Capítulo 09.
―Es un perro muy... simpático.
Taehyung miró al cachorro con desconfianza cuando Seokjin dejó de hablar. Mickey estaba sobre la cama de Hoseok, mirando a los dos chicos con expresión juguetona mientras Hoseok se ponía el disfraz con el que iría a la fiesta.
Seokjin miró de Taehyung hacia Hoseok, y sonrió con pesar.
―¿Qué clase de disfraces estamos usando? ―preguntó sin esperar respuesta.
―¡Waaaaaaaaaah! ―balbuceó Taehyung levantando sus manos como si fueran garras, abriendo su boca y mostrando unos falsos colmillos―. ¡Soy el conde Drácula, tenme miedo!
Seokjin trató de no reírse porque, honestamente, Taehyung no daba miedo alguno a pesar de su aspecto amenazador de vampiro. Hoseok, por otro lado...
―¿Qué estás usando? ―le preguntó Seokjin.
Hoseok le miró con inocencia aunque una sonrisa juguetona bailaba en sus labios.
―Un disfraz ―bromeó.
Seokjin soltó un resoplido.
―¿Por qué un conejo, Hobi? ―insistió Seokjin.
―¿Sabías que los dientes de los conejos se encuentran en su estómago? ―farfulló Taehyung de forma distraída, acercándose lentamente hacia Mickey.
―¡Los conejos son lindos! ―dijo Hoseok feliz.
Seokjin no quiso insistir más en el tema y se miró a sí mismo, arrugando el ceño al observar el traje rosado que llevaba y su pelo recién teñido del mismo color. Su mamá casi tuvo un infarto mientras Soyeon se atragantaba con una bebida cuando bromeó que iría disfrazado como Dulce Príncipe, para luego murmurar algo de que si iría así todos hablarían de ellos. Aquellas palabras lo incentivaron para elegir ese disfraz.
Mirar el estilo que cada uno llevaba era para la risa, pero poco le importaba.
Taehyung se sobresaltó cuando Mickey se puso de pie repentinamente y le ladró.
―¡Waaaaaah! ―trató de asustar Taehyung.
Mickey rodó sobre la cama.
―¡Estoy listo! ―dijo Hoseok levantando las manos.
Seokjin tomó la mano de Taehyung mientras Hoseok levantaba a Mickey para llevarlo al primer piso, donde la familia de Hoseok los esperaba.
Heechul comenzó a reírse al verlos con aquellos disfraces, Jongwoon levantando la cámara que llevaba y Taeyeon sacudía su cabeza con una sonrisa divertida.
―¡Se ven increíbles! ―alabó Jongwoon.
Seokjin quería decir algo irónico, pero sabía que si decía que se veían horribles Taehyung podía tomarlo literal y echarse para atrás. A pesar de haber dicho que quería ir, los últimos días había estado mucho más nervioso y alterado que nunca, rompiéndose la cabeza por el regalo perfecto para Jimin. Por otro lado, la madre de Taehyung había estado feliz de que su hijo hubiera sido invitado a una fiesta de cumpleaños, aunque eso no evitó el miedo también de que algo malo pudiera pasar.
Seokjin tuvo que prometerle mil veces que lo iba a cuidar con su vida y que procuraría que nada malo le pasara.
—¡Vengan, posen para nosotros! —dijo Heechul riéndose.
—¡Waaaaaah! —siseó Taehyung levantando sus manos mientras Hoseok elevaba sus brazos en posición de conejo y Seokjin se reía, avergonzado totalmente.
El click de la cámara resonó varias veces y Seokjin decidió que ya habían hecho demasiado el ridículo allí, era hora de hacer el ridículo en público.
—Tío Heechul los irá a dejar —dijo Taeyeon—, se quedará viendo hasta tarde sus novelas para después traerlos de vuelta.
Heechul soltó un bufido, tomando las llaves del auto mientras Jongwoon se reía con diversión, acercándose a arreglar el traje de Hoseok mientras Taehyung se inclinaba y extendía su mano para acariciar a Mickey con una mirada de desconfianza.
Aprovechando el momento, Taeyeon bajó la voz observando a Seokjin.
—Jinnie, sé que va a ser mucha carga y eres sólo un chiquillo, pero...
—No se preocupe, señora Jung—se apresuró a decir Seokjin—, protegeré a Hobi y a Tae con mi vida. No dejaré que nada malo les pase —miró hacia su mejor amigo, que estaba ayudando a Taehyung a que tocara a Mickey sin miedo—. No lo perderé de vista y la llamaré inmediatamente si ocurre algo, se lo juro.
