Mazama Jin, el Mentiroso.
* acontecimientos ocurridos en la actualidad.
La tranquilidad del barrio donde la Familia Mazama vivian era de lo más tranquilo, es uno de los motivos por el cual decidieron vivir en aquel lugar, el hecho de poder criar a su Hija en un entorno tranquilo y pacífico, sin mencionar que los vecinos son bastante unidos.
Los Cachorros y Niños que volvían a casa de sus clases lo hacían con completa tranquilidad, podían desviarse de su trayecto a casa para poder jugar con sus compañeros y manadas.
Un barrio en el que la mayoría de los vecinos se conocen los unos a los otros. Es por eso que algunas alarmas se activaron en algunos animales cuando vieron aquel grupo inusual que caminaba por la calle.
El inusual Grupo era conformado por un Perezoso, una Loba, un Murciélago y por último, una Koala.
Yukari: Chicas... no creo que sea lo mejor ir cuando no están.
Lanka: que dices, somos una manada, ¡prácticamente somos una familia! Eso significa que podemos ir cuando queramos.
Yukari: pero... ya saben, si los dos están solos en su casa...
Lanka, trago sus palabras al saber el punto que Yukari quería tocar. En cierta manera estaba de acuerdo con ella al volver más tarde, pero al mismo tiempo ansiaba estar con sus compañeros.
Las tres se estaban mirando mientras daban pequeñas carcajadas al imaginar esa escena, el encontrarlos e interrumpirlos. De cierta manera, las tres deseaban que ese fuese el caso para burlarse como en los viejos tiempo.
Los pensamientos de las tres estaban conectados, excepto por alguien quien no lograba entender por completo.
Chii: no lo entiendo ¿Por qué se ríen?
Ante la pregunta ingenua de Chii, las tres detuvieron sus risas para preguntarse si estaba hablando enserio.
Las miradas de las tres quedaron pegadas a ella, sintiendo estas miradas como se intensificaban lentamente.
No lograban entender si lo hacía para burlarse de ellas o si es demasiado ingenua e inocente. Pero sería extraño, ya que, Chii se volvió un murciélago bastante guapa y de seguro debe tener varios pretendientes.
Aun así, querían confirmarlo.
Yukari: b-bueno... tú sabes... los dos son parejas y están solos en casa.
Chii: ¿uhm? Pero Honoka-chan, debe estar con ellos ¿no?
Miyubi: Chii... ¿no tienes... novio?
La más lenta fue la más rápida en llegar al punto.
Chii: ¡c-claro que no! A-aun no encuentro al indicado...
Miyubi: incluso con tener un Hijo... a veces nos las arreglamos... para tener un tiempo... a solas de parejas...
Con sus manos juntas y sus hombros levantados, Chii camino con su cabeza inclinada al finalmente entender a lo que se refirieron todo este tiempo.
Yukari: pero no me puedo creer que aún no estas emparejadas ¿sabes?
Chii: ¿eh?
Yukari: te ves muy bonita con tu cabello largo, tienes buen estilo para vestir y también creciste mucho. Mira, estas al mismo tamaño que Miyubi. – lo decía mientras tocaba la cabeza de Chii y la de Miyubi, quien estaba dentro de su carrito.
Miyubi: incluso... más alta... que Lanka...
Lanka: ¡ahg!
El tema que le duele a la Lobita fue tocado, realmente tiene un gran complejo con su estatura, sin mencionar que su Hijo es más alto que ella.
Lanka: y-ya estamos a punto de llegar.
Chii: s-sí.
La Perezosa y la Koala solo aguantaban sus risas para no lastimar a Lanka.
Yukari: Miyubi, no nos hemos visto hace mucho tiempo.
Miyubi: extrañaba ser... llevada por ti...
Yukari: y yo quería llevarte. Tu cabello ahora es más largo.
Miyubi: llega hasta mi... cintura... puedo almacenar... más musgo... es bastante útil... y mi pequeño le gusta masticar... directamente de mi pelo... jejeje, es agradable... ... ... pero mis brazos me matan... cuando debo bañarme...
Yukari: me lo imagino... ¿has muerto muchas veces, no?
Miyubi: si...
Yukari: voy a rezar por ti...
La singular Manada estaba llegando a la casa de los Mazamas. En eso que doblaron por la bifurcación que los llevaría a su Hogar, notaron algo que inmediatamente les Hizo ocultarse detrás de la muralla.
Las tres espaldas de las chicas estaban pegadas a la muralla y una por encima de la otra acercaron su rostro por el borde del muro para ver esa escena que las impacto.
Miyubi: no... puede ser.
Yukari: espera, no saques conclusiones de inmediato.
Lanka: ¿Qué demonios?
Chii: Jin...
