-LIAM.
-LIIII.
-LIAAAAM.

Esos gritos eran lo unico que rompia la calma en el bosque.

Los chicos se empezaron a preocupar cuando Liam no contestaba a los llamados, desde la noche anterior no tenian noticias de el y lo unico que encontraron de el fué su caballo, uno que tenia el pelaje marrón oscuro y algunas manchas blancas.

Ellos tampoco habían tenido una buena noche; Lovie y Connor tuvieron que dormir arriba de los caballos, Leo durmió en la rama de un árbol pero como no sabía atar una rienda simplemente la enroscó en una rama, sin embargo el caballo se había fugado  la noche, y Adelaide pasó la noche en vela y esa mañana estaba de muy malhumor.

En ese momento un zorro de pequeño tamaño salió de detrás de un arbusto de frambuesas.

Todos lo miraron y el los miró hasta que Adelaide gritó:
-¡¡ES ÉL!!¡¡EL FUE EL QUE OCASIONÓ TODO ESTO!!.

El zorro solo la miró y se dirigió hacia  Lovie, ella estaba algo asustada despues de todo se decia que los zorros eran unos perros rabiosos como los lobos. El zorro saltó hacia sus brazos ella, sin pensarlo mucho, lo atajó y el zorro, agradecido, empezó a darle unos suaves golpes con su cabeza.

Lovie sonrió ante el gesto, mientras que la albina le seguia echando la culpa al animal por haber perdido a Liam.

-Lovie, es todo muy lindo pero tenemos que seguir buscando a Liam. Le dijo Connor.

Lovie le dió una última caricia en las orejas y le dijo que se fuera.

El zorro la miró y de repente saltó hacia su cabeza con las fauces abiertas. Todos pensaron lo mismo "le va a morder", sin embargo lo unico que atraparon sus dientes fué la gorra que tenia puesta Lovie.

-¿¡Eh!?. Exclamó Lovie asustada cuando el zorro agarró la gorra y  salió corriendo.
-¡¡¡TRAS EL!!!. Les gritó Adelaide mientras señalaba al zorro.
-Pero no se llevó nada de val...
-He dicho¡¡¡ TRAS EL!!!. Le gritó la albina a Lovie.

Todos suspiraron y siguieron al zorro que parecia querer jugar a las escapadas.

En un momento dado el zorro ya casi ni aparecia como al principio si no que solo mostraba su cola y a Leo le pareció ver que sus orejas estaban a un nivel mucho más alto que el del un zorro común.

Lo siguieron internandose todavia más en el bosque hasta que llegaron a un lugar que quitaba el aliento;
Era un claro enorme del bosque, había un lago de aguas refulgentes, varias casas de madera y, en el centro del claro, había un enorme limonero.
Pero eso no era todo.

El lugar estaba infestado de zorros y también de personas con cola y orejas de zorro.

Entre todos ellos Adelaide logró identificar al que venian persiguiendo, estaba entrando a una de las casas.
La albina guió al grupo hacia el lugar mientras que en el lugar todos los veian y susurraban comentarios acerca de los recién llegados.

Connor se estaba volviendo cada vez más rojo cuando varias personas los empezaron a señalar.

Estaban abriendo la puerta cuando les llegó unas voces.

-...cias Yú, ¿te molesta que te diga así?
-No, señor
-Llamame Liam o Li. Escucharon y ese diálogo los animó a abrir la puerta.
El lugar era una especie de hospital: un montón de camas y varias hojas y frutos que tal vez sean de uso medicinal. Pero lo que les llamó la atención fue que Liam estaba ahí, con la misma ropa del dia anterior y con unos cuantos raspones en los codos pero bien y, a su lado, había una chica pelirroja, de baja estatura y con una mirada astuta en sus ojos.

Todos estaban sorprendidos pero la verdadera sorpresa fue que la chica se le acercó a Lovie y le dió su gorra al tiempo que decia;
-Lo siento mucho, señorita.