37. Enfrentando la verdad

Las cosas iban mejorando.

Fluke recibió un beso de Ohm, feliz de la vida, con su novio sonriéndole también luego de estacionarse, y luego de varios segundos, se bajaron y tomaron de la mano. El invierno estaba acabando, pero seguía haciendo mucho frío, en especial durante las noches, así que comenzaron a caminar con rapidez por la vereda.

—¿Seguro que es por aquí? —le preguntó el menor a Ohm.

—Sí, mira... —Ohm levantó su brazo libre hacia alguien—. ¡Phi!

La persona se enderezó y Fluke reconoció a Tae, el mejor amigo de su novio. Lo saludó con timidez, manteniéndose junto a Ohm en todo momento, algo nervioso por lo que estaban haciendo: el lugar en el que estaban no era uno de los mejores barrios de la ciudad, no lo conocía mucho, y eso le ponía un poco temeroso.

—Vamos, ¡D-Town queda en la siguiente cuadra! —animó Tae—. Ahora están en batallas de rap, el canto viene después. Ohm me dijo que ibas a participar, ¿no, Fluke?

Fluke miró a su novio con sorpresa, el rubor iluminando su rostro para sacudir la cabeza de manera apresurada.

—¡No, no! —chistó Fluke—. No soy bueno, me avergonzaría, cómo...

—¡Lo harás genial! —dijo Ohm con fe.

Tae se rió.

—Bueno, si quieres participar, debes pagar tu inscripción, lo puedes hacer en el momento o antes. No es mucho, y puedes cantar las veces que quieras.

Fluke bajó la vista, indeciso todavía, pero Ohm le dio un apretón suave, sonriendo con ánimo.

—Lo pensaré —dijo débilmente.

Eso fue suficiente para su novio, al parecer.

—¿Cómo conociste este lugar? —dijo, cuándo se detuvieron fuera de una bodega donde alguien estaba apoyado al lado de la puerta.

—Kim quiere intentar el rap ahora —suspiró Tae—. Hey, Iron, ¿qué tal?

El desconocido bajó el cigarrillo de sus labios, moviendo su cabeza en señal de reconocimiento hacia Tae, para después observar a Ohm y Fluke.

Fluke casi se esperaba el comentario grosero cuando sus ojos se estrecharon sobre ellos dos, tomados de la mano, pegados como...

—¿Son de confianza? No quiero que la policía aparezca en un par de horas —le dijo a Tae.

El menor parpadeó.

—Uno es menor de edad —dijo Tae, rascando su nuca antes de apuntar a Fluke.

Iron bufó, recibiendo el dinero para que entraran.

—Nada de alcohol para ese chico, entonces —gruñó, haciéndose a un lado—, si lo veo con una lata de cerveza, haré llorar al niño bonito.

Fluke ya quería llorar sólo con eso. Ohm se rió, aunque su novio notó la tensión en el cuerpo al lado suyo.

—Yo me encargaré de cuidar a mi novio, gracias —dijo Ohm.

Iron soltó un silbido, rodando los ojos, y Tae los apuró a entrar, despidiéndose del guardia.

—¡Lindo culo, niño bonito! —se burló Iron una vez avanzaron.

Ohm gruñó dispuesto a volver atrás, pero Tae y Fluke lo empujaron hacia delante, apresurando el paso.

—No puedes actuar así —comenzó a regañar Fluke—, él sólo te está tomando el pelo.

—¡Te estaba mirando el culito! —reclamó Ohm.

—¡Ohm!

—¡Honoríficos, Fluke!

Tae también rodó los ojos, sacudiendo su cabeza por el comportamiento infantil de la pareja.

Antes de que pudieran seguir discutiendo, entraron a la bodega de dos pisos, llena de gente por todas partes y mesas repartidas hasta en los pasillos del segundo piso, mientras el bar se hallaba en una esquina. Un gran escenario estaba en el centro del lugar donde se llevaba a cabo una competencia de rap entre dos chicos, la gente aclamando a gritos, riéndose, divirtiéndose, bebiendo.

¿Ohm pretendía que cantara frente a todas esas personas? ¡Estaba desquiciado!

