Bien suele decirse que la vida es un viaje en mantarraya, Unas veces se coincide con algunos peses pero en determinado momento ya sean ellos o tú deben bajar en diferentes rumbos, y así lo hacen, a la vez que aprecian el tiempo compartido juntos

Era incapaz de caber en su impotencia desde que se enteró de que su novia lo había omitido totalmente de una fiesta que ella misma estaba llevando a cabo.

Sencillamente fue un día que fue a su casa, y sin hallar respuesta a su llamado decidió enviarle un par de mensajes preguntándole dónde estaba, mensajes que por cierto vio pero no contestó.

Después de eso se la pasó buscándola por toda Sea City, bombardeando su bandeja de mensajes con preguntas e imaginándose lo peor, pero grande fue su sorpresa cuando al ir a casa de Bi para interrogarlo al respecto este le platicó despreocupadamente lo que había estado haciendo todo el día.

¡Ella misma fue quien le recalcó que la comunicación era lo más importante para una relación duradera! Y al mismo tiempo era quien se exentaba de informarlo sobre sus planes y proyectos, como de su trabajo de medio tiempo como sicario para humanos y ahora la famosa fiesta a la que hasta a los plánctones habían invitado.

Sin embargo, no quería ser "el que siempre malinterpretaba todo" de la relación, por lo que no se mostró reacio a conversar ni se propuso a hacerle rabietas. Quería la verdad, así fuese dolorosa u otro de esos famosos malentendidos en los que siempre se veían comprometidos.

Sentado contra la puerta de su casa esperaba su retorno, inmerso en las otras casas que rodeaban aquella. La familia de Maki tenía cierta influencia sobre el lugar debido a que eran cercanos a la familia real, hasta para él era desconocido si compartían sangre o sencillamente trabajaban para ellos pero cual fuese el caso era motivo suficiente como para que vivieran en un barrio tan seguro como ese. Las casas no eran las mejores, pues parecían dunas de arena en medio de unos buenos pedazos de coral pero si los humanos descubriesen su villa ellos pasarían totalmente desapercibidos; por ello vivir en esa área de la ciudad resultaba más costoso.

A pesar de ello, Maki nunca había permitido que su ego fuera proporcional a su posición económica, cosa que él admiraba mucho, pues solo voluntades fuertes como la suya serían capaces de tal hazaña.

Si él estuviese en su lugar aseguraba se volvería un ególatra creído e insoportable, pues lejos de representar una autoestima alta más bien eran comportamientos inclinados hacia personas meramente inseguras sobre sí mismas que necesitaban remarcarse motivos ficticios por los cuales valían más que los demás.

Finalmente, a quien tanto había estado buscando se presentó al lugar citado y le sonrió más por cortesía que por otra cosa, pues a no ser que se estuviese riendo a carcajadas sus hoyuelos no eran tan visibles, y eso lo sabía porque la miraba mucho, y no solo a ella, solía mirar mucho las gesticulaciones de las personas porque sentía que las suyas no eran naturales, o demasiado neutras, y quería modificar eso de su persona.

-Hola Rastyn –saludó la morena tomando asiento a su lado.

- Hola Maki –respondió el otro tratando de ignorar el arco que cargaba en sus manos, pues tenía sangre y pedacitos de una composición a la que no quería ni darle nombre.

- Perdona por no haberte contestado, Rastyn, es que estaba en algo importante –dijo con fonación apenada.

- Sí, estabas matando personas, lo noto –así como matar personas era ese asunto más importante que responderle un miserable mensaje.

- No, es que también estaba haciéndole una fiesta a un amigo –explicó con un aire nada tenso para estarse refiriendo a un evento al que no lo invitó.

- Algo escuché –afirmó apretando los labios entre sí, pues se debatía entre si era correcto recriminarle por su invitación o no.

- ¿Era de eso de lo que querías hablarme? Decías que te sentías mal por algo –dijo la foca sin esconder su preocupación, pues de camino a casa comenzó a leer con mayor detenimiento sus correos.

- Es que quería pasar tiempo contigo hoy y no logré dar contigo hasta ahora, creí que te había pasado algo malo, que estuvieses matando humanos por ahí tampoco me deja tranquilo.

