X. Escape.
X. Escape
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Estaba justo frente a mi media hermana, pude sentir mis ojos humedecerse y como mi nariz parecía congestionarse, estaba por llorar y abrazarla, pero quizá no sabía mucho de mi, o quizás nada por lo que pase la manga de mi abrigo por ojos y nariz para mirarla de nueva cuenta y ella solo seguía con su expresión de confusión.
Me incline un poco y extendí mis manos a ella, dudó un momento pero guardo esa carta en su delantal y después extendió sus pequeñas manos tomando las mías. Yo solo le sonreí y ella hizo lo mismo, para después lanzarse a mi pecho abrazándome.
«M-M-Madre dijo que padre o mis hermanos nos ayudarían. Bua~~»
Comenzó a llorar, supongo que había estado aguantando mucho por su propia cuenta, una niña tan pequeña en esta situación extraordinaria. Solo me mantuve acariciando su espalda, tratando de confortarla mientras ella hacía lo posible por calmar su llanto. La abrace de vuelta y ella se comenzó a calmar poco a poco.
No sé si me había reconocido, pero se estaba desahogando conmigo por lo que no la separé de mi, menos ahora que había encontrado a una parte de mi familia, fuera suerte o casualidad, debía protegerla, y también a Lilia.
Cuando ya estuvo un poco más tranquila, sacó un pañuelo de entre sus ropas y limpió su nariz para después doblarlo con delicadeza y así volver a guardarlo.
«¿Dónde está tu madre?»
Le pregunté, aún seguíamos frente al gremio de aventureros, pero de cierta manera no sentía que ese fuera un lugar seguro por lo que me puse de pie y tome su mano. Ella tomó lo mejor posible mi extremidad mientras comenzábamos a caminar a un paso más veloz.
«¿Escapaste?»
Le pregunté sin que me hubiera respondido la pregunta de antes. Estaba mirando alrededor ya que esa sensación de estar siendo observado no calmaba, de hecho, desde que nos alejamos del gremio se había vuelto más intensa.
«¿Eh? S-Si, tuve que salir del palacio, quería enviar una carta a padre para que supiera donde estábamos.»
Ahí lo entendí, la estaban siguiendo los guardias del palacio. De nueva cuenta me agache hacia ella y sacudí sus cabellos.
«Agárrate de mi lo más fuerte que puedas.»
Ella asintió levemente y se aferró a mi con sus pequeños brazos. Intento rodear mi torso, al hacer eso, yo la abracé de vuelta y liberé un torrente de viento que nos hizo despegar del suelo a gran velocidad. En el aire procure ver cerca de donde habíamos estado y ahí se encontraban varios guardias, ya todos en posición cubriendo salidas cercanas.
Mantuve el rostro de Aisha contra mi cuerpo para que no viera la altura a la que estábamos, mientras caía, me ocupaba de liberar viento al tiempo que buscaba un mejor para aterrizar, y ese lugar fue cerca del mercado principal donde tenía que encontrar a Nanahoshi.
[...]
No tardamos en encontrar a Nanahoshi quien nos llevó a una posada en donde pudimos refugiarnos. Al estar más tranquila Aisha se relajó al punto de terminar dormida.
«No parece tu hermana.»
Escuché decir a Nanahoshi causando una pequeña risa en mi, termine de cubrir con las mantas a Aisha y me acerqué a dónde mi amiga se encontraba bebiendo agua.
«Media hermana. Y si, ahora que lo dices, mi hermano y mis dos hermanas tienen los ojos de mi padre. Yo saqué los ojos de mamá. Y el color de cabello pero por un accidente terminó de esta manera.»
Le dije mientras estiraba unos mechones de cabello, ahora que me doy cuenta, está !uy largo, obvio después de más de un año, pero supongo que por el entrenamiento y el viaje no le preste atención.
«Puedo cortar tu cabello si quieres.»
Me dijo mientras sacaba unas tijeras.
Yo solo asentí dándole permiso. Se colocó detrás de mí y comenzó con un corte.
«No se muchos cortes así que solo haré algo que se pueda llegar a ver decente.»
«Adelante, no te preocupes.»
Nos quedamos en silencio un momento, solo se escuchaban los cortes de las tijeras.
«Entonces ¿Tu padre es un libertino?»
Me preguntó de repente y yo solo pude atinar a reír un poco.
«Si, eso creo. Tener varias esposas aquí no parece ser algo extraño, pero si que causó conflictos en la familia.»
«¿Ah si?»
«Mi madre, Zenith, se planteó dejarlo, obvio me hubiera ido con ella, pero no podía dejar que mi familia se rompiera, no de nuevo.»
«¿De nuevo?»
Preguntó curiosa, yo solo sonreí y asentí un poco.
