🎵13. La melodía de los corazones rotos🎵
Dela
Se trató de un día complicado, incluso más agotador de lo que espera. Por otra parte mis sospechas eran ciertas, Alec había sacado conclusiones apresuradas sobre Brandon y ahora nos puso en aprietos. Por lo general mis padres escuchan y respetan demasiado las opiniones de mi hermano mayor, ya que es exitoso en su vida y trabajo, un ejemplo a seguir por lograr ser independiente a tan corta edad. Piensan que sus consejos siempre son acertados, por esa razón cuando él decidió que yo renunciaría ha ayudar a los chicos de la banda era seguro que mis padres me lo exigirían. De no ser por lo que pasó después, tal vez no hubiera pedido volver a ver ha ninguno de mis amigos de la preparatoria.
Después de lo que dijo Alec, seguí ha Brandon pensando que era lo mejor, de ese modo podría hablar y explicarle o al menos tratar de hacerlo. Debía admitir que el hecho de que confundan a tu hermano con tu novio es por mucho lo más vergonzoso que me ha podido pasar y era definitivamente difícil de explicar o poner excusas sobre ello. Alec estaba celoso y no podía negarlo por otro lado, Brandon seguro se daría por hecho de que hay o hubo algo entre nosotros.
—¡Dela! —llamó Alec, él me estuvo siguiendo todo el tiempo, mientras Brandon pretendía guiarme lejos de la preparatoria.
Me encontraba al otro lado de la calle, pero decidí cruzar nuevamente para verlo. Lo siguiente que recuerdo es el claxon de un auto y la voz de Brandon gritando mi nombre, todo fue tan repentino que cuando abrí los ojos Alec estaba junto a mí, a un lado de la autopista y cubría mi cabeza con una mano. Estaba muy sorprendida y asustada que apenas pude reaccionar para saber que fue lo que pasó exactamente.
—¿Estás bien? —preguntó ayudando a pararme.
—Sí —dije, pero en realidad me sentía mareada y parcialmente desorientada, no entendía como pero pareció como si él hubiera saltado para salvarme de ser atropellada.
Alec sonrió al levantarse junto a mí, pero cuando se tocó la cabeza de inmediato noté que esta lastimado. Él extendió su otra mano hacia mi antes de desmayarse.
—¿Cómo está? —pregunté una y otra vez al doctor que lo atendía, sin poder evitarlo estaba muy preocupada. Alec no despertaba después de que lo revisaran.
—Estará bien, sus heridas no son graves solo tiene algunos raspones y un golpe en la cabeza que no es de gravedad —afirmó el doctor, pero sin lograr convencerme.
—¿Y porqué no despierta? —cuestionó mi hermano usando la mismo preguntar que yo quería hacer.
—Solo es cansancio parece que se esforzó demasiado en el estudio o trabajo, no tiene relación con el accidente —explicó para luego retirarse—. Me tengo que ir, pueden llamarme cuando él despierte.
—Sí, muchas gracias.
Paso un hora antes de que Alec despertará, en ese tiempo el silencio seguía presente entre mi hermano y yo. Sabía que nadie tenía la culpa, pero aún así me sentía molesta con él y conmigo misma, ¿por qué él actuaba tan obstinado solo por un empleo de medio tiempo? ¿por qué no pude verificar las luces de la calle antes de cruzar la autopista? ¿por qué siempre lo arruino todo?
Estaba confundida y asustada hasta él se acercó primero.
—No es tu culpa. Lo siento —se disculpó sus ojos estaban vidriosos y se veía muy pálido.
—Está bien, no tienes que disculparte tampoco fue tu culpa. La imprudente fui yo, siempre lo he sido, pero no quiero dejar la banda.
—Entonces, no lo hagas.
—¿Hablas en serio? —pregunté al verlo decidido.
