III
— ¡Entonces le dije! – No completo su oración para poder reírse, y aunque trato de contener lo mejor que pudo sus carcajadas le fue imposible, tomo una gran bocanada de aire y lo volvió a intentar –Le dije ¡¿Y que queres que haga?!— y ambos chicos empezaron a morir de risa.
— ¡Denki eres un maldito genio!— grito Kirishima a su cita mientras palmeaba su espalda tratando de recuperar el aliento y la compostura. — ¡¿Y qué dijo?!— pregunto de vuelta el pelirrojo.
—Ya conoces a Bakugo, me lanzo el café y me grito ¡Pues quítale el azúcar!— ambos volvieron a reír como si no hubiese un mañana, poco a poco entre risas terminaron en un abrazo, Kirishima miraba con ternura al pelirrojo que lo abrazaba, poco más de 3 meses llevaban saliendo con la oferta "Si no te gusta la relación lo dejamos" y hasta ahora había sido la mejor decisión que pudo haber tomado.
Darle una oportunidad a Kirishima.
Kirishima tomo el rostro del rubio carismático para otorgarle un pequeño beso, el rubio estaba fascinado por ese detalle, se aproximó en tomarlo por su cintura mientras que el pelirrojo abría presuroso la puerta de su hogar. — ¡Hoy tomo mis sagrados alimentos porque los tomo!— pensó Kirishima, tres meses ya era suficiente ¿No?
Los besos, así como la ropa volaban, al parecer Kaminari opinaba exactamente igual –Eijiro... despacio— pedía el rubio, pero sus acciones decían completamente lo contrario.
Brrr... Brrr... Brrr...
— ¿Qué es eso?— pregunto Denki, ambos se silenciaron para volver a escuchar un zumbido –Parece ser tu teléfono...— contesto el rubio señalando el bolsillo del pantalón de su acompañante.
–Dios ahora no— pensó Eijiro mientras miraba la pantalla
"Katsu-bro"
—Es solo Bakugo...— respondió Eijiro mientras colgaba la llamada.
— ¿No le responderás?— pregunto asustado Denki.
–No... estoy ahora contigo y no importa nada más. —y volvió a guardar el móvil en su bolsillo.
¡Hoy toca, porque toca!
El rubio se ruborizo y alago, sin duda había escogido a un caballero — ¿Qué tal si es importante?— pregunto el rubio y después recibió otro beso.
—No creo... no tenemos ningún caso pendiente— Kirishima comenzó a desfajar la camisa del rubio mientras volvía a besarlo con vehemencia.
Cuando de nuevo el teléfono volvió a vibrar –Yo creo que si...— respondió Denki burlón, el pelirrojo suspiro molesto y respondió el celular, de inmediato demostró su descontento.
— ¡¿CON UN DEMONIO QUÉ?!— Pero hubo completo silencio, — ¿Ba-Bakugo?— pregunto nervioso.
—Ven a mi casa, ahora— y colgó.
— ¡A la madre alguien se murió!— grito horrorizado.
— ¡¿Qué?! ¿Eso te dijo?— pregunto Denki incrédulo.
–No, pero cuando no me grita es porque es de vida o muerte— respondió acomodándose lo mejor que podía la ropa –Sube té al coche Denki, te llevare a casa— pidió amablemente el pelirrojo mientras abrochaba su cinturón.
—De hecho...— titubeo el rubio.
— ¿Mmmm? ¿Quieres venir?— pregunto curioso.
—No... quisiera esperarte aquí— pidió rojo hasta las orejas, Kirishima sonrió de oreja a oreja con un rubor en sus mejillas
Hoy toca, porque toca
Unos minutos más tarde Kirishima llegaba al hogar de su compañero y amigo Katsuki, mentiría si dijera que no estaba intrigado, bajo del auto con prisa y con toda parte del cuerpo temblando, como Dios le dio a entender corrió hasta la puerta y toco el timbre como si fuese una niña explorada desesperada por vender su primer caja de galletas.
Casi al instante una voz del otro lado le respondió — ¿Quién?— era Bakugo, esto era extraño, Katsuki nunca preguntaba quién era antes de abrir la puerta, él simplemente la abría y listo.
—Esto es serio— pensó Kirishima —Eijiro — respondió sin bromas, la puerta se abrió y dejo ver a un Bakugo con arma en mano — ¡Viejo ¿Qué rayos?!— pregunto definitivamente asustado, Katsuki hizo una seña con la cabeza para que entrara y este no le reclamo nada, entro de inmediato.
