III. El Viaje al Norte.
III. El Viaje.
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—¿¡Esa cosa era solo un Wyvern!?—.
Gritaron su pregunta la maestra Roxy, Talhand y Elinalise a la tres veces dotada recepcionista que se encontraba contabilizando la recompensa obtenida.
—Si, y uno muy grande debo decir. El encargado del trabajo debió haberse confundido.
Ahora entiendo porque se lanzo contra el suelo sin importar, hubiera podido alzar el vuelo de nueva cuenta solo con tener el espacio suficiente. En cambio los dragones, necesitan lanzarse desde muy alto para poder emprender el vuelo. Aun si, vaya mierda, me hubiera gustado ser conocido como "Zephyr Mata Dragones" nah, suena muy pretencioso, pero no está tan mal.
—Esta bien, teniendo en cuenta la recompensa por el trabajo así como su rango y los cadáveres que trajeron, su recompensa es de un total de cien monedas de oro—.
Comunicó la recepcionista con esa habitual sonrisa amable sacando una bolsa de cuero atada con un cordel.
—Desde nuestras viejas aventuras no recibíamos una recompensa tan grande—.
Comentó Talhand acariciando su larga barba mientras observaba discretamente a Elinalise.
—Nunca tuvimos una recompensa tan grande, hasta donde recuerdo, ni Ghislaine mucho menos Paul derribaron un Wyvern de ese tamaño—.
Por alguna extraña razón quiero apuñalar a la elfa promiscua, será por la mención de Ghi.. Ghis. No sé, solo siento la necesidad de enterrar mi espada en su cuello.
Ahora que lo noto, desde que volvimos, Roxy a estado muy callada. Espero que no tenga alguna clase de trauma por como mate a esos monstruos. Una mirada más de decepción y mando a la mierda el mundo.
—Zephyr ¿Estás escuchando?—
La elfa chasquea sus dedos frente a mi llamando mi atención. Cómo se atreve está elfa pervertida a chasquear sus dedos frente a mi. Carajo, debo alejar mi mano de la espada antes de que mi idea se haga realidad.
—Si, no pienso acostarme contigo—.
—Ni yo contigo pequeño mocoso enfermo. Hablábamos de como dividir la recompensa —.
—Ah eso, si. Pueden quedarsela, llevo mucho tiempo haciendo trabajos, lo único que quiero es eso.—
Elinalise miró a dónde apunte encontrándose con la recepcionista.
—Ya veo, eres un chico de pechos, no creo que puedas manejar dos y quieres a un demonio con tres senos,tientas mucho tu suerte—.
—Para su información mi calentona colega elfa, tengo la capacidad de complacer a cualquier mujer con solo mis dedos y/o lengua, además que no soy alguien de pechos prominentes, prefiero un buen trasero. Sin embargo, no me negaría un buen par de senos firmes—.
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Está elfa sucia me saca tanto de quicio que hizo salir recuerdos de mi oscuro pasado.
—En fin, volviendo, no me refiero a la señorita recepcionista,sino al trato anterior, solo una misión más y mi rango de aventurero sería de...—
—Por supuesto, rango S. Aquí tienes, has cumplido con todos los requisitos —.
La razón de que sienta mi rostro rojo de verguenza debería ser por qué todos miren como obtengo mi nuevo rango, pero no, es por revelar algo privado como mis preferencias por el sexo opuesto ante la elfa mitad elfa mitad sucubo que se encuentra a mi lado.
En serio debo alejar mi mano de la espada cuando esté cerca de ella, de lo contrario pasará una tragedia.
—Gracias.
Respondí guardando mi tarjeta de aventurero y ajustando mi abrigo. Bueno, y ¿ahora que?
—¿Que harás ahora chico?
Talhand llamó mi atención mientras guardaba su parte de la recompensa.
—No lo sé, hace meses que estaba pensando en viajar al norte, pero regresé aquí por el rango de las misiones, fue más fácil subir de rango gracias a eso. Supongo que ahora que lo eh logrado, lo mejor será volver a mi idea inicial de ese viaje.
—Bueno chico, si vas a hacer eso, creo que lo mejor será volver a separarnos. Tienes tus propios planes y nosotros los nuestros.
—Si, supongo que ustedes seguirán buscando a mi madre—. Talhand asintió. —Bien, en ese caso, iré a buscar en ese lugar. Aunque a decir verdad, dudo que madre siga por aquí. Si no han terminado, deberían seguir buscando y quizá después dirigirse a Begarito.