Apenas podía hablar por la impresión del lugar, pero por sobre todo, porque nadie allí se estaba fijando en su mano entrelazada con la de Ohm. No había miradas con malas intenciones ni comentarios maliciosos.

—¡Pueden ir a beber! —Dijo Tae—. ¡Y si quieren cantar algo, acércate a Jimmy, es el chico que está en medio de la batalla de rap! Debes pagarle a él y decirle qué pista cantar. ¡Debo buscar a Kim ahora, nos vemos!

Ohm se despidió de su mejor amigo, ignorando los balbuceos débiles de su novio, y tiró de él hacia el bar, donde muchas personas estaban atendiendo a la gente.

—¿Quieres una bebida? —Preguntó Ohm—. ¡Yo te invito a la primera!

Fluke lo observó.

—¡Tú me invitaste aquí, en primer lugar! —le reclamó.

Ohm sonrió, tirando de él, y antes de que Fluke pudiera protestar, recibió un beso del mayor en sus labios, pasando un brazo por su cintura e importándole poco si los veían hacer eso.

Al alejarse, Fluke apenas podía respirar, torpe y avergonzado.

—Eres muy lindo, Flukie —le susurró Ohm, pellizcándole el labio—, ¿recuerdas lo del motel? Tengo tu identificación falsa así que...

—No puedes estar hablando en serio —se rió Fluke, recibiendo otro beso.

—Si te subes a cantar...

—¡Voy a ponerme a llorar si eso ocurre!

—Pero yo voy a estar allí para ti —Ohm acarició su cabello, sabiendo lo tímido y cerrado que era Fluke—, si todo resulta mal, yo voy a sostenerte, Flukie.

El menor no sabía cómo era posible que, con esas simples palabras, estuviera dispuesto a hacer todo por Ohm. Incluso si se lo pedía, era capaz de lanzarse de un puente por él.

Lo odiaba tanto.

—Está bien —dijo débilmente—, pero me deberás dar algo a cambio.

—Lo que quieras.

—La última figurita de Iron Man.

Ohm parpadeó antes de comenzar a reírse, asintiendo con gusto, y pidieron algo para tomar. El mayor se decidió por una cerveza para él y una Coca-cola para Fluke, para luego dirigirse hacia Jimmy una vez recibieron su pedido.

Aprovecharon que el MC detuvo la competencia para un breve descanso, con las personas dispersándose, y pagaron la inscripción de Fluke, anotando la canción.

—Te llamaremos por el micrófono —dijo Jimmy, que si bien se veía algo malo con sus tatuajes, tenía una actitud relajada—, ¿no quieres un sobrenombre? Muchos utilizamos uno aquí —Fluke negó con la cabeza, torpe, y Jimmy pareció compadecerse por él—. Hey, no te preocupes. Aquí la gente no va a abuchearte si te equivocas o algo así.

No le ayudó mucho, pero aun así le dio las gracias.

Después caminaron hacia una mesa vacía, sentándose cerca para conversar y beber, y Fluke se sentía bien allí metido por algún extraño motivo, sin entenderlo muy bien. Ohm estaba siendo cariñoso con él, haciéndolo reír, tan cerca que nadie podría confundir que ellos eran amigos, pero tampoco nadie estaba interesado en ellos, por lo que no había ojos maliciosos encima de Ohm o de él.

Y eso se sentía muy bien. Se sentía... perfecto.

Muy perfecto.

Fue a las once de la noche en que Off y Gun entraron a D-Town tomados de la mano, sonriéndose ampliamente, y fueron hacia el bar para pedir algo, yendo a su rincón para ver el espectáculo.

Phi, ¿cuándo vas a rapearme? —le preguntó el menor a Off con un puchero ligero.

Off le sonrió, pellizcándole la mejilla y haciendo que Gun se pegara más a él en busca de sus abrazos. El mayor no escatimó un poco, sentándolo en su regazo y dándole un beso en la mejilla.

Estoy trabajando en ello —le dijo con unos gestos—, voy a entregarte tu regalo pronto.

Gun lo rodeó por el cuello, recostando su cabeza contra el hombro de Off, suspirando de felicidad por ese toque.

—¿Gun?

Se sobresaltó, girándose y volteándose. Off también levantó la vista.

