Capítulo 16: Pasado

Akarui: No puedo creer que me abofetearás..

Jin: No puedo creer que me mordíeras...

Akarui/Jin: No puedo creer que nos libraramos de está aaaah~ [ambos suspirar aliviados caminado por uno de los extensos pasillos de la academia]

Akarui: ¿No volverás a la cafetería? [preguntó seriamente mirando al frente]

Jin: No, necesitamos hablar de lo que pasó [contestó de la misma forma]

Akarui: No quiero hablar de eso...

Jin: Rui-chan...

Akarui: [lanza un zarpazo a su pecho] ¡¡Deja de llamarme así!!

Jin: [esquivando lo sin dificultad pues se lo veía venir] vamos, sabes que no lo digo en esa forma y te estabas acostumbrando al...

Akarui: No quiero acostumbrarme a nada... [respondió rápidamente cabizbaja] deberían a vernos expulsado al menos así podríamos ir a casa

Jin: Vamos, esté lugar no está mal, además fue gracias a nuestras amigas y los canguros que se pudo aclarar que ellos fueron los que iniciaron, aún así sí a ellos sólo le suspendieron probablemente a nosotros nos habrían hecho lo mismo. Creo que el director es demasiado permisivo

Akarui: Seguramente igual nos hubiera echado, siempre nos terminan echando

Jin: Pero ahora es diferente, y creo que es genial... Extrañaba está sensación

Akarui: Solo la extrañas a ella [le miró de reojo algo molesta haciendo un puchero]

Jin: N-no es cierto [giró rápidamente su cabeza en otra dirección para ocultar su sonrojó] además tú igual los querías ¿No? Les debemos mucho

Akarui: Creo que exageras, después de todo tú asumiste toda la culpa

Jin: No, debí hacer más por ellos después de todo; gracias a ellos fue que decidí cambiar y hoy se comprobó que estaba en lo cierto...

Akarui: Eso no es verdad, tú siempre has abogado bien por nosotros

Jin: Pero no podía hacer nada cuando toda nuestra clase o más de una se ponían en nuestras contra, después de todo sí hay una verdad en esté mundo es que una mentira contada mil veces se convierte en una verdad... [respondió con tristeza recordando como cada vez que pasaba algo malo todos les señalaban como los culpables e incluso había quienes se lastimaban a sí mismos para luego culparlos y así que los castiguen] no es justo... Pero los argumentos, la lógica y los hechos pierden ante las opiniones o quejas sin fundamentos de muchos... [apretaba los puños que comenzaban a temblar por la fuerza que ejercía] malditos... Malditos imbéciles de mierda... [de pronto siente como su mano era sostenida]

Akarui: [sosteniendo su mano mirándole con una expresión aunque triste, con una sincera sonrisa] descuida, recuerda que eso no importa...

Jin: ... Sí tú estás conmigo... [le devuelve la sonrisa con la misma expresión] creo que tienes razón aún así, me prometí a mí mismo que las cosas aquí serían diferentes y de momento ha sido a sí, y es en parte gracias a Hitomi-chan y a Ookami-chan, ese perro tonto podrá ser obstinada, pero al menos no solo es una mala cualidad, también es su mejor virtud

Akarui: ¡Hmp! No lo hizo mal para una insignificante pulga, pero sigue sin más que un simple insecto

Jin: Vamos, logró detener a esos tontos para que yo llegará a tí

Akarui: [cruzándose de brazos] sí no lo vi no cuenta

Jin: Jajajaja bueno, tal vez sí le dieras una oportunidad podrías ver de qué es capaz

Akarui: No cuentes con ello

Jin: Jeje ya veremos... [mira en otra dirección cerrando un ojo y mirándole por el rabillo del otro con una sonrisa] aún así te pusiste muy contenta cuando Hitomi-chan nos defendió frente a la asistente del director

Akarui: ¡¡T-te defendió a tí!! Y sólo me agarró desprevenida, no estoy acostumbrada a escuchar a alguien hablar bien de nosotros, es todo [sin mirarle a la cara le explicó algo irritada a la vez que sonrojada al recordar la cara de sorpresa y emoción que puso cuando la humana los defendió a pesar de que estaba asustada]

Jin: Aún así también te nombró a tí y eso te...