Taeyeon le miró unos instantes, indecisa, para después asentir sin perder esa mirada de preocupación, aunque trató de lucir mejor cuando se despidió de su hijo con un abrazo y de Taehyung revolviéndole el cabello. Pronto, los tres amigos estaban en el auto de Jongwoon, que se lo había prestado para esa ocasión.
—¿Le gustará el regalo a Jimin? —preguntó Taehyung con algo de preocupación, mirando la bonita bolsa que llevaba.
—Estoy seguro de que sí, Tae—le dijo Seokjin mirando su propio regalo, sintiendo su estómago apretado porque no se creía preparado para volver a estar cerca de Jimin tan cerca.
Hoseok llamó su atención.
—¿Sabes si habrá más personas conocidas? —preguntó curioso.
Seokjin se encogió de hombros.
—Creo que estará Wheein —dijo.
Hoseok hizo un gesto extraño con sus labios que no pudo entender bien, como una mueca mezclada con un puchero.
Minutos después Heechul se estacionó fuera de la casa de Jimin, que ya retumbaba con música y unos pocos adolescentes estaban fuera. Seokjin sintió su expresión caer porque había más gente de la que previó en primer lugar (pero no le sorprendía mucho tampoco porque Jimin era alguien demasiado popular y sociable, dios, era líder del club de baile del colegio y estaba en otra academia de baile contemporáneo), y quería irse a su casa a ocultarse.
—A las dos de la mañana los llamaré para preguntarles si quieren que venga a buscarlos —dijo Heechul mientras se quitaban el cinturón—, aunque si desean que venga antes, sólo deben avisarme.
—¡Nos vemos tío Heechul! —se despidió Hoseok sonriendo.
—Nos vemos tío de Hoseok—dijo Taehyung saliendo detrás de Hoseok.
—Adiós señor Jung, gracias por traernos —suspiró Seokjin antes de cerrar la puerta.
Seokjin tomó las manos de sus dos amigos, importándole poco llamar la atención del resto de las personas, y caminó hacia la puerta entreabierta de la casa. Sabía que si estaba así era para dar libre acceso a cualquiera, sin embargo, tocó el timbre con una expresión de disgusto.
Disgusto que cambió a sorpresa cuando vio a Jimin apareciendo, vistiendo...
¡Eso tenía que ser una jodida broma!
Jimin parpadeó también, atónito, pero Seokjin se volteó hacia Hoseok con furia.
—¡Le dijiste! —acusó sobresaltando al chico.
Hoseok arrugó el ceño, confundido.
—¡No le dije nada! —se defendió el chico.
—¡¿Tae?!
—¿Decir qué?
—No, nadie me dijo de qué vendrías disfrazado, Seokjin—le interrumpió Jimin con una sonrisa divertida—, es sólo una tonta coincidencia.
Miró su traje del Dulce Príncipe para después observar a Jimin disfrazado de Marshall, el vampiro de Hora de Aventura. Dios, los dos habían ido a juego sin hablarlo previamente.
—Venga, pasen —dijo Jimin con un tono de burla en su voz, haciéndose a un lado—, sabes dónde está todo, Seokjinnie.
El chico fulminó con la mirada a su exnovio, gruñendo por lo bajo mientras entraba al interior de aquella casa que conocía tan bien.
—Feliz cumpleaños, Park Jimin —dijo Taehyung levantando la bolsa de regalo.
Jimin se rió y lo recibió, encantado.
—Gracias, Taehyung.
—¡Feliz cumpleaños, ChimChim! —dijo Hoseok entregándole también su presente.
—Oh, pero no era necesario...
Seokjin sintió sus labios temblar.
—Feliz cumpleaños, Mochi —murmuró ofreciéndole su paquete.
Jimin le observó unos instantes, recibiéndolo, y humedeció sus labios.
—Gracias, Nochu —contestó antes de aclararse la garganta—. ¿Por qué no pasan? Voy a dejar esto a mi cuarto y vuelvo con ustedes.
Antes de que sus amigos pudieran decir algo, Seokjin los arrastró hacia el comedor que ya estaba atiborrado de gente, la música resonando en el lugar, las personas riéndose y bromeando, todos con variados disfraces. Estimando que el ruido era demasiado y que podía alterar un poco a Taehyung, los llevó por entremedio de la multitud hacia el patio, que también estaba con mucha gente pero algo más libre.
