¿Té o café?
Evangeline
Las piernas me temblaban, sentía como el café que llevaba en mis manos, intentaba resbalarse, Vesper, el maldito estaba ya en la oficina, mientras que yo estaba en el elevador rezando el padre nuestro por octava vez, las puertas se abrieron, vamos Evangeline, mueve esas piernas, camina, ¡Camina!, sisi, así.
Nerviosa, camine por el pasillo que tenía varias puertas de oficinas, caminaba como si fuera un pato, hasta que llegue a nuestra oficina con Vesper, allí estaba en desgraciado trabajando en su computadora y Vincent....lucía tan bien con su traje formal de siempre, revisando algunas notas, podía verlo por el vidrio que tenía la gran oficina, suspire por décima vez e ingrese a la oficina, los dos hombres posaron mi mirada en mi.
-Buenos días.- salude cordial.
-Buenos días- me saludo mi mejor amigo con su acento británico.
-Buenos días- me saludo Vincent con una mezcla de su acento alemán.
Fui hacia mi escritorio y coloque mi café, sentí la mirada de Vincent, lo miré de reojo y vi como se mordía el labio inferior, ¡vamos Eva!, ¡tú eres más fuerte que esos encantos!.
-¿Y que han echo estos años sin mi?- preguntó de la nada Vincent.
-Pues...-Vesper estaba por responder.
-Pues ser felices y superar nuestra depresión porque te largaste sin decir nada, menos blabla y mas trabajo, quiero el informe antes de las 9:00 am- le contesté
-¡Pero si son las 8:50!- me grito con cierta obviedad.
-Pues eso lo hubieras pensado antes, ¡Trabaja!- le contesté y el sonrió del lado.
-Bien- confirmo con cierta gracia.
-¡Buenos días mis detectives favoritos!- saludo ingresando el agente Zabala
-¿Se le ofrece algo jefe?- le pregunté de lo más profesional que podía ser.
-¡Pero bueno!, ¿amaneciste de malas?- me preguntó con gracia.
-¿Qué hace Vincent aquí?- le pregunté con cierto malestar.
-¿Que no es obvio?, esta trabajando, luego de su perdida en Alemania, creyó correcto regresar a Reino Unido y regresar a su vida- me comentó el agente.
-Ya veo...pero algo si le dejo en claro a ustedes dos, nada, absolutamente nada, volverá a ser lo mismo- les respondí.
-Ni lo pensaba Eva, solo vine a trabajar- me contestó, eso fue como otra daga para mi corazón, pensaba que diría que regreso por mi, para recuperarme.- Por cierto, felicidades por el compromiso- me felicito apropósito.
-¿Quienes se comprometieron?- pregunto el agente.
-Vesper y Eva- contestó Vincent y el agente soltó una carcajada.
-Claro, y yo soy tolerante a la lactosa, eso es falso, ¡Ah!, creo recordar que Charlie me comentó sobre una sortija que ayudo a comprar con Vesper, pero solo fue una propuesta de amistad infinita- le contó el agente a Vincent.
-¿Entonces no se casarán?- preguntó Vincent incrédulo.
-Eso trate de decirte ayer- le contestó Vesper.
-Bueno, felicidades a los amigos infinitos, ¡Sigan con su trabajo!- se despidió el jefe.- ¡Charlie mi café!- grito mientras se iba a su oficina.
-Oh no...-susurre mientras escuchaba como Charlie le contestaba que ella era su esposa no su secretaria .
-Y lo hizo de nuevo- contestó Vesper y comenzamos a reírnos los dos.
-Con permiso- escuche una voz.
-¡Dios!, ¿Quién mas piensa interrumpirnos?- pregunté con cierta molestia.
-Pasaba a ofrecerles café, ¿alguien desea?- preguntó Daisy, la secretaria de piso, la cual nunca nos ah ofrecido pero ni los buenos días.
-¿Desde cuando nos ofreces café?- preguntamos Vesper y yo al mismo tiempo.
-Bueno, sabiendo que hay un detective de calidad en esta oficina no podía negarme en ofrecer- comentó Daisy.
-Creo estar seguro que no habla de mi- expreso Vesper.
-No, en definitiva- contesté mientras miraba como se comía con la mirada a Vincent.
