Capítulo 3 - El desconocido no tan desconocido


-Moyo, basta.
   Había sido él quien habló esta vez, reprendiendo a su pequeño perro al ver que me estaba ladrando. Curiosamente, el pequeño perro tenía gran parecido hacia Maya en tamaño y color, y su nombre... era una rara situación.  Pronto, aquel extraño dirigió nuevamente su mirada hacia mí.
-Te esperaba, Madeleine. Soy Sam. - Dijo luego.
   Me asusté, pues él sabía mi nombre y yo juraba no haberme topado con él jamás.
Conoce mi nombre... no comprendo nada. Pensé.
-Conoces mi nombre, no necesito presentarme entonces, supongo... estoy confundida. - Respondí, retrocediendo al mismo tiempo un paso. Creo que la confusión logró marearme un poco en ese momento.
-Te encuentras en un universo paralelo al tuyo. Yo soy tú. - Me señaló. - Esto en pocas palabras.
-¿Qué? Estoy confundida, tal vez asustada... ¿y me dices esa locura? - Respondí  alterándome ante tal comentario.
- Tranquila. A ver, si me crees un mentiroso ¿cómo explicas el modo en que llegaste aquí, los edificios, los cambios en uno de ellos y en esta casa, y que yo, un desconocido para ti, se encuentre aquí viviendo con una mascota muy parecida a Maya? - Me preguntó con tranquilidad, mientras yo me estresaba. 
   De hecho, creo que el azúcar había disminuido en mi organismo, porque me sentí mareada aún más y por ello tuve que recurrir a sentarme en uno de los sofás allí hallados. Observé que Moyo, el perro, se acercó a mí inmediatamente para olfatearme, y al hacerlo comenzó a mover su pequeña cola en señal de que estaba emocionado de verme, como haría Maya conmigo.
-Esto es increíble. - Expresé finalmente.
   El chico, del cual ahora conocía su nombre, se acercó a mí y me dijo:
-Lamento eso, creo que no fui muy prudente.
-No me digas, Sam. - Le respondí en tono irónico. - No puedo creer que conoces de mundos paralelos y yo no.
-Pudiera explicarte pero ahora no hay tiempo. - Me dijo, antes de correr hacia la cocina y volver con un vaso de agua. - Toma, te hará mejor. - Me tranquilizó.
   Procedí a beber el agua del vaso y se lo devolví, agradeciéndole por el gesto.
-Increíble, necesito explicaciones con urgencia pero no, es mejor dejarlo para más tarde porque no hay tiempo.- Le dije después con un poco de enojo.

-Todo a su tiempo, Madeleine. - Fue su respuesta.
-Claro, entiendo. - Le dije y me levanté para proceder a correr de vuelta al túnel que me llevaría hasta mi universo, no podía con toda esa situación, necesitaba volver.

   Me percaté de que Sam me seguía, ambos atravesamos el túnel y llegamos hasta mi universo, mi lugar familiar, tan solo decidí correr dentro de mi casa y así lo hice, con él detrás de mí.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top