Luego de un rato, después de que MinHo dejara de forzar la puerta, Chris no se permitió soltarla, ya seguro de que el chico no iba a escapar de sus deberes.

Miró a Felix temblar por el frío, tomó la toalla -que había caído mientras sostenía la puerta- y lo envolvió.

—Creo que estarán un rato— comentó—. ¿Quieres ir a la cabaña?

Felix asintió.

—Te traeré ropa, ya vuelvo— dijo el castaño, su novio dejó un rápido beso en su frente antes de salir rumbo a la cabaña.

Con un suspiro cansado, Felix fue hacia los cambiadores, para sentarse en una de las sillas de los cubículos.

No sabía por qué, pero sentía sus oídos palpitar y su cabeza palpitar, en dolores momentáneos.

Deseó que no se estuviera enfermando.

Hacía bastante que no sufría sus dolores de cabeza y fiebre, y quería que siguiera así.

No se dió cuenta cuando la puerta del baño se abrió, y se sorprendió cuando Chris lo encontró en el cubículo, cargando una muda de ropa.

—Tranquilo, soy yo— sonrió, dándole las prendas.

El chico mudo las tomó, y dió una mirada a Chan, quien tenía los ojos atentos puestos sobre él.

—¿Te pasa algo?

Felix negó, pero señaló su cabeza, luego acercó su dedo índice al pulgar, en una seña, simplificando el mensaje para Chris.

Chan tardó un poco en procesar.

—¿Te duele un poco la cabeza?

Felix asintió, no pudo evitar sonreír, le ponía contento que su novio le entendiera.

—¿Quieres ir a la enfermería?

Felix negó.

—Bien, pero si te sigues sintiendo mal te llevaré.

Felix rodó los ojos.

Chris lo dejó para que se cambiara cómodo, su novio era reservado con el tema de la desnudez incluso con él.

Cuando terminó, Felix señaló a sus pies.

—Sabía que me estaba olvidando algo— murmuró, ya que no le había traído zapatillas al otro castaño.

El castaño mayor se volteó, flexionando un poco sus rodillas, invitando a Felix que se subiera a su espalda, el otro no tardó en hacerlo.

Cargando al chico mudo así, salió del lugar, yendo a la cabaña.