✧ Cincuenta y tres ✧

Esto es 🍋 ( something like that, yo advertí )

Por la mañana, lo primero que vió Felix a estirarse y abrir sus ojitos, fue a un Chris ya vestido, pero acostado a su lado, usando el celular.

—Buenos días, lindo— coqueteó el castaño, haciendo que Felix se ruborizara y sonriera, hasta que vió el celular y lo reconoció, arrebatándole de las manos de su novio—. ¡Lixieeeee, vamos! Hace como una semana no uso el celular, ¿sabes la abstinencia que tengo?

Ignorando sus palabras, el chico mudo dejó su celular sobre la mesa de luz, se quitó las sábanas de encima para levantarse, pero, para extrañeza del otro, las volvió a colocar sobre su cuerpo, metiéndose de nuevo a la cama.

Chris frunció el ceño, pero no quiso preguntar.

En cambio, fue él quien se levantó, acomodando un poco su ropa, calzando unas pantuflas, dispuesto a ir abajo.

—¿Vienes a desayunar?— le preguntó, a unos pasos de la puerta.

Notó que Felix estaba muy ruborizado, al punto que parecía un tomatito, el chico negó.

Chris notó que estaba incómodo y nervioso, por algo.

Y además, si él no lo obligaba a desayunar, la señora Lee lo haría, así que Felix nunca se negaría sin alguna razón importante.

Chan se acercó a la cama de nuevo, sentándose junto a él.

—¿Qué tienes, bebé?— preguntó, dejó unos cuantos besos en el rostro se Felix, aunque el chico volvió a negar, dando a entender que no quería decir nada al respecto—. Anda, dime— Chan acarició sus mejillas, sus miradas se encontraron—. Sé que te pasa algo, puedes decirme.

Felix suspiró, le hizo una seña para que se levantara, Chris lo hizo y lo vió levantar las sábanas de nuevo, y le tomó un momento notar que era lo que le incomodaba tanto a su novio.

Chris rió un poco.

—Es sólo una erección matutina, Bokkie— dijo, con una sonrisa—. Es normal, no tienes que avergonzarte— Chris volvió a sentarse a su lado—. Anda, ve al baño, desquítate, y te espero abajo con el desayuno.

Felix negó, haciendo un mohín.

—¿No?— Chris frunció el ceño—. ¿No qué?

El mudo suspiró, tomó su celular y escribió en la aplicación de notas.

“Se irá solo. Tengo que esperar un rato”.

Chris leyó varias veces las palabras, una parte de él no podía creerlo.

—Felix, tú... ¿no te tocas?— preguntó, de la forma más sutil.

Felix era especial, único y como quieran decirle, pero seguía siendo un adolescente de dieciséis -casi diecisiete- años, ¿qué persona a su edad no se tocaba?

Para su sorpresa, el otro negó, y Chris permaneció unos segundos en silencio y hasta que pudo creerlo, para entonces, Felix volvía a tener una expresión avergonzada en el rostro.

El mudo apartó la vista de Chris, mirando a un lado, tomó las sábanas como para volver a esconder aquellos y el castaño se arrepintió un poco por su actitud.

—No, no...— detuvo la mano del otro, tomándola, haciendo que Felix lo mirara de nuevo—. No es algo que deba ponerte incómodo, es normal, ¿lo sabes?

Felix asintió, claro que lo sabía, él no era ningún idiota como para no saberlo.

Chan abrió la boca para decir algo, pero pareció arrepentirse, en cambio, se levantó para cerrar la puerta del cuarto y al regresar a la cámara estaba completamente ruborizado.

Felix, sin saber qué esperar, se sorprendió cuando Chris atacó sus labios, no de la forma lenta y cariñosa como solía hacer, sino más húmeda, con su lengua recorriendo su boca y sus labios provocando chasquidos.

Aunque no podía decir que no le gustaba.

Un jadeo sin permiso salió de sus labios cuando sintió las manos de Chris debajo de la tela de su pijama, tocando su piel, tampoco lo detuvo.

Los dedos de Chan fueron hasta el elástico bde los pantalones de Felix, comenzó a bajarlos con lentitud, hasta que el mudo notó lo que estaba haciendo y apartó el rostro, cortando el beso.

