Capítulo 14
El Uchiha salió con Naruto a su espalda, llegó a la mesa viendo a sus hermanos y a su madre en el lugar -siéntate aquí -el rubio asintió, Mikoto lo vio con cuidado, había estado intranquila, aunque le daba gusto ver que avanzaba. Shisui sonrió -no nos habíamos presentado, mi nombre es Shisui, soy primo de estos dos, también vivo aquí -Naruto vio al Uchiha con sorpresa por dirigirle la palabra, giró su mirada a Itachi quién sonrió ligero, asintió -soy Naruto -Sasuke lo vio con duda y ansiedad -hasta que te dignaste a salir dobe -el menor mordió su mejilla -otouto -el azabache menor infló ligeramente su mejilla ante la llamada de atención de su hermano -es verdad Itachi, ¿podemos saber por qué no salías a comer?, te hemos esperado a diario -el rubio lamió sus labios con ansiedad, se levantó y realizó una reverencia exagerada a su suegra -lo lamento -la Uchiha vio la molestia en su hijo que la reprendía con la mirada, volteó los ojos -Naruto siéntate y come, no pidas disculpas, sólo estaba preocupada -el rubio obedeció a su suegra, sintió linda esa frase, comenzó a comer lentamente, lo veían con disimulo -próximamente serán los exámenes chunin -¿participarán Sasu-chan? -el rubio escuchaba con atención -sí, kakashi nos dió nuestros pases -su familia sonrió -lo harás muy bien Sasu-chan, esfuérzate, eres el único Uchiha en esta generación -Sasuke asintió con una sonrisa arrogante, el menor apretó sus palillos, continuó comiendo mostrando indiferencia, aunque por dentro sin poder evitarlo, sentía envidia.
…..
Naruto se peinó y maquilló sus marquitas, salió de la mansión Uchiha, con algo de miedo caminó por las calles hasta la avenida principal del barrio, la gente lo veía con cuidado, algunos comenzaban a saludarlo, simplemente sonreía ligeramente, caminó más rápido al ver a algunas chicas observarlo y murmurar a sus espaldas, salió del barrio, tomó el sendero corriendo con velocidad, no quería que el anciano lo encontrara a medio camino solo, respiró con calma al llegar a la aldea, parpadeó observando a la gente, ahora podía socializar y tal vez ser aceptado, nadie lo reconocía de esa forma, sacó un papel de su bolsa de la blusa con las cosas que su suegra le pidió comprar, se acercó a los puestos, comenzó a conseguir los detergentes y harinas que ocupaba la matriarca, giró su mirada, vio a Itachi caminar revisando unos documentos, lo observó por un minuto recordando como lo curaba y acariciaba, era muy guapo, su corazón latió con fuerza, mordió su mejilla algo perdido, negó con fastidio al recordar sus palabras sobre su amor por la chica Uchiha, no debía fijarse en él, sólo era su esposo por contrato, no había más, algún día lo tomaría, pero sabía que era su obligación, giró su mirada, continuó con sus compras.
Itachi levantó su vista al sentir su chakra, lo observó hacer las compras, se acercó colocándose a su espalda, vio como con el filo de su mirada lo vio y aún así no volteó, ¿por qué la mayor parte del tiempo lo ignoraba y trataba con indiferencia? volteó su mirada observando a chicas y donceles verlo con descaro y gritar su nombre, los ignoró regresando su mirada seria a su marido que ni siquiera lo volteaba a ver directamente -le agradezco, buena tarde -el pequeño caminó hacia otro local seguido del mayor -pero que hermosa pareja hacen -la anciana que atendía chilló al verlos, aunque ambos eran demasiado serios, el rubio la vio por un segundo ignorando el comentario, el Uchiha lo observó con cuidado, apretó el ceño al no ver reacción -me da dos kilos de arroz, por favor -Itachi tenía una gota en su nuca, ¿en verdad lo pasaba de largo?
