✧ Setenta y ocho ✧

Para sorpresa de Chris, Felix tomó su rostro, besándolo de forma brusca cada vez más sobre él.

El mudo abrió sus labios, aún sin dejarlo ir, pidiendo que la lengua de Chan entrara, y así lo hizo, recorriendo la boca del otro, ahogando un jadeo con su baile.

Felix tuvo que separarse de la misma forma que había iniciado aquel beso, respirando agitado, con el corazón muy acelerado y el rostro muy rojo, sintiendo como sus pantalones comenzaban a apretarle.

Se dió cuenta de que estaba prácticamente sentado sobre Chris, y que podía sentir lo mismo en el otro

No sabía por qué lo había hecho.

Avergonzado, negó de forma agitada, intentó retroceder, pero la brazos de Chris se enrozcaron alrededor de su cintura.

—No paremos, por favor— pidió, con ojos suplicantes—. Sigamos... al menos hasta lo que puedas, Lixie.

Felix mordió su labio con nervios.

—Lo dejaremos cuando creas que sea demasiado, lo prometo— habló Chris con suavidad.

El chico lo miró con cierta inseguridad, pero asintió levemente.

Sabía que tendría que hacerlo algún momento, y que quizá era la hora de al menos intentarlo.

Sabía que Chan sería bueno con él, que podía confiar completamente, repetirse eso lo hizo perder un poco el miedo.

—Comencemos de a poco, juntos— dijo el castaño—. Yo te quitaré una prenda, y luego tú me quitas una a mí— Felix asintió—. ¿Quieres empezar?

Felix sintió su labio comenzar a doler de tanto morderlo, con manos temblorosas, se acercó hasta la remera de Chris, se complicó el mismo para intentar quitarla, así que el castaño terminó por hacerlo él.

Chan le dió una mirada de permiso antes de hacer lo mismo con la remera de Felix.

Para ese punto, Felix ya estaba como un tomate, sin poder dejar de mirar el torso de su novio, pero sintiéndose inapropiado por hacerlo.

Luego de unos segundos, Felix acercó sus manitos a la cremallera de los jeans de Chan, quien también tuvo que ayudar para que pudiera bajarlos.

Sólo con bóxers, Chris bajó con suavidad los pantalones del chico mudo, dejándolos a un lado.

Con ambos en ropa interior, Felix tenía la frente perlada en sudor por la vergüenza.

Chris acarició sus mejillas.

—¿Vas bien?— le preguntó, mirando a sus ojitos.

Felix respiró profundamente antes de asentir, y sonrió un poco, para alivio de Chan.

El mudo bajó la vista hacia la única prenda que le quedaba a Chan, sintiendo los nervios a flor de piel.

—Espera— lo frenó el castaño, haciendo que Felix lo mirara con sorpresa—. Antes de eso... te despertaré un poco.

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