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2928 palabras. Espero les guste.

«—Muy bien Tae, toma un descanso— Jin ofreció al menor un vaso de agua para relajar con pequeños tragos su garganta y su lengua que hasta este punto de la práctica, deberían estar algo adoloridos. —Si sigues esforzándote de esa manera, muy pronto volverás a hablar, pero claro, solo lo que puedas soportar— Recomendó, recibiendo como respuesta un leve asentimiento de Tae.

"Muchas gracias, Jin hyung"— formuló con un leve movimiento de manos.

Jin en ese momento decidió que tenía que hablar con el castaño, había algo dentro de la situación de Tae que aún lo angustiaba, puesto que el menor para él siempre se mostró como una persona demasiado amable, un niño que no parecía conocer la maldad que lo rodeaba; puesto que la decisión de tomar las terapias surgió desde un acontecimiento trágico que le hizo cambiar su punto de vista de Taehyung acerca de las personas que lo rodean.

Tomo una hoja de papel y un lapicero para la comodidad del menor, quien lo miro con duda, soltando en un suspiro la tensión en su rostro habló:

—Eh escuchado que has regresado con Jeon— Tae asintió con algo de duda, ¿Qué tenía que ver ese tema, justo en esa sesión? —Tengo conocimiento de lo que te dijo aquel día, la manera tan –Hizo una pausa— perdona por decirlo así, tan despreciable en la que te trató; ha terminado la sesión, ahora mismo te hablo, como una persona, como tu amigo, quiero saber solo... ¿por qué perdonarlo?—

Taehyung lo meditó por unos momentos, y con una leve sonrisa dibujada en sus labios, tomó el bolígrafo y comenzó a escribir sobre la hoja de papel, minutos después, devolviéndole los instrumentos al mayor.

Durante ese tiempo, Seokjin se preguntaba si estaba haciendo lo correcto, tomo un arma de doble filo, que en el peor de los casos, podía devolver a Tae a aquellos días en los que se ahogaba en lágrimas, recuperando sus inseguridades; o en caso contrario, podía hacer ver a Tae que ya no cargaba con un peso encima, convencerlo en que la decisión que estaba tomando, era la correcta.

"Lo hice, sí, creo que hasta cierto punto fue algo verdaderamente tonto de hacer, pero en ese momento, pude conocer la verdad tras sus palabras; de verdad se arrepentía, el me lo dijo, y le creo, Porque en ese momento no estaba pensando directamente en sus palabras o gestos hirientes, sino en todo lo que paso después de ello; de su engaño, durante esos dos años, él se encargó de llenarme de cariño, aquel del que tuve que separarme cuando tenía que viajar para seguir estudiando y que mis padres no podían acompañarme; él fue mi refugio contra las personas que alguna vez se llegaron a burlar de mí, diciéndome que estaba defectuoso, que era raro.

El me protegió, cuidó durante todo este tiempo, y sé, que eso es algo que no harías por alguien que no amaras, que no te importara; quizá no lo perdone del todo, sino que fue darme una oportunidad, de olvidar, de olvidar todo el daño del pasado y renacer, entre recuerdos y personas que valen la pena tener contigo"

Levantó la vista hacia el castaño que lo miraba de la manera más inocente que su ser podía soportar; ese día se dijo así mismo que no iba a permitir nunca más que la sonrisa de su menor se marchitara, es cierto que llevaba poco tiempo de conocerlo, pero fue el necesario para darse cuenta que de verdad lo apreciaba»

Han pasado 5 años desde aquel día en el que ambos unieron sus vidas de manera formal y en un altar.

Jungkook estaba más que fascinado de la manera en que, posterior a sus terapias, Tae había logrado hablar con total normalidad; amó profundamente hacer reír a su pareja solo para escuchar aquellas sonoras carcajadas que le hacían reír también, y posteriormente llenarlo de besos por todo su rostro.

Durante todo este tiempo, se permitieron el experimentar cosas nuevas, tal y como fue en este quinto aniversario como casados; para entonces Jungkook tenía una gran sorpresa para su pareja. Ese día Tae despertó con total normalidad y comenzó con su rutina diaria de aseo, para posteriormente bajar y hacerle un desayuno especial al pelinegro, quien poco tiempo después bajo al comedor.

—¿Qué es todo esto?— se dijo impresionado de ver sobre la mesa una gran cantidad de comida, toda su favorita, yendo desde un tradicional desayuno dulce con jugo, hasta brochetas de cordero, sus favoritos.

