Al entrar a casa observé que mi madre me esperaba sentada en uno de los sofás ubicados en la sala de entrada, me detuve un tanto agitada por haber corrido y dirigí mi mirada hacia Sam, quien se detuvo justo detrás de mí, habiéndolo visto mi madre.
-Mady ¿quién es él? ¿Has estado ocultándome que tienes un novio? - Me preguntó, indiscreta por completo.
   Me sorprendí por lo que había dicho y rápidamente dirigí mi mirada nuevamente hacia ella.
-¡No! Mamá, por favor. - Respondí y suspiré fastidiada. - Es una 'historia' complicada, pero que debemos explicar, pronto. 
   Dicho esto, nuevamente observé a Sam, esperando su extensa explicación, o al menos eso quería que hiciera. Mi mamá estaba ansiosa por escuchar la explicación, justo en ese instante, Maya salió de una habitación y al ver a Sam quiso atacarlo, como hizo Moyo conmigo en la 'otra dimensión'.
-Maya, tranquila, es un amigo.- Le dije para calmarla, entonces detuvo su ataque y comenzó a olfatearlo.
-Linda Maya, finalmente te conozco.- Le dijo Sam a Maya, fue cuando ella se alejó un poco más calmada sabiendo que no era amenaza alguna para nosotros.
-Bien - me dirigí a mi madre ahí presente, - él es Sam, y... proviene de otra dimensión, una paralela exactamente. Sé que es imposible de creer, mamá, pero así es.

   Mi madre observó a Sam anonadada... ¿me había creído inmediatamente?
-Una dimensión paralela. - Comenzó Sam por decir. - Esto significa que yo personalizo a Madeleine en aquella dimensión. Soy ella, pero del género opuesto. - Finalizó. No parecía sorprendido por el gesto de sorpresa e intriga que mi mamá demostraba.
-Sí... bien, necesito que me expliques, o nos expliques, por qué está un portal dimensional abierto, uniendo mi dimensión con la tuya, por favor.- Respondí intrigada por saber más sobre él, y sobre todo tema relacionado, pero Sam no parecía querer explicarme, por lo menos no frente a mi madre.
-Necesito saber más sobre lo que está sucediendo, Sam por favor, aclárame esta situación.- Le pidió mi mamá de manera cortés, parecía confundida y era normal que lo estuviera, como yo en ese momento.
-No está sucediendo nada en realidad, Olga. Es solo un portal abierto quién sabe por qué. Pero no tema, Madeleine está en buenas manos.- Dicho esto, Sam tomó mi mano.
   Lo miré sorprendida por su gesto, pero ¿qué estaba tratando de hacer?
-Necesito explicarte a solas, Mady.- Me susurró, fue entonces que entendí su acción. 
   Mi madre sonrió, y nos permitió irnos del lugar.