Las cuatro trataban de buscar una razón lógica a lo que sus ojos veían, aquel adulto parado en la entrada de su casa mientras conversaba cariñosamente con una persona.
Yukari: ¿Por qué esta tan temprano en su casa? quiero decir... ¿no debería estar en su trabajo?
Miyubi: puede ser... que se tomó el día libre...
Chii: a-así es, lo más probable es que tiene un día libre.
Lanka: pero Hitomi no nos dijo que Jin estaría aquí, además ¿Quién es ella?
Yukari – Miyubi – Chii: ... ... ... ...
Trataban de inventar cualquier excusa para entender lo que estaba viendo. Un día libre, quizás fue despedido, estará enfermo. Cualquier excusa serviría para liberarlo de las sospechas, pero hay algo de lo que veían que las preocupaba.
Jin estaba despidiendo a una Chica Joven desde su puerta.
Lanka: quien ese esa Hembra... ¡¿Yukari?!
Yukari: q-que me preguntas a mí.
Lanka: trabajabas con Hitomi ¿no? ¿Es una de tus compañeras de trabajo?
Yukari: imposible... no habían Humanas en la cocina a excepción de Hitomi, esa Chica no es alguien con quien hayamos trabajado.
Miyubi: tampoco es una compañera de Jin o una vecina... está caminando... muy lejos...
Yukari: es una Chica... muy bonita...
Lanka: entonces ¿Quién demonios es?
Miyubi: una... rompe hogares...
Los pelos de Yukari y Lanka se erizaron ante esta alternativa.
Aunque, las tres temblaron por una sensación amenazante y sedienta de sangre detrás de ellas. Al voltearse a verla, notaron como Chii tenía su cabeza inclinada y su flequillo cubría gran parte de su rostro.
Chii: ¿Jin...Senpai... es infiel?
Lanka: cómo puedes pensar eso.
Chii: es lo que Miyubi dijo...
Miyubi: puede que los Machos Humanos... busquen satisfacer sus... gustos con otras Hembras... de su especie...
Yukari: hay mucho que no sabemos de los Humanos, quizás sea algo normal para ellos, el intercambiar parejas o tener varias.
Miyubi: puede ser...
La respuesta de Miyubi, fue dicha de una manera que le Hizo recordar unas circunstancias de Hitomi, Jin y ella cuando los tres iban a la universidad. Un acto que hicieron cuando los tres aun no eran padres.
La Perezosa despertó de sus recuerdos cuando vio a Chii acercándose a ella.
Miyubi: solo fue... una bromita...
Chii: de muy mal gusto...
Si Miyubi no estuviese en su carrito, abría retrocedido instintivamente al acercamiento de Chii.
Yukari: ahora que sabemos, que Jin está en la casa y lo que vimos hace poco... ... no me atrevo a verlo...
Los ojos esmeraldas con un filo en ellos, fueron rápidamente objetivos de Yukari quien desconfiaba de Jin.
Chii: también estas insinuando que Jin le es infiel a Hitomi... aquel Hombre que ha estado enamorado de la misma Hembra por años, ¿tan pobre piensas que es su amor? Incluso de su Amor dieron a luz a una hermosa criatura, ¿realmente piensas que el amor puede terminar de un momento para otro?
Yukari: n-no lo creo...
La devoción de Chii por Jin era inmensa, incluso después de la Academia ella lo ha admirado y ha sido un ejemplo a seguir para Chii.
Increpaba a las demás, sin misericordia, ante la idea de que él estuviese engañando a Hitomi, aunque también puede ser una manera para negar sus propios pensamientos en contra de Jin, al ver a una Chica Joven y bella saliendo de su casa cualquiera podría pensar en lo peor, aun así, hacia todo para que esa idea no pasara por su cabeza.
Lanka: ¡espera!
Chii: ¿q-que?
Lanka: quizás... ellos dos...
Las tres miraron a Lanka ante lo que iba a decir.
Lanka: ¡¿estarán pensando en ir a una manada de Humanos?!
Ya estaban acostumbradas ante los comentarios de Lanka, de que alguien salga de su manada y siempre suele malinterpretar las situaciones más absurdas.
Incluso con los años, ellas se sienten un poco decepcionadas por la poca confianza que ella tiene en su propia manada.
Hitomi: chicas.
Yukari – Lanka – Chii – Miyubi: ¡Hik!
Sin darse cuenta, Hitomi apareció por las espaldas de las cuatro. Al tratar de buscar alguna excusa, no notaron que el tiempo pasaba rápidamente y el turno laboral de Hitomi ya habia terminado.
Hitomi: hace mucho que no las veía, están muy bonitas. – dio un aplauso al verlas reunidas.
Miyubi: tu tambien... Hitomi...
Hitomi: gracias, ¿pero han estado aquí todo este tiempo?