Aunque no esperaba encontrarse con varios de sus compañeros, y tragó saliva cuando ojos maliciosos se posaron en ellos.
Bueno, tal vez sería una larga noche.
—¡La ganadora es MoonStar! ¡Ese si fue un buen rap, chica!
Iron tomó la mano de la chica, levantándola mientras la multitud vitoreaba con emoción y la otra competidora hacia una mueca por el disgusto. Yoongi silbó con algo de diversión al ver la expresión de rabia de Soa, volteándose a ver a Jungkook.
—La improvisación no es el fuerte de Soa —dijo Jungkook bebiendo de su cerveza—, ¿qué esperaba?
—¿Algo de suerte? —aventuró Yoongi sonriendo cuando Iron hizo callar a todo el mundo.
—¿Los chicos vienen ahora? —preguntó—. ¿Loco, qué dices tú?
—¡Sólo si hay un competidor que valga la pena! —gritó Loco riéndose.
—¡Chico duro! —se burló Iron—. Veamos... ¡¿qué tal tú, JK?!
Miró hacia la multitud, observando a Iron interpelándolo directamente, y soltó un resoplido de negación.
—He perdido la práctica —se excusó—, pero Gloss está en buenas condiciones.
Yoongi lo fulminó con la mirada.
—¡Gloss! ¡Gloss! —vitorearon las personas animándolo.
—Te mataré —murmuró Yoongi poniéndose la capucha sobre su cabello, entrando al círculo de personas, y Jungkook sonrió al verlo desenvolverse con tanta facilidad porque, a fin de cuenta, el rap siempre animaba un montón a su amigo.
Así como también lo animaba a él un montón.
Bebió un poco de su cerveza, liberando algo de tensión escuchando las improvisaciones en la batalla de rap, sonriendo al ver a Yoongi tan concentrado en su posición, y no pudo evitar pensar en lo feliz que se vería él en ese lugar. En esa posición.
Pero llevaba mucho tiempo sin practicar algo de rap y no quería dar vergüenza. No quería decepcionarse de sí mismo por haber tomado decisiones que lo hacían infeliz.
Antes, era uno de los mejores allí rapeando. No quería sonar egocéntrico ni petulante, pero se sentía orgulloso de ser reconocido entre sus iguales y que lo corearan cuando era su turno de competir. Sin embargo, estaba seguro de que ahora ninguno de allí iba a reconocerlo.
Él mismo no se reconocía a veces.
—¡Esto está que arde! —gritó Iron entre risas y gritos de más personas—. ¡¿Un empate?! ¡¿Qué dicen?!
—¡Chúpame el pene, Loco! —gritó Yoongi levantando su dedo corazón.
Yoongi salió corriendo de allí antes de que Loco se lanzara a golpearlo.
Jungkook sonrió, divertido.
—¡Bueno, ¿quién desea competir ahora?! —gritó Iron llamando la atención—. ¡¿Eh?! ¡Vamos, Yuto, quién será tu contrincante!
Un chico alto, delgado y con cabello negro se abrió paso entre la multitud, sonriendo, pero eso no fue lo que desconcertó a Jungkook.
Fue ver que ese chico no iba sólo, sino que llevaba a alguien de la mano.
A Jinho.
Su estómago se volteó al ver a Jinho allí, caminando mientras se aferraba a la mano del rapero, mirándolo como si... como si...
Jungkook quiso vomitar de pronto.
—Oye, Kook, ¿ocurre algo? —preguntó Yoongi apareciendo.
No contestó, observando a Yuto entrando al centro del escenario, girándose y dándole un beso a Jinho en los labios. Jinho le sonrió de forma adorable, respondiéndole el beso, y Jungkook recordó por un instante la última vez que lo vio.
Jinho había estado llorando sin control alguno cuando Jungkook dijo que sólo fue un experimento, un instante de diversión, nada más.
—¿A quién quieres desafiar? —preguntó Iron.
Yuto humedeció sus labios.
—A JK—dijo Yuto con voz grave, mirándolo directamente, y Jungkook estaba seguro de que escupiría todo el contenido de su estómago cuando Jinho también lo miró.
Necesitaba huir de allí, escapar de ese lugar como venía haciendo los últimos dos años.
—Kook...
No escuchaba a Yoongi hablar mientras se ponía de pie sintiendo su garganta apretada, el aire faltando a su alrededor, sin dejar de observar los ojos helados de Jinho, observándole con duro rencor y desprecio.