Akarui: ¡¡Ya cállate!!

Jin: Bueno, en cualquier caso ya llegamos [de tiene sus pasos un poco más adelante de la loba]

Akarui: ¿Eh? [mira alrededor viendo que estaban en medio una de las arboledas de la academia] ¿Qué hacemos aquí?

Jin: [volteando a verla con una expresión sumamente seria en su rostro] te lo dije, debemos hablar de esto, alguien escuchó de nuestros apodos y eso significa que es solo cuestión de tiempo para que se enteren del resto

Akarui: ¿Y eso qué? Nunca nos ha preocupado que alguien lo sepa [le menciona restándole importancia aunque en su mirada se notaba algo de preocupación]

Jin: En eso tienes razón, el problema fue lo que dijeron "Los demonios teñidos de rojo". "Los que dejan lágrimas de sangre a su paso" sabemos que se debe a tú nombre así como los que yo recibo como el "el lobo humano", "El peleador gentil" o "monstruo Humano", pero... Ambos sabemos que eso de los demonios solo ha habido una persona que nos llamó de esa forma y fue a modo de burla pues fue ella quién...

Akarui: ¡¡Cállate!! ... [se abraza así misma] no lo digas... [con voz quebradiza comienza a sollozar temblando un poco] eso... Eso fue una pesadilla... Eso... Eso no fue real... No es verdad...

Jin se acercó a ella para rodearla con sus brazos fuertemente intentado calmarla, la loba se aferró a su pecho tratando aún de no llorar mientras era acariciada por el chico.

Él sabía que para ella lo que pasó aquella vez fue mayormente una pesadilla, algo que no podía ni debía pasar jamás pues aquel día decir que perdieron, que fueron derrotados o aplastados por un rival superior era ser cuanto menos optimista o más bien idiota, una creencia idiota pues era creer que habían tenido posibilidad de hacer algo, lo que pasó en verdad fue una absoluta masacre que casi les cuesta la vida, sus mentes habían encerrado y enterrado aquellos recuerdos, pero el chico aún tenía vestigios sobre todo aquella sonrisa de grandes colmillos que parecían suplicar su carne y una intensa mirada que deseaba su sangre.

Aquel día entendió el valor de las personas, el peso de la debilidad y aceptó la responsabilidad de jamás permitir que volviera ocurrir, aquel día en que ambos casi murieron no dejó graves secuelas en sus cuerpos que con cinco meses de tratamiento, cirugías y medicamentos lograron dejarlos como nuevos, pero psicológicamente hablando habían quedado profundamente marcados, Jin con el miedo, el pánico y la impotencia de no haber sido de ayuda mientras que Akarui con la frustración, rencor y desprecio hacia misma por permitir que esa situación se diera, simplemente quería negar una y otra vez lo ocurrido, lo que vio, lo que sintió, lo que pensó.

Luego de unos segundos la loba dejó de aferrarse a su pecho para igualmente rodearlo con sus brazos estando así, ella con la cabeza apoyada en su pecho y él con la suya apoyada en su cabeza estando varios minutos lo más pegados posibles sin querer soltar al otro hasta que la campana que daba inicio a las clases sonó a lo lejos.

Akarui: Supongo que vamos a volver... [dijo algo triste con la cabeza hundida en el pecho del humano]

Jin: [aferrándose más a ella acariciando su cabeza con su mejilla] no, está bien. Podemos quedarnos así por hoy

Akarui: Je ¿El señor responsabilidad quiere faltar a clases?

Jin: ¿A caso la señorita rebelde abría ido de todas formas?

Akarui: [aferrándose más a él] ni siquiera te abría dejado irte a tí

Jin: ... Me lo suponía [respondió con una sonrisa]

Akarui: ¿Cómo crees que alguien supo de ese apodo?

