Espuma de mar

* A veces el amor puede volverte el huracán mas salvaje y gigante de todos los tiempos, dándose a relucir e intimidando con su gran intensidad, y otras veces simplemente puede rebajar tu existencia a espuma de mar.

En ese momento quiso arrancarle el micrófono a la señora y gritar que la verdadera ganadora era ella, que era Kaskazini, aunque le arrebatara de las manos su premio a una niña discapacitada, aunque medio mundo lo mirara feo, aunque lo exiliaran por faltarle el respeto a su monarca, él solo quería ver la sonrisa mas sincera que jamas había visto.

- 10... 9... 8... -a penas volvió en si se dio cuenta de que ya estaban dando la cuenta regresiva, todos con los ojos cerrados enlistando sus propósitos en la mente, él los cerró igual con todas sus fuerzas rogándole a todo el cielo poder cumplir cada uno-. 4... 3... 2... 1...

- FELIZ AÑO NUEVO PUTITOS -y Bi cumplió su propósito de año nuevo nada mas llegar al uno nadando en reversa mientras se burlaba de sus caras directamente a la salida, y Larry abrió los ojos tranquilo confiando plenamente en que lo cumpliría. Bajó a con Kaskazini y de inmediato le colocó su corona de flores dorada y le dio un beso en la mejilla.

- ¿Eh? -fue todo lo que pudo responder la otra.

- Listo, tu propósito se cumplió, eres la reina del baile

- No, ese no era mi propósito y... tu eres el verdadero rey del baile, no yo -respondió sonriendo pequeñito mientras se rascaba el brazo.

- Para mi tu fuiste una verdadera reina, y estamos en un baile así que... -la otra rió y negó divertida.

- Eres muy gracioso Larry -gracioso... ok... ¿y qué mas?-. Creo que voy a extrañarte mucho cuando regrese a Aqualis -10 palabras, 47 letras y 70 chorrocientos de fragmentos de corazón rotos.

- ¿Vas a volver..? -asintió lentamente.

- Creí haberlo mencionado en una oportunidad, pero tal parece que no así que, si, volveré a Aqualis, mi aldea me necesita tanto como esta gente te necesita a ti -y eso destrozaba brutalmente toda oportunidad de verla de nuevo.

- ¿Y... puedo pasarte mi código? -la sirena asintió tranquilamente.

- Por supuesto, nos mantendremos en contacto -si... ahora que lo pensaba tal vez poner a Kaskazini en su lista de propósitos de año nuevo no había sido tan buena idea, pero en fin, le dio su código, recibió su código, se enviaron un mensaje para confirmar que si era el código correcto y se despidieron con un abrazo muy corto para su gusto.

- Adiós Kaskazini -murmuró con una pequeña sonrisa.

- Hasta pronto Larry, hasta pronto -y en ese transporte ballena se iba su segundo amor y su corazón hecho sushi, el amor es tan cruel. Se quedó ahí estático hasta que perdió de vista a la ballena con el amor de su vida y unos 20 minutos a parte esperando a que se bajara del autobús y se quedara con él por siempre, como en las películas de amor que veía con su abuelita, porque como alguna vez dijo Bi: él se lo merecía. Pero no siempre se recibe lo que uno merece ¿saben? Porque esos 20 minutos se convirtieron en una hora, y luego en dos, dos horas en las que yació parado como una muralla imponente esperando su corazón de vuelta junto con sus ganas de seguir viviendo.

Pero no fue así...

###

Kaikei se había quedado para el desayuno de año nuevo en una mesa con mas de 50 personas conversando y riendo, pero él se limitó a mantenerse en silencio viendo contento a la gran familia de Ucstav. Ya era de mañana y se dirigían a casa cuando Kaikei preguntó.

- Hey Ucstav, créeme que no deseo incomodarte preguntando esto pero... ¿por qué los LEDAFIs se separaron?

- Uf, ese cuento me lo contaban casi cada noche antes de dormir, así que supongo que puedo decirte, pero promete no difamarlo ¿ok? -lo abrazó del cuello y le besó la cabeza mientras se encaminaban a casa-. Bueno... ¿por dónde empezar..?

###

- Ay, no puedo creer esto -dijo Bi cansado llevándose las manos al cabello-. Larry jamás se había puesto a llorar por amor ¿y ahora cómo lo ayudamos?

- No lo sé...

Larry corazón de paedocypris se había puesto a llorar en medio de una conversación casual en camino a su casa y huyó a encerrarse a su habitación, donde se conservó toda la mañana. Bi ya había sido ascendido a asistente de chef y ahora además de lavar platos podía ayudar con la comida e incluso prepararla sin ayuda. Su salario no aumentaría hasta febrero debido a las fiestas decembrinas pero recibió un generoso adelanto que guardó de inmediato antes de que se le ocurriera gastárselo en cenas desenfrenadas y reventones. Ahora la orca y la foca estaban en la sala de su casa oyéndolo sufrir mas que nunca mientras hacía su berrinche desquitándose con su cuarto. Larry contenía demasiadas cosas dentro las cuales sabía callarse muy bien, así que no era demasiado raro que cuando ya no podía más destrozaba todo lo que se le venía a su paso y, pues se encerraba, porque ya le había tocado una vez que no vio a Bi entrar a su casa y estuvo por fracturarle un brazo con el mueble que le aventó.

La manta raya a penas estaba aprendiendo a abrir sus sentimientos a sus seres queridos pues pasó una vida entera con una mujer que lo obligaba a aguantarse cuando tenía ganas de llorar, a no sonreír cuando estaba emocionado y a no hacer gestos cuando estaba enojado, ella siempre lo había hecho suprimir sus sentimientos a nada y, solo tal vez, eso demostraba que ella todavía lo controlaba desde su mente, desde ese recuerdo traumatico de su imagen, o tal vez como parte de su aberración a seguir siendo un niño.

Finalmente el de cabellos rojizos dejó de llorar tan alto y abrió la puerta, avisando que ya no había peligro de muebles voladores o boomerangs improvisados. Maki y Bi entraron inmediatamente y al verlo tratar de excusarse con el bolo en su garganta haciéndolo balbucear le regalaron su mas fuerte abrazo de apoyo.

- Lo sentimos Larry, estamos aquí para ti -y él solo cerró los ojos y sorbió el moqueo dejándose dar el amor que hacia tanto buscaba, pero que no era de quien ni del modo en que lo hacía

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top