Le sonrieron a Bas, que iba de la mano con Dun. El chico más pequeño les devolvió la sonrisa, saludándolos con la cabeza al igual que su novio.

—No venían hace tiempo —comentó Bas, por sobre la voz de la persona que cantaba.

—Hemos estado algo ocupados —contestó Off, sosteniendo a Gun contra él. Trató de ignorar el hecho de que el menor respondió al llamado de Bas, que fue hecho en voz alta.

—Mmm... —Bas se balanceó— tampoco has vuelto al rap.

Off sonrió un poco incómodo.

—He perdido experiencia —admitió apenas.

Gun besó su mejilla.

—Ajá, claro —Bas rodó los ojos— nos vemos por ahí...

La pareja se retiró sin decir algo más, perdiéndose entre las personas, y Off se sintió algo irritado de pronto por la actitud de su exnovio. Se supone que no había rencor, ¿qué forma de actuar era esa?

Gun lo miró y su molestia aumentó.

Le hizo un gesto para que se pusiera de pie.

Iré a hablar algo con Bas —le dijo, aunque no sabía para qué lo hizo con gestos, ¿no era Gun más obvio?—, espérame aquí, ¿está bien? Regreso enseguida.

Gun puso una expresión de contradicción, pero sólo asintió, abultando sus labios y viéndolo partir.

Off buscó a Bas por entre las personas, viéndolo entrar al baño a lo lejos. No era difícil identificarlo, después de todo, su altura era algo llamativo, así que se apresuró en ir detrás de él.

Ingresó al lavabo, viéndolo mojar su rostro. Bas le devolvió la mirada a través del espejo.

—Si tienes un problema conmigo, dímelo —le soltó Off.

Bas enarcó una ceja.

—No tengo ningún problema contigo —contestó el más bajo—, sólo que me sorprende que sigas siendo el mismo chico cobarde que conocí hace un tiempo.

Off lo observó.

—No me conoces —le dijo.

—¿Le has dicho a tus padres de Gun, Off? —le preguntó Bas con un ruido de desprecio—. ¿O lo escondes como tu sucio secreto, así como hiciste conmigo?

El más alto apretó sus manos en puños.

—Y eso qué te importa a ti, Bas —le espetó.

—Puede que no lo hayamos demostrado, Off —dijo Bas, alzando su barbilla—, pero esas acciones duelen, y mucho. A nadie le gusta ser el vil secreto de la persona que quiere —el chico dio un paso—. Gun me cae bien, y si sigues comportándote así, sólo vas a terminar haciéndole daño, ¿eso es lo que quieres?

—Deja de reflejarte en Gun —le soltó Off—, eso es lo que estás haciendo, reflejando el fracaso de nuestra relación en Gun, sabiendo que no deberías hacer eso, ¿sabes por qué? —Off hizo un mohín de desprecio—. Porque los dos sabemos que quiero más a Gun de lo que te quise a ti.

Bas lo observó, con sus ojos abiertos por la sorpresa, congelado por completo, y con una mirada conmocionada en su rostro. Off sólo pudo observarlo, quieto también, sin saber qué añadir.

—Sigues siendo el mismo cretino de siempre —declaró Bas duramente, saliendo de allí, dejándolo solo y culpable por sus duras palabras.

Gun, mientras esto ocurría, se removía de manera impaciente en su silla, sintiendo cómo su cita quedó arruinada por lo ocurrido, y se puso de pie para ir a buscar a Off, con la intención de decirle que ya quería marcharse.

Al menos, eso pretendía cuando se detuvo a mitad de camino.

—¡Hoy tenemos un nuevo chico que quiere cantar, así que espero que todos sean amables con él, eh! —Dijo Jimmy a través del micrófono—. ¡Fluke, anda, ven!

Gun tuvo que haber fingido no oír eso. Tuvo que fingir no escucharlo, como hizo tanto tiempo, y seguir de largo para así buscar a Off e irse.

Pero su cerebro estaba fallando. Las órdenes de Señor Sira parecían desvanecerse por momentos y eso provocaba que todo su entrenamiento se arruinara.

Se volteó para ver a su mejor amigo, Fluke, subir el escenario con una expresión de nervios.

¿Qué estaba haciendo él allí?