—¡Venga, JK, es tu momento! —gritó Iron haciendo que la gente comenzara a animar.
Pero Jungkook iba a vomitar.
Yoongi lo tomó del brazo, sin observarlo, siguiendo la línea de su mirada, y pareció comprender un poco lo que estaba ocurriendo.
—Mi amigo no se siente bien —dijo Yoongi por sobre el bullicio de las personas—, será para la próxima.
Empezaron a abuchear pero a Jungkook no podía importarle menos mientras Yoongi lo sacaba del cerrado lugar, saliendo al frío aire nocturno, incapaz todavía de decir algo por lo que acababa de pasar. Por haber visto otra vez a Jinho.
A Jinho, tan pequeño, adorable y suave. A Jinho de la mano de otro chico que no sentía vergüenza de estar con él y que parecía suficiente para él.
A Jinho, la única persona que realmente había amado.
Yoongi sacó un cigarrillo, encendiéndolo, dándole una calada y ofreciéndoselo. Jungkook no dudó en agarrarlo.
A Soyeon no le gustaba que fumara, pero al diablo, ella no estaba allí.
—Jinho fue tu novio —dijo Yoongi en medio del silencio.
Jungkook no respondió.
Su mejor amigo suspiró, observándolo de reojo.
—¿Te animas para algo más o prefieres devolverte a casa?
Jungkook mordió su labio inferior. Una parte suya quería estar en su cuarto, acostarse y fingir que lo ocurrido esa noche no había pasado realmente, así como solía fingir frente al resto que era feliz.
Pero otra parte exigía distraerse, tratar de relajarse un poco.
—¿Qué quieres hacer? —dijo con voz ronca.
Yoongi miró la hora.
—Taehyung me contó ayer que fue invitado al cumpleaños de Park Jimin, y bueno, ¿qué tal si nos colamos? —se animó Yoongi.
—¿Por qué Taehyung te contó eso? —preguntó Namjoon.
Yoongi se encogió de hombros.
—Porque lo invité a venir acá pero me rechazó por ese tonto cumpleaños —refunfuñó Yoongi.
Jungkook se sintió tentado de burlarse de su amigo, pero honestamente no se sentía demasiado bien. Todavía estaba algo mareado, con el estómago revuelto, y quería estar lejos de allí.
Y pensó entonces que, si Taehyung estaba allí, Seokjin también estaría. Y si Seokjin fue... Hoseok quizás...
—Vamos —fue lo único que dijo.
—Quiero bailar —dijo Taehyung.
Seokjin observó a su amigo, que estaba mirando el salón donde la gente bailaba al ritmo de la música, y notó sus ojos ansiosos y pendientes de lo que estaba ocurriendo.
Quería negarse, pero se dijo que debía disfrutar esa fiesta a pesar de que hubiera gente que le desagradara, y asintió.
—Bueno —aceptó girándose hacia Hoseok—. ¿Quieres bailar?
Antes de que Hoseok pudiera responderle fueron interrumpidos por un grito de emoción, y Seokjin no necesitó girarse para saber que era Wheein.
—¡Chicos! —saludó sonriendo—. ¡Vinieron!
Seokjin le pellizcó la mejilla, arrancándole un quejido.
—Obligado —contestó Seokjin viendo el disfraz de Wheein: estaba disfrazada de hada—. Te ves muy bonita, Wheein.
La chica se ruborizó, riéndose.
—Ustedes se ven geniales también —contestó Wheein.
—Quiero bailar, Kim Seokjin—insistió Taehyung tomándole el brazo.
El aludido suspiró, sabiendo que a Taehyung no le gustaba que le ignoraran demasiado tiempo.
—¿Por qué no van a bailar ustedes? —preguntó Wheein—. ¡Yo puedo bailar con Hobi! —la muchacha miró al chico—. ¡Estás bonito hoy, Hobi! ¿Bailamos?
Hoseok sonrió con emoción, tomando la mano que Wheein le ofrecía, y Seokjin quiso negarse al inicio pero se dijo que debía confiar en la chica y que Hoseok estaría en buenas manos, por lo que terminó asintiendo con una sonrisa algo débil, girándose para guiar a Taehyung a la pista de baile.
Al inicio, Taehyung parecía moverse algo tieso, sin saber muy bien qué hacer en medio de tanta gente que le estaba tocando y rozando la ropa, pero luego de varios minutos, al ver la sonrisa relajada de Seokjin, pareció reaccionar un poco mejor, empezando a moverse ahora con más ritmo, algo relajado y contento.
