NARRA ELIZABETH:

Cuando llegue a la escuela vi como Pietro y Amanda se paseaban de la mano, al parecer la cita en el cine les había resultado de forma positiva, aunque no me alegraba, supongo que estaba bien, la obra estaba pronta a su presentación, así que me estaba preparando mentalmente para poder presentarme delante de muchos estudiantes, aunque no fuese el personaje principal podría ser bueno salir de mi zona de confort de vez en cuando.

Me acerqué a mi pupitre, y comencé a acomodarme para sentarme, vi cómo Pietro se venía acercando a mí.

— Hola Eli, ¿el día está hermoso, no?, el sol está brillando como nunca y el cielo está despejado — dijo sonriendo.

— Ah, sí, creo que es el verano, el cielo siempre se ve así de cualquier manera.

— Me encanta tu positivismo — dijo.

— Peter, Amor, ¿Por qué no pones tu escritorio junto al mío?— escuche cómo Amanda le hablo.

— Sí, de inmediato.

— Vaya, qué buen chico —dije.

— Lo siento por quitarte a la única persona que te hablaba Elizabeth, pero el ahora es mi novio, espero no te moleste que me haya quedado con él.

— Felicidades de hecho, pienso que te hacía falta una pareja, ya que le estabas dando alas a todos, lo bueno es que al fin te decidiste por uno— dije sonriendo.

Las clases comenzaron, y oía cómo los chicos se ponían románticos, era un tanto desagradable verlos, porque Amanda se sentaba algunos puestos delante de mí, trataba de mantenerme serena, para que nada de esto provocara algo en mí, sabía que no tenía motivos para molestarme, pero inconscientemente lo estaba haciendo, me estaba molestando, y si no era capaz de controlar mis emociones con ello mis poderes también serían un caos.

***

El escenario estaba vacío, al parecer hoy no había prácticas, así que aprovecharía para ensayar un poco, una de mis escenas era una canción de la Reina, contando lo mucho que le gustaba cortarle la cabeza a las personas, así que puse mis audífonos y busque una canción cualquiera en la radio que conociera para poder practicar y que todo saliera afinado y tal como lo planeaba al cantarla.

La radio me lanzo la canción hopelessly devoted to you, creía que las canciones últimamente me estaban tratando de decir algo.

Cuando comencé a cantar y analizar la letra, recordaba el casi beso con Pietro, ¿pero por qué me molestaba?, ¿acaso quería que me besara?, quizás solo me sentía decepcionada por lo rápido que se había ido con otra persona (já, y eso que hablaba del señor velocidad), o quizás si me gustaba un poco, pero como nos conocíamos hace tan poco no quería aceptarlo

Cuando termine de cantar estaba el chico de lentes, el que me había dado la flor media muerta, comenzó a aplaudir como si su vida dependiera de ellos.

— Bravo, cantas muy bien, ¿esa canción va dedicada a alguien? — pregunto.

— No, solo fue una canción que estaban pasando por la radio, ya que tengo que cantar en la obra — dije.

— ¿Me recuerdas?, soy el chico de la flor del otro día.

— Sí, te recuerdo.

— Soy Max, solo quiero decirte lo brillante que eres, no entiendo porqué prefieren a Amanda, si solo es una zorra, siempre la veo besándose con muchos chicos.

— Muchas gracias —volví a decir— bueno, la vida de ella no le concierne a ninguno de nosotros — conteste.

— Pero tú eres amiga del chico que está saliendo con ella.

— Sí, pero aunque le dijese algo dudo que me crea, no hay peor ciego que una persona enamorada.

***

NARRA PETER:

Estaba en el parque junto Amanda, ella no paraba de hablar lo mucho que quería ir al baile, ¿pienso que quería que la invite?, no era tan listo en ese sentido, las indirectas le podían caer a todos menos a la persona que realmente se la estabas enviando, había que ser directa con los hombres.

— ¿Qué hay entre tú y Elizabeth? — pregunto Amanda de la nada.

— Nada, en realidad, nos estamos conociendo como compañeros, no es tan mala como la pintan — me encogí de hombros.

— Hay un rumor sobre ella, dicen que viene de una familia de brujas, y que ella también lo es, además que tampoco se molesta en tratar de encajar, luce tan... diferente a nosotros.

— ¿No creo que conozcas a más personas con el cabello plateado?, ¿o sí?

— ¿Estás defendiéndola?

— No, a lo que me refiero, es que no deberías juzgar a las personas como lucen.

— Bueno Peter, supongo que tienes razón, ¿mañana donde me llevaras?

— ¿Mañana?, no tengo pensado nada, la verdad.

— ¿Te gustaría conocer a mis amigos?, mañana es viernes y muchos de los chicos y las chicas irán a la fiesta que daré en mi casa, anímate y anda.

— Sí, está bien, sería bueno poder despejarse de todas las cosas de la escuela.

— Así es — dijo Amanda besándome.

— Eres demasiado, Linda, ¿Lo sabes?

— Lo sé —respondió.