Fluke se detuvo en el centro, recibiendo el micrófono y sintiendo su rostro completamente ruborizado. Los nervios atenazaban su estómago hasta el punto de querer hacerlo vomitar, y ese pensamiento hizo que sus ojos se pusieran llorosos. Cuando se ponía ansioso, eso solía ocurrirle.

Las primeras notas de la canción comenzaron a escucharse, los ojos puestos en él, y Fluke buscó a Ohm por entre la gente. Lo vio allí, de pie, sonriéndole con fe, totalmente enamorado, y llevó el micrófono a su boca.

Su voz salió temblorosa, casi quebrada al inicio por la situación, moviendo sus caderas levemente al ritmo de la música. Apenas logró terminar la primera estrofa, sólo mirando a Ohm, que no dejaba de sonreírle con emoción.

Fluke agarró un poco más de confianza, su voz resonando con mayor fuerza. Su voz era más grave que la cantante original, pero de alguna extraña forma parecía adecuarse bien a Adult Ceremony. La gente comenzó a gritarle con emoción, en especial cuando movió su cuerpo. Ohm siempre le decía que era bueno bailando y cantando, pero no le creía mucho.

Ohm lucía más entusiasmado al ver a Fluke allí, de pie en el escenario, con las personas adorándolo con facilidad: Fluke no se daba cuenta de ello, pero era un chico que realmente se hacía querer sin problema alguno. Ohm estaba dispuesto a demostrárselo, a hacer que tuviera más seguridad en sí mismo, sabiendo que todo ese temor se debía a esa horrible familia que le crió.

Incluso lo aplaudió y chifló cuando, terminando la segunda estrofa, cerró sus ojos y se meció con una actitud más sexy. Sacudió su cabeza en una negativa incrédula, pensando que–

Gun lo estaba mirando a metros de él.

La sonrisa permaneció en su rostro por el shock, con Gun apenas sosteniéndole la mirada, y el primer pensamiento de Ohm fue un rápido "¿qué está haciendo él aquí?"

Y de pronto lo vio escabullirse, poniendo una mirada de pánico en su rostro, y el enojo invadió a Ohm, pues supo enseguida que no estaba solo. De seguro Off estaba allí también y...

Y...

Y ese par seguiría mintiéndole a Fluke.

Fluke abrió los ojos al terminar el segundo coro, buscando a Ohm, percatándose de que ya no lo estaba mirando a él, sino a...

Gun.

Gun entre la multitud, observando a Ohm también.

Su voz se sacudió, se quebró, pero logró disimularlo.

Ohm. Ohm, Ohm, mírame. Ohm, por favor, mírame.

Ohm no lo miró. No cuando Gun se metió entre las personas para marcharse y Ohm lo siguió con velocidad.

Su tono tembló otra vez, pero se obligó a concentrarse en la canción, en terminarla, porque lo otro sería bajar del escenario corriendo a buscar a Ohm para... para... ¿para qué?

El chico vio a Gun meterse por un espacio oscuro, sin saber para dónde se dirigía, pero sólo tenía la intención de detenerlo. Apuró su paso y lo agarró del brazo. Gun se sobresaltó, girándose, ojos llenos de terror posados en él, sin embargo, Ohm no sintió compasión.

Lo empujó contra la pared para que así no pudiera escapar de él.

¿Qué estás haciendo aquí? ¿Estás solo? —preguntó Ohm velozmente, sus movimientos apenas entendiéndose por la ira.

¡No! ¡No! Estoy en una cita con Off, voy a irme ahora —respondió Gun con torpeza, desesperado por irse de allí.

Ohm apoyó su mano contra la pared, estirando su brazo y reduciendo el espacio entre ellos.

—¡Estoy harto, Gun! —le dijo ahora, incapaz de hacer gestos, sobresaltando al menor otra vez—. ¡De verdad que ya no puedo más, no puedo hacerle esto a Fluke! ¡No pareciera que tienes intención de decirle la verdad!

¡Si la tengo! —Se defendió Gun—. ¡Tú no entiendes nada, Ohm!

—¿Qué no entiendo nada? —Ohm soltó un chasquido furioso—. ¡Le estoy mintiendo a mi novio por ti! ¡Los dos le estamos mintiendo y sólo porque tu...!

—¿Ustedes son amantes?