«Mi anterior familia, digamos que no fui el mejor hijo, o hermano. Me enfoque tanto en convertirme en alguien sobresaliente que deje de lado a mis padres. Traicione a mi hermano. Les fallé muchas veces y nunca se rindieron conmigo, pero la paciencia tiene límites y esos llegaron cuando decidí que yo lo merecía todo y ellos solo me retenían.»
Nanahoshi se mantuvo en silencio, siguiendo con sus cortes mientras yo solo hacía lo posible por reprimir los recuerdos, pero claramente no iba a ser capaz de lograrlo.
Nanahoshi siguió concentrada en su labor mientras un nuevo silencio nos envolvía.
«Si no hubieras muerto ¿Buscarías volver?»
Preguntó deteniendo un momento sus acciones esperando mi respuesta.
«Si tuviera tu edad, si. Sí que intentaría volver y hacer lo posible para corregir todos los errores cometidos. Pero ya no tiene sentido, incluso antes de morir, la única familia que tenía era mi hermano, y lo último que escuché de su parte es que yo estaba muerto.»
«¿Qué clase de persona reniega de su familia?»
«Una que merece todo lo que me pasó.»
De nueva cuenta el silencio.
«No te conocí antes, pero, si sirve de algo, con lo poco que me dijiste, ya no eres esa persona. Ahora eres Zephyr Grayrat, un chico dispuesto a recorrer este mundo por encontrar a su familia.»
Yo solo asentí de nueva cuenta, pero esta vez con una pequeña sonrisa y los ojos cristalizados.
«Termine, espero te guste.»
Se alejó con un paso hacía atrás y yo me puse de pie para poder mirar al espejo, si que había hecho un buen trabajo, quizá no había cambiado mucho, pero ahora podía al menos atarlo bien sin se fuera una distracción. No era mucho el cambio, pero se veía más estético.
«Tambien compré algunas ropas nuevas, el calor de Shirone es muy intenso como para llevar un atuendo de invierno.»
Yo solo sonreí mientras extendía las nuevas ropas.
«Debo decir que hice una buena elección.»
Ambos sonreímos.
Comencé a cambiar mi ropa, es cierto que me gustaba el a Rigo, pero solo fue quitarlo y sentir mi cuerpo pegajoso.
«Te iba a decir que las probarlas, pero lo mejor será que tomes un baño.»
Dijo tratando de calmar sus risas ya que mi camisa estaba completamente húmeda.
Después de la ducha, pude ver como Nanahoshi se había recostado junto a Aisha quedándose dormida a su lado, yo solo sonreí y comencé a vestirme con las nuevas ropas, creo que escogió con referencia en los antiguos guerreros de su mundo.
Son muchos accesorios, pero debo admitir que se me ve muy bien.
Deje de mirarme al espejo y acerqué una silla a la cama para poder dormir cerca de ellas mientras también tomaba mi espada para dejarla lista en caso de que algo pasase.
A la mañana siguiente, me desperté solo para ver como Aisha y Nanahoshi se encontraban platicando y riendo ya que Aisha usaba la máscara de Nanahoshi. Ellas terminaron de juguetear y yo solo me puse de pie para poder estirarme.
Apenas pudimos intercambiar palabras cuando la puerta de la habitación fue golpeada, ante esto, le hice un gesto a ambas para que se quedarán en silencio mientras yo me acercaba a la puerta. Al abrirla, pude ver a guardias del palacio siendo dirigidos por quién parecía ser la líder, una mujer quien miraba con severidad hacia mí, pero está mirada cambió, demasiado rápido.
«Mi nombre es Ginger York, miembro de la guardia imperial. ¿Tengo entendido que busca a la señorita Roxy Migurdia?»
¿Envían a 7 guardias solo para buscar a alguien? Y sobre todo, guardias imperiales. Creo que buscan algo más. Además, estoy seguro que por más ocupada que esté, Roxy vendría ella misma.
«Si, así es. Quisiera preguntarle algo.»
Fingir ignorancia era lo mejor en este momento por lo que solo seguí la corriente.
«Le pido que me siga, por favor. Lo llevaremos con la señorita roxy.»
«Entiendo, solo denme un momento.»
Cerré la puerta y me acerqué a Nanahoshi.
«Debo pedirte...»
«No es necesario, me quedaré con ella. Ve y ayuda a su madre.»
Me dijo y yo solo asentí para inclinarme frente a Aisha.
«Ayudaré a tu madre, solo quédate con ella ¿Si? Te mantendrá segura.»
Aisha asintió para después abrazarme.
«Ten cuidado, hermano.»
Me sorprendí cuando me llamó así, pero después solo asentí a sonreír y agitar sus cabellos.
«Descuida, traeré a Lilia de vuelta.»
Le dije y me volví a poner de pie para tomar con firmeza mi espada y así comenzar a caminar hacia la puerta donde los guardias ya me esperaban en una formación que me rodeo por completo.