—Feliz aniversario— Escuchó una leve voz a sus espaldas, giro encontrándose con Tae quien sostenía entre sus manos un pequeño arreglo florar, la cual en el centro resaltaba una flor de tigre, siendo esta la flor de nacimiento del pelinegro.

Jungkook simplemente tomó este arreglo entre sus manos para dejarlo en la mesa, y así permitirse abrazar a su pareja, quien le sonreía de manera tan radiante, no se negó a llenar de besos el rostro de Tae, a pesar de las quejas de este diciendo que le causaba cosquillas una vez que sus besos bajaron a su cuello.

—De verdad que eres único amor, te amo— dijo.

Ambos disfrutaron de toda la comida preparada para la ocasión. Cuando estaban a punto de terminar, Jeon decidió que era el momento. De su bolsillo trasero tomo un sobre blanco, que deposito en las manos de Tae.

—¿Qué es esto?— "solo ábrelo", respondió el pelinegro, Tae abultó sus labios ante su respuesta, pero este gesto fue cambiado totalmente por una muestra de asombro total ante lo que tenía en sus manos.

—Salimos en tres días— Dijo Jeon, Tae no dejaba de ver los boletos de avión que portaba en sus manos, mismos anunciaban un viaje a Francia, eso ya era mucho para él, pero detrás de estos se encontraba un folleto y dos entradas para el Museo del Louvre 

Giró su vista hacia su esposo, abrazándolo al instante mientras ocultaba su rostro en su cuello, Jeon lo recibió gustoso, enredando sus brazos en la cintura de Tae.

—Dios, no puedo creerlo, ¡Eres el mejor!— sonrió tomando el rostro de su esposo entre sus manos y llenándolo de besos, Jeon reía leve por aquella acción, pero dejándose hacer ante las muestras de afecto de su mayor.

Antes del viaje aprovecharon el tiempo para hace algunas compras para la maleta, tal y como lo fue algo de ropa, un lente nuevo para la cámara de Tae (quien claro, aprovecharía la oportunidad de sacar las mejores fotos junto a su esposo).

Mientras recorrían el centro comercial Tae detuvo su andar en un segundo, mirando al frente una estética. La última vez que decoloró su cabello fue cuando todo el problema con su esposo, había vuelto a su castaño natural, creyó que ya era tiempo de un cambio.

—Jungkookie— llamó a su pareja en un tono meloso mientras tomaba su mano, Jeon solo lo miró curioso —¿Recuerdas cuando mi cabellito era azul?—

—Por supuesto que lo recuerdo cariño, te hacia lucir tan hermoso— junto con una sonrisa coqueta se acercó a él, dejando un beso en su mejilla.

—Quiero pintármelo otra vez, pero ahora, quiero que tú también lo hagas...— pasó sus manos por los hombros del pelinegro, al mismo tiempo que abultaba sus labios. ¿Chantaje?, tal vez. —Por favor—

—Sabes que no puedo negarme si haces eso— y beso sus labios. Taehyung sonrió totalmente feliz y tomando nuevamente la mano de su pareja ambos corrieron hasta adentrarse a la estética.

Aunque había algo que el castaño no había notado, y es que Jeon estaba nervioso, nunca antes había pintado su cabello, ciertamente una vez de joven lo decoloró, pero solo pequeños mechones, su cabello no tardo en regresar a su tono natural. Pero ahora sería diferente.

❤️💙

Tae estiró su cuerpo una vez se encontraban en su habitación del hotel. Habían llegado a París hace aproximadamente dos horas, pero el ajetreo del aeropuerto y el no encontrar un taxi que los llevara al hotel habían cansado al ahora Pelirrojo quien junto con Jungkook habían caminado la mitad del trayecto hasta encontrar un taxi disponible, cargando cada uno con una gran maleta y una mochila.

—Listo, no sirvo para caminar tanto— dejo caer su delgado cuerpo en la cama, cerrando sus ojos al ver lo suave que era.

Jeon soltó una leve risa al verlo, ciertamente él también estaba cansado, pero no tanto como el pelirrojo. Ya que acostumbraba ir al menos dos veces por semana al gimnasio, así que eso era un punto de ventaja para él.

Se acercó a su pareja, quitando los zapatos del mayor y los propios para poder acostarse con él. Rodeo con una de sus manos la cintura de Tae, acercándose al cuello de este y dejando pequeños besos sobre su piel. Tae continuo con sus ojos cerrados, mientras llevaba su diestra al cabello del menor, mismo que tenía las puntas teñidas de azul rey. Con sus largos dedos peino los mechones de Jeon quien entre caricias logro colar su mano entre la camisa de Tae, este sintió un leve escalofrío al sentir los dígitos fríos sobre la piel de su estómago.

