Capítulo 13
Itachi estaba frente al hokage, lo había mandado llamar -Hokage-sama me mandó llamar? -el anciano asintió viéndolo con cuidado, el Uchiha era un shinobi fiel a su aldea, fumó un poco de su pipa y habló -¿quería saber cómo se estaba comportando Naruto?, lo quiero como a un nieto y me preocupa su bienestar -el azabache lo vio con seriedad -es un buen marido, se esfuerza bastante -Hiruzen sonrió satisfecho -¿para cuándo me darán nietos? -lo vio con cuidado, quería saber si el mocoso se había delatado, además de saber si ya se había entregado a su marido como era plan, cuando los mocosos nacieran, Danzo los obtendría -esperemos pronto Hokage-sama, quisiera que tuviéramos nuestra casa propia para ese momento -el anciano sonrió -eso es perfecto, el barrio nuevo avanza con velocidad, tu casa será la primera en terminar, si quieren comenzar a amueblarla sería lo mejor -Itachi asintió -hablaré con mi padre -el Hokage vio que no había cambios en la actitud de su anbu, asintió -cualquier cambio de actitud en Naruto debes informarme, recuerda que es importante tener sometido al kyubi en su interior, confío que tu poder es suficiente si llegamos a presentar problemas, es uno de los motivos por el que estuve de acuerdo con el Daimyo -Itachi asintió, la actitud del anciano no le agradaba, hacía ver a su marido como una amenaza y no era nada de eso -dile que le mando saludos, espero me visite pronto, tal vez yo vaya un día de estos a revisarlo -lamió sus labios, el Uchiha vio extraña esa acción, no le agradó ni un maldito poco, apretó su mandíbula con coraje, asintió disimulando excelentemente, ese rostro en blanco siempre le había ayudado a leer a la gente, salió del lugar, mientras estaba en la torre había robado algo que ayudaría al Uzumaki a mejorar, saliendo pasó por mucho material para practicar.
Al llegar al barrio Uchiha caminó con calma a su casa, estaba por entrar cuando una mano lo detuvo -¿Itachi-kun podemos hablar? -el Uchiha mordió su mejilla con duda, estos días ni siquiera había pensado en la chica, sólo había tenido un pensamiento en mente y no era ella -¿qué sucede Izumi? no es correcto que sigamos viéndonos y lo sabes, la gente comenzará a hablar -el Uchiha levantó su mirada viendo a dos señoras observarlos a lo lejos, Izumi lamió sus labios con ansiedad -es que no puedo alejarme de ti, te necesito, necesito escuchar que aún me amas, tiene casi un mes de tu matrimonio y siento que pierdo todo, por favor, -la puerta de la mansión se abrió ligeramente, nadie se asomó, al escuchar la puerta Itachi se zafó con velocidad de la chica sin cuidar si era tosco, simplemente la alejó, sólo había alguien en la casa a esa hora -no puedo decirlo, lo lamento -Izumi abrió enormes sus ojos al verlo entrar y dejarla ahí, unas gemas azules pudo definir, vio a Itachi susurrar algo, cerró la puerta a su espalda, el Uchiha ni siquiera había volteado a verla al final, bajó su mirada llena de frustración y coraje.
Naruto lo veía con su mirada fría -lamento interrumpir -mordió sus labios con ansiedad, había escuchado su plática, se dio la vuelta caminando hacia su habitación ignorando a su marido, no debía meterse. Itachi lo observó por un momento, no había hecho una escena, creyó que, apretó el ceño, era su esposo, ¿acaso no le interesaba? -caminó tras él, entró en la habitación siguiéndolo, el rubio se sentó en la misma silla de diario, Itachi se acercó a él -¿no vas a preguntar? -el menor levantó sus azules -tú me dijiste que la amabas, no tengo más que preguntar -el Uchiha abrió sus onix bastante, se paró en cuclillas frente a él, tenía la necesidad de escuchar algo que le indicara que no pasaba de él, no entendía el porqué -eso quiere decir que si la hago mi amante, ¿no dirás nada? -Naruto apretó el ceño ligeramente, giró su mirada a la ventana -sé que estás a mi lado en contra de tu voluntad, tenías un compromiso, si no existiera, estuvieras a su lado en este momento, simplemente soy un estorbo, no deberías reparar en mí -el mayor negó con fastidio -no es así, no eres un estorbo, no es mi amante y no pienso hacerla -el rubio lo vio con cuidado con el filo de su mirada, asintió sin creerle, sin darle importancia, giró su mirada dejándolo de lado, no quería problemas.
