O5.
/ nota: roger es mucho más importante de lo que creen, no lo subestimen.
—Mierda —de su garganta se escapó un insulto en español, su lado latino se le salió ante el nombre que marcaba la pantalla de su celular.
Roger, quien se encontraba apenas cenando una simple hamburguesa que encargó a domicilio, tuvo que masticar velozmente y limpiarse las manos con una servilleta para poder responder a la llamada.
—¿Sí, Señor Stark? —cuestionó, aún con la boca llena.
—Necesito que vengas a la torre ahora, te esperaré en tu laboratorio —y tan simple como eso, colgó.
La sonrisa que se asomó por sus labios fue sutil, pero honesta; Peter lo había ayudado, su relación de amistad iba creciendo.
El joven Rogelio –conocido dentro de los Estados Unidos por su nombre americano, Roger– metió a toda prisa su laptop dentro de una mochila, dio una última mordida a su hamburguesa y se lanzó a la Torre Stark.
Estaba feliz, su padre estaría tan orgulloso.
〔 我很內疚 〕
—¿Por qué tengo que ponerme un suéter? Seguimos dentro —Peter se quejó, sin entender la razón de Tony al exigirle que se cubriera.
—Está frío —la respuesta de Stark fue simple e hizo que Peter rodara los ojos.
—No lo está.
—Ah, ahora soy un mentiroso.
—No, Señor Stark —Parker negó con ambas manos al frente y la cabeza —. Pero de verdad, no tengo frío.
—Tú querías que te cuidara, y eso estoy haciendo —Peter abrió su boca para decirle algo, pero Tony lo interrumpió —. Ahora, déjame si tengo todo claro, aunque obviamente lo tengo, sólo voy a confirmar. Alguien ha estado hackeando a F.R.I.D.A.Y. de tal manera que logró interferir los algoritmos de seguridad y evitar que me informara del ataque, y lo hace tan bien que no importa el nivel del bloqueo impuesto, siempre logra penetrarlo sin problemas. Entonces, Roger quiere el acceso a mis archivos personales para bloquearlos.
—Uhum —Peter alzó ambos pulgares en señal de aceptación —. Exacto.
—Hay algo que no me da confianza —Stark se llevó una mano a su barbilla y la presionó ligeramente, mirando a las paredes de tono blanco mientras esperaban a Roger en su laboratorio.
—No sería normal que le diera confianza que alguien ande hackeando a F.R.I.D.A.Y. —para aligerar un poco el ambiente, Parker río.
—No es eso —Stark chasqueó la lengua, regresando la mirada a Peter —. Para poder hackearla así debes tener un gran conocimiento sobre ella, ¿y cómo alguien que no ha tenido contacto con F.R.I.D.A.Y. podría saber perfectamente dónde se encuentra cada cosa?
—¿Está diciendo que...?
La pregunta de Peter quedó al aire al escuchar cómo las puertas automáticas se abrían. Por ellas, un sudado y jadeante Roger se asomó, desenganchando una mochila negra de sus hombros y poniéndola sobre la mesa de trabajo. Se tomó su tiempo para recuperar el aire, encorvándose y llevando sus manos a las rodillas.
—Lamento la tardanza, tuve que venir corriendo —se disculpó una vez se medio reguló.
—¿No pensaste en pedir un taxi? —cuestionó Stark, cruzándose de brazos.
—No vi ninguno cerca.
—¿Uber?
—No se me ocurrió —Roger soltó una risita avergonzada, para luego hacer un ademán y restarle importancia al asunto —. Pero bueno, ya estoy aquí. Gracias por avisarle, Peter.
—De nada —Peter asintió, acomodándose las mangas del suéter que se colocó a la fuerza y sonriéndole.
—Basta de charla, ¿cómo te diste cuenta de todo esto? —Tony interrumpió su pequeña plática, dirigiéndose a Roger.
—Primero que nada, noté que alguien había efectuado ciertos cambios —comenzó a sacar su laptop —. Los poquitos que tenemos contacto directo con F.R.I.D.A.Y. siempre nos comunicamos y decimos todo lo que hacemos, pero nadie me había informado de los cambios. Pregunté, todos me dijeron que no sabían nada al respecto. Me puse a investigar, y más que parecer mejoras, parecían daños. He estado tratando de bloquear de todas las formas posibles, pero siempre parecen encontrar la forma de penetrar.
—¿Quiénes más tienen a F.R.I.D.A.Y. a su alcance? —la voz de Stark sonó dura, y Peter se sintió de algún modo intimidado.
—Liam, Amelie, Andrew y yo.
—¿Trabajan contigo?
—Pues... cada quien se encuentra en un laboratorio diferente. Digo, no nos enfocamos únicamente en F.R.I.D.A.Y., tenemos más proyectos y–
—A partir de ahora quiero que te enfoques únicamente en F.R.I.D.A.Y. —interrumpió Stark, y Roger asintió.
—Pero Señor Stark, hay algunos archivos bloqueados.
—¿Y?
—Si no puedo acceder a ellos, no podré protegerlos.
—Eso lo puedo hacer yo por mi cuenta, ¿quién crees que hizo todo esto? —Stark extendió sus manos y observó a sus alrededores, Roger solamente asintió y contestó.
—Creí que estaría ocupado.
—¿Con qué?
—No sé, no tengo su horario de actividades —Roger le observó a los ojos y alzó una ceja, Stark frunció el ceño. ¿Era altanería lo que había escuchado?
Tony parpadeó un par de veces, tratando de acomodar sus ideas en su lugar. Y Peter, por su parte, simplemente observaba la pequeña plática que se había desatado y quiso hacer algo para intervenir.
—Roger y yo podemos ayudarlo —se incorporó, pasándose una mano por el cabello —. Roger y yo podemos trabajar en F.R.I.D.A.Y. y usted puede cumplir con sus pendientes, conferencias, y así. De ese modo se quita una preocupación de encima, ¿qué dice?
Stark se masajeó las sienes, estresado, frustrado, cansado y exasperado. Han pasado muchas cosas en un muy corto lapso de tiempo, sentía que su cabeza iba a explotar. Mierda, le estaba entrando una migraña.
—Bien —musitó rendido —. Si quieren ayudarme, háganlo, sólo... sólo no lo arruinen.
Roger alzó la barbilla, con ligero aire de confianza. Stark no tenía idea.
—¿Cómo podríamos? Somos los mejores.
〔 我很內疚 〕
Tony estaba a dos minutos de explotar, no quería nada. Sujetaba el vaso de cristal con fuerza, observando las pastillas para el dolor de cabeza descansando sobre el buró a un lado de su cama.
Gruñó, sintiendo el peso de su estrés cayéndole encima como mil yunques, aplastándole la cordura. Tomó las pastillas con molestia y las tragó, harto de todo. Su mirada se dirigió a el traje de Spiderman –el cual aún no había guardado– reposando tranquilamente sobre una silla apartada en la esquina de la habitación.
Si Pepper estuviera allí, le hubiera obligado a guardarlo, o quizá devolvérselo a Peter. Pero por el momento no tenía ganas de hacer nada, su migraña lo estaba matando. Aunque bueno, a veces la muerte sonaba mejor a estar soportando el dolor.
No era la primera vez que le ocurría, pero fácilmente podría ser la más fuerte. Su vista se nublaba y veía puntitos de luz, sentía como si su cerebro chocara con las paredes de su cráneo, su cuerpo parecía debilitado.
Todo le estaba afectando, estaba vulnerable.
Y él tomaría provecho de la situación para vengarse.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top