- Rastyn, ya hemos tenido esta conversación bastantes veces, soy consciente de que no es el trabajo más seguro del mundo pero me tomo todas las precauciones habidas y por haber y-

- Y sin embargo, eso no confirma nada, Maki. Los humanos son peligrosísimos, no quiero ni saber lo que sería de ustedes dos si un día se encontraran con un lanza-estrellas –advirtió alarmado.

- No estamos llamando la atención, los lanza-estrellas no vendrán –le prometió cobijando su mano con la propia.

- Eso no lo sabes, he llegado a ver incluso a niños con lanzadores de estrellas bajo su poder –la aludida asintió comprensiva.

- Igual yo, pero esas cosas suelen ser realmente ruidosas y... -se detuvo a sí misma cuando a través de sus ojos cayó en cuenta de que no lo estaba convenciendo en lo absoluto, por lo que decidió cambiar sus maneras-. Mira, te propongo algo –se acomodó mejor en su propio sitio y aclaró su garganta-. Ya sea de lejos o de cerca, si me llego a enterar de la presencia de un solo lanza-estrellas por la zona, renunciaré a mi puesto con Bi indefinidamente.

- ¿Indefinidamente? Maki, se nota a leguas que no estás tomándote mis advertencias en serio. ¿De veras vas a renunciar solo cuando tengas una de esas cosas apuntándote en la cara? ¡Y luego me preguntas por qupe Bi me desagrada tanto!

- Bi no tuvo nada que ver sobre mis decisiones. ¡Yo fui quien quise ayudarlo!

- Ya sea de manera directa o indirecta él está entrometido en tus cosas, la mayoría bastante peligrosas, por cierto. Es una pésima influencia para ti, es solo que no te enteras porque ya te acostumbraste a él -Maki se resignó a acariciarle el cabello mientras él terminaba de procesar sus propias palabras, sintiendo que su cabeza y su boca se coordinaban muy mal, mientras que su semejante se estaba penando a detalle lo que iba a decirle, se armó de valor y lo hizo.

- Pues bien, Bi jamás me presionaría a dejar de pasar tiempo contigo porque lo hace sentir celoso. Bi no es el problema aquí, eres tú.

Apartándola de su pelo y descolocado por sus palabras se paró de su lugar a su lado y estalló-:

- ¡¿Si tan problemático soy para ti por qué no te vas con Bi de una vez?!

- Es una excelente pregunta –antes de ingresar a su propiedad y azotarle la puerta en la cara se obligó a ser mucho más explícita con lo que quería, dispuesta a no hacerle más daño a ninguno de los dos-. Rastyn, me parece que debemos darnos un tiempo.

- ¡¿Un tiempo?! ¡Si tú solo quieres terminar conmigo para salir con él! –recriminó furioso, pero también con la necesidad de recibir un abrazo, uno que fue él el encargado de ofrecerse a la vez que deseaba con todas sus fuerzas desaparecer.

- No, Rastyn. Necesitamos un tiempo para que te des cuenta de que mi vida no gira en torno a Bi ni a nadie aparte de mí misma, y para que tu vida comience a hacerlo lo mismo –explicó sintiendo un hormigueo terrible en el pecho, y esas mismas ganas de llorar que ahora a él lo consumían. Al no obtener una respuesta cerró la puerta con cuidado y se tiró a la hamaca, tratando de olvidarse de la presencia afuera de su casa y de la amargura que consumía a su alma.

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No sé ustedes pero en lo personal me gusta poner a la humanidad como el malo del cuento para agregarle un toque de realidad a la historia, ademas de que las leyendas de marineros sobre sirenas salvajes que hipnotizan a los tripulantes para luego comerlos están muy fuera de contexto ¿no¡ 

Por cierto ¿cuál es su personaje favorito hasta el momento? El mio es Larry (¿no han notado que Larry es el único en tooodo el libro con un nombre "normal"? Lo dejo a su criterio) 

(Entre paréntesis 2: ya sé que solo están aquí por el Ucskei pero quien busca encuentra, así que ya lo saben)

(¿Se nota mucho que amo los entre paréntesis? ¿Qué es lo que los motivó a darle clic a este libro en primer lugar? ¿Qué fue lo que les agradó de la trama para que dijeran "chido" y continuaran leyéndolo? ¿Son muchas preguntas? Lo siento :V). Bye ;u;