VIII. Mi Propio Viaje II.

VIII. Mi Propio Viaje II.



...     ...     ...

...     ...

...     ...     ...



     «¿A qué te refieres con habilidad innata y magia de nuestro mundo?»

Me preguntó la chica sin dejar de mirarme con duda en su gesto, supongo que yo la miraba de la misma manera ya que ambos nos quedamos en un silencio incomodo que rompí aclarando mi garganta.

«¿La habilidad innata de los humanos en nuestro mundo?»

Respondí con cierto sarcasmo pero ella no seguía sin cambiar su expresión por lo que solo rasqué mi cabeza y me cruce de brazos tratando de pensar mejor en lo que iba a decir.

«Entiendo, veamos ...¿Qué año era cuando fuiste enviada aquí?»

Le pregunte, había leído sobre este tipo de cosas, los Crononautas les solían llamar. 

«2009.»

Respondió con toda calma mientras yo solo abrí los ojos con sorpresa, aunque no tanta ya que me lo imaginaba.

«Ahora entiendo. Nuestras épocas no coinciden. Yo morí en el 2103, después de la Colisión de Naciones. Luego de ese incidente se presentó una mutación en los humanos sobrevivientes, llegó hasta tal punto que muchos fueron dotados con habilidades de telequinesis o incrementos intelectuales, y ese fue mi caso, mi habilidad de entendimiento creció a tal punto que era capaz de hacer cualquier oficio con efectividad. Lo llame magia pero supongo que me equivoqué por decirlo de esa manera.»

Ella parecía ahora más confundida.

«Entonces, ¿habrá una guerra en el futuro?»

Era una buena pregunta.

«Si, una que acabará con la mitad de la población, pero no tienes que preocuparte, no afectará en tu vida. Aunque no puedo decir lo mismo de tu descendencia.»

Ella guardó silencio por un momento y terminó por acomodarse bien en el suelo.

«¿Hasta que nivel llega esta habilidad tuya?»

«Puedo comprender las cosas de manera perfecta, pero si no llega a mis capacidades, no puedo hacer algo. Entiendo como viven los peces bajo el agua, pero no soy capaz de replicarlo.»

«Entonces,  si tuvieras a tu alcance todas las variables que me trajeron aquí ¿Podrías deducir como regresarme a mi época?»

«Si, básicamente.» 

Sus labios terminaron por suavizarse hasta convertirse en una sonrisa que parecía iluminar su rostro mientras sus ojos se cristalizaban ligeramente hasta reflejar una expresión que sería la clara definición de esperanza.

«Lo que podemos hacer por ahora, mientras encontramos como llegaste aquí, sería investigar sobre la magia de teletransporte en este mundo, usando los mismos recursos que te trajeron aquí nos ayudará a reducir las posibilidades para que vuelvas a tu época. Aunque es un tabú ese tipo de magia, pero mientras quede entre nosotros supongo que podemos hacer algunas investigaciones.»

«Si, aunque a decir verdad, ya eh comenzado a investigar un poco de eso gracias a el.»

Comentó para después señalar directamente a aquel hombre que seguía al calor de la fogata ignorando nuestra platica.

«Ven. Hablemos con eso.»

Se puso de pie y comenzó a caminar, yo camine detrás de ella. A pesar de la fulminante mirada que recordaba de aquel hombre antes de caer desmayado, comenzaría a viajar con ellos, por lo que debía hablar con el tarde o temprano.

Al llegar a la fogata, tomamos asiento junto a ella, la noche estaba a punto de llegar, por lo que el calor nos cobijo al momento de acomodarnos. Aquel hombre era la clara imagen de poder, tenía un porte que emitía fuerza y seguridad, ni si quiera miraba en mi dirección y ya me sentía intimidado.

«Creo que no mencionaste tu nombre.»

Dijo la chica mirando en mi dirección.

«Oh si, Zephyr Grayrat.»

En cuanto dije mi nombre, aquel sujeto miró en mi dirección para verme de manera que solo puedo describir como intensa, de cierta manera, era como sentir un gran peso sobre mis hombros.

«¿Eres hijo de Paul Grayrat?»

Fue lo que preguntó de manera seria mientras yo asentí.

«Se supone que Paul Grayrat solo tiene dos hijas.»

«¿Eh? Ah, bueno, también estoy yo, y mi hermano, Rudeus.»

Al parecer esa respuesta lo sacó un poco de balance ya que sus ojos parecieron abrirse con cierta sorpresa. 

«¿Algo cambio?»

Preguntó de nuevo, pero esta vez para si mismo por lo que solo me mantuve en silencio esperando si tenía algo más que decir.