[...]
«Aquí estamos.»
Comentó Ginger al estar frente a las puertas del palacio principal.
Estaba por caminar y comenzar a adentrarme en el palacio, pero fui detenido por la guardia quien buscaba una manera de excusarse.
«Por este lugar, por favor. La señorita Roxy lo espera en el ala este del palacio.»
En ningún momento rompieron la formación y siguieron mi escolta por un amplio pasillo que parecía dirigirme a un salón amplio, demasiado como para ser solo una sala de reuniones.
«Puedo preguntar algo.»
Dije sin darle oportunidad a Ginger de negarse por lo que ella solo asintió estando frente a mi.
«Roxy no se encuentra aquí, ¿Verdad?»
Cuestione deteniéndose al igual que el resto de guardias. Lleve lentamente mi mano a la espada, pero al estar completamente rodeado, me sería complicado evadir sus ataques, por no decir que ahora no tenía tanto espacio para maniobrar si salía disparado con viento.
Ginger se giró hacia a mi solo para ver como su expresión notaba aflicción, al igual que el resto de guardias.
«¿Los obligan a hacer esto?»
«El principal Pax tiene a nuestras familias.»
Contestó uno de los guardias, yo solo lo miré un momento y después suspiré.
«¿Seré capturado o hay intenciones de matarme?»
«Tenemos órdenes de traerte, posiblemente solo seas capturado y retenido ya que el príncipe planea usar a la familia Grayrat para hacer que la señorita Roxy vuelva.»
«Entiendo.»
Solté el mango de mi espada para tomarla por la funda y extenderla a ginger quien se veía sorprendía.
«Seria sospechoso si me presento armado frente al príncipe.»
Ella tomó el arma y yo solo atiné a estirar mis extremidades.
«Necesito que tengan un transporte listo, que mantengan mi espada segura y que tanto Aisha como Lilia estén en ese transporte. Si me atrapan, por la noche escaparé y liberare a sus familias, solo díganme donde se encuentran y esperen por ellos en el patio del este. Pero si su príncipe decide ir por otro camino, espero que estén listos para un regicidio.»
Les dije y ellos solo tragaron saliva mientras volvian a la formación. Yo por mi lado suspiré pesadamente y cerré mis ojos un momento.
Esta vez no puedo fallar. Incluso si tengo que sacrificar a sus familiares, sacaré a Lilia y Aisha de este reino.
[...]
Entramos a la sala y no equivocaba, sentado en un trono, se encontraba un estereotipo de príncipe obeso con expresión de superioridad y frente a el.
A sus pies se encontraba Lilia, estaba maniatada y con una mordaza, al verla así, sentí mi sangre arder.
«No pareces tan impresionante como te describía...»,
«¿Te atreviste a lastimar a mi familia?»
La pregunta había salido tan natural, con tal firmeza que incluso este príncipe pareció estremecerse. Di un paso al frente, llevando mi mano a mi cintura con la intención de liberar una hoja de luz como solía hacerlo Orsted, pero me contuve cuando vi la mirada suplicante de Lilia, supongo que ella sabía lo de las familias cautivas por lo que solo podía calmarme mientras daba un paso más solo para caer en un trampilla en el suelo.
Al caer intenté no hacerlo de manera pesada al liberar mi magia de viento, pero está se vio eliminada por lo que azote en el suelo.
Miré hacia arriba encontrando una esfera que liberaba un escudo o barrera que también intervenía en mi magia.
La trampilla se cerró y quedé en una habitación oscura solo iluminada solo por las luces violetas de aquella barrera. No hice mas que sentarme y esperar, cosa que era desesperante, por lo que comencé a planear todo.
«Ran ma.»
Al decirlo, la barrera pareció removerse por lo que me concentre más hasta que comencé a removerla del todo. Deje de emitir la distorsión y la barrera regresó, me costaba mantener esa técnica por mucho tiempo, pero sería suficiente para salir.
(...)
Cuando sentí que ya era mucho tiempo en esa celda, al menos lo suficiente como para que ya estuviera por atardecer. Al ocurrir esto, distorsione la barrera y salí.
Salí de aquel sótano y me dirigí a la zona donde me habían indicado se encontraban las familias, quería ir por ellas, pero me quedaba más cerca las celdas donde estaba por lo que comencé a buscar a Lilia quien se encontraba en una celda, y para mí sorpresa, estaba limpiando su celda, supongo que eso la ayudaba a mantenerse calmada.
«Lilia.»
La llamé y ella giró, abrí la celda y ella se lanzó a abrazarme.
«Joven zephyr.»,
«Tranquila, todo va a estar bien. Vamos a salir de aquí.»
Ella me liberó de su abrazo y asintió para seguirme.