Jin: Tengo algunas conjeturas, pero veamos qué pasa con el tiempo, eso sí, procura no llamar tanto la atención peleando con todos, no quiero tampoco el director crea que fue mala decisión perdonarnos

Akarui: Pero sí no practicamos nos volveremos débiles, ya de por sí estamos fuera de práctica

Jin: Cuando salimos de la oficina hablé con Janpu-kun, me dijo que sí necesitamos cualquier cosa podíamos visitarlo en el gimnasio donde está el club de boxeo

Akarui: Agh... ¿Entrenar en un gimnasio? Ya sabes que prefiero el entrenamiento de campo, no hay nada como practicar en una batalla real

Jin: Jeje creo que igual no nos vendría mal

Akarui: Querrás decir que a tí no te vendría mal, estás muy débil [le reclama en un falso tono de molestia que le hace gracia al chico]

Jin: Oye eso duele [finge tristeza ante sus palabras]

Akarui: Es tú culpa por ser descuidado tonto [le responde en el mismo tono]

Jin: Si sí, perdón jeje [le acaricia la cabeza y ella le mira a los ojos con una sonrisa]

Varios minutos atrás luego de que salieran todos de la oficina del director.

Hitomi se acercó a preguntarle a Jin como se encontraba, pero esté le dijo que no había problema, solo se había perdido en sus pensamientos y es por eso que las cosas se habían complicado así que les ofreció una disculpa tanto a Ranka como a los canguros los cuales le dijeron que no había ningún problema, por otro lado la pequeña loba rosa le dijo que le perdonaba, pero que no le volviera a dar esos sustos ya que se preocupó mucho al ver que un miembro de su manada se había quedado quieto tan de repente y no respondía a sus palabras, algo que siempre deben hacer los miembros con su jefe pues la comunicación era importante. Sin embargo, Jin no escuchó la mayoría de sus palabras ya que al momento de tratarlo como miembro de su manada nuevamente esté le miró unos segundos con indiferencia y luego se alejó junto a Hitomi.

Jin: Hitomi-chan perdona que te moleste de nuevo, pero me gustaría que fueras a la cafetería y me llevarás mí bento de vuelta al salón también dile a Kurumi que por favor lleve a Miyubi a su salón y disculpame con Komori-san por no poder acompañarla, pero que cuando sea la hora del club hablaremos de las recetas que quería mostrarle

Hitomi: ...

Jin: ¿Hitomi-chan?

Hitomi: Jin-kun... ¿Porqué las llamas a ellas de forma tan cercana y a mí no? [le pregunta con la cabeza gacha mientras un leve rubor se apodera de sus mejillas por la pena que le da pregunta]

Jin: ¿Eh? Bueno...

Hitomi: ¿Sabes? Es muy doloroso para una chica escuchar a alguien tan especial para ella hablar de otras chicas de forma tan informal, como sí fueran más cercanas a él... Yo también quiero ser cercana a tí

Jin: N-no lo había visto de esa forma... [mirando en otra dirección se rasca la mejilla] es solo que a Kurumi la conozco hace mucho tiempo aunque no la haya visto en años y... Miyubi me lo pidió... Mmmm... Pero supongo que no importa sí me llamás simplemente Jin y... S-sí quieres puedo usar tú nombre a secas [mencionó igualmente ruborizado por la pena que daba el decirlo pues estaba acostumbrado a llamar así a Kurumi y a Akarui únicamente "Rui" porque aunque no le gustaba pensaba que le quedaba de maravilla]

Hitomi: Me encantaría que me llamarás así Jin [le mira fijamente con una sonrisa] 

Jin: De acuerdo, lamento haberte haberte hecho sentir mal... Hitomi [hace una pequeña referencia mientras ella le seguía sonriendo aunque con una mirada penetrante llena de satisfacción]

Hitomi: Está bien Jin, me alegra que vieras tú error, no te preocupes llevaré tus cosas al salón y le diré a Kurumi-chan lo que me dijiste, pero... ¿Puedo preguntar qué harás tú?