«Por lo que escuche de su conversación, parece que vienes de otro mundo al igual que Nanahoshi, supongo que por eso eres capaz de sostenerme la mirada.»

Supongo que pudo leer mi confusión ya que solo suspiró un poco mientras seguía mirando el fuego.

«Antes de seguir, me gustaría preguntar algo. ¿Has escuchado antes de Hitogami?»

«¿Es ...es una palabra japonesa?»

Pregunté mirando a Nanahoshi quien solo negó.

«No, no lo había escuchado antes. ¿Debería?»

«No, todo lo contrario, si no escuchas de el mejor.»

Solo asentí débilmente, tenía la extraña sensación de que, en caso de contrariarlo, podría evaporarme con un solo chasquido de sus dedos.

«Cargo con varias maldiciones, impuestas por cierto suceso, una de ellas es ser odiado y temido por las criaturas de este mundo.»

Eso respondía a porque su mirada era tan intensa, y supongo que tenía sentido que Nanahoshi y yo no estemos bajo esa maldición ya que técnicamente no somos de este mundo.

«Ya veo. ¿Puedo hacer una pregunta?»

Le cuestioné ya que necesitaba saber algo más sobre aquella pregunta con respecto a Paul.

«Adelante.»

«Antes mencionaste que Paul solo tenía dos hijas, ¿Cómo sabías eso?»

El guardó silencio un momento y fijó su mirada en las llamas que bailaban iluminando el pequeño campamento que ya había sido envuelto por la noche.

«Como mencioné antes, hubo un suceso que me dio esa maldición, pero también ciertas técnicas. En su caso, poder excluirme de las leyes naturales. Vivo en un bucle de doscientos años que se reinicia si no cumplo mi cometido. La razón por la que conozco a Paul Grayrat es debido a que llevó ya mucho tiempo repitiendo dicho bucle.»

«¿C-Cuanto?»

El frunció sus labios en frustración.

«Deje de contar después de la centésima repetición.»

Respondió con molestia en su voz. 

«¿Llevas más de veinte mil años en un bucle repetitivo?»

El solo asintió, ahora con cierto pesar.

«A su debido momento compartiré más, pareces alguien de confianza, pero no puedo estar del todo seguro.»

Comentó a lo que yo solo asentí.

«Sin embargo, ya que ayudarás a Nanahoshi, puedo decir que es cierto el tabú de la magia de teletransportación, pero no quiere decir que no exista. Cerca de aquí hay unas ruinas que dirigen a un circulo mágico de transportación. Nanahoshi ah estado haciendo anotaciones sobre ellos. Pero no puede avanzar con su investigación ya que es incapaz de usar magia y yo debo ahorrar la mayor cantidad de mana posible.»

Nuevamente asentí y miré a la chica quien comenzaba a buscar entre sus ropas para entregármelos dejándome ver como en ellos se encontraban varios dibujos que mostraban runas que había visto brevemente en algunos libros de magia cuando me colaba en la librería.

«Eh visto algunas de estas runas en libros, pero no estoy del todo seguro sobre su funcionamiento cuando se le es agregado esta y esta de aquí.»

Le mencione y ella comenzó a explicarme lo que había visto durante su breve viaje con Orsted.

El por su lado solo se mantenía en silencio, contemplando el fuego mientras nos escuchaba intercambiar y anotar ideas en los cuadernillos de Nanahoshi quien parecía animada con mi disposición de ayudarla.

[...]

Desperté con cierta tranquilidad, abrí mis ojos y pude ver como Orsted levantaba el campamento mientras Nanahoshi seguía dormida, supongo que se quedó despierta incluso después de que yo volví a dormir. Me puse de pie y me dispuse a levantar algunas cosas para ayudar.

«No lo dije ayer, pero gracias por sanar mi brazo. No sabía que eso se podía hacer. Además, debiste haber gastado mana, así que lo siento también.»

«Se necesita Magia de Nivel Real. Y no te preocupes, no es que pierda mana, solo se regenera de manera más lenta.»

«Entiendo. Puedo saber ¿Por qué mi ojo sigue así? No me quejo, solo me causa curiosidad.»

«No estaba del todo seguro si sanarte o no en un principio, pero después la platica de ayer creo que puedo llegar a confiar en ti, por ello, pensé en usarte como un aliado, por la misma razón, necesitaras más poder y para ello, hay otro ser que puede sanar tu ojo mientras te da una nueva habilidad. Si lo sano ahora, solo será más doloroso cuando te encuentres con ella.»