Una vez dentro y con la puerta cerrada Katsuki y Kirishima se dirigieron a la cocina donde Izuku esperaba bastante "extraño" –Hey esto no es divertido, ¿Qué ocurre?— pregunto el pelirrojo mirando a ambos esposos.
—Deku dice que se encontró con la ciruela— Explico el rubio mientras Kirishima trataba de asimilar "ciruela"
— ¡¿Qué, Dabi?! ¿El ex novio loco, maniático, posesivo y esquizofrénico?— en otras circunstancias Izuku hubiera reído por tan grosero sobrenombre, pero en estos momentos estaba más que consiente que aquello, quizá y solo quizá fuese real.
Izuku asintió y después Bakugo le abrazo protectoramente –Viejo... ¿Estas bi...— pero su pregunta no fue terminada cuando noto una "pequeña y tierna ausencia" —¡¿Tu niño está bien?!— grito exaltado.
Nuevamente Izuku no respondió, solo asintió como contestación –Se fue a ver una película con sus abuelos, pasara la noche con ellos y mañana Ochaco lo recogerá para llevarlo a clases— explico Bakugo.
Kirishima soltó un suspiro de alivio –Entonces... ¿Te encuentras bien? ¿Te hizo algo?— Eijiro estaba preocupado, pues él era uno de los pocos que supo cuánto daño había hecho a Izuku y no precisamente "una relación que termino en malos términos" él sabía mejor que nadie que de tan solo recordar a ese bastardo a Izuku le causaba dolor y a Bakugo unas tremendas ganas de mutilarlo.
Midoriya negó con su cabeza y se refugió aún más en el pecho de su marido — ¿No se supone que ese bastardo está en el psiquiatra? – cuestiono Kirishima, hasta donde él se había quedado no le darían libertad de ninguna forma.
—Según el juez parece ser que se ha reformado...— respondió Midoriya con palabras al fin.
—Y una mierda, un criminal siempre será un maldito criminal— dijo Bakugo abrazando con fuerza a su esposo.
12 años antes
Izuku había faltado al trabajo por cuarto día consecutivo, Katsuki estaba hastiado, estaba cien por ciento seguro de que era culpa de su maldito ex, cosa que Izuku jamás aceptaría, pues a pesar de ser golpeado y humillado brutalmente por meses siempre le defendía.
Su teléfono vibro recibiendo un mensaje como respuesta a su anterior mensaje.
— ¿Vendrás?— era lo que había escrito Katsuki hace aproximadamente 15 minutos.
—Quizá mañana— hace cuatro días llevaba diciéndole lo mismo, cabreado y a más no poder se levantó del escritorio y camino hasta la tercera oficina a la derecha.
Golpeo la puerta que decía "Psic. Uraraka Ochaco" quien justo ella hablo del otro lado –Pasa Bakugo...— la brutal forma en como "llamaba" a la puerta era única de él.
El rubio entro y la miro como si quisiese ahorcarla, sin embargo la castaña no se espantó ni mucho menos, ya era costumbre — ¿Dónde está?— pregunto Bakugo sin rodeos
— ¿Y yo que voy a saber? ¿En casa?— dijo con sarcasmo, Bakugo al instante le hiso saber su descontento con una mirada asesina.
Ochaco soltó un suspiro y se recargo sobre su pupitre –Mira Bakugo... sé exactamente lo mismo que tú, no sé dónde está, no sé cuándo volverá, diario paso a su hogar y llamó al timbre, diario espero casi 30 o 40 minutos fuera y nunca sale, ni Aizawa ni Toshinori saben dónde está... siempre manda el mismo mensaje "Estoy bien"— explico la castaña.
—Esto no me gusta... — dijo entre dientes para después dirigirse a la puerta.
— ¡¿Y tú a dónde vas?!— Grito la castaña.
—Llama a Kirishima y a tú estúpido novio nos vamos a casa de Deku ¡ahora!— y después el rubio azoto tras de sí la puerta.
Ochaco no era muy afecta a como Bakugo solucionaba las cosas, pero cuando él tenía una corazonada es porque realmente ocurría algo y usualmente no terminaban bien y al haber pedido ayuda de Iida Tenya un especialista en criminología definitivamente era malo.