Jin: Ah... Eh... Tengo que... Hablar con Rui-chan de algunas cosas... [intentó evitar responder, pero sentía la presión de su mirada aún sí no la estaba viendo]

Hitomi: Uhm... Está bien, no tardes Jin, te estaré esperando [le sonríe dulcemente cerrando sus ojos dando un expresión sumamente adorable que sonroja levemente al chico]

Jin: Gra-gracias, te debo una [se va al momento en que Ranka llegaba molesta porque la dejaron hablando sola, pero es detenida por la chica]

Mientras Jin iba en búsqueda de su amiga que se había adelantado se encontró con el grupo de marsupiales que le ayudaron así que rápidamente se les acercó para agradecerles por su ayuda, sobre todo cuando ambos se quedaron paralizados, los tres canguros grandes hicieron poses físico culturistas diciendo que no había problema pues gracias a , él ahora eran incluso más fuertes reafirmando su lugar como los animales no carnívoros más fuertes, el chico con indiferencia ignoró eso y ni se molestó en corregirlos, pero ya que hablaron de la fuerza les dijo sí podían ir a su club a entrenar de vez en cuando al que Janpu contesto con gran emoción y determinación recorriendo todo su cuerpo.

Pero volviendo con Hitomi ella junto a Ranka volvieron a la cafetería donde las esperaban las demás que al verlas sin el humano ni la loba se preocuparon, pero la humana tranquilamente les explico la situación aunque esto no fue nada interesante para las chicas como lo era el hecho de que ahora mismo Hitomi se estaba dirigiendo a él únicamente como "Jin" al hablar, incluso Ranka lo notó y le reclamó por ello aunque ella lo hizo prácticamente desde un inicio le molestaba que alguien más se tomará tales libertades con su macho.

El tratarlo como "su macho" provocó las risas de Kurumi que ignorando sus gruñidos e intentos de intimidación se reía de ella mientras con su dedo índice le golpeaba la frente.

Miyubi por su parte lentamente giro su cabeza en dirección opuesta recostada en la mesa para que no vieran su cara de molestia inflando sus mejillas. Por su parte Yukari miraba el escenario frente a ella con preocupación de lo que podría pasar a futuro o más bien con la idea clara de que seguramente las cosas terminarían mal.

"Bueno al menos veré a Jin en el club para seguir cocinando con él, ya quiero ver que platillo quiere que preparemos... Ahora que lo pienso él sabe muchas cosas, tal vez pueda darme una pista sobre el sabor que estoy buscando, le , preguntaré cuando nos veamos en els club"

Pensó con una sonrisa la koala ignorando como frente a ella se había armado un conflicto entre la gata de cabellera morada y la loba rosa encima de la mesa aunque la human intentaba sin éxito que se detuvieran aunque esto era obvio ya que sus "intentos" para calmar las consistía básicamente únicamente en pedírselos amablemente con una voz suave y apenas audible aunque sí se podía apreciar preocupación en su rostro.

Volviendo al presente en una de las arboledas de la academia.

Jin se encontraba sentado bajo un gran árbol acompañado de Akarui que se encontraba cómodamente apoyada en su pecho mientras el chico le abrazaba con su brazo derecho, ambos miraban al frente como pequeños rayos de luz atravesaban entre las ramas de los árboles e iluminaban las ramas y hojas dando un maravilloso escenario casi de fantasía.

Akarui: ¿Crees qué ella nos encuentre?

Jin: Estaremos listos

Akarui: Jin...

Jin: ¿Sí?

Akarui: Tengo miedo... [confesó sujetando su pecho con fuerza hundiendo su cabeza en esté]

Jin: ... Yo también, pero... Te prometí que no volvería a pasar y haré lo necesario para que así sea [dijo con gran determinación abrazándola más fuerte] {siempre hemos estado juntos, siempre luchamos juntos, nos cuidamos, nos ayudamos, reímos y lloramos... Siempre el uno con el otro, siempre el uno para el otro... Sí ella vuelve...}

Jin: {... La protegeré, la protegeré a ella y a las demás, está vez... Está vez será diferente...}

A pesar de sus palabras internas el miedo podía verse en su mirada y algunas gotas de sudor producto de la ansiedad e inseguridad recorrían su rostro. El chico quería una nueva vida para él y para su amiga, una vida normal, cotidiana, incluso divertida, llena de amigos, celebraciones, bromas, chistes y momentos que pudieran atesorar por los años venideros, pero parecía que su pasado venía una vez más sujetando su hombro para recordarle quién era, en quien se había convertido.