—Así es, estaba preocupado porque pudieras estar siendo explotada. Además los idols no son de fiar, muchos de ellos usan máscaras para ocultar sus horribles personalidades. Supongo que no quería que te vieras involucrada en mundo así, pero viendo a ese chico torpe protegiéndote y lo bien que pareces llevarte con esos niños, creo que puedo permitirlo sin son ellos —aseguró hablando bien de los chicos de la banda.
—Gracias, te prometo que no me metere en problemas —juré para ganarme más de su confianza.
—Eso espero, aun así hay algunas condiciones. Debes seguir prestando atención a los estudios y comer la comida casera de mamá —condicionó para darme su apoyo.
—De acuerdo, es un trato.
—Bien. ¡Ah! Mira parece que está despertando —señaló hacia la camilla en donde estaba Alec.
—¿Te encuentras bien? ¿Cómo te sientes? —fue lo primero que le dije a Alec cuando vi que abrió los ojos.
—Estoy bien —mintió, ya que se levantó con dificultad de la cama donde estaba recostado en el hospital.
—Hey tú, gracias por salvar a mi hermana —intervino Brandon sin ánimo de seguir una conversación salió de la habitación dejándonos solos.
Alec parecía confundido y no quiso responder, en su lugar buscó mi mirada para reprocharme por lo que pasó antes, cuando corrí hacia él sin fijarme en los autos.
—¿Cómo se te ocurrió correr de esa forma? ¿Sabes lo peligroso qué fue? —cuestionó enfadado.
—Lo sé, lo siento pero...
Interrumpió para abrazarme.
—Menos mal que estás bien —susurró en mi oído.
—Ya basta, ¿Quién crees qué eres para abrazar a mi hermana de esa forma cuando estoy aquí? —Brandon se molesto volvió entrar y nos separó de inmediato.
🎵🎵🎵
En la preparatoria Leyla había tomado una decisión. Terminaría su romance no correspondido por Derek, ella se había dado por vencida, ya que sentía y sabía que jamás lograría que la viera como algo más que una amiga.
—Alec siempre igual —sonrió Eriol conversando con los demás sobre lo que sucedió cuando Alec y Dela se fueron.
—Mira que pensar que es su novio cuando se trata de su hermano, definitivamente no tiene remedio —añadió Kat.
—Dela fue paciente hasta ahora, pero no creo que lo perdoné tan fácilmente —opinó Derek y miro a Leyla en señal de que quería que coincidiera con él.
Pero en su lugar ella respondió lo siguiente —Yo creo que solo fue una confusión, apuesto que por eso Alec fue tras ellos para disculparse. Dela es buena y lo entenderá.
—Sí, tienes razón —sonrió Eriol.
No lo dijo ni tampoco uso atajos para averiguar que fuera así, pero algo en él sabía que Leyla había cambiado. Eriol había percibido una sensación de nostalgia en su mirada y su sonrisa ya no era tan brillante y sincera como antes. Solo después de que se quedarán solos de regreso a casa, cuando él decidió acompañarla confirmaría que realmente algo la hizo cambiar.
Había silencio entre ambos, mientras caminaban por las calles de la ciudad con dirección a la estación de autobuses que estaba cruzando el puente Hang.
—¡Rayos! ¡Tengo hambre! ¿Quieres ir por pollo frito? —comentó Eriol como una forma de hacer más relajado el ambiente entre ellos.
—No gracias, no tengo hambre —contestó ella sin expresión en su rostro.
—Entonces acompañame a comer pizza —bufoneó haciendo caras graciosas.
—Ya te dije que no tengo hambre —repitió Leyla con la mirada baja. —Si deseas ir a comer puedes hacerlo, me iré primero te veo mañana.
—¡Espera! —la detuvo—. No sé hacer chistes y soy pésimo para entender casi cualquier cosa.
—No entiendo...
—Quiero decir que no pude y probablemente no pueda hacer nada para entenderte completamente o remediar algo de lo que te está pasando, pero si estás preocupada o triste por algo. Al menos puedo hacer esto. —Eriol la abrazo, como amigo quería consolarla de alguna manera y solo pudo pensar en eso.