Nos dirigimos a la ubicación que Ginger me había dado, para ese momento ya debían tener el transporte, no me había dado cuenta, pero Lilia llevaba en sus manos una caja pequeña que parecía proteger como si se tratara de la propia Aisha.
Al estar en ese lugar, le pedí a Lilia que estuviera escondida mientras me encargaba de los guardias.
Zephyr se fijo en los guardias frente a la puerta. Se trataba de una pareja de guardias armados con alabardas. El albino suspiró y usando su viento, se lanzó a gran velocidad en contra de a!nos dando un potente rodillazo a la cabeza de uno de ellos, antes de que el guardia atacado cayera, Zephyr tomó su arma y con ella barrió los pies del otro guardia logrando derribarlo para después patear su rostro y por último comenzar a asfixiarlo hasta dejarlo inconciente.
Abrió la puerta solo para encontrar a varios civiles, entre ancianos, adultos y niños que parecían estar nerviosos, por lo que el solo levantó sus brazos para acercarse.
«Ya son libres, sus familias los espera. En el jardín este, vamos.»
Todos comenzaron a correr dirigiéndose al jardín.
«Lilia, ve con Aisha, debe estar con una amiga mía. Iré pronto.»
No le permití decirme nada ya que corrí en dirección a ginger para tomar mi espada de sus manos mientras ella abrazaba a un par de niños.
Ignorando los reencuentros, corrí en dirección al palacio para buscar la habitación del principe Pax. Tarde un poco de tiempo, pero termine por encontrarlo, una habitación amplía, con muchos ornamentos y adornos de oro, tome el mango de mi espada y camine hacia el colocando el frío acero en su cuello para hacer un poco de presión.
El despertó.
«Hhy...»
Tape su boca antes de que gritara para acercarme a su rostro al tiempo que hacía presión en su grueso cuello.
«No vuelvas a tocar a mi familia, no los mires, no pienses en ello. Si vuelves a hacerlo, no dudaré en regresar para desollarte y mostrarte en la plaza pública. ¿Entendiste?»
El solo asintió a mi y yo lo solté, no tuvo el valor de gritar. Había mojado sus sábanas de fina seda. Retire mi hoja de su cuello y comencé a concentrar magia en ella, imaginando un fino filo eléctrico, como si se tratara de un bisturi laser. Me acerqué a la puerta y lancé un corte al muro logrando cortar los gruesos ladrillos con facilidad haciendo que Pax gimiera de miedo.
«Y más vale que dejes a tu pueblo en paz.»
Fue lo último que le dije para salir y comenzar a correr ya que terminó gritando pidiendo ayuda a sus guardias.
[...]
Regrese con Nanahoshi. Ginger cumplió su promesa, nos había conseguido un carruaje para poder viajar, eso junto a provisiones para un viaje largo.
Al verlas, pude notar como Lilia consolaba a Aisha quien lloraba abrazando sus piernas, Lilia solo seguía con su gesto de siempre, pero está vez adornado por una leve sonrisa mientras seguía consolando a Aisha.
«Lo lograste.»
Dijo Nanahoshi acercándose a mi.
«Si, gracias por quedarte con ella.»
Ella solo sonrió y caminamos junto a madre e hija. Al ver a Lilia quien no abrazó a Aisha en ningún momento, no pude evitar fruncir el ceño. Me incline y tomé a Aisha en brazos para levantarla un poco poniéndola a la altura de Lilia quien miro el rostro lleno de lágrimas de su hija.
«Lilia, solo diciendo "todo estará bien" no lograrás que se calme. Es tu hija, lo que necesita es un abrazo de su madre.»
La maid de gafas se conmovió al ver las lágrimas de su hija quien hacía lo posible por no seguir llorando, los ojos de Lilia se humedecieron y luego llevó su mano derecha a la boca para ahogar unos sollozos, pero al ver como Aisha ya no pudo contener más sus lágrimas, la abrazó al tiempo que ambas comenzaban a llorar.
El abrazo de ambas me recordó a mi propia madre, no a Zenith, sino mi primer madre, la manera en como consolaba a mi hermano, a mi incluso. La forma en como solo con su presencia todo parecía seguro, incluso la habitación más oscura que podía ser el infierno para un niño pequeño.
Pase la manga de mi mano derecha por mi ojo logrando secar una timida lagrima.
«¿Estás bien?»
Preguntó Nanahoshi a mi lado también viendo la escena frente a nosotros.
«Si, ahora estoy bien.»
Le dije sin dejar de ver como Lilia y Aisha se sonreían mutuamente aún con lágrimas en sus ojos.
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Nuevo capitulo, espero que les guste, trate de hacer breve el rescate, sobre todo con lo que tengo a mano, en este caso, solo a Zephyr jajaja.
Pues bueno, lo dicho, ojalá y les guste, nos leemos la próxima.
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