«¿Oook? Entiendo, creo»

«La razón por la que decidí sanar tu brazo fue por que pareces ser un espadachín, además que necesitaba un gesto de buena voluntad para saber si debía darte un voto de confianza.»

Se notaban sus años de existencia, parecía cuidarse de cualquier posibilidad.

«Dijiste que eras capaz de comprender las cosas ¿Verdad? Ya que eres mi único aliado, puedo enseñarte un par de cosas, creo que te vendría bien para que seas capaz de manejar de manera más eficiente tu Touki.»

Parecía serio en sus palabras, tanto que no era capaz de negarme, tampoco es como si quisiera hacerlo. Ahora que tenía mi brazo de nueva cuenta, volverme un espadachín fuerte volvía a ser una posibilidad. Además, según lo que me había dicho Ghislaine, ella ya me había enseñado lo que sabía. O eso recuerdo, la verdad, lo que menos quisiera ahora mismo es recordarla.

«Bien, ya podemos irnos. No se si ya te dabas a la idea, pero estaremos evitando los caminos lo más posible debido a mi maldición. Solo usaremos caminos cuando sea necesarios.»

«Si, no lo imaginaba, pero tiene sentido. Por cierto, leí un libro que mencionaba sobre los siete grandes poderes. Imagino que el Dios Dragón Orsted eres tu.»

«Así es.»

«¿Eso causa conflicto en otros reinos?»

Le pregunte y el solo asintió.»

«Pero no hay problema, gracias a los círculos de transportación podemos salir ir a diferentes continentes así que, ¿hay algún lugar donde creas que este tu familia?»

«No, no se donde podrían estar o si quiera como fueron divididos.»

Ya me hacía a la idea, pero no había profundizado bien en ello. No sabía si Paul podría estar con todos protegiéndolos o si habían ido separados. Madre podría cuidarse, al igual que Paul, Lilia, supongo que tendría dificultades, pero podría cuidarse, sin embargo, Norn y Aisha, si ellas habían sido enviadas solas. No, si vieron por un solo momento la explosión debieron protegerlas y por lo que me dijo la señora Hilda, si estaban juntos así debieron aparecer en otro lugar, juntos.

Debo aferrarme a esa idea, tengo que enfocarme en buscar a mis hermanas, pero ahora mismo no se su apariencia. Maldito seas Paul, ¿Cómo voy a encontrarlas si no se como lucen?

«Ya hemos cruzado por el continente de Begaritto, nos dirigíamos hacía Shirone. Pero podríamos regresar a Begaritto si así lo deseas.»

Creo que en verdad quiere ganarse mi confianza, esta siendo demasiado amable conmigo. ¿Shirone? Si no mal recuerdo ahí se encontraba Roxy. Tal vez debería ir ahí y  pedirle ayuda o información. Si se enteró del desastre mágico y alguien de mi familia llegó ahí, puedo preguntarle.

Me quede en silencio, pensando por lo que el comenzó a caminar en dirección a Nanahoshi quien ya había despertado y estaba lista para caminar.

Estaba por caminar hacía ellos, pero me quede mirando al árbol donde había recargado las espadas la noche anterior, ver ambas armas solo me recordaron a Ghislaine y al señor Sauros y no quería soportar tener que recordarlos cada que tomara alguna de esas armas. Era algo infantil, sí, pero esa fragilidad que sentí cuando Ghislaine me golpeó asaltaba mi cuerpo con solo ver aquella espada que fuera su regalo hacía mi.

Tragué saliva y camine en dirección a ambas armas. Arranque un trozo de tela de mi manga y después retiré el parche que mi maestra me dio para cubrir mi ojo. Amarre el parche en los mangos de ambas espadas para después dejarlas sobre el grueso árbol.

Até el trozo de tela alrededor de mi cabeza y me gire para volver con Nanahoshi y Orsted. A ambos se les notaba curiosidad por estar dejando ambas armas, sin embargo, creo que vieron mi semblante decaído por lo que no preguntaron nada y solo siguieron caminando cuando llegue junto a ellos.

Incluso yo entendía que estaba haciendo un berrinche al dejar regalos que prometí cuidar, pero no me sentía capaz de usarlas de manera correcta. No cuando la hoja negra me recordaba a mi amada maestra.

«Vayamos a Shirone, Begaritto puede esperar.»




...     ...     ...

...     ...

...     ...     ...




Nuevo capítulo!!

Ufff, ya van tres al hilo, que clase de ente acaba de penetrar en mi jajajaja.

Como sea, espero que les guste, nos leemos luego!!!

PERO ANTES, UN MEME:


"Dejemos Begaritto para después:"

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top