IX. El Dios Dragón Orsted.
IX. El Dios Dragón Orsted.
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El viaje era silencioso, demasiado, en especial por parte de Orsted quien apenas y nos dirigía palabras solo para decirnos el camino. Nanahoshi era diferente, hablábamos constantemente y no tardó en adecuarse al idioma por lo que dejamos de lado el inglés para comenzar conversaciones en el lenguaje de este mundo, al menos uno de ellos.
Cada noche seguimos intercambiando ideas, tratando de hacer lo posible por llegar a una idea. Era durante esas platicas que Orsted más hablaba, gracias a su vasto conocimiento podíamos llegar a ciertas conclusiones.
Una de ellas fue bastante obvio; tanto Nanahoshi como yo veníamos del mismo mundo, pero de diferentes épocas, ella de inicios de los 2000 mientras yo de una época mucho más avanzada.
También, gracias a las pláticas de Orsted, pude saber que existían magias mucho más avanzadas, gravedad, viaje en el tiempo, interferencia magica e hipnosis magica. Esta última fue la que utilizó conmigo cuando me encontraron para lograr dormirme. Aunque siendo honestos la magia de gravedad es llamativa, la interferencia magica suena mucho más útil.
«Te pondré a hacer algunos ejercicios simples para que tengas un mejor control de tu mana y touki.»,
Llamó mi atención Orsted mientras estábamos comiendo. El me miró un momento para después mirar los peces en el fuego.
«Ayudará a mejorar tu uso del mana para que puedas usarlo de manera más eficiente. Tienes más de lo normal, pero no algo sobresaliente, en cambio, tu touki parece ir hacia a todos lados. Debes mantener un control sobre ello para que puedas desarrollar mejores capacidades físicas.»
Tomó una roca, una gran roca y la convirtió en pequeños guijarros solo usando sus dedos índice y medio, solo dió un pequeño golpe y la redujo a simple gravilla, mi pesado cayó de mis manos por lo que tuve que limpiarlo.
«Nos tomaremos un par de días para que pueda ver tus capacidades actuales y saber que tipo de entrenamiento debo darte para que puedas mejorar.»
Termine de quitar el pasto de mi comida y solo asentí. No estaba confiado, después de todo, logró dejarme inconciente solo con la mirada, pero si es un mago y no usa eso, al menos podré acercarme a el.
[...]
«Arriba Zephyr Grayrat.»
No sé siquiera como llegué a este punto, solo por buena suerte mi cabeza no está debajo de la tierra, o separada de mi cuerpo. Logré evitar que usará esa magia que me dejaba fuera de combate, pero en cuanto me moví, esa interferencia magica me hizo detenerme, después, simplemente le bastó un movimiento de su mano para lanzarme contra un grueso tronco que casi me parte por la mitad, ya!bien debo aprender a recibir golpes y aterrizar, un mal aterrizaje y será mi culpa ser derrotado.
Con esfuerzo me puse de pie y sane el dolor de mi espalda. Ya le había dicho que podía usar magia sin encantamientos, al igual que el, sin embargo, me dijo que debía mejorar ya que, a pesar de poder lanzar hechizos sin magia, seguía haciéndolo muy lento.
Solo le bastó mirarme detenidamente para saber mis fortalezas y debilidades, las cuales eran más, claramente. Es decir, sigo siendo un niño de diez años. Aún así, me enfoque en seguir sus indicaciones, ver sus movimientos, sobre todo esa técnica que realizaba con el simple movimiento de su brazo.
[...]
Pasaron dos meses, nos desviamos mucho de nuestro camino a Shirone ya que Nanahoshi comenzó a hacer negocios con algunos artefactos de la época de la que venía, algo tan simple como un sostén sin barillas pareció aliviar a las campesinas con las que hacía negocios, pero no se detuvo ahí, incluso diseño lencería, ropa más elegante, como si fueran atuendos formales para el ejército. Supongo que simplemente plasmó sus recuerdos en estas ideas.
