XIII. Separación.

XIII. Separación.

...          ...          ...

...          ...

...          ...          ...

     La familia se quedó en silencio, aún nos hacía falta un miembro, la principal. Pero de cierta manera, era quien más nos hacía falta. Lilia seguía abrazando a Zephyr quien poco a poco trataba de controlarse, minutos después lo logró.

Ella se quedó junto a Zephyr quien terminó calmandose para después secar sus ojos y mirar a Paul quien también hacia lo posible por terminar de calmarse.  Paul y Zephyr se calmaron, todos lo hicimos, pero no podíamos o no éramos capa es de decir nada debido a todo lo que Zephyr nos había dicho y mostrado cuando se retiró el par he y mostró su torso.

Su cuerpo estaba lleno de cicatrices, y su brazo, a pesar de estar intacto, tenía una gran cicatriz alrededor de toda su extremidad, como si lo hubieran unido dejando el pegamento extra para que no se volviera a caer.

Por ver su cuerpo fue que Paul terminó por quebrar en llanto, pero quién lo culparía. A diferencia de como había sido el viaje de Zephyr, yo lo había tenido simple, lo único malo por lo que había pasado fue un arresto en el Gran Bosque y una pequeña herida en la pierna.

Cuando todos pudimos controlarnos, Zephyr nos comenzó a contar por todo lo que había pasado. Desde su despertar en medio del aire hasta el momento en el que nos encontramos, pero de cierta manera tenía la sensación de que estaba guardando cosas. Se me hacía raro que pudiera llegar tan rápido a Millis.

Aún así, no tuve el valor para hacer más preguntas, sobre todo cuando veía a Paul tan frágil por primera vez, simplemente después de eso, no tuve el valor como para poder preguntar a pesar de lo mucho que quería saber.

T

ampoco tenía valor como para cuestionar más sobre lo ocurrido en Asura, con saber que el padre de Eris y si abuelo habían fallecido era suficiente como para bajar mis ánimos. También nos platico sobre Ghislaine y como habían vuelto de la Zona de Conflicto junto a la señora Hilda, protegiéndola, cuidando si sueño -pesadillas, mejor dicho- aunque me pareció que cuando hablaba de nuestra maestra de espada parecía afectado. Supongo que Zephyr si que tiene sangre de amante a la raza feral.

«Zephyr ...hijo...»

Paul por fin habló después de haberse quedado en silencio con solo la primer experiencia que Zephyr nos contó, el por su parte miró a Paul, pero me fue complicado descifrar la mirada que le dió. Se apartó del abrazo de Lilia y se acercó a nuestro padre que está a de pie, quiero, como si esperase un golpe, e incluso como si quisiera recibir el golpe.

«Fue ...a sido una noche larga p-padre. Vayamos a dormir.»

Fue lo único que dijo para después ambos mirarse con una débil sonrisa.

Esa fue la última vez que vimos a Zephyr.

[...]

No sabíamos que pensar, dejó una nota.

"No me busquen."

Era lo único que decía. Paul se volvió loco, pero Lilia no lo dejo perder la esperanza, mucho menos cuando Norn y Aisha lo estaban viendo. Logró calmarlo y hacerle entender que si bien Zephyr no lo había dicho,era seguro que lo perdonaba. Yo tampoco lo sabía, pero eso también me ayudaba a mi a tener cierta paz, después de todo, también fui parte del rechazo a mi propio hermano, me sentía mal por ello y no pude disculparme, pero esas palabras de Lilia me ayudaron también a mí.

«Mi señor, Zephyr le a demostrado que es capaz de cuidarse. Confíe en él, solo confíe en que volveremos a verlo y cuando eso suceda, la señora Zenith volverá también, volveremos a estar juntos, solo tiene que esperar. Después de todo, nos volvió a reunir.»

Si, esas palabras de Lilia lograron calmarnos a ambos. Quería buscarlo, pero estoy seguro de que ya tendrá mucha ventaja, además, la tarea que me propuse de llevar de vuelta a Eris, aún debo cumplirla. Sabiendo lo que sobrevivió mi hermano, menos que puedo hacer es llevar de vuelta a Eris a casa.

