Pescando un buen partido
* Para pescar se necesita colocar la carnada mas apetitosa que tengas y tener mucha paciencia... créeme, todo valdrá la pena cuando veas el cardumen de peces matándose por tu carnada sexy.
Bi resopló aburrido viendo como la chica mas decente en toda la tarde se ponía a discutir como si él no estuviese ahí con el chico que había interrumpido su sesión alegando que ella era suya, aunque a Bi ese dato le valía un percebe, quería comer, pero no podía hasta acabar de conocer a todas las chicas, aun se le ponían los vellos de punta recordando al acosador que trató de contar cuantos pelos tenía en todo el cuero cabelludo, traumatico. Finalmente su cita se besuqueó con el extraño en su cara y se sentaron en la mesa justo al lado de él a hacer las pases. Qué horrooor, se suponía que ese día quien encontraría chica era él, no ese tipo metiche que quien sabe de donde había salido, pero en fin, leyó a la siguiente chica que lo vería y no se sintió mas tranquilo:
Mellisá, enfermera, pez ángel, busca a un chico con una lengua experimentada
¡Jodeeer! ¿por que Larry seleccionó a las chicas mas raras que se halló! Estaba por salir huyendo del restaurante hasta que vio a la sirena de dos metros, pelo corto, musculatura poderosa y mirada golosa entrando con un aura de brusquedad gigante. Era hombre muerto si se atrevía a dejarla plantada. Se sentó de vuelta tan pronto como la vio y el restaurante pareció temblar cuando la otra se sentó.
- Hola Bi -pronunció esta ultima silaba relamiéndose los labios, él sonrió forzado.
- Hola Mellisá
- Llámame Melli
- Melli -está sonrió recargándose en su asiento.
- Háblame de ti Bi, no me gustan los hombres con secretos -¿si quiera le gustaban los hombres..?
- ¿Y qué quieres que te diga? Cazo humanos, tengo una hermana, no soy huérfano, eh...
- Leíste mi expediente ¿cierto?
- Ajá -dijo pálido.
- Entonces tal vez te gustaría ir al grano ¿no? -se estaba acercando... ¡en la #*##*, se estaba acercando!
- No, ¡digo! Tal vez, es que... mi lengua está cansada de practicar toda la noche... -murmuró recargándose en el respaldo lo mas posible.
- La mía también -sonrió mas y siguió acercándose, pero él se paró abruptamente de la mesa haciendo que ella lo viera de mala manera.
- ¡Tengo que ir a respirar antes! -la pez ángel sonrió otra vez.
- Te acompaño
- ¡No gracias Ruthmi, no quiero que te deshidrates, puedo ir solo, adiós! -
- ¿Ruthmi?
- "Nada, nada como si tu vida dependiera de ello pORQUE SI DEPENDE DE ELLO PENDEJO, NADA" -y Bi desapareció dejando solo una horda de burbujas salvajes. Dobló por la esquina y estaba mas que dispuesto a mudarse a la ciudad de al lado y cambiarse el nombre a Pepito cuando Maki lo atrapó de la aleta junto con su novio.
- ¿A dónde pescadito? -preguntó Maki retadora.
- ¡A La Atlanta a cambiarme el nombre! ¡Hay una chica de 2 metros allá dentro muy molesta conmigo, tengo que huir!
- ¿O sea que no te ha agradado ninguna chica? -preguntó otra vez la foca.
- NO, ¿POR QUÉ EL PUTO LARRY NO SE HACE UNA CITA A CIEGAS PARA SI MISMO EN VEZ DE ANDARME MOLESTANDO? -el mencionado, que estaba al lado de él, quedó con una expresión neutral, no enojado, no feliz, neutro. Todos se mantuvieron en silencio esperando una reacción de su parte, pero Larry solo veía a los lados apretando los labios esperando a que el silencio incomodo acabara.