—¿Te gusta mucho bailar, Tae? —preguntó Seokjin por sobre el ruido de la música.
—¡Mucho! —gritó Taehyung con una pequeña sonrisa en sus labios—. ¡Mamá dice que me ayuda a mejorar mis habilidades motoras y a no ser tan torpe! —dio una vuelta, feliz—. ¿Crees que ya no soy tan torpe?
Le sonrió, sacudiendo su cabeza.
—¡Eres increíble, Taehyung! —apoyó.
Los ojos de su amigo brillaron con emoción.
—¿De verdad lo crees?
Seokjin se rió con cariño, alegre de ver a Taehyung fuera de su zona de confort, tratando de desenvolverse como cualquier otro chico con ellos, y forzándose a estar rodeado de personas aunque le pusiera un poco incómodo y ansioso.
Mientras, Wheein estaba guiando a Hoseok en los pasos de baile, el chico luciendo algo perdido y desorientado porque alegaba que no podía saber el ritmo de la canción. Wheein se limitaba a reírse y regañarlo, tomándole las manos, tirando de él para hacer que se moviera, y Hoseok se forzaba a seguirle los pasos.
—Oppa, eres tan guapo incluso con ese disfraz —dijo Wheein sonriéndole.
Hoseok la miró con confusión.
—¿Qué cosa dijiste? —preguntó Hoseok inclinándose un poco.
—¡Que es un chico fantástico! —dijo Wheein con las mejillas algo coloradas por la repentina cercanía del muchacho.
Hoseok le sonrió con diversión, tirando de la chica para que diera una vuelta entre sus brazos.
Seokjin comenzó a balancearse con Taehyung entre sus brazos, riéndose por los movimientos tontos que estaba haciendo a esas alturas, pensando entonces que esas cosas no estaban tan mal, que su amigo estaba bien, estaba contento, y tal vez no era necesario que viviera tan preocupado por lo que podría ocurrir, que–
Alcanzó a sostener a Taehyung cuando alguien lo empujó.
Fulminó con la mirada al chico que había actuado de esa forma tan horrible, que sólo le sonrió con burla e incluso algo de asco.
—¿Por qué no se van, par de enfermos? —gruñó Dongwoon con expresión petulante.
—Hey, ¿qué está pasando?
Seokjin miró a Jimin, que apareció con una expresión de seriedad, y enderezó a Taehyung, que ya no parecía querer bailar.
—¿Por qué los invitaste? —se quejó Dongwoon—. ¡Arruinan la fiesta!
La expresión de Jimin se endureció mientras Seokjin bufaba, rodando los ojos.
—Es mi fiesta, Dong —contestó Jimin—, si no te parece, puedes irte.
—¡Dios, privilegiando a unos raros que a tus amigos...!
—Le vuelves a decir raros y prometo partirte la boca, imbécil.
Todos se giraron para ver a un aparecido Yoongi, que estaba con una expresión enfurecida mirando a Dongwoon, siendo sostenido por Jungkook.
Jimin le dijo algo a Dongwoon, que soltó un ruido de desprecio, y se marchó de allí. El cumpleañero miró a los recién llegados con las cejas fruncidas.
—No recuerdo haberlos invitado —dijo Jimin curioso.
Yoongi se cruzó de brazos.
—No pueden quedarse —dijo Taehyung de pronto, los chicos mirándolo—. No tienen un disfraz. ¿Por qué no tienen un disfraz? Es una fiesta de disfraces.
Las comisuras de los labios de Yoongi se estiraron un poco, conteniendo una risa de diversión mientras Jungkook miraba hacia Seokjin.
—¿Y Hoseok? —preguntó algo preocupado.
—Bailando con tu hermana —dijo Seokjin con los labios arrugados.
Jimin suspiró.
—Bueno, pueden quedarse —aceptó—, pero nada de peleas. En especial tú, Yoongi.
—No prometo nada —replicó Yoongi—. Voy al baño y regreso, TaeTae.
—Bueno, gato apestoso —Taehyung frunció su nariz—. Muy apestoso. Hueles a cigarro.
Yoongi hizo un gesto con su mano, despreocupado.
—Fue Jungkook, él fumó y me pegó su aroma —dijo antes de marcharse de allí, ignorando la fulminante mirada de su mejor amigo.