Jadeó leve cuando el menor dejo una mordida sobre su cuello. Poco a poco entre caricias y besos que dejaban un leve rastro sobre la piel de Tae, en su cuello, viajando hasta su pecho y abdomen, retiraron sus prendas. La luz cálida en la habitación le permitió a Jeon admirar la piel acanelada de su mayor sobre las sábanas blancas, con sus manos recorrió su fina cintura hasta llegar a sus muslos, lentamente coloco sus manos en la parte trasera de sus rodillas y levantó sus piernas.

Tae abrió sus ojos y giró su rostro a un lado, donde su mano tomaba las sabanas con fuerza ante la repentina intromisión de los labios de Jeon en su parte baja. Después de un juego previo en el que Tae disfrutó de acariciar los marcados músculos de los brazos del menor, además de jugar con sus largos dedos entre las hendiduras de su abdomen marcado; no evitó dejar leves marcas de sus dedos en la espalda del menor cuando este se apoderó de su cuerpo con profundas estocadas que conforme pasaba el tiempo se volvían más rápidas y precisas sobre su punto dulce que lo hacía temblar de placer. Liberando gemidos y jadeos ambos disfrutaron del roce de sus cuerpos, hasta que ambos llegaron al clímax.

Dejaron reposar sus cuerpos, uno junto al otro y unidos en un abrazo. Jeon miro a su pareja, quien de manera tímida le sonrió, se acercó hasta su rostro y dejo un beso en sus labios.

—Te amo— susurró sobre sus labios.

—También te amo, no te imaginas cuanto— nuevamente se abrazaron hasta ambos caer dormidos.

A la mañana siguiente Jeon se removió sobre la cama en el momento que la luz del sol pegó sobre su rostro, poco a poco abrió sus ojos, encontrándose con el pelirrojo, quien únicamente vestía con una camisa blanca frente a la ventana mientras bebía un té.

Jungkook se sentó en la cama, causando que las sabanas cayeran de la parte superior de su cuerpo; fue entonces cuando noto su desnudez, y al momento pequeñas escenas de lo ocurrido la noche anterior llegaron a su mente, haciéndolo sonreír. Miró nuevamente al frente, notando como la luz traspasaba la camisa del pelirrojo, haciendo notar su cintura.

Sin tomar prenda alguna se levantó de su lugar y se dirigió a su pareja, a quien abrazo por la espalda una vez estaban cerca. Tae sonrió una vez que sintió los brazos del menor rodear su cintura.

Así el inicio de su mañana, una mañana en parís, entre besos, abrazos y juegos que hacían reír en demasía al mayor, mostrando su gran sonrisa rectangular que lo caracterizaba.

—¿Alguna vez te he dicho que amo tu sonrisa?— Tae lo miró.

—Muchas veces, pero tu sonrisa también lo es, como un conejito hermoso— tomo ambas mejillas del menos, apretándolas haciendo que los labios de Jungkook se abultaran, el menor tímido bajo su rostro. —Anda sonríe para mí— pidió con su rostro cerca del contrario, y beso sus labios cuando por fin obtuvo una gran sonrisa de su pareja.

Se prepararon para su gran visita a uno de los lugares más famosos de la ciudad, lugar al que Taehyung estaba tan ansioso de entrar. Mientras ambos se vestían y colocaban sus últimas prendas Jeon atendía una llamada, Tae le ayudo a ponerse su chaqueta.

—De verdad que es una gran noticia, gracias por notificarme... cuando regrese continuaremos con las demás ediciones... por supuesto... adiós—. Colgó la llamada llamada y al instante alzó al pelirrojo entre sus brazos dando una vuelta con él, Tae rió sosteniéndose de los hombros del menor, quien volvió a bajarlo y dejo un gran beso en sus labios.

—¿Qué te dijeron, amor?— preguntó ante la repentina alegría del contrario.

—Era Jisoo, ¿Recuerdas que trabaje para uno de los escritores que ella representa? –Esta vez Tae solo asintió –Pues quiere que yo trabaje en las portadas de sus siguientes libros, además de que ha recomendado mi trabajo a otros escritores interesados, mejor aún, escritores que han tenido best seller—

—¡Eso es increíble! Pero... ¿Qué hay con el video en el que estabas trabajando?—

—Oh el piloto promocional, Yeonjun se encargó de terminar las ediciones correspondientes y de mandarlo. No iba a dejar algo pendiente, quiero disfrutar este tiempo contigo mi bebé— y al instante se encargó de llenar el rostro de Tae de pequeños besos que lo hacían reír.