—Eso mismo pensábamos chico. Creo que el único lugar que aún no hemos explorado del todo es el océano y en definitiva las personas del mar no lo permitirá . Aunque ya nos hubieran hecho saber que hay un terrestre en sus tierras, bueno, aguas.
—Si, creo que lo mejor será comenzar entonces a explorar Begarito. Dejaré de lado la idea de crearme un nombre e iré con ustedes a buscar directamente.
—A, si, sobre eso. Es mejor que leas esto—.
Talhand me entrego una carta con el sello de los Grayrat, al menos el que recuerdo que usaba el señor Phillip. ¿Será de la señor Hilda? Fue lo primero que me cuestione, pero teniendo en cuenta que no tiene mucho que me fui, aunque tampoco fue como que me hubiera ido en la mejor de la situaciones.
Entonces si no es de ella. Ugh, solo espero que no se de el.
Al joven amo, Zephyr Grayrat.
Salvado, parece que es de Lilia.
Querido Zephyr, espero te encuentres a salvó, siento como si hubieran pasado décadas desde la última vez que nos vimos. No dejo de pensar en lo mucho que cambiaste desde que te convertiste en un pequeño tutor hasta que nos encontraste a Aisha y a mi cómo todo un guerrero. No sé lo digas a Paul, pero creo que ya lo has superado en el uso de la espada
Lo lamento, debería ser directa en mis palabra, sobre todo, sabiendo que no te llegarán en seguida. Paul a creado un grupo de búsqueda con varios de sus conocidos. Al momento de escribir está carta, hemos recibido información de otros grupos que informan no saber nada de la señora Zenith en las zonas donde realizaron sus respectivas búsquedas, solo rumores que no llevaron a nada, pero por ello, decidimos centrar esfuerzos en Begarito, para cuando recibas está carta habremos comenzado con la exploración de los laberintos registrados e incluso de los que no.
Paul quería decir algo en su propio puño y letra, pero lo vió inadecuado ya que no estado para ti o para el amo Rudeus en mucho tiempo. Así que lo pondré en mis palabras.
Tomen un descanso, tanto tu cómo el joven amo Rudeus. No creo que nunca llegue a ser capaz de comprender una parte de todo por lo que pasaste, y por eso mismo, te pido que tomes un respiro, vive como un chico de tu edad. Solo por esta vez deja que los adultos se comporten como tal.
Hazlo por mi Zephyr, no podría soportar que al verte de nuevo vuelvas a estar herido.
Te prometo que encontraremos a Zenith y tienes mi palabra de que, si algo llega a suceder, serás el primero en saber.
Pero por ahora, no lo sé, vive otro día para volver a estar todos juntos como una familia.
Con cariño,
Lilia Grayrat.
Por fin aceptó el nombre.
Fue lo único que pude decir después de terminar de leer. Doble el papel y lo guarde en mi bolsillo para después suspirar y mirar al grupo.
—Entonces creo que ya se que haré a partir de ahora.
—¿Qué será chico?
—Debo comenzar a ayudar a un viejo amigo. Necesitará toda la ayuda que le pueda conseguir.
Si no tengo la carga de tener que buscar a mi madre, puedo comenzar a ayudar a Orsted. Puede que sea el ser más poderoso de todos, pero incluso los más fuertes necesitan ayuda.
Mi vista se dirigió a mis breves compañeros de equipo que reían, incluso la maestra Roxy que ya parecía ser la misma de nuevo.
—Muy bien, entonces, yo iré a buscar a Rudy, le han estado dejando cartas en los edificios de gremio, pero no a contestado.
Eso sí que es extraño y preocupante.
—¿Tiene mucho que dejó de comunicarse?
Pregunté preocupado, a pesar de lo que pasó, sigue siendo mi hermano y lo normal es preocuparme si le paso algo.
—No tiene mucho tiempo así que no te preocupes. La última vez que se comunicó dijo que iría a la Escuela de Magia o como se llame. Así que tengo un lugar donde comenzar a buscarlo.
No sé si confiarle a la elfa pervertida a Rudy. Bueno, al menos creo que estará protegido si va con ella.
—Entonces yo iré a Begarito, me unire a Paul y el grupo de búsqueda. Un par de manos extras le vendrán bien.
—¿Que hay de ti Roxy?
Pregunté a mi antigua maestra y ella solo procedió a ignorame para ir junto a Talhand. Si, comienzo a sentirme ofendido.
—Y-Yo iré con Talhand.
—Bien, entonces, nos vemos.
Dije para ajustar mi equipo y comenzar a caminar fuera del gremio. Sin escuchar más de ellos solo salí del edificio y me dirigí a un lugar cercano para comenzar con un plan algo arriesgado.