- La única chica de dos metros en la lista se llama Mellisá, puedo hablar con ella si quieres, todavía quedan 5 chicas por atender -le ofreció una sonrisa muy pequeñita y entró al establecimiento, en verdad conocían tan poco de Larry, y entre ese poco ahora nacía el tema de que no le agradaba que le gritaran, o conseguir pareja, o ambas. El psicólogo de Larry le tenia mas confianza a Bi que a la abuela del chico así que le explicó que no le gustaba ser regañado, él no lo estaba regañando, ni siquiera sabía que él estaba ahí, pero tal vez ser regañado también incluía que le gritaran, o sea, a nadie le gustaba que le gritaran, pero para Larry los gritos formaban parte de un super raro asunto personal que lo había dejado así de chiflado.
...
Finalmente estaba con la antepenúltima chica de la noche: Veraniel, arquitecta, manatí, busca a un chico callado y dulce. Hm, no encontraría nada dulce en un océano salado, pero podía ser callado cuando quería. Había una posdata muy extraña bajo la hoja burbuja, la leyó con atención.
"Bi, pase lo que pase por favor no menciones a los humanos, esos temas la ponen... sensible. Por favor, se discreto con eso ¿si?
At. Larry"
Sonrió extraño luego de leer la posdata ¿qué tan sensible la ponía el tema? ¿conocía algo respecto a los humanos o algo así? Si estaba tan en contra de los humanos como él quizás la conversación podría tornarse interesante. Por las puertas del restaurante tan corriente y de pueblo entró una mujer de bastantes, es decir muchísimas... proporciones, con una sonrisa discreta y amable, pero su figura corporal no era lo impactante, de hecho le daba igual, lo impactante era que tuviera una extremidad de madera reemplazando su mano.
- "Entonces eso era lo que la ponía sensible" -los humanos eran los responsables de su falta de brazo, estaba mas que seguro de ello, y compartir odio por la misma especie podría ser eso que encendiera el inicio de un romance de novela, y por fin podría ser un protagonista, como Maki y Rastyn, Ucstav y Kaikei. Sonrió amable a la chica de aleta beish y cabello rubio corto.
- Buenos días Veraniel
- Buenos días Bi -dijo la chica con la misma cortesía.
- Eres la chica mas normal que he visto en todo el día -confesó con un suspiro extraño y una sonrisa, tratando de usar la amabilidad que no tenía.
- ¿Eso es bueno..?
- Mas que bueno, todos en esta ciudad están locos -utilizó una frase que había leído en un libro, y por primera vez en mucho tiempo, se sintió parte de su propia historia.
- Bueno, ese es el halago mas extraño que me han dado, pero lo tomo -dijo con una sonrisa agradable.
- Entonces, Veraniel, hermoso nombre por cierto, ¿qué me dices de tu vida? ¿algún pasatiempo o... odio a algo en específico? -señor discreción le dicen.
- Vaya pues, mmm, suelo preparar mis propias recetas en casa, ya sabes, una inventada y todo eso, aunque no son tan buenas. Mi pasatiempo es leer noticias, no sé, es algo muy en mi. Un odio en especifico... odio en especifico, ¡oh si! -sonrió victorioso-. Odio la arena, y la sal, o sea, te pegan en la piel y tu intentas quitarlas pero ¡uuush! Y bueno, ¿qué me cuentas tu? -suspiró cansino y se recargó en el respaldo.
- Soy caza humanos, suelo cortar dedos de los pies como pasatiempo y si, odio a los humanos. Me gusta cocinar de vez en cuando pero creo que es muy... pasable, ya sabes, como... -su voz se fue apagando mediante veía como su cita salía de inmediato por la puerta, rodó los ojos discordiado y se cruzó de brazos, al parecer Biggy el indomable seguiría soltero por mucho mucho tiempo mas tarde.
___
Bi se parece demasiado a otro personaje de otro libro mio tanto física como psicológicamente pero con el pelo corto, trataré de cambiar eso ._. ... (cofcofestonoesspamCOFCOF).
¿Tienen teorías sobre el pasado de Larry? ¿Si? ¿No? Perdón si de repente pregunto mucho de él, es que, como ya dije, Larry es mi consentido y le quiero dedicar un capítulo X3 Bye
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