Al verla diciendo las instrucciones a los mercaderes simplemente era nostálgico, para ambos creo, a pesar de su máscara, cuando volvía conmigo y Orsted, se le notaba feliz, pero solo pasaba un día y volvía a estar sería, con la nariz metida en sus diarios, escribiendo lo que descubrimos en los círculos de transportación o haciendo nuevos diseños. Creo que eso era lo que le daba fuerza y esperanza, el recordar su vieja vida, saber que en cualquier momento volvería.
Un mes más y ella podía presumir que era una empresaria conocida en el norte, había creado ropa para invierno, cálida y cómoda como para poder pelear usándola, los aventureros no tardaron en vaciar los almacenes, si, incluso creo almacenes, aún eran pequeños, pero no tardaría mucho en aumentar su reputación, y eso era lo que buscaba, ser reconocida. Todo bajo el nombre de Silent Seven Stars, era algo complejo, pero era un gran plan, su nombre sería reconocido por todos los continentes y, eventualmente, esos chicos a quienes buscaba relacionaran su seudónimo con su verdadero nombre, o ese es el plan.
Orsted simplemente se concentro en apoyarnos a ambos, a mi darme entrenamiento y a Nanahoshi le dio el financiamiento para comenzar con sus diversos negocios, así que ambos ya éramos básicamente sus seguidores, aunque a decir verdad, no me molesta en absoluto, ser discípulo de un ser tan poderoso no era algo que cualquiera pudiera presumir.
[...]
Zephyr se encontraba corriendo a gran velocidad en el interior de un denso bosque, moviéndose entre los gruesos troncos, moviendo su cabeza cada que el viento se escuchaba silbar con potencia en su dirección.
Solo apenas un parpadeo después del soplido del viento, los troncos por los que Zephyr se movía eran cortados con facilidad, los primeros en recibir el potente ataque eran cortados de manera perfecta mientras el resto parecían reventar como si los explotarán con un golpe.
Moviendo su ojo sano con gran velocidad, analizaba el camino delante de el, la figura lejana que lo atacaba, la ubicación de los troncos, sus propios pasos. Todo lo que veía lo analizaba, procesaba y usaba para evadir el siguiente silbido que se dirigía en su contra. Se deslizó procurando mantenerse sobre ambas piernas, agazapandose y así logrando evadir un nuevo ataque el cual ahora parecía una cuchilla de luz. Miró un momento en dirección a donde el ataque había llegado, se agachó aún más cuando otra cuchilla estuvo por decapitarlo y de nueva cuenta comenzó a correr.
A si cintura no había nada con que defenderse, el fuerte palpitar en su pecho se hizo más intenso en cuanto recordó eso. Solo movió sus dedos haciendo un pequeño gesto con ellos y el viento comenzó a envolver su cuerpo para ayudarlo a moverse con más velocidad, sin embargo, una gruesa voz se escuchó retumbar en el bosque.
«Ran Ma.»
Su magia se vio interrumpida para hacer que su cuerpo se moviera de manera errada, sin embargo, logró mantener el equilibrio para continuar su andar, fue entonces que cambio su dirección para ir en contra de aquella figura que continuaba con sus ataques.
Al estar cerca, no más de diez metros, un potente gritó se escuchó, un rugido que estaba por llegar a sus oídos, pero antes de hacerlo, Zephyr también lanzó un rugido que anuló el previo. El albino comenzó a correr de nueva cuenta, esta vez lanzando una corriente de aire que no alcanzo a ser perturbada y así logrando acercarse a Orsted quien no se movió, simplemente quedando quieto, esperando por el ataque de Zephyr quien llevó su mano derecha a la cintura, como si fuera a desenfundar, en un rápido movimiento, sacó su brazo liberando una hoja de luz que Orsted solo cubrió con la palma de su mano logrando destruir el ataque para después dar una fuerte patada al Grayrat que recibió el impacto directo en su estómago que logró lanzar el cuerpo del chico contra los árboles previamente rotos.