-Itachi-sama, quiero decirle que lo amo, quisiera que me permitiera dar una vuelta por la aldea a su lado, no pido más -el Uchiha apretó el ceño al ver a un fanático doncel -lo lamento, vengo acompañado, con su permiso -giró y apretó el ceño, el rubio había cambiado de puesto dejándolo atrás sin prestar atención a la situación, caminó a su lado, tomó sus bolsas, comenzó a cargarlas. Naruto levantó sus azules, lo vio con duda -gracias -giró nuevamente su rostro. Itachi mordió su mejilla indignado, su mejilla se infló ligeramente, sacudió su mente, parecía Sasuke, negó con fastidio, respiró hondo mostrando madurez -me alegra que salieras, te hace bien -Naruto asintió -Mikoto-san me pidió algunas cosas, quiero ser útil -la mirada azul se dirigía al frente, el pequeño paró de golpe viendo a lo lejos al Nara con Choji e Ino, recordó algo que hace días no pasaba por su mente, Shikamaru, lo observó ver a la rubia Yamanaka con atención, sintió dolor, ahora recordaba, no había forma de que él fuera algo más que un amigo para el Nara, al parecer no podía ser algo más para nadie, parpadeó con entendimiento.
Itachi siguió su mirada al ver como se detuvo, apretó el ceño con molestia, ¿el Nara seguía en sus pensamientos?, ¿a él si le ponía atención?, él era su maldito marido -tch ¿ya acabaste? -el Uchiha Uzumaki salió de sus pensamientos -¿de qué? -Itachi pasó su mano por el cabello en su rostro, lo colocó tras su oído con fastidio, estaba cabreado, pero tampoco se dejaría en evidencia -de hacer las compras, ¿ya acabaste? -Naruto lo vio, era evidente que estaba molesto, mordió su mejilla, giró su mirada evitando su mirada, rascó su brazo con vergüenza, el Uchiha levantó un ceja al verlo tímido -quería un dulce, me diste dinero el otro día y traje un poco, tenía planeado comer algo que nunca he probado-
Itachi lo observó por un momento, sonrió ligero cambiando su actitud -guarda tu dinero, te llevaré por esos dulces, ¿cuáles se te antojan? -Naruto levantó sus azules con sorpresa, sonrió ligero -esos dulces que siempre comes con Shisui -el Uchiha sonrió satisfecho, levantó un poco su brazo -coloca tu mano en ese lugar, cada que salgamos lo harás, eres mi marido -el Uchiha Uzumaki parpadeó con sorpresa, observó su brazo, sonrió ligero, se sintió especial y aceptado, lo tomó del brazo, comenzaron a caminar -cuando tengas antojo de cualquier cosa, sólo debes decirlo, si estoy libre te llevaré, quiero que me tengas confianza -Naruto lo escuchaba no muy seguro, la gente los veía con cuidado.
Al llegar a la dulcería Itachi abrió su silla, Naruto lo vio sin entender, el mayor sonrió ligero -toma asiento -el rubio asintió, se dejó hacer, pidieron dos órdenes de banderillas de dangos, Itachi lo veía comer lentamente disfrutando cada bocado como si fuera el último -¿te gustaron? -el menor asintió quedito -están ricos -el azabache lo veía con fascinación -voy a pagar, dame un momento -Naruto asintió saliendo del establecimiento, esperaba a su marido -oye preciosa -el rubio levantó sus gemas con sorpresa, apretó el ceño con molestia recordando al cerdo, se giró ignorando a los tres chicos que lo rodearon -vamos lindura, no nos ignores, vayamos a dar una vuelta, te prometo que no te arrepentirás -el de ojos azules lo vio mal -no quiero, déjenme en paz -lo acorralaron en la pared. Naruto se cabreó, el maldito cerdo era alguien poderoso, pero estos idiotas no, tomaron su mano, lo jalaron, el Uchiha Uzumaki la arrancó y le dió una cachetada tirando al chico, había estado entrenando bastante -oye ¿qué te pasa?, vendrás con nosotros desgraciada -una sombra negra se paró tras los chicos -tienen un segundo para largarse o desearán no haber nacido -giraron su mirada con terror, podían sentir un aura terrorífica del chico, era su instinto asesino, se desvanecieron en el suelo, comenzaron a arrastrarse -no nos lastime -el azabache los vio con coraje, ¿cómo se atrevían a poner su mirada sobre su marido? -idiotas -levantó su mano, jaló la del rubio abrazándolo del hombro -¿te encuentras bien? -Naruto lo veía con sorpresa, su corazón latía con fuerza observando como lo salvó, asintió débilmente dejándose llevar, se retiraron evitando escándalos, gracias a kami no había mucha gente, el menor sentía su corazón querer escapar mientras avanzaban, recordó sus caricias nocturnas, mordió su mejilla, con el filo de su mirada lo observó durante el camino sin entender qué sucedía, al final sacudió su mente dejando de lado esos pensamientos extraños.
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