(...)

Pasamos un par de días más en Millis, pude conocer a parte de la familia de Zenith, una tía y m abuela, ambas me parecieron amables. También creo que Eris y Ruijerd tuvieron sus propias aventuras.

No logré encontrar el momento adecuado para decirle la verdad a Eris sobre su familia, no, la verdad es que no quise decirle, no soy tan valiente para decirle que no toda su familia espera su regreso.

Por otra parte, no se que fue lo que hizo Ruijerd, pero para cuando volvió, ya tenía un pasaje para poder salir de Millis en barco.

Lo que si conté, fue la breve reunión que tuvimos como familia, no quería hacerlo ya que me sentía culpable, yo disfrutando de la mayor parte de mi familia reunida mientras Eris solo se encontraba en espera de volver a verlos a todos.

Aún así, y a pesar de lo que pensaba, Eris no pareció mostrar interés alguno en saber de Zephyr, eso me sorprendió, pro de cierta manera, también me alegró. Llevar tanto tiempo viajando con ella había cambiado algo con respecto a lo que siento por ella. Si el señor Phillip volviera a preguntar si me casaría con ella, no dudaría en aceptar.

No sé si debería sentirme de esta forma, pero ahora solo debo encontrar a Zenith, mi familia ya casi vuelve a estar unida. Estoy realmente feliz como no recuerdo haber estado en mi vida anterior.

Creo que Eris comparte los mismos sentimientos por mi, a pesar del tiempo y las dificultades, solo falta encontrar a Zenith y ahora lo que me falta antes de unirme a la búsqueda es llevar a Eris a casa y dejar que se encuentre con la señora Hilda, es lo único que puedo hacer para darle un poco de la felicidad que ahora me invade.

[...]

Gracias a las guaridas con puntos de teletransporte logré llegar rápido al Continente Demoníaco. Por lo poco que sabía, Rudy ya había pasado por aquí, pero aún así, debía encontrar también a quien dijo Orsted que me ayudaría con mi ojo.

No sabía cómo sería, pero me dijo que debía ayudarla o hacer un favor y ella me devolvería en favor con un ojo nuevo.

(...)

Cerca de un mes perdido buscando a la Emperatriz Demonio y simplemente no pude encontrarla, ya había sido demasiado tiempo perdido por lo que lo mejor sería volver a mi búsqueda de Mamá.

Caminar a las ruinas se volvió pesado, molesto sería una mejor descripción. Supongo que por la perdida de tiempo tratando de encontrar a la Emperatriz Demonio.

«¡Kyaaa ahahaha ugh cough cough.»

Eso se escuchó mal, será solo por esa risa o tendrá algún tipo de enfermedad. No importa.

«Ey, ey ¿Qué crees que...? ¿¡Qué rayos haces!? ¡Guarda eso! ¡N-No! ¡Nooo!»

Al mirar lo que estaba ocurriendo, me encontré con un demonio con forma de cerdo que se encontraba tratando de abusar de lo que parecía ser una niña pequeña, cuando lo noté, me lance al ataque.

Solo fue un momento, mi velocidad fue tal que, después de cortar a aquel demonio por la mitad, termine impactando contra una pared.

«¡Woah! ¿¡Qué fue eso!? ¿Estás bien? ¿Sigues vivo?»

Comenzó a preguntarme aquella niña mientras yo forcejaba con la espada que había terminado enterrada en el muro.

Cuando lo logré, aquella niña pareció impresionada al ver la espada en mi mano

«¿A cuántos dragones mataste para conseguir eso?»

Preguntó quitando la espada de mi mano con tal facilidad que tuve que presionar mi puño varias veces para asegurarme de que en verdad me la había quitado.

«Wahahaha ¡Impresionante! Vaya manufactura. Es en verdad impresionante niño.»

«¿Podrías devol...? ¿E-Eres las Emperatriz Kishirika Kishirisu?»