Zephyr quedó entre los troncos completamente derrotado, tratando de tomar aire ya que la patada había logrado no solo darle el aire, sino también su desayuno.
Poco a poco se levantó de los escombros para ver como Orsted miraba la palma de su mano, centrando su vista, Zephyr pudo ver como brotada sangre desde la mano diestra del dios Dragon quien sano su herida para después acercarse al albino quien ya había salido de los escombros.
«Bien, podemos parar por hoy. Lo lograste Zephyr Grayrat, aprendiste técnicas muy avanzadas en un tiempo relativamente bueno.»
Llevábamos ya poco más de un año entrenando y esa pequeña herida era la primera cosa que lograba hacerle. En cambio, de mi parte, hubo huesos rotos, algunos desmembramientos y muchos desmayos, demasiados de ellos. A pesar del dolor de perder extremidades, poco a poco acostumbré mi sistema a ir por sobre el dolor, aún causaba una sensación horrible, pero ahora podía evadir un poco el dolor y seguir enfocado en la pelea. No sé si quería que logrará llegar a ese punto o solo le divierte cercenar, pero a fin de cuentas es algo positivo el evadir el dolor para defenderme hasta el final de la pelea.
«Ya estás listo para aprender a defender la "Espada de Luz".»
Me dijo, yo deje de sanar los árboles derribados para centrarme en las palabras de Orsted.
«Formaste una buena táctica, pero demasiado desesperada, evita lanzarte a muerte contra un enemigo que te supera. No te entregues de esa manera tan abierta, incluso un Nivel Avanzando podría matarte.»
Yo solo asentí, sabía bien que, de atacar así, terminaría muerto, pero no se me ocurre otra táctica para tratar de dañar a alguien tan fuerte como Orsted, aunque ahora que lo pienso, si el conoce todas las técnicas creadas debido a su longevidad, lo que podría derrotarlo es algo nuevo.
Inconcientemente mi sonrisa se amplió mientras esa idea pasaba por mi mente, era tan obvio que me sentí estúpido de no haberlo pensado antes.
[...]
Por fin habíamos vuelto a nuestro camino con dirección a Shirone. Nos habíamos desviado por mucho tiempo pero no podía quejarme ya que Nanahoshi era la prioridad, aunque luego de este tiempo, solo la veía decaer poco a poco. Antes seguía sonriendo, pero después de más de un año, ella ahora era más sería, no tenía mucha información como para decirle una teoria, pero aún así, hacía lo posible por hacer que mantuviera viva su esperanza.
«Ese es el reino de Shirone.»
Los tres nos encontrábamos en una pequeña colina viendo el reino de Shirone a la distancia. Era una ciudad increíble, tenía una arquitectura Bizantina con tonos cobres y marrones parecía un mercado gigante, pero con estructuras definitasi alrededor de lo que parecía ser el palacio de la realeza.
Cómo siempre, Orsted se adentro al bosque mientras Nanahoshi y yo iríamos a la ciudad para que ella pudiera hacer sus negocios mientras yo, esta vez, buscaba a alguien que me pudiera dar respuestas sobre mi familia, es decir, a la maestra Roxy.
Antes de separarnos, Orsted me llamó.
«Zephyr Grayrat, usa está arma.»,
Dijo mientras me entregaba una nueva espada.
«Es una espada sin filo. Hecha con un mineral capaz de amplificar el mana, úsala como parte de tu entrenamiento, debes usar el mana necesario para crear un filo a su alrededor, uno tan fino como para cortar simple papel, o uno tan agudo como para cortar la roca, aprende a usar tu mana de manera eficiente.»
Me indicó mientras entregaba el arma, era pesada, incluso más que Northern Fang. Coloqué la katana a mi cintura y agradecí inclinando mi cabeza ligeramente, el solo asintió y siguió con sus pasos hacia el bosque.
«Deberías ir al gremio o la oficina postal, quizá en alguno de esos establecimientos puedas encontrar información.»
Me dijo Nanahoshi a lo que yo asentí cubriendo mi cabeza con la capucha del abrigo que usaba, uno parecido al de Orsted, supongo que a Nanahoshi le pareció divertido.
