I Wanna Be Yours - Arctic Monkeys

Dedicado a: Cami-Potter

Si te gusta el café caliente
Déjame ser tu cafetera
Tú eres la que manda, nena
Solo quiero ser tuyo

¿En que momento acepto acompañarlo? Anne puso los ojos en blanco al oír todo él plan de su amigo para ir al mundial Qatar, no era fanática del fútbol pero tampoco le disgustaba por lo que había aceptado acompañar a su amigo Andrés.

-Me se él plan de memoria.-mencionó Anne para después mirar la habitación del hotel.

-No esta de más que te lo repita.-pronunció Andrés burlón, Anne le puso atención a todo lo que decía después de todo era un viaje para disfrutar él partido de Argentina vs Arabía.

Las posibilidades de que conocieran a los jugadores era de cero, al menos ella eso le decía a su amigo, por lo que jamás imagino que en ese partido conociera a Lionel Messi. Podía recordarlo perfectamente, después del partido, donde se emociono al ver que Argentina ganó, no supo en que momento Andrés se había perdido entre la multitud.

Maldijo en voz baja su mala suerte, buscó y busco sin detenerse hasta que finalmente ella estaba perdida.

Mientras que Messi se había quedado atrás, diciéndoles a sus compañeros de equipo que simplemente se fueran sin él, y vaya que se alegró de haberlo hecho al toparse con una mujer de cabello color castaño y unas facciones bonitas. Pero sobre todo esos ojos color azul.

-¿Te encuentras perdida?.-preguntó él acercándose.

Anne estaba sorprendida, sin embargo oculto su sorpresa y sonrió avergonzada.

-Lamentablemente si, no encuentro a mi amigo.-contestó ella.

-Te ayudaré a encontrarlo.-pronunció Lionel sintiéndose nervioso, Anne asintió agradecida.

Se quedaron un momento platicando sobre las vivencias de Anne en Argentina.

Lionel la escuchaba con atención fijándose en cada detalle de su rostro.

-Nunca creí conocerte, así que soy la persona más feliz del mundo.-comentó haciendo que Lionel sonriera.

Definitivamente Lionel Messi quería seguir en contacto con Anne Rodriguez.

Déjame ser tu medidor de electricidad
Y nunca me descompondré
Déjame ser el calentador portátil
Sin el que te enfriarás

Cada día siempre mandaba mensajes o la llamaba con tal de escuchar la voz de Anne.

Pero esta vez la visitaría, últimamente sus pensamientos estaban en torno a ella. 

-¿Qué haces aquí, Lionel?.-inquirió Anne sorprendida pero aun así sintió emoción ante el gesto de él.

-Quería verte.-confesó Lionel nervioso.

-Pasa, disculpa si esta un poco desordenado pero tuve bastante trabajo.-Anne camino hacía la cocina mientras que Lionel decidió seguirla no quería perderse ningún segundo de su compañía hasta que finalmente vio lo que estaba sirviendo.

-Deja te ayudo.-Dijo Messi antes de tomar una de las charolas con cuidado, ambos quedaron muy cerca y él aprovecho a ver cada facción de su rostro, realmente era guapa, su nariz refinada, sus labios carnosos, y no podía dejar de ver esos bellos rizos, juraría que debían ser igual de suaves como se veían.

Ella se mordió él labio nerviosa.

-Gracias, es bueno verte otra vez.-habló Anne desviando la mirada sintiendo su corazón latir demasiado rápido.

Lionel descubrió más sobre la vida de ella, como el hecho de que hubo un tiempo que intento entrar en el mundo de la fotografía, pero su mamá enfermó de gravedad y prefirió buscar un trabajo para brindar el dinero necesario para los tratamientos, el castaño se alegró que su mamá estuviera actualmente en buenas condiciones.

Anne le mostró una cámara pequeña, Lionel sonrió al ver como hablar del tema la ponía feliz.

-Me sorprende que no tengas pareja.-Comentó él haciendo que Anne riera entre dientes.

-Puedo decir lo mismo, él gran jugador de fútbol sin pareja.-dijo ella y él suspiro al tiempo que se encogía de hombros.

-Simplemente no ha llegado la indicada.-habló Lionel.

-Oh no ha llegado la que cumpla con tus expectativas.-Pensó Anne en voz alta.

-Si ha llegado pero no se si yo cumpla sus expectativas.-expresó Lionel observando a los ojos a ella. No se retractó de lo que dijo, aún menos cuando ambos se acercaron y terminaron compartiendo un apasionado beso, Messi acerco más él cuerpo de ella a él.

Los labios de Anne eran dulces y mas suaves de lo que pudo imaginar. Podía sentir su aroma y sus manos en su nuca para poder profundizar el tacto, sintió unos brazos rodear su cuello y empezar a acariciar su pelo.

Tuvieron que separarse para tomar aire, no pasó demasiado tiempo hasta que volvieron a unirse.

Los secretos que guardo en mi corazón
Son más difíciles de ocultar de lo que pensé
Tal vez solo quiera ser tuyo
Quiero ser tuyo, quiero ser tuyo

Anne sonríe ante esos recuerdos definitivamente desde esa vez se sentía como la mujer mas afortunada del mundo, aunque era un poco agobiante ser perseguida por algunos paparazzis.

Pero al menos podía decir que valía la pena.

Ambos se acostaron en la cama y Lionel aprovecho para hacerle cosquillas a Anne.

-Alto.... Espera.-decía Anne entre risas hasta que finalmente Messi la atrajo a su regazo.

-Tengo algo muy importante que decirte.-hizo una pausa. No podía pasar mas tiempo sin ella por lo que con movimientos sigilosos abrió él cajón de la mesita de noche.

-Anne desde que te vi por primera vez sentí algo muy especial por ti y no es hasta ahora que me doy cuenta que te necesito conmigo. Anne Rodriguez ¿Me harías él honor de ser mi esposa?.

Ella lo miro, atónita. Al ver como él sacaba una pequeña cajita de terciopelo y al abrirla dejo ver un pequeño y hermoso anillo.

-¡Si, si quiero!.-Exclamo Anne sonriendo completamente feliz.

Los dos se rieron. Él se inclinó y
rápidamente le besó la frente, luego
le besó los labios suavemente. Ella le
devolvió el beso, lo que llevó a que se
besaran.

Lionel atacó su cuello con suaves besos. Se sintió como la persona más afortunada que existía en ese momento.

-¿Te he dicho alguna vez lo
afortunado que soy por tenerte?.-inquirió Lionel mirándola

-No, pero aquí la afortunada soy yo.-repuso Anne de forma juguetona.

-Tengo tanta suerte como tú, amor.-
Ella sonrió de manera dulce y luego lo
atrajo en un fuerte abrazo.

-Gracias por todo, Leo.

-Te amo.-dijo él para después sentir los labios de Anne sobre él.