«¡Así es! ¡Soy la gran emperatriz demonio Kishirika Kishirisu!»

No creo que las poses sean necesarias, pero es mejor no decir nada si quiero su favor.

«Hmmm te me haces conocido chico. Pero el cabello es diferente, por no mencionar que te hace falta un ojo.»

Y de nuevo, quitó el parche de mi ojo como si nada.

«Quizás deberia...»

*Splat*

«¿Eh?»

Antes de notarlo, Kishirika ya tenía su pequeña mano dentro de mi cuenca vacía.  La sensación fue simplemente...

«¡Gahaaaa!»

«Si, si. ¿Hmm? ¿Cuál te irá mejor? Creo que este.»

Entre todo el dolor, solo podía sentir como removía su mano dentro de mi cuenca. Era como si removiera mi cerebro, como si estuviera conectando cables a ciegas.

«¡Si! Este será perfecto.»

La escuché decir y después presionó su puño para luego sacarlo dejándome ver todo a mi alrededor y eso quería decir todo, era como verme desde el cielo, como si alguien más viera por mi. Todo en un perímetro de tres metros a mi alrededor era perfectamente visible mientras el resto parecía volverse una densa neblina.

«Si, si. Un muy buen trabajo. Ese ojo es muy simple, pero alguien con tu habilidad podrá darle un buen uso. ¡Muy bien, es hora de irme! ¡Buahahahaha!»

Vaya salto, terminó por irse saltando a lo alto de un edificio.
El mareo era muy intenso, pero no comprendía bien a qué se debía ya que lleve el parche de nuevo a mi ojo con lo que dejó de funcionar.

Una sensación de vacío acompaño al mareo y eso me hizo caer de rodillas con una sensación de vértigo indescriptible.

Por alguna razón podía sentir como si mi estómago estuviera fuera de su lugar. No, como si tuviera un vacío en todo mi torso.

El vértigo solo se hizo más intenso haciéndome vomitar. Cuando mire lo que había echado, solo podía ver frente a mi una gran cantidad de sangre iluminada por lo ardiente del sol en el continente.

La sensación estaba siendo muy agresiva.

¡Ruijerd! ¡Ruijerd! ¡Por favor alguien ayúdenos! ¡Ghislaine! ¡Abuelo! ¡Alguien por favor ayuda!

¡Rudeus!

Esa voz era de Eris, podía escucharla como si estuviera a punto desmayarme, su voz comenzó a alejarse hasta que deje de escucharla después de aquel último grito pidiendo por mi hermano.

Mi aliento poco a poco comenzó a controlarse. Los latidos de mi pecho de igual forma, volví a ver lo que eche por la boca y solo pude reconocer la poca comida que antes había ingerido, nada de sangre. El mareo también se fue y poco a poco recupere la compostura para poder ponerme de pie.

«Rudy.»

Fue lo único que salió de mi boca para comenzar a caminar entre tropiezos hasta que logré correr rumbo a las ruinas, tardaría un poco en alcanzarlos, pero sería capaz de darle alcance al grupo de Rudy. Conociendo este mundo, si eso fue una visión o algo por el estilo, no puedo dejar solo a Rudy.

[...]

Tarde en llegar tres días a la zona de las montañas del dragón, para ese momento Rudy ya debía estar en el campamento si nada les había pasado. Pase por todo el cruce de montaña y no había rastro de nada, pero tampoco iba a obtener mucho debido a la constante ventisca. No iba a encontrar rastro alguno, pero al menos no encontré un cuerpo.

Seguí mi camino por el valle montañoso hasta estar cerca del campamento. Ya había caído la noche pero debía asegurarme de que todos estaban bien. Al estar ahí, tan cerca, pude ver como ya habían comenzado con los cultivos e incluso ya había algunos pozos, supongo que lograron encontrar agua, o una forma de desviar el agua hasta ese punto.

No pude evitar alegrarme y sentirme nervioso, de nueva cuenta volvía aquí, sin saber que me esperaba ya que la última vez que estuve cerca, el señor Sauros terminó muerto, Ghislaine me abofeteo y no supe nada de la señora Hilda.