En algún momento bromeó sobre que parecía hijo debido a mi cabello, no sé si eso molestó a Orsted, pero al siguiente día el entrenamiento para evadir la hoja de luz aumento, no debo agregar que perdí extremidades varias veces.
«¿Estarás bien por tu cuenta?»,
Le pregunté y ella solo levantó su mano derecha donde tenía varios anillos en sus dedos, objetos mágicos entregados por el Dios Dragon, y si el había entregado algo así para que Nanahoshi se defendiera, bueno, pobre del que intentará atacarla.
Ella se dirigió al mercado principal mientras yo me dirigí al gremio de aventureros, simplemente fui al mostrador y me dirigí a la recepcionista. Antes de poder hacer preguntas, tuve que volverme aventurero, parece ser que no dan mucha información a no ser que sean miembros. Al no obtener nada de la recepcionista ya que estaba ocupada con aventureros que entregaban sus misiones.
Me acerqué al tablón de anuncios y ahí pude ver una nota firmada a nombre de Paul Grayrat.
Para Zephyr y Rudeus,
Zenith, Lilia y Aisha han desaparecido. Norn está a salvo bajo mi custodia. No sé dónde están ahora mismo, pero estoy seguro de que aunque estén solos, volverán aquí. Así que los buscaré al último.
Por ahora, me dirijo al continente Millis. Ahí es donde Zenith nació y se crío. He enviado un mensaje a la ciudad natal de Lilia y así casa también. Quiero que busquen en la parte norte del continente central. Si encuentran a alguien, contacten conmigo con esta información.
Zenith, Lilia, si alguno de ustedes ve esto, por favor, contáctenme también.
Para cualquiera que pueda conocerme a mí o a mi familia, o a antiguos miembros del Colmillo del Lobo Negro, por favor ayúdenme a buscar. Estoy seguro de que los miembros del Colmillo del Lobo Negro pueden tener sentimientos contra mi. No te pediré que lo dejes pasar. Puedes gritarme todo lo que quieras. Si me pides que lama tus botas, lo haré. Todos mis bienes desaparecieron, así que no puedo pagarte, pero por favor. Ayudame a buscar a mi familia.
Información de contacto:
Continente Millis, País Sagrado de la Capital Millis, Millishion, Gremio de Aventureros. nombre del grupo: Escuadrón de búsqueda de residentes de Villa Buena. Nombre del Clan: Asociación de Búsqueda de Personas Desaparecidas de la Región de Roa.
De Paul Grayrat.
«Seguimos siendo niños, Paul. ¿Qué demonios pasa en tu cabeza?»
Dije con cierta molestía, era claro que mis hermanas pequeñas eran prioridad, así como madre y Lilia, pero ¿Dejarnos al final? ¿Decirnos donde buscar? ¿Qué clase de padre comenzaría a buscar a terceros sin saber que su familia está a salvo?
No importa.
Suspiré pesadamente y di vuelta para comenzar a salir, pero antes de hacerlo, decidí preguntar por Roxy a quien quisiera oírme.
«¡¿Alguno de ustedes sabe algo sobre Roxy Migurdia?!»
Grité mi pregunta causando un silencio en el gremio, nadie respondió por lo que solo bufé con enojo y me dirigí a la salida.
Estaba por comenzar a caminar para ir a la oficina postal, pero no pude hacerlo cuando sentí como mi abrigo era jalado débilmente.
«Eh ...eh escuchado el nombre de Roxy en el palacio. Pero ella ya no está ahí.»
Una infantil voz llamó mi atención y gire para encontrarme con una versión en miniatura de Lilia.
«¿Aisha?»
Ella solo mostró una expresión confundida mientras soltaba mi abrigo y presionaba la carta que llevaba contra su pecho.
«¿Si?»
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Nuevo capitulo, espero que les guste y así. Ya vamos a comenzar a ponernos serios xD.
Cómo sea, espero que les guste y así, nos leemos la próxima.
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