Vió que negaba, y creyó ver lágrimas en sus ojos.

—Bokkie— lo llamó con suavidad—. ¿Qué pasa?

El otro tardó un momento en tomar el teléfono y escribir.

“No quiero tener sexo contigo”.

Algo en el corazón de Chan se rompió, y Felix lo notó en sus ojos, se apresuró a escribir.

“No ahora. No estoy listo”.

Chris se quedó mirando las palabras un momento.

Se acercó al rostro se Felix, bajando el celular, dejó un lento y cariñoso beso en los labios de su novio.

—Te esperaré todo lo que quieras hasta que estés listo— dijo, bajo—. Pero déjame hacer esto.

Felix tardó un segundo en asentir.

Christopher acomodó el cuerpo de Felix sobre la cama, haciendo que este apoyara toda su espalda sobre las sábanas, para así alzar sus piernas y bajar los pantalones.

Dió una última mirada al chico antes de bajar sus boxers, dejando totalmente descubierta su erección.

Felix cubrió su rostro con sus manitos, totalmente avergonzado.

Chan rió un poco, de ternura, por ese gesto.

—Bebé...— tomó una de sus manos, haciendo que la mitad de su rostro quedara al descubierto, encontrando sus ojitos detrás de sus mejillas enrojecidas—. No hay nada de qué avergonzarse.

Sin soltar la mano de Felix, Chris se inclinó hacia el miembro de su novio, metiendo su totalidad a su boca.

El cuerpo de Felix se tensó ante eso, y Chris comenzó a dejar caricias en su mano, mientras subía y bajaba con los labios apretando alrededor del falo del otros hasta que se relajó, dejando que el castaño pudiera comenzar a oír las respiraciones pesadas, que luego nde hacían jadeos, que venían de la boca de su novio.

Lamió y succionó, recorriendo con su lengua cada punto del otro, dando énfasis de sus movimientos en la cabeza.

Por su parte, YongBok sentía que iba a explotar en cualquier momento, y no quería que eso pasara.

Se sentía morir de vergüenza, a pesar que lo estaba disfrutando, aunque no quería concentrarse en eso, si no, ya habría acabado incluso antes de comenzar a contar los números impares.

Sintió la calidez de la boca de su novio dejar de rodear su miembro, pero de inmediato, la mano de Chan la reemplazó, recorriendo toda la longitud de su miembro.

—Sé que estás haciendo trampa, Felix— habló el castaño, en tono grave, que hizo que un escalofrío recorriera su columna—. Te dije que sin vergüenza, bebé. Disfruta.

Felix le hizo caso, sintiendo el tacto de Chris sobre su miembro, rápidamente se olvidó del mundo, hundiéndose en los espasmos de placer que sentía.

Un sonido, agudo, extraño para él, salió desde el fondo de su garganta.

Felix se llevó ambas manos hacia su boca, con los ojos muy abiertos.

Un sonido. Había hecho un sonido.

Escuchó a Christopher reír, con alegría y con ternura.

Sin dejar de mover su mano, Chris se acercó a su rostro, dejando un beso rápido sobre sus labios.

—Está bien, Felix— acercó sus labios a su oreja—. Gime para mi, bebé— susurró, haciendo que un nuevo espasmo recorriera el cuerpo de Felix.

El castaño regresó a la felación, esta vez con más ganas, golpeando su garganta con el miembro de Felix, escuchando sus jadeos, y cada tanto, hermosos gemidos.

El cuerpo de Felix se tensó, con un último y largo jadeo, liberando toda su esencia en la boca de Chan, quien tragó cada chorro, hasta que el falo estuvo relajado en su boca, no se apartó.

Vió a Felix con una sonrisa, todo ruborizado, con la frente sudorosa y respirando pesadamente, aún con el placer en el rostro.

Christopher le sonrió, acomodó su ropa, vistiéndolo de nuevo, dejó besos en sus mejillas y se dirigió hacia la puerta.

—Ahora el que tiene el problema soy yo— dijo, con algo de gracia—. Estaré en el baño, prepárame un café.

Felix sólo asintió, y Chan le mandó un beso volador, haciéndolo sonreír.

salamadre. jsjs.

pregunta, ¿les gustaría que les comenzara a dejar preguntas al final de los capítulos?

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