Capítulo 4

-¿Hokage-sama creí que Naruto formaría parte de mi equipo? -el anciano fumó su pipa con tranquilidad -lo lamento Kakashi, no pasó el exámen -el peliplata lo vio con cuidado -pero Iruka mencionó que había superado el jutsu de clones, era lo que ocupaba -el Hokage levantó su mano con molestia, parando sus palabras -olvídate de eso Kakashi, no pasó el examen, punto, además, no ocupará ser un shinobi, conseguí un arreglo muy bueno para él -Kakashi abrió su ojo con nerviosismo -¿de qué arreglo habla?-

La puerta se abrió dejando ver al patriarca Uchiha -Fugaku, que bueno que llegas -el líder de la policía Uchiha se acercó -¿Ya lo tiene? -el anciano asintió -está firmado, el dinero pasará a la cuenta del clan Uchiha -el líder Uchiha hizo mala cara, tomó el documento con molestia, lo leyó con atención -bien, entonces ¿nos reubicarán a nuestro antiguo barrio y aclarará la situación de nuestro clan? -el anciano asintió, Kakashi afiló su mirada tratando de entender -en diez días haré el anuncio oficial -Fugaku asintió -le daré a conocer la situación a Itachi, si no hay más contratiempos, después del anuncio realizaremos el matrimonio, es un arreglo, no es necesario un festejo, mi hijo se sacrifica por su clan, no armaré una fiesta de su tragedia -Kakashi abrió su ojo demasiado -pídale discreción al mocoso, es vergonzoso para mí familia este acuerdo, suena a lastima -Hiruzen asintió -ya lo hice Fugaku, no hablará -el líder asintió, se dio la vuelta con molestia, salió del lugar.

Kakashi tragó pesado -¿de quién hablan Hokage-sama? -el anciano fumó su pipa con tranquilidad -¿ese acuerdo no tendrá que ver con Naruto? -el anciano vio con molestia al peliplata -eso es algo en lo que no deberías meterte Kakashi, ese acuerdo se hizo para evitar un levantamiento de un clan contra la aldea, fue necesario, Konoha no puede ir a la guerra, han pasado pocos años desde la última y desde el ataque de kyubi, ¿que preferirías, sacrificar a la aldea entera o a una sola persona?, eres inteligente, sabes que tengo razón -Kakashi lo veía con coraje, talló su rostro con frustración, asintió -retírate, una cosa más -el shinobi paró antes de salir -no intentes visitar a Naruto antes de su boda, no quiero que le metas ideas extrañas, es una orden, recuerda que aún hay secretos rango s que debes mantener -el peliplata asintió, salió cabreado del lugar.

Analizaba ¿qué podía hacer?, ¿cuáles eran sus opciones?, sin dudarlo se dirigió al complejo Nara siendo precavido y sigiloso, al llegar pasó con velocidad hasta la casa del patriarca, tocó la puerta, se sentía ansioso, desde aquel día no podía quitarse la maldita angustia y ahora entendía el porqué -¿qué sucede kakashi?, pasa -Shikaku lo veía con cuidado -necesitamos hablar -el líder asintió, se veía preocupado por el rostro del Hatake, entraron a una sala de visitas, cerraron las puertas -necesito localizar a Jiraiya-sensei -Fugaku lo vió con cuidado -¿sucedió algo? -asintió el peliplata -hicieron firmar un acuerdo a Naruto donde cedía su herencia Uzumaki al clan Uchiha, a cambio de un matrimonio político por órdenes del Daymio, se casará en diez días con el heredero Uchiha, después de reubicar al centro el barrio Uchiha y limpiar su apellido de todos esos rumores sobre el ataque de kyubi en un anuncio público -Shikaku apretó el ceño con molestia -desgraciados -fumó con ansiedad su cigarro -debieron usar el incidente con Mitzuki para manipular al chico -kakashi asintió de acuerdo -no hay mucho que podamos hacer si Naruto firmó el acuerdo -el Hatake se sentó y talló su cabeza con ansiedad -Hokage-sama dijo que no era necesario que Naruto fuera shinobi con el acuerdo -el Nara apretó su ceño con coraje -malditos desgraciados, lo hicieron todo bajo el agua, trataré de localizarlo, pero no será fácil Kakashi, las misiones en las que está de espía son peligrosas, puedo meterlo en problemas -el Hatake asintió. Shikamaru había escuchado todo con terror, salió de su casa con velocidad, al llegar a la calle caminó con pasos rápidos más disimulado, ambos adultos se dieron cuenta, tal vez que el chico tratara de ayudarlo era lo mejor.