Chii: n-no, acabamos de llegar.
Hitomi: ya veo, vamos a conversar a un lugar más cómodo.
Chii – Yukari – Lanka – Miyubi: ¡espera!
El grito de las cuatro y perfectamente coordinado, hizo que el cuerpo Hitomi diera un brinco al igual que los animales que caminaban por el sector.
Hitomi: o-oigan... aquí solemos tener nuestras voces bajas... los vecinos se puede molestar...
Chii: lo siento, es solo que...
Lanka: te esperamos para entrar contigo, te extrañamos mucho ¿sabes?
Los ojos de Hitomi brillaron de una manera intensa al saber que era esperada por sus amigas. Como no han estado juntas por sus diferentes horarios laborales, cualquier detalle que sus Amigas, por lo más minúsculo que fuese, ella lo recibía con una gran alegría.
Chii: además... Jin está solo en casa... así que decidimos esperar.
Hitomi: ¿Jin-kun... esta en casa?
Yukari – Chii – Lanka – Miyubi: ... ... ...
La punta de los dedos tocó los labios de Hitomi y con una sonrisa falsa dijo.
Hitomi: ya veeeeo... - la peor sonrisa se formó en su rostro.
Yukari – Chii – Lanka – Miyubi: ¡es infiel! – pensaron al unísono.
Hitomi: bueno, vamos a hablar a dentro.
Mantuvieron un silencio incomodo hasta llegar a la puerta de la residencia Mazama, al girar la llave y abrir la puerta la primera en dar la bienvenida fue Jin quien pasaba justo por el pasillo.
Hitomi: estoy en casa, cariño.
Jin: b-bienvenida...
Yukari – Chii – Lanka – Miyubi: con permiso...
Jin. Hum... también vinieron las bestias.
Yukari – Lanka – Miyubi: ¡maldito infiel! – pensaron las tres.
Hitomi: no sabía que saldrías tan temprano de tu trabajo, cariño.
Jin: b-bueno... tu sabes... hay veces en las que no hago horas extras...
Hitomi: que bueno.
Yukari: ¡no lo voy a tolerar!
Chii – Lanka – Miyubi: ... ... ...
La Koala fue quien se atrevió a increparlo, como ella ha visto su relación florecer desde el inicio era obvio que Yukari sería la más ofendida ante esta idea y quería respuestas de inmediato.
Yakari, no andaría con rodeos.
Yukari: dime ¿Quién era esa mujer que estaba en tu puerta?
Jin: ... ... ... ¿ha?
Chii: t-te vimos... con una perr... señorita.
Jin: están espiando casas ajenas, ¿no tienen vergüenza?
La actitud de Jin era muy calmada al ser cuestionado por sus propias amigas. Obviamente esta actitud las molesto mucho al no darle la importancia que amerita.
Hitomi: chicas, se estarán refiriendo... a una Chica joven de cabello negro ¿verdad?
Lanka: si, estaba muy cerca de Jin era como si...
Hitomi: es la niñera de Honoka-chan.
Nuevamente, el silencio se formó alrededor del grupo
Jin: déjenme entender algo... ¿pensaban que yo estaba con otra mujer...? Y que la traería a mi casa... ¡son adultas y siguen igual de idiotas!
Yukari – Chii – Lanka – Miyubi: ¡uhg!
Yukari: t-tu...
Jin: enserio me dirás algo cuando sospechaste de mí, debes a gradecer que no te saque de aquí Koala idiota.
Guardo su comentario ante la gran verdad que le dijo, ninguna se atrevía a mirarlo por la vergüenza al poner en duda sus sentimientos.
Hitomi: son unas tontitas, miren.
Los ojos de las cuatros se abrieron cuando Hitomi le enseño su mano.
Chii: eso es... ¿un anillo?
Hitomi: jejeje, el fin de semana pasado, Jin me propuso matrimonio. – lo decía mientras posaba su palma en su mejilla.
La vergüenza fue rápidamente substituida por felicidad, rápidamente miraron a Jin para que le dijera que era verdad, pero como es lo usual en el las miro con un enorme desprecio.
Chii – Lanka: ¡Hitomi, Felicidades! – la emoción fue tan grande, que se abalanzaron para abrazarla.
Yukari: ya veo, ya era hora para que le propusieras matrimonio ¿no crees? – le decía mientras golpeaba la espalda de Jin.
Miyubi. Nunca dudamos... de tu amor por Hitomi... - le daba palmadas en su Hombro que no llegaba a sentir.
Jin: ustedes... ... ahhhh... ya que, nunca van a cambiar.
Yukari: ¡ya se! Te preparare mi especialidad, el tener a una chef tan prestigiosa como yo debe ser una gran oportunidad.
Jin: si le colocas mierda te hecho de mi casa.
Yukari: ¡que grosero!
