El amor, que más se puede decir sobre él después de todo lo ya dicho por miles de autores en millones de libros, poemas y sobre todo en canciones. Dicen que es peligroso, dulce, misterioso, mágico e impredecible. Dicen que puede hacerte el más débil del mundo y a la vez el más fuerte, todo depende de la clase de amor que elijas sentir y tener en tu vida. ¿Cuál elegiste tú?

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Derek llegó muy temprano para practicar antes que den inicio las clases, pero el destino le guardaba una no tan agradable sorpresa pues Eriol estaba junto a Leyla en la cabina de audio en el salón de música. El alistamiento de ruidos externos dentro de la cabina ocultaba por completo la presencia de Derek, pero no cubría las voces que salían de la misma cabina, así fue como él supo que escuchaban una canción juntos y aunque ninguno se percató de la presencia del otro chico él se escondido de su mirada lo más pronto que pudo.

Su curiosidad sería más fuerte y trataría por todos los medios de escuchar la conversación que ambos parecían mantener.

—¿Y qué tal? ¿Crees que sirva? —se oyó preguntando a Eriol.

—Sí, me gusta mucho la melodía que le pusiste, gracias.

—Te dije que sería genial, me debes una hamburguesa —exigió tomando una botella de agua que se encontraba cerca de él.

—De acuerdo, pero tú pones las gaseosas —replicó ella sonriendo.

—Ok —aplaudió él—. Tu carácter a mejorado, antes hubiera jurado que solo te hubieras ido sin darme una respuesta.

—Quizá lo haga ahora —bromeó acercándose más hacia él.

—¿Quieres salir conmigo? —El objetivo del chico era lograr que ella se sonrojara lo que finalmente logró, pero también consiguió algo que no esperaba, una sonrisa y una respuesta.

—¿Hablas en serio? —dudó Leyla manteniendo distancia.

Eriol movió la cabeza en señal afirmativa y Leyla se apoyó en el hombro del chico para abrazarlo, pero se alejó al poco tiempo.

—Lo siento —se sonrojo—. Debes pensar que estoy loca —pensó para sí misma, pero término diciéndolo en voz alta.

—No lo pienso —sonrió atrayendola hacia él con una mano, beso su frente cuando ella se agachó.

Leyla levantó su cara y se encontró con la mirada de Eriol para luego sonreír al mismo tiempo que él.

«Buena suerte, no lo arruines» —Derek dirigió esas palabras a su amigo desde sus pensamientos. Derek levantó su mochila que antes había apoyado en el suelo para agacharse y escuchar aquellas palabras que ahora prefería no recordar, sin embargo estaba seguro de algo y era que deseaba ver a su amigo feliz por esa razón procedió a retirarse del lugar con cautela.

Lamentablemente el día seguiría siendo incómodo ya que al ver a sus amigos descubrió una verdad que también deseaba borrar de sus recuerdos pues había sido más que tonto y en más de una ocasión por no darse cuenta de lo que Leyla sentía por él antes.

—¿Entonces todos lo sabían? —cuestionó un tanto enojado.

—En serio estas ciego ¿Cómo no lo vas a saber? —replicó James.

—Esa chica siempre se pone nerviosa cuando esta cerca tuyo —comentó Jeremy.

—Pensé que era tímida, solo eso —alegó Derek.

—Puede ser, pero que hay con las canciones, siempre van dedicadas y es un claro mensaje.

—Además la escuela entera sabía que a ella le gustabas —agregó Jos.

—Eso quedó claro —bufó Derek—. Eriol —susurró antes de tomar sus cosas para salir de prisa.

—Pensamos que podrías desear matarlo, pero... —James notó que su amigo ya estaba lejos—. ¡Oye! ¡Aprende a escuchar a los demás! —gritó sabiendo que no lo escucharía.

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—No lo soporto más —se exaltó Melody al escuchar los escándalos de Drake en las noticias.

—¡Escúchame por una vez! —gritó él tratando de hacerla entrar en razón—. No es verdad, tienes que confiar en mí.

—Ya me cansé —confesó —. No quiero más secretos, todos siempre te emparejaran con una actriz, modelo o cantante con la cruzas miradas.

—Te expliqué desde el principio porque no podemos revelar nuestra relación —replicó Drake más calmado que ella—. Todos en la banda tienen prohibido revelar sus romances a la prensa.

—Pero tú eres el único que es mediático ahora mismo —le recordó.

Los padres de Drake manejan una gran compañia por lo que siendo el heredero casi siempre se ve envuelto absurdos rumores de posibles romances. A diferencia de los demás integrantes de la banda que no tienen que ocultar sus relaciones amorosas a excepción de la escuela, pues la banda aún no debutaba y el acoso de la prensa hacia ellos no era frecuente.

—Lo sé, lo siento. Realmente lo siento —repitió causando la irá y frustración de Melody.

—Ya veo —contestó fijando su mirada en sus ojos como esperando que una respuesta adicional la cual nunca llegó—. Me iré ahora —susurró conteniendo las lágrimas.

Era absurdo, pero por un momento deseo que él la viera llorar, de ese modo al menos sabría que la hirió, pero era un pensamiento tonto ya que él lo sabía de todos modos. Quizá lo que ella en realidad deseaba era escuchar algo más de su parte, algo que aliviará, aunque sea un poco su sufrimiento y le diera confianza.

Melody llegó de forma casi automática al campus de la preparatoria After Lock, no lo pensó ni siquiera le importó si no lograba ubicarlo lo único que sabía es que tenía que encontrar a Alec. Debía hacerlo ya que no había otra persona que la escuchará más que él. Alec la encontró primero, ella estaba sola sentada en medio de un banco de madera alejada de todos en medio del patio vacío.

—Hola Mel, ¿Cómo estás? —dijo casualmente sentándose a su lado.

—Alec. —De inmediato ella lo abrazo y rompió en llanto.

—¿Qué ocurre? ¿Estás lastimada? ¿Te sientes mal? —preguntó sin recibir respuesta, fue entonces cuando lo entendió—¿Qué pasó con él? ¿Qué te hizo esta vez? —cuestionó en un tono más amable, mientras correspondía al abrazo.

Melody no pudo responder y Alec se dedicó a consolarla, ninguno lo sabía, pero Dela estaba observándolos a la distancia.

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—¡Derek! —exclamó Eriol agitando una mano para saludarlo cuando recibió un golpe fuerte en la mejilla por parte de su amigo.

—Lo siento.

—¿Lo sientes? ¡Aush! ¿Por qué fue eso? —reclamó sujetando su mejilla.

—Leyla —mencionó—, ¿tú lo sabías?

—¿Quién te lo dijo?

—Imposible, ¿Fui el único que no lo notó? —Derek se reclamó así mismo.

Eriol aún no entendía todo, pero después de hablar con él, comprendió perfectamente lo que sucedió. Derek estaba enamorado de Leyla, pero desde un principio pensó que ella solo estaba interesada en Eriol ya que casi siempre estaban juntos era indudable que había algo entre ambos.

—Lo siento —se disculpó Eriol.

—Olvídalo, será mejor que nunca la hagas llorar —advirtió Derek—. A partir de ahora tú te encargaras de protegerla.

—No tienes que decírmelo —sonrió.

—Lo sé, pero no me rendire. Esto solo alarga la espera, no significa una derrota —giró para irse dejando a su amigo con dudas sobre sus palabras—. Nos vemos.

—¡Espera! ¿A qué te refieres con eso? No puedes ser un rompehogares, somos amohos —Eriol lo siguió.

Continuará...