Capítulo 16
Cuando estaba por terminar de comer el timbre sonó -yo abro -Shisui se levantó, abrió la puerta de la mansión, levantó sus cejas con sorpresa, sonrió e hizo una reverencia -Hiruzen-sama, es un honor tenerlo en nuestra casa -el anciano sonrió agradable -vine a visitar a Naruto, tiene tiempo que no lo veo y me preguntaba ¿cómo se encontraba? -Shisui sonrió -pase por favor, ahora mismo estamos terminando de comer -el anciano entró, afiló por un momento su mirada, la regresó nuevamente a la agradable de siempre. Shisui se adelantó -tío, Hokage-sama vino a visitar a Naruto -el rubio se puso tenso, su mano se movió sola, apretó la mano de Itachi bajó la mesa buscando consuelo y protección, el heredero lo vio con sorpresa, eso confirmaba sus sospechas, apretó su pequeña mano suavemente para calmarlo, todos se levantaron, realizaron una reverencia, los azules del Uzumaki se veían extraños -Hiruzen-san, ¿a qué debemos su visita? -el anciano sonrió a Fugaku -sólo pasé a saludar a Naruto, veo que ya se ha integrado-
El rubio no hablaba, ni se movía ni un poco, pero la mano de Itachi evidentemente apretaba la suya con protección, el rubio mordió su mejilla para tomar valor -estoy… bien, gracias -Hiruzen sonrió al verlo aún con temor de él -me alegra que te veas más tranquilo, estaba preocupado, te veías muy nervioso el día de tu boda, supe que Shikamaru vino a verte, eso es bueno, que conserves tus amistades -Naruto apretó la mano de Itachi temblando, asintió levemente el rubio -sí -el Hokage sonrió agradable -bien, debo irme, ¿no le darás un abrazo a este anciano? -el pequeño tragó pesado, trataba de soltar la mano de Itachi, pero este se negaba, el rubio levantó su rostro con una sonrisa amable, soltó la mano del Uchiha con temor y reticencia, Itachi estaba preocupado, tenía ganas de matar al maldito anciano, pero era el maldito Hokage, el pequeño avanzó lentamente hacia el cerdo como lo llamaba el Uchiha Uzumaki en su mente, el Hokage lo abrazó, su pulgar acarició su espalda insinuador, susurró en su oído. Itachi apretó el ceño al ver a su marido temblar, apretó su mandíbula con coraje y preocupación -te ves, bastante bien -lo había dicho con morbo -no olvides tu obligación, shinobis poderosos para la aldea -el rubio quería llorar, Itachi no soportó más -Hokage, disculpe, pero soy algo posesivo y celoso, ¿podría no abrazar de esa forma a mi marido? -Itachi jaló con discreción a su pareja, lo abrazó del hombro, sonrió con amabilidad, su familia vio con sorpresa y discreción esa acción, Hiruzen rió con una leve carcajada -¿celoso de un anciano?, eres un buen chico Itachi, bien, es todo, nos vemos después-
Naruto estaba en shock, el anciano salió, el heredero observó a su marido con cuidado -ve a la habitación, ahora voy -susurró, el rubio corrió con velocidad, azotó la puerta -¿qué fue eso Itachi? -el heredero vio a su familia con cuidado -nada padre, sólo no me gustó como se puso nervioso Naruto con el abrazo del Hokage, lo hizo sentir incómodo, lo lamento -asintió levemente el líder -a decir verdad, fue algo evidente -Itachi vio a su madre, asintió -iré a hablar con él, no se preocupen -su familia lo vio con cuidado -la verdad sentí con una vibra extraña la visita de Hiruzen-sama, tío -Fugaku asintió -parecía más una advertencia, tal vez vemos de más, bien, me retiro a mi oficina -asintieron, aunque también quedaron con bastante duda y algo amargo en su sentir.
Itachi entró en la habitación, vio que el rubio no estaba, escuchó la regadera, se recargó en la puerta, pero no escuchó nada, esperó sentado en la cama, cuando su marido salió era evidente como se había lastimado, tenía muchas heridas abiertas, el Uchiha abrió sus onix demasiado -¿qué te hiciste? -el rubio bajó su mirada con vergüenza, observó sus manos temblorosas, susurró -no se quita -el mayor se levantó, lo sentó en la cama, usó ninjutsu médico, comenzó a cerrar las heridas abiertas -¿por qué haces esto?, ¿qué es lo que no se quita? -el menor lo vio con cuidado, Itachi no quería presionarlo, estaba mal -fue él, ¿no es así?, él te lastimó -Naruto abrió sus ojos con miedo, levantó sus manos temblorosas, tapó su boca -shhhhh ya tiene amenazado a Shikamaru, shhhh si también se da cuenta, te matará -Itachi abrió sus onix con sorpresa, aún se le hacía difícil entender como ese amable anciano era una basura, asintió, continuó curando, subía por sus piernas suavemente acariciando y curando con su ninjutsu médico, aprovechando las pequeñas prendas que portaba, apretaba su ceño con frustración y coraje. Naruto lo veía con cuidado, recordó lo de hace unas horas con respecto a Izumi, apretó ligeramente el ceño.
-¿Qué te dijo para alterarte tanto? -Naruto bajó su mirada con vergüenza -que me veía bastante bien -Itachi apretó el ceño con coraje, acarició sus piernas con cariño, el ahora Uchiha Uzumaki no diría más sobre el anciano -no dejaré que vuelva a lastimarte, te lo juro -el pequeño apretó sus manos sobre las sábanas, no sabía si creer, era el Hokage de quién hablaban, un shinobi poderoso -curaré tus brazos y abdomen -el rubio asintió, observó como subía suavemente con sus manos por sus brazos con su ninjutsu médico, a pesar de sentir evidentes caricias no le molestaban, era su marido, lo hacía sentir seguro, lo había tratado bien, cuidado y procurado todo ese tiempo, por un momento recordó sus rechazos de las primeras noches, sacudió su mente -no quiero que vuelvas a lastimarte de esta forma, no me gusta verte así -Naruto lo vio con cuidado, asintió ligeramente. Itachi comenzó a levantar su pequeña playera suavemente, apretó el ceño al ver que tenía su abdomen, pecho y espalda lastimados, sacó la blusita por completo -acuéstate curaré tu espalda -el rubio se giró en la cama, se acostó boca abajo, podía sentir las manos de su marido acaricar suavemente su piel, cerró sus ojos levemente disfrutando sus grandes manos sobre su cuerpo, su corazón latía con fuerza. Itachi lo giró boca arriba, Naruto abrió sus gemas lentamente observando la mirada del Uchiha, se veía algo perdida mientras lo tocaba, su propio corazón latía acelerado, comenzó con su abdomen y subió lentamente hacia su pecho, sus manos acariciaron suavemente sus tetillas con algo de descaro, el pequeño cerró nuevamente sus ojos disfrutando su toque -mhn-
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