Cuando se cambiaron los zapatos y fueron dentro de casa, Hitomi detuvo a Jin con una simple palabra.
Hitomi: es una idiotez que ellas pensaran que me harias algo como eso... pero no quita el hecho de que me mentiste.
Jin: ¡uhg!
Lentamente, Hitomi se acercó a Jin.
Hitomi: ¿Por qué estás tan temprano en casa, amorcito? Me dijiste que harías horas extras... que curioso.
La voz de se volvió seria y el detalle de agregar "amorcito" a su pregunta, ponía su piel de gallina.
Jin: b-bueno...
Hitomi: me gusta que esteces en casa y que me recibas, amorcito, pero no sabía que estarías tan temprano y no me contaste nada... ¿Por qué será?
Jin: no es nada especial...
Hitomi: ¿seguuuuro?
Jin sentía en la punta de su nariz la respiración de Hitomi al acercarse tanto a él.
Honoka: ¡mami! Ya llegaste.
Hitomi se apartó de Jin para levantar a su Hija alegremente.
Por suerte, su Hija lo saco de esta peligrosa situación.
Honoka: ¡espera! Si Mamá llego a casa... ¡¿Papá, ya no vamos a ver más películas?!
Jin: ... ... ...
Hitomi: ¿películas?
Jin aparto rápidamente la mirada de su prometida, pero su Hija, con la inocencia y sinceridad que logra tener un niño le dijo.
Honoka: son los viernes de película entre los dos. – lo decía mientras se señalaba a ella y a su Papá.
Hitomi: ¿Jin y Honoka?
Honoka: sí.
Hitomi: s-solo los dos... y con Mamá ¿cierto?
Honoka: ¡no!
Al ver la negación de Honoka, miro a Jin pero el mantenía su mirada lejos de ella.
Hitomi: ¿no sería mejor que estuviésemos los tres junto, Honoka-chan? La disfrutaríamos mucho mejor si estamos todos en familia.
Honoka: es que... ... ... Mamí siempre se come todos los duces y no deja de hablar mientras vemos la película, siempre pregunta cosas muy obvias, ¿no es verdad Papá?
Jin: ... ... ... ... si. – respondió mientras temblaba al aguantar sus ganas de reír.
Hitomi: no es verdad, no como tanto...
Honoka: la última vez, ni siquiera era la mitad de la película y ya te comiste todo, pasamos mucha hambre con Papá ¿sabes? ¡Casi nos matas de Hambre!
Hitomi: ¡eh!
Jin mantenía lejos su mirada para ocultar su sonrisa al no aguantar las ganas de reír fuertemente.
Honoka: voy a ir con mi Tia Chii.
De un salto, Honoka bajo de los brazos de su Madre para ir a jugar con las demás.
Hitomi: espera ahí, Jin-kun.
Jin: ¿dime, cariño?
Hitomi: ¿e-e-e-es verdad... que como mucho?
Aparto nuevamente su mirada.
Rápidamente, empezó a recordar la última vez que vieron todos juntos alguna película o serie. De eso ya han pasado dos meses.
Hitomi: ¡¿acaso hay otra cosa que hago, que les moleste?! – le pregunto mientras los agarro de sus brazos y lo sacudió hacia atrás y adelante.
Jin: bueno... no es que sea algo malo...
Hitomi: s-sí.
Jin: el otro día, bebiste mucho... y... llegaste un poco borracha.
Hitomi: te refieres a esa noche, era un caso especial, era la inauguración de mi restaurante y...
Jin: siempre que vienes pasadas de copas... te pones muy salvaje, Hitomi-chan.
Hitomi: ... ... ... ¿¡disculpa!?
Jin: incluso me mordiste...
Hitomi: es imposible que yo haga algo como... oh...
Los labios de la Castaña temblaron y no le permitieron terminar su frase ante lo que Jin le estaba enseñando. Jin se había desabrochado su camisa para enseñar su Hombro.
En la Piel de aquel Hombres, aun había unas marcas de dientes y chupetones en el sector de su clavícula.
Jin: si alguien me viera esto en el trabajo... esparcieran muchos rumores.
Hitomi: y-yo... ¡lo siento!
Con una reverencia, Hitomi buscaba el perdón de su comportamiento salvaje hacia su futuro marido, por supuesto que el la perdono mientras abrochaba su camisa.
Después de todo, la actitud que Hitomi toma al momento de beber no era de su desagrado, es más, pero trataba de ser lo más discreto.
Aquella tarde, la Familia Mazama se conoció un poco más e intentaron ver películas juntas otra vez, aunque Honoka estaba atenta a que no se comieran sus dulces.
Pero Hitomi, cuando se celebró el primer día de apertura del restaurante familia... volvió a casa nuevamente pasada de copas.
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