Al llegar al barrio rojo comenzó a correr con rapidez, subió al edificio donde estaba el departamento del Uzumaki observando las condiciones deplorables del lugar, nunca había estado ahí, tocó la puerta con desesperación, pero nadie atendía, apretó el ceño con duda, forzó un poco la entrada con un pasador, al entrar abrió los ojos con terror al ver la mesa rota y su ropa desgarrada en el suelo, había sangre en todo el lugar, corrió a su habitación, no había nada, escuchó la ducha, tocó, no había respuesta -rubio soy yo, demonios estoy preocupado, ¿estás bien? -no había respuesta, sin importar más abrió la puerta de golpe viendo al Uzumaki con las venas abiertas en el suelo desangrándose, había un kunai a su lado, era evidente que lo había hecho él -maldita sea rubio -cerró la llave de agua, tomó la toalla colgada en el perchero de pared y lo envolvió en ella, lo sacó de la ducha y lo llevó a su habitación, lo acostó con cuidado en la cama, comenzó a buscar un botiquín en la habitación, no había nada, regresó al baño y lo vió tras el espejo, sacó unas vendas, corrió nuevamente, vendó sus muñecas con velocidad, su rostro estaba muy lastimado al igual que sus costillas, vendó las costillas con cuidado, no sabía mucho más que lo básico, estaba seguro que sus costillas estaban rotas.

Lo vio con cuidado, sus heridas sanaban bajo su vista, nunca había visto algo así, era lento el proceso, pero superaba por mucho al de una persona normal, abrió sus cajones observando que estaban vacíos, recordó la mochila junto a la mesa, fue por ella viendo algo de ropa, lo vistió sin vergüenza alguna, no era momento para eso, secó bien su cabello, comenzó a curar su rostro con algo de pomada, colocó un poco de cinta en la herida sangrante de su frente -qué demonios te sucedió rubio?... -el Uzumaki abrió lentamente sus gemas, vio al Nara frente a él, recordó todo una vez más, giró su mirada a sus muñecas, trató de quitarse las vendas -¿qué haces?, ¿qué te sucedió? -Naruto abrió sus gemas recordando la amenaza del Hokage, negó comenzando a llorar -no, no -Shikamaru intentó abrazarlo, pero el Uzumaki se hizo bolitas con terror en sus ojos, para el Nara era evidente lo que había sucedido -hijos de puta, te ayudaré a escapar, te ayudaré a salir de Konoha sólo dame unos días, te lo prometo -el Uzumaki lo vio con cuidado -¿no me lastimarás? -el Nara apretó el ceño, negó con dolor al verlo así, no había nada de su amigo en ese pequeño cuerpo -no, nunca lo haría, sabes que puedes confiar en mí, escuché lo de tu compromiso, uno de los senseis habló con papá, se llama Kakashi Hatake, es buena persona, están tratando de buscar a un tal Jiraiya para que te ayude es difícil ubicarlo, según recuerdo es uno de los sannin, debes buscarlo cuando salgas, trataré de averiguar más -Naruto asintió mordiendo sus labios tratando de calmarse, temblaban -gra… gracias -el Nara tomó su mano aunque se resistió, la apretó con cariño -no agradezcas, aún no te saco de aquí, necesito buscar la forma de hacerlo -el Uzumaki asintió entendiendo, apretó la mano de su amigo, recordó lo mucho que el Nara siempre le había gustado, su calidez y aceptación, todo eso estaba perdido.

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