Itachi apretó el ceño nuevamente con ese sentimiento de ser ignorado, sintió dolor al ver que no le interesaba ni un poco, sacudió su mente, sacó de su estuche de herramientas un pergamino, vertió un poco de chakra en él, sacó una bolsa con otro pergamino. Naruto lo veía a su lado en cuclillas aún, lo veía sacar las cosas con cuidado, las puso en el escritorio, el pergamino en su mano lo colocó en sus piernas bronceadas y lo cubrió con sus pequeñas manos -dame un momento -levantó sus manos haciendo sellos, un jutsu de privacidad cubrió la habitación, Naruto lo observaba con cuidado, no entendía qué hacía. El Uchiha volvió a colocarse a su lado en cuclillas -¿quieres ser un shinobi poderoso aún? -el Uchiha Uzumaki lamió sus labios con ansiedad, vio a su alrededor con miedo -hay un sello de privacidad, ni siquiera la esfera del Hokage puede ver a través de esto-
Naruto abrió sus gemas demasiado, vio sus ojos con cuidado buscando sinceridad, asintió lentamente apretando el pergamino en sus manos con miedo, no sabía leer la mirada y no sabía si confiar, pero su marido lo había tratado bien y cuidado -el Uchiha sonrió ligero -necesitamos traspasar el contenido de este pergamino a una libreta, es tu legado, lo recuperé de la torre Hokage, el original lo guardaremos en un sello en tu cuerpo -el menor mordió sus labios con algo de felicidad, abrazó el pergamino -gracias -el mayor sonrió al verlo tan tierno -es demasiado, sé que puedes crear clones de sombra, ocupamos unos cuantos para copiar todo esto, si dura mucho el sello de privacidad tal vez se den cuenta -no quiso decir nombres, pero le dio a entender que sabía que lo vigilaban y que sabía sobre su miedo. Naruto vio el material, asintió, creo diez clones de sombra que tomaron material y una hoja, abrió el pergamino, lo extendió a lo largo, de inmediato copiaron cada sello, las instrucciones, el proceso, chakra necesario, los kanjis.
Todos se movían con velocidad, sacaban hoja tras hoja, invocó a diez clones más, Itachi sonrió al ver la gran cantidad de clones que el Uzumaki podía hacer, recordó algo, al final se lo explicaría, una hora más tarde había treinta clones en el lugar, el Uchiha no sé explicaba cómo cabían en su habitación, podía ver un altero de más de quinientas hojas en el escritorio, un clon los ponía en orden siguiendo el pergamino, los dividió por niveles, comenzó a encuadernar con el material que aún había en las bolsas. Itachi guardó el original en un sello en el estómago del pequeño junto al del zorro, tomó los niveles que habían traspasado y los colocó bajo el tatami dónde guardaba su herramienta, sólo dejó el de introducción afuera, los clones guardaron el material en una caja en el mismo lugar, sólo dejaron un frasco con tinta y una pluma normal, los clones desaparecieron. Itachi se acercó a él bajo el Jutsu de privacidad -¿estás bien? -el rubio lo vio muy cerca de él, asintió con duda, se alejó un poco, el Uchiha mordió su mejilla, otra vez la indiferencia -ya es algo tarde, saldré a cenar al comedor con mi familia, ¿quieres venir conmigo? -el Uzumaki se avergonzó un poco, asintió levemente, su marido era bueno, debía comportarse -Itachi sonrió ligero, feliz de lograr que por fin se acercara a su familia.
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