De pronto recordó el rostro de su padre que le miraba siempre con despreocupación sonriendo dándole un pulgar arriba diciéndole que ser fuerte no lo era todo y sí no disfrutaba al máximo la vida no valía la pena vivirla, cada quien lo hacía a su manera, con diferentes tipos de emociones, pero que al final sin importar como lo hiciera lo que importaba es que lo hiciera con una sonrisa y a su propia manera, cuando la encontrará entonces siempre sonreirá porque abra logrado algo que no todos logran, vivir su propia felicidad.

"Me gustaría ser cómo tú papá, pero no puedo tomarlo todo a la ligera ni con un rostro lleno de confianza y paz,me preguntó cómo lo hacías, cómo veías todo con una sonrisa pues por más que lo intente... Me parece imposible"

El chico pensó sus ideales y combates le daban felicidad, proteger a otros, defenderlos, pero se equivocó pues con el tiempo entendió que la felicidad era combatir al lado de Akarui no los combates en sí, ni tampoco el proteger a otros algo que le hizo sentir mal por algún tiempo pues pensaba lo egoísta que era al pensar que luchar junto a su amiga le era más importante que luchar por otros. Luego cuando el incidente en que casi mueren ocurrió se odio a sí mismo, tal vez le salvaron, pero tenía el sentimiento egoísta en su corazón de haberlos dejado sí hubiera podido, habría tomado a Akarui y hubiera huido sin importar lo que les pasará, al final cuando esa chica le miró con una sonrisa de cual brotaba un hilo de sangre se odio tanto a sí mismo que se puso de pie para atacar una vez más, pero eso no quitaba que por un momento pensó en irse, en dejarla, en dejarlos, en abandonarlos. Incluso ahora al entrar en la academia había considerado conseguir amigos con ese único objetivo, dejarlos atrás en caso de emergencia para poder salvar a Akarui sin importar que le pasará al resto, sin embargo, a quien conoció primero le hizo darse cuenta de lo horrible que era tan siquiera considerarlo, aquella humana con una sonrisa gentil y tímida que no le miraba a la cara, pero que rápidamente tomó más confianza con él y ahora podía ver la dulce chica alegre, cariñosa y divertida que era, el verla sonreír, el compartir con ella, reír juntos, comer a su lado, que le sanará sus heridas, que quisiera estar con él y con Akarui e incluso que lograra que está última le llamé por su nombre le hizo ver lo importante que era la amistad, el compartir con otros, él entonces se dio cuenta de que no debía pensar de una forma tan egoísta, ella junto con las demás también son importantes, también las quiere y es por ello que tal como con su querida loba gris él las protegería pues son personas importantes en sí corazón, poco a poco se ganaban su lugar dentro de esté y es por ello que sin dudar las protegerá, ya no luchará sólo junto a Akarui para proteger o defender a otros, a simples desconocidos que tienen problemas, ahora lucharía e incluso daría su vida por las personas que considera importantes para él al igual que aquel grupo que le ayudó, los primeros a los que pudo llamar amigos y sobre todo a primera que le enseñó que un combate no siempre debía ser a muerte, a veces sólo podía ser un ejercicio divertido, un baile, una conversación, una forma de conocer a otra persona.

Jin: ... Les extrañó [susurró en voz baja alzando su mirada nostálgica]

Akarui: [sonriendo por lo bajo] yo también [confesó también con un susurro]

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Espero les haya gustado esté capítulo.

No tengo nada que agregar o acotar de momento así que yo me despido con un gran saludo a todos, nos vemos pronto.

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