Seokjin miró a Jungkook unos segundos, notando entonces que se le veía algo distraído y decaído, y sintió ganas de preguntarle qué ocurría con él. A pesar de que estuviera saliendo con su media hermana y no se llevaran demasiado bien, eso no significaba que lo despreciara. Jungkook siempre lucía algo incómodo y apagado cuando estaba en su casa, mientras que en el colegio se veía torpe e incluso exasperado, siempre a la vanguardia por quien sabe qué motivos.
Además, de alguna forma, Jungkook siempre parecía preocuparse de que los chicos en el colegio no lo golpearan.
—¿Ocurre algo, Jungkook hyung? —preguntó Seokjin entonces por sobre el ruido de la música.
Jungkook dejó de observar a las personas, parpadeando mientras contemplaba el rostro de Seokjin, y suspiró.
—No es nada —contestó de forma educada—. Si Yoongi pregunta por mí, ¿puedes decirle que estoy afuera? —Jin asintió—. Nos vemos por ahí entonces, Jin.
Antes de poder decir algo, Jungkook se marchó tan rápido como apareció.
Seokjin lo observó hasta que desapareció, un poco indeciso sobre seguirlo o no, pero descartándolo finalmente cuando Taehyung le dio un tirón a su brazo.
—Quiero seguir bailando —dijo el chico con los labios arrugados.
Si era honesto, Seokjin quería regresar a casa.
Pero no quería arruinarle la fiesta a Hoseok y Taehyung. Su mejor amigo seguía bailando con Wheein mientras que Taehyung se había animado otra vez a volver a la pista de baile a pesar de lo recién ocurrido, y no eran tan mal amigo como para decir que no.
E iban a ser recién las doce de la noche, podía aguantar un poquito más aunque tuviera que ver a Jimin bailando con Seulgi, riéndose e ignorándolo.
Pero se lo merecía.
Asintió, tomándole la mano a Taehyung, forzándose a sonreírle mientras volvían a bailar, al menos hasta que fueron interrumpidos.
Y oh dios...
—¿Hyung? —farfulló Seokjin incrédulo.
—Ahora estoy disfrazado —dijo Yoongi como si nada.
—¿Eres un rollo de papel higiénico gigante? —preguntó Taehyung con curiosidad.
Yoongi le miró, ofendido.
—¡Soy una momia! —respondió Yoongi, mal envuelto en el rollo de papel, con tiras cayéndose a sus lados.
—Oh —Taehyung parpadeó—, pero no das miedo. Tienes que dar miedo.
Yoongi bufó, arrugando el ceño.
—Tú tampoco das miedo —replicó.
Taehyung sacudió su cabeza.
—Sí doy —dijo—. ¡Waaaaaaah! —chilló elevando sus manos y mostrando sus dientes.
El mayor observó a Seokjin unos segundos para luego mirar a Taehyung otra vez.
—Hazlo de nuevo, no estaba prestando atención —dijo seriamente.
—¡Waaaaaaaaaah! —repitió Taehyung saltando.
Yoongi rascó su nuca.
—Otra vez, por favor.
—¡Waaaa–!
—Yoongi —le interrumpió Jin a Yoongi con exasperación—. ¿Quieres algo? Jungkook se fue al patio.
—No quiero a Jungkook —soltó Yoongi—, quiero bailar con TaeTae. Vamos.
Y ante su atónita mirada, Jin observó cómo Yoongi tomaba la mano de Taehyung y tiraba de él, llevándolo a la pista de baile y dejándolo solo.
¿Qué demonios acababa de ocurrir?
Jin refunfuñó en voz baja, sabiendo que no iría a interrumpir a Taehyung porque honestamente el chico se veía algo cómodo bailando con Yoongi (aunque Yoongi bailaba como un abuelito, pero eso era lo de menos), y tampoco iría a molestar a Hoseok, porque lo quisiera o no, los dos chicos tenían que desenvolverse con otras personas sin su ayuda.
Pero eso no evitaba que se pusiera un poco triste (y culpable también), porque se sentía un poco bien que sus amigos dependieran de él. Que no fuera desechable.
Era la peor persona en el mundo.
Se volteó, pero se quedó quieto antes de chocar contra Jimin.
Jimin le contempló con una ceja enarcada, y Jin no pudo evitar admirar lo bonito que se veía en el disfraz de Marshall, con la camisa a cuadros, su frente descubierta y los jeans. Jin recordaba haberle dicho a Jimin varias veces que Dulce Príncipe y Marshall deberían estar juntos por siempre porque se complementaban, para luego golpear a Jimin ya que Jimin estaba más concentrado en pellizcar su cintura y hacerle cosquillas.
