Extra 1. Volúmen 1.
Extra 1. Volúmen 1.
...
...
...
...
...
Lilia, sobre la crianza y su error.
Normalmente estaba por la casa, limpiando todo lo mejor posible. Hace unos cuantos meses que había llegado al hogar de Paul y Zenith. La señora de la casa estaba por dar a luz, fue una gran sorpresa cuando dos lindos bebés llegaron al hogar, sin embargo, para mí sorpresa, solo el mayor por unos minutos, Zephyr lo llamaron, según Zenith, era un nombre algo común en su país natal; pero, volviendo a su nacimiento, cuando lo recibí, parecía tener pequeñas lágrimas y una mirada vacía, por un momento me preocupe, creí que estaba muerto, pero en cuanto lo mire bien y Paul se acercó, pude ver cómo su mirada cambió. Lo limpie y entregué a Paul quien lo llevó junto a Zenith, para mí alivio, cuando estuvo junto a sus padres, su expresión se relajo mostrando felicidad y aquellas pequeñas lágrimas ahora reflejaban alegría, cosa que en verdad me alegraba.
Entonces Zenith comenzó a pujar de nueva cuenta, venía un segundo niño por lo que me apresuré a atenderla siendo apoyada por Paul que me acercaba lo necesario. Y esta vez, fue muy parecido a la primera sensación que tuve al sostener a Zephyr, ya que, al igual que el, este pequeño no lloró. Y no solo eso, su expresión después de entregarlo a Paul y el acercarlo a Zenith me pareció ...repugnante, como la de un hombre lascivo al ver a alguien a quien desea, me causó náuseas aquella mirada, sin embargo, seguía siendo un bebé por lo que posiblemente solo era mi imaginación.
[...]
La crianza de los pequeños Zephyr y Rudeus fue más sencilla de lo que cualquiera imaginaría, ambos eran calmados, sobre todo Zephyr, quien solo observaba el cielo constantemente, pero, cuando veía a Zenith a Rudeus, a Paul o a mi, su expresión calmada se llenaba de alegría, alegría que lograba contagiarme para acercarme a él y abrazarlo, acción que el no tardaba en aceptar. Eso era tan tierno que me hacía olvidar las miradas que me lanzaba Rudeus, sobre todo cuando limpiaba en lo alto de las estanterías y miraba debajo de mi falda, o cuando buscaba mi ropa interior para olfatearla, creo que se dio cuenta varias veces que lo ví, pero no le importó y solo aumentó la sonrisa pervertida en su pequeño rostro.
A pesar de todo, no lograba sentirme del todo incómoda, Zephyr me observaba, pero como si quisiera aprender o tratar de entender lo que estaba haciendo por lo que, cuando notaba su curiosa mirada, lo tomaba en brazos para acercarlo a mí y comenzar a hablar con el como si fuera normal. Hubo ocasiones en las que me sentí culpable por no compartir de esa manera con Rudeus, pero al ver aquella sonrisa y mi ropa interior en su cara, simplemente olvidaba esa culpa.
[...]
Aquel día había cometido un error, el error del que más estaré arrepentida por el resto de mi vida, seduje a Paul. Escuchar a mis señores cada noche fue demasiado para mí, satisfacerme ya no era suficiente. Entonces una tarde en la que Zenith había salido junto a los niños, lo hice, fingí darme un baño, dejando la puerta de mi habitación abierta y fue entonces que Paul entró a casa y subió las escaleras, procure hacer ruido con el agua, llamé su atención y el no dudo en entrar para ambos comenzar con una salvaje tarde de sexo en la que terminé siendo embarazada.
Cuando Zephyr me miró de esa forma, con decepción en u mirada, con pena, lo comprendí, era obvio que el adoraba a su familia y yo la estaba rompiendo, eso fue doloroso, pero mi error debía ser dicho.
Revelarlo ante todos era lo mínimo que podía hacer, había sido mi error por lo que debía cargar con las consecuencias. Me dolía tener que dejarlos, pero me dolía más ver la traición en el rostro de Zenith, no era solo mi patrona, se había convertido en mi confidente, en mi mejor amiga, ella me había aceptado con los brazos abiertos, incluso cuando enferme cuido de mi, habían sido seis años en los que cuidamos mutuamente por lo que me dolía haberla traicionado. Me dolía haber lastimado a mi amiga.
Merecía ser echada en ese momento, incluso hubiera preferido ser golpeada a seguir en ese silencio tan abrumador que solo me decía lo culpable que era. Entonces, sin pedirlo ya que no lo merecía, Rudeus intervino a mi favor, mintió por mi, culpando de todo a Paul, eso me conmovió pero debía mantener mi semblante, no merecía ayuda.
Después fue Zephyr, resto culpa a lo que habíamos hecho y habló con Zenith, diciendo que mi hijo y yo éramos su familia, que ya éramos de la familia, los vi a ambos, a esos pequeños niños que vi nacer, los dos haciendo lo posible para hacer que me quede. Estaba al borde las lágrimas y entonces, cuando Zenith también me aceptó, no pude hacer más que llorar, llorar sin contenerme hasta que Zephyr me abrazó.
Fue en ese momento que lo decidí, el bebé en vientre, lo educare para que se convierta en alguien que pueda servir plenamente a Rudeus y Zephyr, con este bebé me acercaré un poco a pagar la deuda que tengo con ambos.
[...]
Habían sido tres años desde que los pequeños gemelos se habían ido para ser tutores, en un principio me sorprendieron sus peticiones, ambos eran demasiado maduros para su edad, tanto que siempre me sorprendían con cada palabra que solían decir, pero su petición, sobre todo por parte de Zephyr, me sorprendió gratamente, quería trabajar para mantener a la familia, eso en verdad me conmovió, pero no debía, después de todo, recién era parte de la familia.
Cercano al decimo cumpleaños de Zephyr y Rudeus, planeamos visitarlos, pero los monstruos actuaban raro ultimamente y Paul tenía que proteger la villa por lo que solo escribimos cartas y compramos sus obsequios, enviaría el más preciado tesoro de Rudeus y un lindo detalle hecho por Aisha, una pequeña pulsera que había creado con flores pequeñas, pensé que era poco, pero recordando a esos pequeños, sabía que la usarían por siempre.
Por la tarde, cuando Paul volvió de la cacería, también venía junto a el Silphy, quien saludo a las pequeñas Norn y Aisha para después saludar a los mayores y extenderme sus manos en las cuales tenía un pequeño collar tallado que significaba mucho entre los elfos, al verlos note que eran diferentes, creo que el de Rudeus dejaba muy claros los sentimientos de Silphy por el.
Solo unos minutos después ella se fue, quería pasar tiempo con su padre ya que, al igual que Paul, había estado muy ocupado con los monstruos.
Mi hija, Aisha estaba limpiando las mesas, a pesar de su edad seguía mis instrucciones al pie de la letra y solo me daba la impresión de que era una esponja absorbiendo conocimiento.
—Uhm ¿Qué es eso, papá? —.
Escuché preguntar a Norn quien apuntó a la ventana donde a lo lejos podía verse una enorme esfera de luz, como simulando otro sol.
—Fittoa está en esa dirección —. Dijo Paul consternado, entonces aquella esfera de luz comenzó a expandirse ampliamente y a una gran velocidad, antes de que nos alcanzará, me lance para abrazar a Aisha quien no dejaba de ver aquella luz que nos consumió a todos.
...
...
...
...
...
Primer extra, espero que les guste, en este caso es sobre Lilia ya que apenas y tuvo apariciones y pensamientos xD.
Espero les guste nos leemos la próxima.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top