. 

—Oye Gaby, quería saber si podías darme tu número y... —Jack dio un paso atrás y pegó su cuerpo al mío mostrándome su cel.

—Mira Gaby, encontré una página que vende libros usados. —Abrí mis ojos de par en par y tomé su celular con violencia.

—Dios mío. Por qué no había visto esto antes. —Me quedé ida viendo su celular. Incluso cuando el ascensor se abrió, Jack me tomó por los hombros para dirigirme hasta el autobús y no me di cuenta que ya estaba sentada justo al lado de Jack hasta que Andrea me habló.

Miré alrededor notando que estábamos ya dentro del transporte, con todo el equipo, los acompañantes y otros chicos del instituto que se colaron, según Andrea, luego de rogarles a los profesores que les dieran un viaje al instituto. 

—Un momento y ¿Bruno?

—¿Quién? —Jack me miró con duda. Entrecerré los ojos pensando en cómo había llegado ahí y miré el celular de Jack.

Diablos, había caído en la trampa de la venta de los libros usados. 

¡Hola a todos los lectores! Quiero agradecer a quienes han estado apoyando esta historia. La verdad no pensé que siquiera tuviera unas diez lecturas. Aun así, agradezco  el apoyo y bueno, quisiera saber ¿qué les ha parecido? Estamos llegando casi a la mitad de la historia, por lo que me interesa leerlos.

Y bueno, esta sería mi breve intervención por hoy. ¡Cuídense!