—¿Qué? ¿Qué haces? ¡Sueltame!
—Puedes llorar no me importa, si eso te hace sentir mejor, está bien.
—¿Porqué lo haría no es como sino lo supiera desde un principio pero... —su voz se oía cada vez más quebrada y el llanto no tardo en aparecer—. Me gustaba, realmente me gustaba —dijo como para que el viento se llevará esas palabras lejos de ella.
Leyla estaba realmente muy triste por dejar ir la historia de su primer amor, era aun más doloroso saber que era un sentimiento que debía desaparecer en el silencio. Ella sabía que debía hacerlo por su bien, pero eso no evitaba el dolor. Debía desahogarse con alguien antes de que el sentimiento la derrumbara y gracias al cielo había una persona que siempre estaba cerca para escucharla. Eriol estaba en la misma situación, tan quebrado o más que ella, solo que él se reprochaba así mismo por ser tan cobarde y aunque lo haya prometido no puedo hacer nada para que Leyla y Derek se acercarán.
Apesar de todo eso era un consuelo para él poder estar a su lado, cuando ella más lo necesitaba, por esa razón estaba feliz, aunque sentía que había perdido antes de siquiera intentar algo.
Una vez Leyla se sintió mejor Eriol la convenció para que fuera junto a él a un lugar que la animaría.
—¿Dónde estamos?
—Ya lo verás —sonrió señalando hacia una cascada sin agua que había debajo de lo que parecía un puente.
Leyla estaba confundida, pensó que era una perdida de tiempo. Hasta que en menos de un segundo la cascada se activo, la tarde había dado paso a la noche y al parecer también al inicio de aquel espectáculo. En las aguas eran reflejadas figuras de diferentes colores, definitivamente era algo maravilloso.
—Y eso no es lo mejor, mira esto —gritó Eriol con todas sus fuerzas.
El lugar donde ellos estaban se encontraba vacío, así que no había nadie que les impidiera desahogarse dando un fuerte gritó.
—¡Los odio a todos! —bromeó Eriol gritando para que Leyla lo imitara y sd liberará de cualquier carga que sintiera.
—¡Detesto a todos! —gritó ella para luego sonreírle y darle un beso en la mejilla—. Gracias.
Para algunos el amor no tiene definición concreta solo toma la forma que le damos. El amor verdadero espera a llegar a nuestras vidas lo antes posible para quedarse por un largo tiempo.
🎵🎵🎵
A la mañana siguiente Alec pidió ayuda a Kat para preparar una sorpresa para Dela, pensó mantenerlo en secreto de los demás integrantes de la banda, pero su plan no fue del todo cauteloso.
—Pensé que necesitarías ayuda además estás latimado. —Kat seño su brazo vendado.
—No, ya te dije que estoy bien —replicó Alec sacudiendo el vendaje, pero una mueca de dolor lo traicionó.
—Bien, pero de todos modos ya les avisé —afirmó Kat.
—¿Eh?
—Es obvio que sin nosotros no ibas a poder hacer nada de nada, admítelo —ironizó James llegando con el resto de la banda para ayudar a Alec en su ya no tan secreta confesión.
—Por primera vez James tiene razón —agregó Jeremy—. Si te gusta una chica solo besala y ya, no veo porque hacer todo esto.
—Es porque Alec es diferente a ti, él si sabe de romance y no solo piensa en tener una y mil conquistas —intervino Kat frunciendo el seño.
—¿Y ahora qué hice? —Jeremy le susurró a Eriol, pero este evito responderle.
—No se queden ahí olgazaneando —les advirtió Kat.
Jeremy se quedó confundido, pero decidió ayudar a Alec. Al final de cuentas era su amigo y estaba dispuesto hacer cualquier cosa por más que personalmente no le encontrará sentido. Además de eso tenía curiosidad por saber la razón por la que Kat se comportaba tan distinta con él desde hace ya un buen tiempo.
Continuará...
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