No puede tirarte al suelo, no te desanimes, levántate y continúa, continúa, resiste y continúa.

Mi impulso primero es bloquearlo. Lo hago. Pero luego pienso que quizá tenga razón. Quizá sea yo una persona desesperada, que ha tomado malas decisiones y ahora estoy decidida a tomar caminos óptimos. Siendo esta una decisión desesperada, pero necesaria.

Opto por quitar el bloqueo y responderle, no obstante, llegan dos mensajes más, a la vez. Uno de los usuarios tiene foto de perfil, el otro no. Opto por el que tiene foto. Es un hombre de unos cinco o seis años más que yo, no muy fornido, pero se ve de porte grande.

"Hola, ¿cómo estás?"

Muy y bien, ¿y tú?

"Bien, bien. ¿Cuánto cobras?"

Copio y pego mi speech a lo que contesta:

"¿Qué sería Happy Ending?"

Santo cielo. Sería muy obvio decirle que es "Final Feliz", no obstante, llamo a mi versión más complaciente y le digo que incluye masajes deliciosos en sus zonas íntimas y la posibilidad de eyacular, acompañado de una bonita carita sonriente al final.

Pero él no guarda ninguna diplomacia al contestar:

¿Me dejas chuparte el clítoris?

Vaya, vaya.

Quisiera tener un speech también para esto, pero es obvio que cualquier hombre con quien me entreviste, querrá hacer algo más que solo un masaje. De hecho, si pretendo negociar con esto, puede que todos los descontracturantes pasen a ser happy ending.

Le contesto que sí y él redobla la apuesta:

Qué bueno porque quiero comerte entera.

Caray, espero que los geles sean buenos para masturbarlo y hacerlo terminar rápido.

Insiste:

¿Cuánto dura la sesión?

Su pregunta me toma desprevenida y me hace pensar que soy casi una profesional en el área. ¿Cuánto dura?

"Cincuenta minutos 😊" suelto a modo de respuesta.

Él no contesta.

Creo que esperaba más tiempo al precio que le di.

Tendrá que pagar más si es lo que espera, lo cual me da la pauta de que quizá no sea la persona del perfil adquisitivo que ando buscando.

Insisto "¿quieres que coordinemos un horario?"

En medio de la espera porque conteste, me voy al otro chat donde ya se me han acumulado seis mensajes.

Hola bb

¿Cuánto cobras?

Recién he llegado de un largo viaje y me vendría asombroso un buen masaje ya mismo.

Tengo las piernas duras, necesito que nos encontremos.

Te pago dos sesiones en una. Quiero reservarte completa.

Disculpa que moleste, sólo quiero confirmar si estarás disponible sí o no.

Santo cielo, qué intenso.

Trago saliva y contesto si puedo saber con quién estoy hablando, haciendo alusión a pedirle una foto.

Él me devuelve una. Es atractivo, tendrá alrededor de cuarenta años, un físico muy bien cuidado y en la imagen se observa que ha tomado una selfie atendiendo en un consultorio de odontología.

Quizá sea de esa profesión...o quizá no sea la persona de la foto.

¿Puedes a las cinco?

La respuesta me aparece en el chat. Es del segundo que me habló, no del tercero (el potencial odontólogo).

Pero este último insiste:

Puedo pasarte a buscar y vienes a mi casa.

Me comparte la ubicación y rastreo en Google Maps que vive muy cerca, a solo quince minutos a pie.

Y me quiere pagar el doble.

Y no deberé tener la casa en condiciones.

Y podría cobrar ahora ese dinero.

Un dinero que no me ayudará a saldar en absoluto las deudas que tengo, pero que podría invertir en un libro sobre mi profesión.

Anulo el segundo y accedo con el tercero:

"Yo voy hasta tu domicilio. Espérame en quince minutos 😊"

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