[ Ahora sí, this is 🍋, avisados ]

La mano de Chris fue hacia el bulto marcado bajo la ropa interior de Felix, un jadeo escapó del mudo por el sorpresivo acto.

El mayor comenzó a acariciar el pene de su novio, con la tela en el medio, recorriendo la longitud desde la base hasta la punta, de forma lenta, comenzaba a girar su mano alrededor del mismo, escuchando la respiración de Felix acelerarse.

Sentía su miembro cada vez más duro por sólo darle placer a Felix.

Ya con el eje del otro erecto, Chris atacó el cuello de su novio, dejando marcas de amor, mientras giraba a ambos para poder apoyar a Felix sobre la cama.

Con él debajo, sus besos descendieron, pasando por sus clavículas a su pecho.

Chris alzó las caderas de Felix, quien abrió sus piernas inconscientemente, quedando el castaño entre ellas, sintiendo la erección del chico contra su vientre bajo, mientras su miembro era presionado por la contra el trasero del mudo.

Chan llegó a los pezones de Felix, lamiendo, al mismo tiempo que daba una pequeña embestida con sus caderas.

Escuchó escapar un gemido y sonrió.

Se movió contra las nalgas del otro, haciendo fricción, con su miembro duro y aún atrapado en sus bóxers.

Felix sentía los espasmos de placer que hacían vibrar su miembro cada vez más con cada movimiento de Chris sobre él, quien no había dejado de poseer sus rosados pezones con su boca.

Con ambos erectos, el castaño los dejó para subir hacia su rostro, mirando con placer la expresión de Felix, quien pedía más, quería más.

Toda la vergüenza se había ido, y era eso lo que Chris quería lograr.

El castaño volvió a retomar los carnosos labios de Felix, mientras simulaba embestidas, escuchando los gemidos ahogados por el beso, que aumentaban conforme hacía con sus caderas más duros.

Sin cortar el beso, Chris deslizó sus dedos debajo de la ropa interior de su novio, bajándola de a poco, dejando la erección de Felix libre.

Hizo lo mismo con sus bóxers, pero mucho más rápido.

Felix quiso desviar la vista hacia abajo, pero Chris tomó una de sus mejillas haciendo que lo mirara.

—No mires, sólo disfruta.

Esta vez, Chris hizo que ambos miembros se tocaran, friccionando su hombría contra la del otro, escuchando un gemido bajo por parte de Felix ante la sensación.

El castaño llevó dos de sus dedos hacia su boca, lubricándolos generosamente con su saliva.

Felix no entendió bien el por qué, hasta que, segundos después Chris dejó sus dedos para llevarlos a su entrada, ya algo dilatada por el placer.

Sintió su corazón acelerarse con algo de miedo, era la parte que más lo asustaba.

—Tranquilo— murmuró Chris, dándose cuenta de lo que pasaba—. Lo haré bien— añadió, a tiempo que comenzaba a acariciar con sus dedos alrededor de su interior, haciendo que Felix se sintiera incómodo al principio, hasta que pudo relajarse.

Sintió el primero dedo comenzar a penetrarlo, de a poco, entrando en sí y por un momento sintió pánico.

—Lixie.

El mudo miró a Chris.

—Engancha tus piernas a mí— habló.

Alzándose con ayuda de Chris, Felix enredó sus piernas sobre las caderas del rubio.

Sintió a Chris penetrar más profundo en él, su espalda se arqueó de placer y un gemido salió de sus labios.

Chris sonrió ante su logro.

Cuando sintió la entrada de Felix acostumbrada, metió otro dedo, y el castaño gimió más alto, más agudo.

Sintió su miembro palpitar con necesidad.

Necesitaba estar dentro de Felix, estaba desesperado por hacerlo.

Pero sabía que debía ser suave, debía hacer las cosas bien.

Felix parecía algo frágil a sus ojos, no quería romperlo, además, era su primera vez, la primera vez de ambos, en realidad, aunque el chico mudo era mucho más puro que él.

Retiró ambos dedos del interior del chico, para tomar su miembro y posicionarlo en la entrada de Felix, quien se dió cuenta de lo que ocurría.

—¿Vas bien?— preguntó Chris, aunque le costó bastante hablar claro, teniendo lo que más deseaba junto a su punta.

Felix asintió, y Chris se sintió más aliviado.

—Seré suave— murmuró, mientras entraba de a poco en él, llegando casi completamente a su interior.

Felix era muy estrecho, apretado, casi asfixiante, rodeando su miembro cálidamente.

Sintió a su novio tensarse, apretándose más, retrayendo cualquier dilatación que una vez hubo.

Fue cuando sus ojos dejaron de concentrarse en eso y miraron más arriba.

Vió a Felix apretar las sábanas con sus manitos, mientras se mordía el labios y se aguantaba las ganas de retorcerse, con expresión dolorosa, las lágrimas en los bordes de sus ojos, algunas en sus mejillas.

En vez de escuchar un gemido, surgió un sollozo.

Chris salió de él rápidamente, Felix comenzó a respirar pesadamente, buscando aire, temblando, dejó caer sus piernas, que ya sentía sin fuerza.

El castaño lo tomó por los brazos, alzándolo, abrazándolo contra sí con fuerza, acomodando el rostro de Felix sobre su hombro, dejándolo llorar.

—Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento...— repetía, meciendo a Felix en un intento por calmar el llanto—. Quizá fue demasiado, bebé, lo siento... n-no quise que doliera tanto, perdón, no me dí cuenta...

Felix negó, limpiando sus lágrimas con brusquedad, lo alejó un poco para mirarlo.

Alzó su mano en una seña.

“Está bien”. Dijo, con una sonrisa forzada, pero feliz, sabiendo que Chris había parado.

Se había desesperado, se sentía a punto de quebrarse, muy apretado en su interior, sin poder moverse, asfixiante...

Pero Chris se había dado cuenta de su dolor, y lo había dejado, tal como dijo que lo haría, y por más que seguía sintiendo esa zona incómoda, se sentía bien porque tenía al mejor novio del mundo.

—¿Me perdonas?— Chris se veía completamente arrepentido.

Felix asintió, dejó un corto y tierno beso sobre los labios del castaño, para enfatizar.

Chris rió un poco, más tranquilo.

—No puedo dejarnos así— dijo, mirando hacia ambos miembros, aún erectos.

Alzó sus ojos hacia un ruborizado Felix, quien asintió, mordiéndose el labio con una sonrisa.