Jimin le sonrió, tendiéndole la mano.
—Ven aquí, Seokjinnie—le dijo con cariño.
Seokjin lo abrazó.
Jungkook dejó salir el aire mientras terminaba de beber la cerveza que había sacado de la cocina, tratando de olvidar la mirada de Jinho sobre él horas atrás, tratando de ignorar la sensación de vértigo, desprecio y dolor que estaba sintiendo en ese instante, porque sabía que no le haría bien.
Sabía que no debía sentir lástima por sí mismo cuando él había roto con Jinho, cuando Jinho fue el que nunca tuvo explicación alguna y quien salió más herido por sus propias decisiones.
Pero eso no hacía las cosas más fáciles tampoco.
Recordó a Jinho a su lado en el club, riéndose en voz baja mientras escuchaban a unos chicos en una batalla de rap, ocultos en una esquina y compartiendo unos torpes besos tímidos. Jungkook había estado jugueteando con una paleta en un envoltorio, acariciando el cabello de su novio, y de pronto Jinho le quitó la paleta con una sonrisa enorme.
Él había fruncido el entrecejo.
—Si no me devuelves la paleta, voy a darte un golpe —le dijo juguetón, observándolo abrir el envoltorio.
Jinho se detuvo, mirándolo con ojos de cachorrito.
—Eres un chico muy malo, Jungkookie.
Sonrió inevitablemente, revolviéndole el pelo.
—Eres tan bajito, Jinho... —comentó ignorando la paleta.
Jinho le golpeó su mano, ofendido.
—¡No me hables informalmente, Jungkook!
Y eso era lo más gracioso: que Jinho fuera un año mayor que Jungkook, pero fuera menor de porte.
Le sonrió, divertido.
—Eres tan pequeño, hyung... —corrigió algo burlón.
Su novio le pegó en el costado, enfurecido.
—¿Te estás burlando de mí? —barboteó Jinho poniéndose de pie, sus manos sosteniendo la paleta—. ¡Ser alto no lo es todo!
Jungkook sacudió la cabeza, sin dejar de sonreír.
—Ser alto es todo para mí —comentó.
—¡Está bien! —refunfuñó Jinho—. ¡Haz lo que quieras, entonces! —y antes de poder decirle algo más, Jinho llevó la paleta a sus labios.
(Pero el dulce terminó siendo compartido por los dos después cuando Jungkook comenzó a besarlo entre risas).
Dios, no. Eso estaba mal. No podía seguir recordando esas cosas porque eran parte del pasado, y no había forma de que volvieran otra vez. No cuando él estaba saliendo con Soyeon. No cuando quería hacer que sus padres se sintieran orgullosos otra vez. No cuando Jinho estaba saliendo con otra persona.
Dio un trago más a la lata de cerveza, ignorando el ruido de la música, las risas de las personas en el patio, observando la noche despejada, las pocas estrellas brillando en el cielo, y pensando qué tan fácil sería abandonar todo y simplemente desaparecer. Irse lejos de allí. Dejar de fingir ser ese chico perfecto que no tenía errores.
Alguien le tocó el hombro y giró su cabeza.
Enfocó sus ojos en la tímida mirada de Hoseok, parpadeando al notar su disfraz.
Un... un conejo.
A Jungkook le gustaban mucho los conejos.
¿Qué?
Tomó la libreta que Hoseok le tendía, cohibido.
¿Ocurre algo, hyung?
¿Quiere un poco de compañía?
Quiso negarse. Decirle que volviera adentro, a bailar con Wheein, que fingiera no haberlo visto.
Pero terminó haciéndose a un lado, dándole un espacio para que se sentara, y Hoseok no tardó en obedecer.
No es nada, Hobi.
¿La estás pasando bien?
Hoseok leyó la respuesta antes de poner una expresión pensativa.
Es mi primera fiesta de cumpleaños con otras personas, no tengo nada con qué compararla, pero está bien.
El chico pareció un poco indeciso antes de añadir:
En realidad, quise venir para que Seokjinnie pudiera hablar con Jimin, y que Tae se divirtiera un poco. ¿Hice bien?
Jungkook se quedó observando unos segundos la respuesta, sin saber qué responder al inicio, para luego sonreír con un poco de dulzura, sacudiendo su cabeza en una negativa amable.
No puedes ayudar a todo el mundo siempre, Hobi. A veces tienes que dejar que se den cuenta solos de sus errores.