Ohm dejó de hablar. La respiración de Gun aumentó.

Fluke los observó con ojos cristalizados, su tono quebrado. Una vez la canción terminó, bajó del escenario de manera inmediata, ignorando los aplausos. Siguió la dirección de Ohm, viéndolos discutir tan pegados uno del otro que Fluke sintió algo roto en su interior. Su corazón, quizás.

Ohm se volteó, viendo a Fluke a varios pasos de ellos, alejándose de manera inmediata. Gun permaneció quieto.

—¿Qué, Flukie? —preguntó Ohm.

Fluke sorbió por su nariz.

—Eso, ¿crees que no lo he visto? —Fluke frotó sus ojos—. Ustedes me están escondiendo algo y... y te vi salir del salón de música con Gun después de clases. Los dos juntos, diciendo que debían decirme la verdad —tragó saliva—. ¿Están juntos, Ohm? —Enfocó su mirada en su mejor amigo—. ¿Gun?

¡No! —Dijo Gun, sus ojos también llenándose de lágrimas—. ¡Fluke, no es así! ¡Ohm y yo no tenemos nada!

Fluke soltó una risa cansada.

—¿Sí? ¿Debería creerte? —Sollozó Fluke—. No lo hago. No te creo, Gun.

—Fluke...

—Yo sólo... —Fluke rompió a llorar—, yo creí que podía compartirte con Gun. Que podía compartirte mientras me quisieras más que a él, pero... pero no puedo. Sólo pensarlo...

—Estás confundiendo las cosas, Fluke —dijo Ohm, dando un paso para alcanzarlo, pero el menor retrocedió—. Fluke, jamás yo...

—¡Lo hiciste! —Fluke frotó con más fuerza sus ojos queriendo detener el llanto, incapaz de hacerlo—. Ohm, ¡lo hiciste!

—¡No! —Ohm explotó—. ¡No, Fluke, jamás te engañaría, lo sabes bien!

—¡¿Cómo quieres que te crea?!

—Porque Gun es mi novio —habló una grave voz detrás de Fluke.

El menor dejó de llorar, sorprendido al escuchar esa voz. Se giró para ver a Off de pie ante él, su expresión cansada, agotada, pero grave.

—¿Qué? —susurró Fluke, atónito.

Off suspiró.

—Eso —dijo, caminando hacia Gun, que no dejaba de llorar en silencio—, Gun y yo estamos saliendo, Fluke, desde hace más de tres meses.

Fluke observó a Ohm, su expresión suplicante, para luego desviar su atención hacia Gun y Off. Hacia el abrazo que Off le dio a su amigo.

Volvió a reírse.

—¿Qué? —repitió—. ¿Ustedes...? ¿No eras heterosexual, P'Off? —escupió, sacudiendo su cabeza—. ¿No saliste con mi hermana por más de un año? Esto es una jodida broma...

—Fluke —dijo Off—, no estamos bromeando, ¿bien? Mira, antes de tu hermana, yo salí con un chico. Bisexual, homo, llámame como quieras, da lo mismo. Eso no quita que estoy con Gun.

Gun, contra él, lo abrazó con fuerza sin dejar de llorar, su mundo desestabilizando, su voz atrapada en su garganta.

—De todas las excusas... —Fluke miró a Ohm— ¿qué, metiste a Off para cubrirte en todo esto?

—¡Dios, Fluke! —Gritó Ohm, desesperado, con su voz quebrada—. ¡Ellos llevan saliendo, son novios, ¿sabes cómo lo descubrí?! ¡En el cumpleaños de Gun, los interrumpí besándose en el cuarto de tu maldito mejor amigo!

Fluke retrocedió, sacudiendo su cabeza con desesperación. ¿Qué? ¿Cómo...?

Observó a Gun.

—Dijiste que Off no te gustaba —murmuró, buscando encajar las piezas—. Gun, ¡dijiste que no te gustaba!

Bueno, ¡y si me gusta qué! —espetó Gun, enojado de pronto también—. ¡¿Sabes por qué no te lo dije, Fluke!? ¡¿Quieres saber por qué?! —se revolvió y Off tuvo que sostenerlo—. ¡Porque siempre has puesto a la loca y patética de tu hermana por sobre todo el mundo, por eso!