Alejado del gremio, en una zona donde muy pocos se atreven a entrar, en especial los aventureros, una zona peligrosa dentro del continente demoníaco, y eso, hablando del continente demoníaco es poco
Al llegar, estuve esperando frente a la puerta, era obvio que no dejarían entrar a cualquiera, no hubo siquiera necesidad de golpear la puerta, con solo estar frente a ella creo que ya todos adentro sabían que había alguien fuera. Después de una espera que ya se volvía molesta, la puerta se abrió.
—¿Qué te trae aquí?
Una voz gruesa, casi retumbante recorrió desde el fondo de aquel edificio.
—Quiero que trabajen para mí.
El silencio se hizo presente y después, alguien que alcanzó a controlar su risa provocó que todos comenzaran a reír sin vergüenza alguna.
El edificio en el que me encontraba se trataba de un bar exclusivamente frecuentado por mercenarios. Mejor dicho, por un grupo de mercenarios llamado los Lanzas. Un grupo tan peligroso como afamado.
—Trabajar para ti. Niño, escucha, si tienes el dinero, por supuesto que lo haremos, pero no somos baratos, además que...
—No, me refiero a que se conviertan en mi compañía de mercenarios. Que dejen de trabajar en este sitio asqueroso y consigan verdadera riqueza.
De vuelta, las risas no se hicieron esperar, sin embargo, no fueron tantas como la primera vez.
—Les parece divertido ¿Eh? Pero, díganme, ¿Hace cuánto no reciben un buen trabajo? ¿Una buena paga? ¿Un lugar apropiado para dormir? O simplemente ¿Hace cuánto no tiene el calor de una mujer con ustedes?
Un discurso básico, pero para alguien que vive en los bajos fondos del continente demoníaco se tratara del mejor discurso de sus vidas, al menos de los veinte mercenarios que dejaron de reírse para poner atención a mis palabras.
— ¡Silencio!
Por supuesto, su líder no dejaría que siguiera hablando con la verdad.
—Mocoso de mierda, podrías decirme ¿Cómo planeas darle todo eso a mis muchachos?
Esa sería una pregunta complicado de no ser por qué ya había estado investigando este lugar.
—En cuánto a la buena paga, por qué no comenzar con todo lo que hay en tus cuarteles privados. ¿Cuánto de las recompensas has quitado a "tus muchachos"?
Y las miradas se vuelven contra el líder, una especie de minotauro, aunque estoy seguro que los minotauros no se ven tan aterradores como el, quizá el hecho de que sus cuernos aún tengan manchas de sangre terminen de dar el toque tétrico, y si no es eso, seguramente su armadura completamente negra con puas en cada articulación también ayuda a darle ese aspecto de villanos aterrador.
—Muchacho, creo que deberías escojer mejor tus palabras, eso que acabas de decir es lo que mata a la gente en este sitio.
—Lo mismo cuando amenazas a alguien que es más fuerte que tú.
El llevar siempre la mano en el mango de la espada fue muy útil en esta situación. Usando la magia de viento en todo mi cuerpo, me proyecte a gran velocidad contra el minotauro. Con rayo surcando la hoja de la espada fue fácil atravesar las defensas de los dos guardias que se habían movido tratando de defender con estilo dios del agua, pero al no haber visto un estilo de espada como el mío, no lograron reaccionar siendo cortados por la mitad y por fin, mi filo alcanzó el cuello del minotauro logrando decapitarlo en el acto.
Camine hacia sus aposentos, ignorando los sonidos de armas siendo tomadas por el resto de mercenarios, en cuanto las cosas parecían estar a punto de ponerse violentas, aún más, salí de aquella habitación con un cofre más grande que mi cuerpo el cuál cargaba sobre mi cabeza para después lanzarlo a los pies de los mercenarios que ya tenían sus armas en mano.
—Todo suyo.
Les dije, aunque creo que me ignoraban por la necesidad de ver todas las monedas que habían salido de aquel cofre.
—Habra más de dónde salió eso. Dejen de ser una banda de indaptados que se oculta en el sitio más oscuro del continente demoníaco. Síganme y tendrán mi palabra de que volverán a tener todo el orgullo perdido. No más Lanzas, desde hoy, seremos los Colmillos del Dragón.
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Nuevo capítulo mis amigos, se que prometí sacarlo ayer, pero termine muy jodido por un viaje que hice y ya no logré terminar, pero pues, mejor tarde que nunca.
En fin, aquí lo tienen, espero que les guste y así. Nos leemos la próxima, que está vez no tardará tanto xD.
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