El camino de un artista es uno difícil.

Difícilmente, se crece con los privilegios de una familia con buena posición social, con las conexiones necesarias para llegar al éxito, y poder explotar tu talento.

Talento, eso era incluso más escaso.

Talento real, puro. El talento que más veces de lo que debería, era ignorado.

Que tortura será nacer con tal talento, pero ser visto como un don nadie, jamás alcanzar ese máximo potencial.

Que horror morir sin más, la flama de tu arte apagándose contigo.

No trascender, era ese el mayor miedo de Yoongi.

Yoongi descubrió su talento muy joven, todo por un día de pura suerte.

Sus padres eran de clase media, sin nada especial. Su padre pasando más tiempo trabajando en la ventanilla de un banco que en casa. Y su madre siendo la secretaria de un doctor decente y algo conocido en la ciudad de Bath.

Bath, una pequeña y aburrida ciudad, situada a 156 kilometros de la pretenciosa y costosa Londres.

Yoongi nunca se había quejado de donde nació su estatus social.

Iba a la escuela como cualquier otro niño, creciendo en su simple casa de un piso con un jardín medianamente grande.

A la corta edad de 10 años, no pensaba en el futuro, mientras que la pesadez de los sueños y la pasión era algo que desconocía; pero que una fría noche de Navidad cambiaria para siempre.

"Sohee, pero si tu niño solo crece y se vuelve más guapo" Lee Sunmi le sonreía a la señora Min, la madre de Yoongi. Quien solo sonrió a su hijo que estaba sentando en la alfombra de los Lee.

Lee Sunmi y Lee Taemin eran unos viejos amigos de sus padres, mucho más adinerados que ellos claramente.

Pasaban Navidad con ellos cada tanto, después de todo, ellos solo visitaban Bath durante vacaciones, viviendo una mucho más interesante y atareada vida en Londres.

"Ya es todo un hombrecito" Taemin pasó a su lado, revolviendo su cabello con una sonrisa antes de volver al padre del menor "Hey Siwon, querrás ver lo que traje desde Londres a la casa, fue todo un tema el estar al tanto que esos idiotas trabajadores no lo arruinarán de camino"

Yoongi pasaba sus dedos sobre los dibujos que terciopelo rojizo que tenía de detalle la alfombra. Escuchando a su madre seguir su plática sobre vestidos con Sunmi, y los pasos de los otros dos adultos por el salón.

"Wow ¿Cuánto te costó esto?" Yoongi levantó la vista al fin, después del tono sorprendido de su padre.

Miro como Taemin al fin lograba quitar por completo aquella sábana, revelando el bello piano.

Yoongi abrió bien sus ojos, mientras veía a su padre acariciar la cola del piano, mirándolo con detenimiento.

"No entiendo tu obsesión con los instrumentos Taemin" Siwon rió "Eres terrible en ello, desde que estábamos en la escuela"

"La práctica hace al maestro Min"

"Si, tú práctica lleva más de 20 años"

"Shhh, ya" Taemin rodeo los hombros de Siwon con un solo brazo, guiándolo hacia uno de los enormes muebles que tenían en la sala de estar, justo al lado del árbol de Navidad. "Fumemos algo, se que esto si te encantára"

Yoongi no podía despegar los ojos del hermoso piano, tan bello, brillante ante las luces Navideñas.

Se paro lentamente, sin ser notado por sus padres o los dueños del hogar.

Con delicadeza, paso sus dedos por las teclas, recordando el piano de su escuela.

Pero el piano de su escuela solo era un triste pedazo de madera despintada, con dos notas que no sonaban y las demás desafinadas, siendo tocado por su maestra de música por una hora mientras los hacia repasar las notas en un coro.

Este piano era precioso, parecía sacado de uno de los cuentos ilustrados que tomaba de la biblioteca de la escuela debes en cuando.

Se sentó en el banquillo de cuero, sonriendo un poco antes de volver a pasar sus dedos por las teclas.

Presiono una, dejando salir un dulce sonido del instrumento.

No tenía experiencia tocando, pero sabía algo de ver a su maestra.

Y así se decidió por intentar por una de las simples tonadas que había repasado hasta el canción en el coro escolar.

Ante el sonido de la música, Siwon se volvió, separando el habano de sus labios mientras Taemin encendía el propio, entre sus dedos.

"Oye, Yoongi. No toques-" Pero Siwon se quedó en silencio al ver a su hijo concentrado en las notas, fallando casi apenas, haciendo una tonada reconocible, infantil pero bien ejecutada.

Sunmi tomó la taza de té que una de sus mucamas había dejado frente a las dos mujeres.

"No sabía que Yoongi tomaba lecciones de piano" Comentó, acercando sus labios a la pieza de porcelana.

"No lo hace..." Sohee miro a los ojos a su marido, que parecía igual de sorprendido que él.

Yoongi miraba sus dedos sobre las teclas, sonriendo para si ante el sonido de la música, la sensación de las teclas sobre sus dedos, acariciándolas con devoción, su corazón acelerándose como el tempo de la melodía.

Era como nada que había experimentado.

Se sentía tan... libre, pero en casa al mismo tiempo.

Como encontrar algo que le faltaba, un espacio que ni siquiera había notado.

Terminó con una última nota, su corazón aún saltando sobre su pecho.

Pero sintió unos ojos sobre él, lentamente despegando sus ojos de las teclas y encontrándose con Taemin, tomando una calada de su habano sin dejar de mirarle.

"Perdón señor Lee" Soltó, ahora asustado de una reprimenda "No debí tocarlo sin su permiso. Pero no lo rompí, solo quería saber como... como es que-"

Taemin le sonrió, antes de volver a revolver su cabello con cariño y ponerse en cuclillas frente a él, quedando casi a la altura del niño en el banquillo.

"¿Habías tocado antes, Yoongi?"

"No, solo... eso hace mi maestra en clase. Solo copié lo que hacia"

"Entonces ¿Acabas de hacer eso con solo tu memoria y tu oído?"

"Creo" Yoongi miro a su padre, esperando que este no estuviera enfadado por tocar el caro piano de su amigo, pero solo se encontró con la gran mirada sorprendida de este.

Taemin asintió, antes de volver a sonreírle, ahora más ampliamente.

"¿Qué tal si vienes a practicar aquí debes en cuando? ¿Uhm? Tienes... talento"

Talento.

¿Será una bendición o una maldición?

Nadie puede decirlo con certeza.

Pero hubo un antes y un después de que esas palabras llegaran a los oídos de Yoongi.

La separación entre ser alguien más del montón, otro niño más; a prometer algo más.

Wow, no se porque pero ya desde el inicio, estoy sintiendo una gran atracción hacia este fic.

De verdad, solo quería empezarlo ya cuando estuviera más libre y al fin entregué mi último trabajo del semestre.

Aclaraciones del fic que son IMPORTANTES

- Esta ambientando en los años 1890.
Cuando Yoongi era pequeño serían los 1880.
Para referencia, sería como los años de la peli de "El Gran Showman"

-Pasa en Inglaterra.

-En este universo, las relaciones homosexuales no son mal vistas.

-Tampoco es mal visto que alguien masculino tome un rol "femenino" en un obra o algo parecido. Al igual que alguien femenino tome un rol "masculino"

Con eso aclarado, espero les guste el fic.

-RainyNat🌻💙