✧ Ochenta y uno ✧
Pasaron los minutos y Felix seguía sin poder dejar de llorar, ignoraba las palabras de Chan que intentaban calmarlo.
El castaño comenzaba a preocuparse un poco.
—Vamos a lavarnos, Lixie— dijo, antes de cargarlo, con los brazos del otro rodeando su cuello y las piernas abrazando su cintura.
El baño era limpio, con una ducha especial para JiSung, y una silla de plástico donde el castaño -JiSung- se sentaba para no dañar la silla en la que se movía, y que Chan usó para sentar a Felix.
Bañó el cuerpo de su novio primero, sus sollozos se habían calmado, pero seguía dejando fluir lágrimas.
Al terminar lo miró dedicándole una pequeña sonrisa.
—¿Estás bien?
Felix asintió, murmurando, no lo había dejado de hacer desde que habían acabado, Chris comenzaba a fastidiarse con eso, pero no podía culparlo, así que no dijo nada.
—Me ducharé rápido y saldré, ¿quieres ir al cuarto y vestirte?
Felix volvió a asentir, Chris dejó un beso en su frente antes de que se levantara, saliendo del baño.
Cuando terminó la ducha, se sorprendió al ver que Felix, además de hacer lo que había dicho, había ordenado la ropa que habían tirado y había sacado las sábanas manchadas.
—Hay que decirles a los demás— dijo Chris, refiriéndose a la ya no-mudez de Felix.
Tomados de las manos, salieron de la cabaña, con intención de ir al comedor o a donde vieran gente.
Quizá para su desgracia, la primera persona que encontró fue MinHo, quien se había quedado esperando en el comedor, mirando por la ventana hacia las cabañas, a que ambos chicos terminaran, y al verlos salir había ido corriendo hacia ellos.
—¡Mierda, Chan! ¿Qué eres? ¿Un vampiro?— habló a unos metros de distancia, podía distinguir las marcar en el cuello de Felix sobresaliendo del cuello de su remera.
Parecía que iba a decir algo más, pero frunció el ceño al ver los ojos enrojecidos por el llanto de Felix, y sólo le tomó unos segundos más en captar los murmullos que el castaño decía.
—¡Lixie!— gritó con felicidad, abrazando al chico—. ¿Qué pasó? ¿Puedes hablar? ¿Puedes decir MinHo? ¿Min-Ho?
—Min-Ho.
Felix rió, por primera vez, para pedido de ambos, una risa dulce y tierna, llena de felicidad.
—Oh, Chan, no llores, marica.
—Tu también estás llorando, marica.
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