Después de su merecida sesión de cariños, por fin salieron del hotel en camino hacia el museo. Mientras esperaban a que los dejaran entrar Jeon vio como el pelirrojo revisaba si tenía su libreta en su mochila; ya que tenía planeado hacer anotaciones de lo que veía en caso de que no les fuera permitido tomar fotos a las pinturas o esculturas que ahí exponían, analizarlas a detalle y anotar las técnicas de trazo que veía y ponerlas en práctica una vez llegaran a casa.

Recorrieron todo el museo detenidamente, Jeon podía jurar que vio un brillo especial en el mayor cada vez que sus ojos se posaban sobre las obras de arte más llamativas y famosas del lugar, tales como las salas antiguas o las esculturas de la antigua Grecia (Tema que a Taehyung le llamaba demasiado la atención ya que tenía pensado mejorar sus habilidades en ello)

Cuando salieron la noche había caído, los vitrales del museo eran iluminados por luces cálidas que cambiaban de tonalidades. Tae decidió tomar unas últimas fotos del exterior. Miro a su lado a su esposo, a quien la brisa nocturna despeinó un poco sus cabellos, las tonalidades azules de este brillaban con la luz artificial de los faros tras ellos, y sin que este lo notara tomo una foto de él.

Acomodo la cámara en una banca cercana apuntando hacia ellos, y la ajustó para tomar una cantidad de fotos después de una cuenta regresiva, Jeon sonrió al ver lo que su pequeño esposo tramaba, así que sin palabras de por medio, se acomodó a una cierta distancia junto a él y poso sus manos en la cintura del pelirrojo, quien de igual manera lo hizo pero sobre sus hombros y se miraron de frente.

La última foto eran ellos, en la misma posición, detrás de ellos el gran museo y plaza, mientras compartían un beso.

Decidieron descansar un poco sentados en la banca, antes de regresar al hotel. Sentados juntos, Jungkook paso su brazo por sobre los hombros del pelirrojo quien recargó su cabeza sobre su hombro. Levantó su rostro, encontrándose con la mirada tan cerca del menor y nuevamente juntaron sus labios en un beso. Acariciaban los contrarios con parsimonia, sin busca de algo más, que disfrutar la dulzura del contrario, Taehyung se separó cuando sintió algo golpear contra su pierna, al girarse miro una pelota, y a un pequeño niño de no más de 4 años acercarse a ellos; Tae tomo la pelota entregándosela al pequeño quien solo le agradeció con una pequeña sonrisa y volvió donde sus padres.

Tae lo miro con ternura, le encantaban los niños. Fue tremendamente feliz cuando el pequeño Soobin llego de la mano de Seokjin, él y Namjoon habían decidido que era hora de tener un pequeño, así que después de casi un año de trámites, pudieron adoptar al pequeño que en ese entonces tenía solo tres años.

Tae jugaba mucho con el cuándo lo visitaban, él y Jungkook eran sus tíos favoritos ya que lo cuidaban mucho, jugaban con él y le regalaban cosas muy hermosas.

Jeon miro a su pareja.

—Es muy tierno— murmuró Tae cuando sintió el abrazo del contrario en su cintura.

—Lo es, así como nuestro futuro hijo— Tae se giró mirándolo sorprendido – ¿o será que no quieres tener hijos conmigo? –preguntó en juego, intentando retener una sonrisa.

—Por supuesto que sí, es lo que más deseo –dijo tomando entre sus manos el rostro del menor.

—Yo también mi vida, así que estaba pensando en comenzar un proceso de adopción, hace tiempo he querido decírtelo, pero no sabía si tu... estabas listo para ello—

—Lo estoy— asintió mientras abrazaba al menor —de verdad que me haces tan feliz, te amo mucho— murmuro cerca de su oído.

—También te amo, mi precioso Tae—

Los siguientes días de su visita fueron especiales, visitaron muchos lugares y tomaron fotos de los mismos, Tae no perdía la oportunidad de hacerlo.

Aprendieron y disfrutaron de muchas cosas, juntos.

Siempre juntos...


¡Muchas gracias por leer!

Ya son más de 100k lecturas.
No puedo creerlo ahhh

Espero les haya gustado, estaré editando algunos errores (como el de Nam :v)

Fuera de eso, algo se spam.

Perdón つ﹏⊂

Ahora sí seguiré escribiendo mi libro Demon del vkook ya cuenta con un par de capítulos, por si les interesa jsjsj

Además, note que les gustó el NamJin aquí así que...

Ya está un proyecto para ellos, se llama Different y ya cuenta con el prólogo que pueden leer en mi perfil listo.

Nuevamente muchas gracias.

Adiós. 

—Akira.

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