Ochaco hizo caso a Bakugo y al instante llamo por celular a su actual pareja, al poco de 15 minutos el trio de oficiales se dirigía al hogar de Midoriya –Viejo, sé que no es asunto mío pero... ¿Qué te pasa? Has estado como loco desde que Dabi golpeo a Midoriya— y no era para menos, pues esto quizá la mayoría lo suponía -pero no había sido confirmado por ninguno- Midoriya había dejado a Dabi por estar enamorado de Bakugo, siendo este amor extrañamente correspondido.
—Ese animal casi lo mata cuando le pidió un tiempo en su relación, ¡¿Cómo diablos crees que se pondría al saber que quería dejarlo?! No me trago ese cuento de que fue "maduro y razonable"— explico Katsuki su punto y es que aunque no fuesen nada oficialmente lo tenía muerto de la preocupación.
—Esta vez concuerdo con Bakugo, Dabi no es una persona emocionalmente estable, después de todo dependía en muchos aspectos del cariño de Midoriya— Explicaba Tenya mientras manejaba lo más rápido que podía al hogar de Midoriya –Al sentir que lo perdía, debió de ser un gran golpe emocional. — Y fue cuando a Bakugo llego una idea, tan absurda que concordaba con el psicótico de su exnovio.
—Mierda...— dijo aterrado Bakugo.
— ¿Qué ocurre Bro?— pregunto Kirishima al instante.
–Vamos al lugar incorrecto...— respondió el rubio, tanto piloto como copiloto se miraron confundidos.
— ¿Qué quieres decir? ¿No fuiste tú quien dijo que debíamos ir de inmediato a casa de Midoriya?— pregunto Tenya mirándolo por el retrovisor con la mirada viendo al vacío.
—No consideraba que su ex fuera un loco...— dijo volteando a mirar los ojos de Tenya por el mismo espejo y fue cuando el de anteojos se dio cuenta de su punto.
–Oh no...— Iida de inmediato giro el coche con brusquedad, escuchando como las llantas derrapaban con el asfalto.
— ¡¿Qué?! ¡No los entiendo!— grito Kirishima quien venía aferrado con uñas.
—Midoriya no se encuentra en casa— explico Iida –Ese maniático lo secuestro— afirmo casi seguro el conductor.
— ¡¿Qué dices?! Le hemos mandado mensajes y siempre los responde— contradijo el pelirrojo.
— ¿Estás seguro?— pregunto con extraña tranquilidad Bakugo, Kirishima le miro dudoso — ¿Cómo sabes que Dabi no es el que contesta lo mensajes? Ya han pasado cuatro días desde que Deku lo termino y en esos cuatro días desapareció y no se ha vuelto a saber nada de él— explico Bakugo aparentemente seguro, cuando por dentro deseaba estar mal por primera vez en una hipótesis sobre el caso.
—Acelera...— pidió Kirishima y Tenya obedeció; a pesar de ser un hombre de leyes, su amigo era primero.
Al llegar, Katsuki pateo la puerta y busco por todo el lugar a su amado, la imagen que encontró nunca la olvidaría, su pequeño estaba esposado y desnudo sobre una silla, las marcas de violencia estaban registradas alrededor de toda su blanca piel, en especial uno de sus brazos los cuales tenían cortadas preocupantes.
Las cicatrices jamás se le borraran.
Aquella tarde Katsuki casi asesina a Dabi, de no ser por Kirishima quien lo controlaba parcialmente recordando su "profesionalismo" Izuku termino en el hospital por casi dos semanas, había sido violado física y mentalmente con la excusa "Mi mundo es él, sin él no soy nada" de Dabi.
Dabi fue sentenciado a vivir el resto de sus días en un psiquiátrico e Izuku y Bakugo habían comenzado lo que sería una bella y sana relación -más que la de Dabi seguro- las cicatrices si bien nunca desaparecieron el recuerdo y el dolor poco a poco lo fue.
Y ahora aquí estaba el problema de nuevo, solo que sería diferente, pues según Bakugo ese monstro no le tocaría ni un solo cabello al amor de su vida y padre de su hijo, no de nuevo.
—Bien, ¿Qué piensan hacer?— pregunto el pelirrojo tratando de averiguar cuál sería su papel en todo esto.
—Mi niño y mi esposo no salen solos a ningún puto lado.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top