Mis pasos rápidos comenzaron a ser cada vez más lentos y pesados, supongo que inconscientemente estaba retrasando mi llegada, pero está no se pudo retrasar más cuando algunos de los refugiados me reconocieron para saludarme con una sonrisa.

Les devolví el saludo y entre, dirigiendo mis pasos a la carpa central donde supuse estarían todos.

«¿¡Qué!?»

Ese grito llamó mi atención, por lo que corrí ya que había escuchado la voz de Rudy. Mi sonrisa se amplió debido a que ahora están seguro de que estaría bien. A solo pasos de su tienda me detuve para poder llegar con calma.

Por fin estuve al frente de las cortinas, extendí mi mano...

«Ya te lo dije, Rudeus. Pero está bien. Dije: Quiero tener a tus gatitos, nya~~~.»

Esa ...esa fue la voz de Eris.

No tenía que preguntarlo, sabía que era ella. Mi ma o extendida a las cortinas cayó cuando escuché como prendas caían al suelo. En ese momento odiaba en demasía que Orsted me enseñará a afinar mis sentidos. Pude escuchar como comenzaron, como Eris parecía gemir al tacto de Rudy, después de eso, simplemente no resistí más.

Regrese en mis pasos, no sabía ni como logré alcanzar la salida con la posible expresión perdida que tenía en el rostro. Todo se volvió borroso a mi alrededor, solo era yo y el camino a la salida del campamento.

Cuando estuve lo suficientemente lejos caí de rodillas, con la respiración irregular mientras el recuerdo de los gemidos de Eris seguía en mis oídos, podía sentirlo venir, de nuevo estaba por quebrarme, sin embargo, un relincho llamó mi atención.

Detrás de unos espesos arbustos alcance a ver una yegua que estaba herida en una de sus patas, aún recordaba del otro mundo como eran sacrificados cuando estaban heridos de esa forma.

Caminé más hacia ella, acercándome al tiempo que sacaba mi espada de su vaina, quería quitarle el dolor, y estaba muy seguro de que esa no era la forma, pero estoy molesto, frustrado, solo quiero sacar el dolor de mi, incluso si tengo que matar a un animal inocente.

Levanté mi arma e hice fluir magia de eléctrica en ella. Le daría una muerte rápido y limpia, creo que el animal caído frente a mi también lo noto, que era su último momento ya que se quedó quieta, solo esperando a que bajara mi espada en su cuello.

Y no sé si solo fue mi mala vista en ese momento, pero pude ver como si una lágrima escapara del ojo que alcanzaba a ver. Cuando note eso, mi arma bajó directo a su vaina. Me arrodillé y comencé a sanar la herida de la yegua quien parecía sorprendida cuando terminó de ser sanada, no sé si fue enojo, notando lo que había hecho, pero se puso en sus cuatro patas y comenzó a galopar por el amplió campo.

Sólo suspiré y ajusté mi equipo para seguir con mi camino lejos de ahí.

Esta vez mis pasos si que tenían destino. Seguí el camino frente a mi por varios minutos hasta que escuche un galope acercarse. Mire en dirección a donde se escuchaba y pude ver como aquella yegua se acercaba hasta detenerse frente a mi mientras parecía juguetear.

«Hola.»

Fue lo único que dije mientras ella agachaba su cabeza dejándome acariciar sus crines.

«¿Quieres viajar conmigo? Debo buscar a madre, tener compañía me vendría bien. ¿Qué dices, vienes?»

Ella pareció alegrarse ya que golpeó el sueño con su pata. Yo solo sonreí y me coloqué a su lado para montarla.

«Si, me hará falta un amigo.»

Dije acariciando el costado de su rostro mientras nos alejabamos con rumbo al norte de Asura.

Perdí la noción del tiempo por darme prisa en llegar, pero cuando ya me alejaba, pude ver como el sol comenzaba a surgir comenzando con un nuevo día.


...         ...          ...

...         ...

...         ...          ...


Nuevo capítulo, espero que les guste.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top