-Creo decepcionarla Señorita, pero no me gusta el café- contestó Vincent, y era cierto, el ama el té, en especial el que yo le preparaba, oh eso decía, quiero creer que es mentira.
-¿Entonces?- preguntó sorprendida.
-Me gusta el té, pero no todas saben preparar el que me gusta- le contestó de una manera algo ¿sexy?.
-Soy muy rápida para aprender- le contesta coqueta.
-Eva, ¿serías tan amable de prepararme un té?, perdone Señorita, pero no coqueteo, es la verdad- le responde cortante de una y claro, estaba tratando de ponerme celosa y lo logró.
-¡Eva!, ¿me acompañas a la cafetería?- me preguntó Daisy, sonreí del lado, Vincent comenzó a colocarse su abrigo.
-¿Vamos Eva?- me pregunta Vincent, mis piernas querían correr hacia él e irnos a su cafetería favorita, pero no, no podía ser tan débil.
-Creo que iré a la cafetería- le dije a Vesper, él cual me fulminó con la mirada, pero negué con la cabeza y él entendió a la perfección.- ¿Cómo el que te gusta cierto?- le pregunté al oído a Vincent.
-La pregunta se responde sola- contestó mirando mis labios y me alejé de él, miré a Daisy y negué con la cabeza para ir a la cafetería.
Llegué a la cafetería y comencé a preparar el té de Vincent, si, parecía que era una débil, pero no es así, porque si yo iba al café con Vincent, eso significaba que aún me importaba, termine de preparar el odioso té y fui a la oficina, allí estaba Vesper hablando por teléfono con su hermana Sarah.
-Si Sarah, nono, no le pedí matrimonio- decía teniendo el teléfono pegado a su oído mientras esperaba que la impresora sacará la última hoja.
-Tú té- le exprese a Vincent mientras le dejaba su té en su escritorio.
-Gracias Eva- me agradeció y medio le puse atención, porque la puerta se abrió nuevamente.
-¡Linda!- escuche la voz de Carl, giré y lo vi con un ramo de rosas mientras ingresaba a la oficina.
-Carl....-susurre apenas.
-¡Oh!, ¿Quién es él?- me preguntó mientras miraba al chico detrás de su escritorio él cual lo miraba también con duda.
-Carl, él es...Vincent....- el castaño me interrumpió.
-Su colega- aclaró Vincent- ¿y tú quien eres?- preguntó con ciertos celos.
-Vine a ver a mi futura novia- expreso y mi alma salió de mi cuerpo, ¿Qué acaba de decir?.
-¿Qué?- preguntamos Vincent y yo
- Bueno, pensé que sería bueno que en tu trabajo te diera esta sorpresa y que aceptes ser mi novia- hablo nervioso.
-Carl....- dije su nombre con cierto dolor- Te veo como un amigo, y es lo que siento por ti, una amistad, perdóname, pero aún no estoy lista para una relación- le expresé y vi como su sonrisa desaparecía poco a poco.
-Claro....¿es por tu ex que no es tu ex, verdad?- me preguntó con cierta molestia, sin saber que hablaba de Vincent
-No, es que simplemente no eres mi tipo- le respondí.
-Si....nunca seré tu tipo- respondió para luego marcharse de la oficina.
-Juro que si entra alguien más por esa puerta, le daré un puñetazo- expresé molesta.
-¡Escuche que aquí está mi bebé!- hablo Dalia con una voz chillante.
-¡No Eva!- gritaron los hombres de la sala y azoté la puerta justo en la cara de Dalia.
-¡Esta es una oficina no una guardería!- grita enfadada y escuche que Dalia tocaba la puerta- Ve a cogértela y luego regresas- le dije desafiante a Vincent, él cual me tomaba de la muñeca.
-No...-susurro.
-Pues ve a calmar a tu mascota, porque quiero trabajar...- susurre.
-Por favor- me comentó con una ceja arqueada.
-Noup, aún no te eh perdonado- le contesté y el sonrió del lado.
-Algún día mi Eva- me susurro en el oído y salió de la oficina.
-Hasta a mi me calentó- comentó Vesper y lo miré con una cara graciosa y nos comenzamos a reír, me acerque a él y le di un abrazo.
-No fuiste el único, mi carne se derrite- le expresé y nos reímos aún más.
continuará..........................
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