Escuela.
Ese mismo dia que había sido he hechado del orfanato un viejo llamado Roshi lo ayudo, tomándolo como el nieto que jamás había tenido.
Goku obtuvo una nueva vida, pero hasta el momento nadie se había percatado de su problema.
Todas las noches era una tormenta para el, teniendo ese maldito sueño del asesinato de sus padres.
Pasaron los años, Goku obtuvo estudios y una buena vida desde que el viejo Roshi lo encontró.
Un nuevo dia era para Goku, el viejo Roshi lo había inscrito en una nueva escuela, la famosísima "Orange Star"
donde Goku curzaria el segundo año de preparatoria.
Se levanto temprano al escuchar la alarma quien pedía que la apagarán, o de lo contrario estaría molestando todo el dia con su típico "RING!"
Se dio una ducha y vistió con un uniforme que estaba en su armario, un saco de vestir, camisa blanca, una corbata negra y pantalones del mismo color.
Se miro al espejo, se sintió extraño, prácticamente seria la primera vez que observaria a mas personas, sin contar a su "abuelo" adoptivo y los empleados.
Miro su cabello, tan alborotado como de costumbre, se lo iba a peinar pero, para que hacerlo?, su cabello siempre terminaba igual.
Bajo las escaleras con rapidez saludando a su abuelito con un movimiento de manos
-Estas listo para tu nueva escuela?-hablo Roshi mientras comía unas pequeñas frutas.
Con una linda sonrisa, el joven de cabello alborotado asiente, mientras con rapidez terminaba su desayuno.
Ambos terminaron sus alimentos, se lavaron los dientes, subieron al auto del abuelo Roshi y emprendieron camino a la escuela.
Bajo del auto, admirando esa enorme escuela, la cuál permanecería los siguientes dos años.
-perdona si no te puedo llevar hasta tu salón, pero tengo unos pendientes urgentes en el ginmasio.
El abuelo Roshi le entrega un papel a Goku, donde decía algunos datos del joven Goku y unas cosas mas.
Su abuelo se fue, dejándolo solo entre tantos jovenes de su edad, dio unos pasos, adentrandose al lugar.
El sonido del timbre sonó, indicando que los estudiantes se fueran a sus clases
Goku apresuró sus pasos, no quería llevar tarde y así fue, observo la puerta de su aula correspondiente.
2C
tocó levemente la puerta, pronto la puerta fue abierta, dejando ver a un hombre de semblante serio.
Goku agacho un poco su cabeza, entregando el papel que tenia en sus manos.
-así que Joven Son, pase porfavor, lo presentare con sus compañeros-Goku asintió y se adentro un poco, sintió todas las miradas sobre él, sus mejillas estaban rojas de la vergüenza que sentía en ese momento.
Sintió una mano sobre su hombro, era su profesor.
-Chicos, como verán el es un alumno nuevo, su nombre es Goku Son y quiero que sean amables con él porfavor-dijo aquel maestro, Goku solo hizo una pequeña reverencia, tratando de ubicar un lugar vacío, y solo había uno.
Junto a un chico de cabello en forma de flama.
Dio unos pasos lentamente, escucho murmullos por parte de los demás, no le tomó importancia, se acerco a su aciento, el joven de cabello en forma de flama solo lo inspeccionaba.
Goku sonrió en forma de saludo y se dispuso a poner atención a su clase.
-No eres de aquí cierto?-preguntó el joven peliflama, Goku negó con la cabeza.
-Casi no hablas o eres un estúpido.
No hagas caso a lo que te digan los demás.
Goku recordó esas palabras de su abuelo adoptivo, siguió poniendo atención a la clase, escucho unas risas agudas, y un bufido de parte del peliflama.
Goku giro su rostro hacia aquellas risas que había escuchado, encontrándose con un par de chicas bastante linda, una era de cabello color azul y ojos del mismo color, y la otra era una de cabello extremadamente negro y ojos del mismo color.
Que linda
Pensó al posar sus ojos en la pelinegra, recibió un golpe en la cabeza.
-te están hablando idiota-dijo el de cabello en forma de flama, Goku enarco sus cejas.
-GOKU SON!-se escucho fuertemente, Goku con vergüenza levanto su mano, el profesor estaba pasando lista.
El sonido el timbre se hizo presente después de varios minutos, el de cabello en forma de flama salio junto a esas dos chicas que había visto hace unos minutos, Goku tomo su mochila, y camino hacia el patio trasero, varias miradas estaban sobre el.
Se sentó junto a un árbol de cerezo, a su vista se podía ver el lugar de la cafetería, buscando con la mirada a esa chica de cabello negro, la encontró con varios chicos y chicas a su lado, saco una libreta y un lapiz , empezando un dibujo, donde la modelo a dibujar era esa pelinegra que llamó su atención.
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