Fluke endureció su mirada, aunque seguía temblando.

—Bebé, vamos, tienes que calmarte —se adelantó Ohm, agarrándolo del brazo para llevarlo al auto, pero Fluke se soltó, dándole un empujón.

—¡No me toques, Ohm! —le espetó—. ¡Tú lo sabías! ¿El cumpleaños de Gun, dices? ¡Eso fue hace dos meses, y tú me lo ocultaste! —más piezas comenzaron a encajar. Los comentarios. Las miradas—. New. Tay. ¿Ellos lo sabían? —Ohm permaneció callado. Se volteó hacia Gun—. ¡¿Ellos lo sabían, Gun?!

¡Por supuesto que sí! —Soltó Gun, sin dejar de llorar, con sus emociones desbordantes, sólo sintiendo rabia y tristeza e ira y dolor, y tantas cosas a las que no podía darles nombres, que el vómito estaba por salir—. ¡Ellos sabían todo desde el inicio porque han sido mejores amigos que tú, Fluke!

—¡Vete a la mierda! —le gritó Fluke—. ¡Puedes irte a la real mierda, Gun, te mereces todo lo que te pasó!

Gun se soltó del agarre de Off, lanzándose a Fluke con una mirada de enojo y cólera, dispuesto a hacerle daño, a herirle también por sus palabras.

Off alcanzó a agarrar a su novio al igual que Ohm hizo con Fluke.

—Tienen que calmarse —dijo Off, y Fluke escupió a sus pies.

—¡¿Calmarme?! ¡¿CALMARME?! —Fluke empujó a Ohm para que le soltara—. ¡¿Sabes lo que hizo la loca de mi hermana el día que la terminaste?! ¡Me gritó! ¡Me echó la culpa de todo, me gritó, me hizo sentir miserable! ¡Ella... ella...! —su voz se quebró, las lágrimas corriendo otra vez—. Ella dijo que yo siempre sería la mierda de papá y mamá...

—Fluke...

—¡Y tú...! ¡Tú disfrutando de todo a escondidas con Gun mientras yo tenía que cargar con las consecuencias! —se rió, destrozado—. ¡Pero eso no es lo peor, ¿sabes por qué, P'Off ?! ¡Porque a ti jodidamente te gustan los chicos también, y aun así... aun así, tú permitiste que todos esos bastardos me hicieran la vida imposible en el colegio! ¡Tú sabías lo difícil que es todo esto y lo permitiste, permitiste que me jodieran una y otra y otra vez!

Off permaneció en silencio, avergonzado, apenas sosteniendo a un más calmado Gun, que respiraba aceleradamente en sus brazos. Se estremeció cuando Fluke lo miró una vez más, sólo llorando, la ira pareciendo desaparecer.

—Y tú... tú sabiendo cómo estaba Davika, decidiste ocultarlo también —sollozó apenas—. Yo te lo contaba todo y decidiste mentirme. Decidiste... —Fluke sorbió por su nariz—, decidiste hacerme ver como un idiota, todo el mundo sabiéndolo, y aun así... Aun así, tuviste el descaro de llamarme a mí peor amigo —lo miró, su rostro inundado por el llanto—. Te contuve. Fui tu contención para ti, para todo lo que te pasó, y eso te valió una mierda, Gun.

Fluke...

El muchacho sacudió su cabeza, retrocediendo, y Ohm le agarró de la muñeca, pero Fluke se alejó de golpe.

—No quiero verte más —le dijo entre sollozos—, sabiendo todas mis inseguridades, todos mis temores, también decidiste mentirme, Ohm.

—Bebé... —sollozó Ohm.

—Terminamos —murmuró Fluke—, puedes irte a la mierda igual, Ohm Thitiwat.

Fluke no se volteó cuando se marchó de ese pequeño lugar, con su vista baja, yéndose sin mirar hacia atrás en dirección a la salida. Sus hombros se sacudían por todas las lágrimas que no dejaba de derramar.

Gun lo único que pudo hacer fue aferrarse a Off, llorando también, con un solo pensamiento en su mente.

Muñequito malo, Muñequito malo, Muñequito malo...

Y un Muñequito malo merecía un doloroso y triste castigo para que no volviera a actuar así.

𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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