Espero que les guste~

Nota: Me estoy quedando sin ideas, ¡ayuda!

xD

N tarareo, mirando a su alrededor, porque la última vez que había estado allí estuvo muy ocupado derrotando a esa cosa creada por el núcleo de lo que alguna vez fue una de sus compañeras al llegar al planeta. Era mucho más grande de lo que realmente parecía, de techos altos y amplias habitaciones, con demasiadas puertas para su gusto, los carteles pegados a las paredes haciéndolo sentir un poco incomodo pero decidió ignorar eso a favor de seguir a Uzi al notar que estaba avanzando.

La habían dejado entrar para buscar algunas cosas con la condición de que no debía volver, algo que ella acepto con un gruñido y básicamente empujo a los que estaban allí, adentrándose al lugar mientras maldecía entre dientes. Él no pudo evitar sonreír con nerviosismo, sabiendo que no era muy bienvenido luego de la ligera masacre que había provocado, así que se apresuro a entrar para alcanzarla y seguirla de cerca, sintiéndose algo juzgado pero toda su atención estaba en otro lugar.

Su sistema era mucho más avanzado, así que podía escuchar los murmullos de los demás obreros del lugar, mucho de ellos ocultos por temor a él y otros tantos por no querer verla a ella. No le gustaban como hablaban de Uzi, insultándola, algunos diciendo cosas que no valían la pena siquiera repetir y sintiendo enojo ante los que decían que debieron aprovechar el pasado para golpearla más fuerte. Algunos incluso planeaban intentar encontrarla sola para hacerla pagar por las muertes de la otra vez y ahí, fue donde puso el limite.

Y es entonces que vio a un grupo acercarse, unos robots de aspecto creído y odioso, quienes lo estaba ignorando por completo y mantenían sus ojos fijos en Uzi, quien le estaba avisando que iba a buscar unas ultimas cosas a su cuarto. Él le sonrío, comentando que la iba a esperar sin mucho problema, solo volteándose hacia los intrusos cuando ella desapareció de su vista.

Gruño, profundo y amenazante, su boca abriéndose más allá y mostrando sus dientes lo suficientemente afilados como para arrancar metal con facilidad, permitiendo que sus ojos desaparecieran y le dieran lugar a la gran X amarilla en su visor. Hizo amague de atacar, llegando incluso a mostrar sus grandes y afiladas alas, sintiendo diversión y satisfacción al verlos correr con miedo.

Uzi era su amiga y no iba a dejar que nadie la lastimara.