002
Jimin cruza el umbral del departamento de Jungkook con una mezcla de emoción y anticipación. El aroma a madera y sutiles notas de café impregnan el aire, dándole una calidez inesperada. Observa de reojo cómo Jungkook cierra la puerta detrás de él con un movimiento pausado, casi perezoso, como si no tuviera prisa por nada en el mundo.
Pero Jimin sí la tiene.
No ha venido solo a pedir consejos médicos, y ambos lo saben.
—Bonito lugar —comenta, paseando la mirada por el departamento. Todo es sobrio, elegante, sin elementos innecesarios. Minimalista, pero con cierto aire acogedor.
—Gracias —responde Jungkook con simpleza.
Jimin lo observa de reojo mientras se adentra más en la estancia. Jungkook no hace ningún esfuerzo por guiarlo ni por hacerle sentir como en casa. Solo lo deja moverse a su antojo, como si estuviera esperando algo.
Perfecto. Si él no va a tomar la iniciativa, Jimin lo hará.
Se gira con una sonrisa ligera, abrazando su laptop contra el pecho.
—Entonces… ¿qué tipo de médico fuiste?
Jungkook se apoya contra la encimera de la cocina y cruza los brazos sobre su torso. La luz tenue resalta la firmeza de sus músculos bajo la camiseta oscura.
—Cirujano —responde.
Jimin silba, impresionado.
—Vaya, todo un experto en cortar cuerpos abiertos. Suena sexy.
Jungkook arquea una ceja.
«¿El chico tiene fetiches un tanto...?», piensa, pero no dice nada.
En lugar de eso, lo observa con esa mirada insondable que empieza a poner a prueba la confianza de Jimin.
Pero él no se deja intimidar.
Camina hasta el sofá y se deja caer, cruzando una pierna sobre la otra. Luego, palmea el cojín a su lado, invitándolo a sentarse.
—¿No vas a venir? No muerdo… a menos que me lo pidas.
La sombra de una sonrisa fantasma cruza los labios de Jungkook, pero sigue sin moverse de su lugar.
—¿Siempre eres así de atrevido?
Jimin apoya el mentón en su mano y lo observa con descaro.
—Siempre.
—Debe meterte en problemas.
—O en camas.
Jungkook suelta una risa baja, corta, y Jimin siente una pequeña victoria. No está seguro de qué es más atractivo: esa voz grave que resuena en su pecho o la forma en que su mandíbula se tensa con cada palabra.
—Eres interesante —admite Jungkook al fin, tomando su taza de café de la barra y dándole un sorbo con calma.
Jimin ladea la cabeza.
—Eres el primero que me lo dice en ese tono.
—¿Qué tono?
—Ese… Como si no supieras si soy fascinante o un fastidio.
Jungkook lo mira en silencio por un momento antes de encogerse de hombros.
—Puede ser ambas cosas.
Jimin sonríe.
—Bueno, si te fastidio, aún estás a tiempo de echarme.
Jungkook deja la taza sobre la encimera con un sonido sordo y camina lentamente hacia él. Jimin se endereza un poco en el sofá cuando lo ve acercarse, pero se obliga a mantener la compostura.
Jungkook se detiene frente a él y lo mira con algo que Jimin no puede descifrar del todo.
—No he dicho que quiera echarte —murmura.
Un escalofrío recorre la espalda de Jimin.
Se inclina hacia adelante, apoyando los codos en sus rodillas y mirándolo desde abajo con ojos llenos de desafío.
—¿Entonces qué quieres hacer conmigo, doctor?
El silencio que sigue es espeso, cargado de algo que hace que el aire se vuelva más pesado. Jungkook baja la mirada, como si estuviera considerando su respuesta con detenimiento.
Y luego, sin previo aviso, se aleja.
Jimin pestañea, desconcertado, viendo cómo Jungkook camina hacia una estantería junto a la ventana y toma un libro cualquiera, hojeándolo sin verdadero interés.
¿Qué demonios?
—Creo que te haces demasiadas ideas —dice Jungkook sin mirarlo.
Jimin entrecierra los ojos.
—O tal vez tú eres el que las tiene y no sabe qué hacer con ellas.
Jungkook sonríe apenas, como si encontrara gracioso su atrevimiento.
—Eres persistente.
—Y tú eres un misterio —responde Jimin—. Uno que me muero por resolver.
Jungkook cierra el libro con un suave golpe y lo deja de vuelta en la estantería. Luego, se vuelve hacia él, observándolo con esos ojos oscuros que parecen ver demasiado.
—No es bueno meter las narices en todas partes, Jimin.
Su tono es bajo, casi un susurro, pero hay algo en él que hace que la piel de Jimin se erice.
Por primera vez desde que cruzó esa puerta, siente una pizca de duda.
Es fugaz, apenas un destello de advertencia en el fondo de su mente. Pero es suficiente para que su corazón lata un poco más fuerte.
No de deseo.
Sino de algo más.
Jimin traga en seco y decide ignorarlo. Sonríe, como si la tensión en el aire no existiera.
—Bueno, yo no soy de los que se rinden fácilmente.
Jungkook lo mira en silencio por un largo momento antes de apartar la vista hacia la ventana. Sus facciones están relajadas, pero hay algo en su expresión que Jimin no puede descifrar del todo.
Entonces, Jungkook respira hondo y camina de vuelta hacia él. Esta vez, se sienta en el sofá, pero mantiene una distancia prudente. Jimin lo observa con atención.
—Si de verdad quieres aprender algo sobre medicina —dice Jungkook, mirándolo de reojo—, puedo ayudarte.
Jimin entrecierra los ojos.
—¿Eso significa que ahora sí me vas a dar consejos de cirugía? ¿O estás intentando distraerme?
Jungkook sonríe apenas.
—¿Qué prefieres?
Jimin se inclina hacia él con una sonrisa juguetona.
—¿No es obvio?
Jungkook lo observa en silencio por un momento antes de negar con la cabeza y levantarse.
—Al memos no esta noche.
Jimin parpadea.
—¿Cómo que "no esta noche"?
—Es tarde para dar tutorías o repasar —dice Jungkook, caminando hacia la puerta y abriéndola.
Jimin lo mira con incredulidad antes de soltar una risa seca.
¿Es en serio? ¿Está hablando de eso?
—Vaya, sí que eres un caso difícil.
Jungkook no responde, solo se apoya contra el marco de la puerta y lo mira con paciencia.
Jimin suspira, resignado. Se pone de pie y toma su laptop.
—Está bien, lo dejaré pasar solo porque me gusta este jueguito tuyo.
Camina hasta la puerta y, antes de cruzarla, se gira hacia Jungkook con una sonrisa felina.
—Nos vemos pronto, doctor.
Jungkook no dice nada. Solo lo observa en silencio mientras Jimin se aleja por el pasillo.
Y aunque debería sentirse derrotado, Jimin no puede evitar sonreír.
Porque puede que no haya conseguido lo que quería esta vez.
Pero sabe que este juego apenas comienza.
Y él nunca pierde.
♡ nota:
jimin raya en el acoso, pero así de coqueto, atrevido e insinuoso me salio, sorry hdkdjjd TT.
en todo caso, me gusta. LO ACEPTO, LO RECONOZCO HDKDHKJ. es de mis jiminis favs y la queso. ok no hdkdjdkdk.
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