Observó como la expresión de Hoseok pareció decaer un poco, sus labios frunciéndose en un puchero infantil, apoyando su mentón en sus piernas, y Jungkook le pellizcó la mejilla, llamando su atención otra vez.
¿Por qué no vuelves adentro? Estoy seguro de que Wheein querrá seguir bailando contigo. Hace frío aquí afuera y puedes resfriarte.
Hoseok se balanceó un instante en su lugar, mordiendo la piel de su uña con rostro indeciso.
Prefiero quedarme con usted, hyung, si no le molesta.
El mayor quería preguntarle entonces si a Hoseok le gustaba su hermana. Si veía a Wheein con otros ojos que no fueran amistosos.
Pero no quería saber la respuesta, y eso lo mareaba un poco, lo confundía demasiado, le hacía perder el control que tanto trataba de mantener.
¿Por qué un disfraz de conejo?
Preguntó en cambio, rascando su oreja, pensando en lo bonito que se veía Taehyung con ese tonto disfraz de conejito, mirándole con tanta inocencia que, por un instante, olvidó lo que estaba ocurriendo a su alrededor y sólo podía observarlo a aquellos enormes ojos juguetones y dulces.
Tan comprensivos, tan amables, que quería derretirse en ellos, dejar que lo tragaran por completo.
¡Los conejos son lindos! Son tan fuertes también... Tienen un tamaño pequeño, pero una inteligencia que les protege muy bien. Me gustaría ser un conejito.
Jungkook se rió con suavidad al leer la última frase, algo encantado por la forma que Hoseok tenía para expresarse, pensando fugazmente que parecía un niño de diez años.
Trató de mantener su expresión tranquila cuando recordó entonces que aquel chico a su lado había estado desaparecido por siete años, que fue educado en casa, que quizás aprendió tarde algunas cosas y como... hablar con el resto.
¿Cómo sería la voz de Hoseok?
Los conejos también me gustan mucho, Hobi. Te ves muy bonito y adorable. Es el mejor disfraz que he visto en la noche.
Se sintió satisfecho cuando observó los ojos de Hoseok brillar por la emoción, y más aún cuando el chico le dio un abrazo repentino, sonriendo en forma de corazón, contento y feliz. Tan feliz que pareció olvidarse por varios minutos de lo que había ocurrido horas atrás. De que Jinho estaba con otra persona. De que a Hoseok parecía gustarle su hermana menor.
¡Usted también es muy bonito, hyung! Es el chico más guapo de la fiesta.
Sacudió su cabeza en una negativa al leer la respuesta, sabiendo que era una vil mentira porque Jungkook no era guapo. No era lindo. Su rostro no tenía facciones finas como la mayoría de los chicos de clase, su sonrisa era horrible y su piel demasiado morena dentro de Corea.
Jungkook sabía que no era bonito, pero no le acomplejaba demasiado el no serlo, porque sabía que si se perseguía por aquello, entonces quedaría estancado en un pozo de autocompasión.
No digas esas cosas, Hobi, no soy hermoso como tú.
Hoseok frunció el ceño al leer sus palabras, y antes de darse cuenta, el menor le estaba golpeando el brazo con la libreta, molesto y ofendido por lo que había dicho. Escrito. Lo que sea.
—¡Oye, oye! —se quejó Jungkook sorprendido—. ¡No seas violento, Hoseok!
El menor le sacó la lengua, girándose y dándole la espalda, cruzándose de brazos con expresión enfurruñada, ignorándolo por completo, y Jungkook picoteó su costado. Hoseok le dio un manotazo, sin observarlo, por lo que el mayor, sin pensarlo realmente, lo abrazó por la espalda, apoyando su mentón en el hombro del chico.
—Deja de ser tan adorable —le dijo llamando su atención, quitándole el cuadernito para escribir:
No te enojes conmigo, por favor.
Hoseok rodó los ojos al leer su petición, contestándole con la mirada tímida y mejillas coloradas.
Jamás podría enojarme con usted, hyung.
Jungkook sonrió, apretándolo brevemente contra su costado, sintiendo entonces que al lado de Hoseok las cosas parecían ir muy, muy bien, y eso le gustaba un montón.
Demasiado, para su propio gusto, pero ya lo arreglaría después.
Por ahora, sólo se preocuparía de disfrutar ese breve instante de paz.
Dedicado a HobitaJk tu_pan_con_nutella ♡
Bonita noche, descansen y disfruten este capítulo ♡
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